Una noche de nostalgia, ya que Hanna recordó a David, salió a caminar bajo una lluvia ligera, y se dio cuenta de que un perro la seguia, lo acarició, y siguió caminado, el perrito aún la seguiá, Hanna se percató de que estaba mojado y quizás se enfermaría, se lo llevó hasta el hotel en el que se encontraba hospedada, había un problema, en ese hotel no se admitían perros, lo metió en su bolso, era tan solo un cachorro, y entraba sin contratiempos hasta que una chica como de 16 años se le acercó y le dijó—¡Hola Hanna! No lo creo, eres tú ¿te tomarías una foto conmigo?—.
—Hola claro, ¿cuál es tu nombre? —preguntó Hanna.
—Soy Maite, espera un momento Hanna, sacó mi teléfono—dijo Maite, al parecer era una fan de Ha*Ash.
—Oh si, aquí esta—Maite saco su celular y dijó—¿podría ser sin el bolso Hanna?—preguntó Maite.
—Claro que sí—Hanna colocó el bolso en el sillón del loby,y se tomo la foto.
—Hanna, ¿se hospedan aquí? ¿y Ashley? Primero que nada gracias por esas voces tan hermosas que tienen, las amo, desde que escuche odio amarte supe que tenía que escuchar su música, compre tu disco, creo que lo tengo en mi bolso para que me lo autógrafies, por favor ponle Maite, ¿si? Lo tengo que buscar—Maite buscó en su bolso el disco y una pluma, Hanna estaba nerviosa porque se dio cuenta que el perrito había salido de su bolsa y se dirigió al restaurante del hotel.
—Ah Hanna ya lo encontré, por favor firma el disco y su carcasa—dijo Maite.
—Si claro, no hay problema—respondió Hanna con mucha amabilidad—Gracias por seguir mi música, me tengo que ir—Hanna agarró su bolso y se dirigió al restaurante.
—Diablos, ¿dónde se habrá metido? Se preguntaba Hanna, se agachó y buscó por debajo de las mesas, la gente la miraba extraño, y chocó con alguien , Hanna miró hacía arriba, al parecer era un mesero.
—Señorita Pérez ¿busca algo?—pregunto aquel hombre.
—Sí, se me perdió un...—Hanna miro un anillo puesto en el dedo de una señora y se le ocurrió decir lo siguiente —¡anillo! Sí anillo uno verde aqua, con forma de estrella, con piedritas plateadas alrededor, es lo que busco—.
—Le ayudaré a buscarlo—el mesero también se agachó y buscó con Hanna, aunque buscaban cosas distintas, Hanna se dio cuenta que el perrito estaba cerca del mesero, y si se daba cuenta el mesero lo sacaría a la calle así que le gritó—¡mira, esa señora tiene mi anillo— señaló a la señora que lo tenía puesto—dile que es malo robar—ordenó Hanna, el mesero fue a esa mesa y se armo un escandalo, Hanna siguió al perrito hasta la cocina, lo buscó, y lo vio comiendose queso, y dejando un rastro, Hanna lo cargó y ya se iba a salir hasta que un cocinero pasaba por ahí y vio a Hanna.
—Señorita, ¿pero que significa esto? No sabía que algunas mujeres comían como desquiciadas—dijo el cocinero ya que todo el queso estaba tirado.
—Lo pagaré—dijo Hanna sacando su cartera.
—Y también lo limpiará—a Hanna no le gusto escuchar esto, señaló atrás del cocinero y le gritó—¡mire!—el cocinero volteo y Hanna salió corriendo por la puerta trasera.
Hanna sintió un alivio al fin había logrado escapar, corrió y se fue a su cuarto.
—¡Hanna, ¿por qué sales en la lluvia, y si te resfrías quién cantará conmigo?! —dijo Ashley un poco enojada.
—Ya tranquilizate Ash, mira lo que tengo aquí—Hanna abrió su bolso y el perro ya no estaba.
—¿Qué es lo que se supone que debería ver?—Ashley estaba confundida.
—Oh, no ese perro—Dijo Hanna.
—Bueno si no es nada, veré una película —Ashley se dio la vuelta, y piso algo blando, desagradabla—¡Hanna!—gritó Ashley enojada a los cuatro vientos—recoge esto—Hanna se rió de Ashley, porque ustedes se imaginarán que piso (👉 💩👈) .
El perro se encontraba a un lado de Ashley, Hanna lo agarró y le dijo a Ashley—pienso adoptarla—.
—Es lindo, no admiten perros ¡ay Hanna! Esta bien sólo sacalo diario para que no vuelva a pasar lo que ocurrió, ya dejo de llover, ve sacalo a que haga lo suyo—Ashley le ordenó esto a Hanna, Hanna limpió lo del perro y a escondidas lo sacó, pero el mismo mesero de hace un rato la vio y le exclamó—¡oye tú, detente!—Hanna camino más rápido y una mano se puso encima de su hombro, Hanna se detuvó—¿Sí?—dijo Hanna.
—¡Por tu culpa cree un escándalo enorme! ¡¿Qué es lo que te pasa?!—el mesero estaba exaltado.
—No es mi culpa que te creas cualquier cosa que te digan—dijo Hanna muy digna.
El mesero siguió y siguió hablando y le dio un trapeador y una escoba.
—¿y esto para qué?—Hanna se desoriento.
—El cocinero me dijo que te dijera que limpiarás el desorden que causaste—dijo el mesero.
Ashley iba saliendo, supo que Hanna estaba en problemas y le dijo —Te ayudaré con esto Nicole—.
—¿limpiarás? Si por favor tengo que sacar al...—Hanna susurró lo siguiente a Ashley—perrito—.
—No, yo no limpiaré, ¡olvidalo! Yo lo voy a sacar—Ashley agarró la bolsa de Hanna y saco a pasear al perrito.
Por otro lado Hanna no se salió con la suya y limpió todo el desorden que ocasiono, Hanna pensaba en un nombre para su nueva compañera, y se le ocurrió llamarla Candelaria, por ser 2 de febrero, el día de la Candelaria.