1 Semana después:
El día amaneció con un sol radiante y en la mansión Ox unos jóvenes invitados acababan de llegar.
Padrino ¿cómo esta?, saludaba un joven cabello de flama.
Bien hijo, ¿qué tal el viaje?, dijo el gigantesco hombre.
Bastante bien padrino, logramos cerrar varios negocios con Diecisiete y Table.
Qué bueno hijo, dijo el gigantesco hombre.
¿Y Milk?, dijo un joven de cabello negro y lacio hasta los hombros.
No demora en bajar, debió haberse quedado dormida, dijo el padre de la joven.
Le trajimos unos obsequios, dijo Table, entregándole un regalo al gigantesco hombre.
Gracias hijos pero no debieron molestarse, mejor vamos pasando al comedor hasta que llegue Milk, dijo el hombre.
Minutos después:
Los jóvenes y el padre de la pelinegra se encontraban sentados en el comedor mientras les servían el desayuno.
Buenos días padre, decía una bella pelinegra ingresando al comedor.
Milk, dijeron los tres jovencitos parándose para darle el encuentro.
Hola muchachos, no sabía que estaban aquí, dijo la pelinegra avergonzada por haber bajado a desayunar en pijama.
No te preocupes, queríamos darte una sorpresa, dijo Vegueta con una sonrisa.
Y vaya que me sorprendieron dijo la pelinegra.
No Milk, los sorprendidos somos nosotros aún en pijama eres hermosa, dijo Diecisiete, provocando que Milk se sonrojase.
Qué cosas dices Diecisiete, dijo la pelinegra.
Lo que dice mi primo es cierto, Milk eres bella hasta dormida dijo Table, o que piensas tú hermanito, dijo el jovencito mirando a su hermano mayor.
Si Milk siempre es bella de eso no hay ninguna duda dijo el joven cabello de flama mirándola y haciendo que la pobre jovencita se abochornara más.
Ustedes tres son unos aduladores, pero no es correcto que me sigan tratando así, dijo Milk, sentándose para desayunar.
¿Por qué preciosa?, dijo Diecisiete.
Por qué tengo novio y merece respeto, dijo la pelinegra.
¿Y de qué familia es?, dijo Table curioso.
Si ¿sus padres dueños de que empresas son?, dijo Diecisiete.
Eso no importa, él es uno de los empleados de mi padre, dijo Milk.
¿Un empleaducho?, dijo admirado Vegueta.
No lo llames así, dijo molesta la pelinegra.
Ya chicos mejor cambiemos de tema y desayunemos tranquilos, dijo el gigantesco hombre que sentía molestia al ver como su hija defendía al muchachito con el que andaba.
Mientras en el "Gimnasio Dragón":
Vaya, nunca pensé que llegarías al mes con la niña rica, dijo Yamcha en tono irónico.
Pues ya ves que sí, no entiendo por qué no te cae Milk, si ella es una niña maravillosa, dijo Gokú.
No es que no me caiga bien, no tengo nada contra ella pero creo que tarde o temprano tú terminaras sufriendo por haber puesto los ojos en ella amigo, dijo el joven de la cicatriz.
Yo estoy de acuerdo con Yamcha amigo, Milk te puede amar mucho, pero su padre no creo que permita que algún día te cases con ella, dijo Piccolo.
Chicos eso no me importa si ella me ama yo no pienso alejarme de ella así su padre se oponga a lo nuestro, dijo con firmeza Gokú.
¿Y no has pensado en que podría dejarte sin trabajo?, ¿y qué sería de tu abuelo y de ti?, dijo Ten preocupado.
Chicos no pensemos en eso dejemos que Gokú disfrute su felicidad con Milk, por lo menos el tiempo que dure, dijo Krilin.
Yo opino lo mismo que tú cariño, dijo una rubia que acababa de ingresar al gimnasio.
Dieciocho que sorpresa, dijo el calvo.
Pasaba por aquí y quise venir a verte dijo la rubia con una sonrisa.
Gokú, la señorita Ox te llama por teléfono, dijo Lunch.
¡Eh¡, gracias Lunch, dijo el jovencito yendo a contestar la llamada.
Minutos después:
Disculpa princesa es que mi celular se quedo sin batería, decía el joven de cabello alborotado.
No te preocupes mi amor, solo te llamaba para invitarte a una reunión en casa de unos amigos, dijo la jovencita.
¿Una reunión?, dijo Gokú.
Si es cumpleaños de una amiga y no quiero ir sola, además creo que es momento que mis amistades te conozcan, dijo la bella jovencita.
Pero Milk, yo...
No te preocupes por nada Bulma es una excelente persona, ella no es prejuiciosa, dice que nos vio hace algún tiempo en el centro comercial y muere de curiosidad por conocerte, dijo la pelinegra.
Está bien princesa si eso te hace feliz iré contigo, ¿a qué hora paso por ti?, dijo el jovencito de cabello alborotado.
Vente a las 8 pm a mi casa de acá nos lleva el chofer dijo al pelinegra.
Cómo tú digas princesa, nos vemos en la noche, dijo el joven cortando la llamada.
¿Iras a la casa de Ox Satán?, pregunto curioso su maestro.
Si maestro Roshi, dijo Gokú nervioso.
Ven muchacho sígueme, dijo el anciano.
El anciano fue con Gokú a su oficina y le pidió que tome asiento mientras él buscaba algo:
Toma hijo, le dijo el anciano entregándole un sobre blanco de papel.
¿Qué es esto?, dijo Gokú observando el sobre.
Allí dentro hay una tarjeta con el nombre de mi hermana y la dirección de la tienda de ropa exclusiva donde trabaja, ve con ella dile que vienes de mi parte, ella sabrá orientarte para que sepas como ir vestido, no te preocupes por el costo de lo que elija para ti, ella me debe muchos favores dijo el anciano.
Gracias maestro, dijo el jovencito con una radiante sonrisa.
Gokú tal como le indico su maestro fue en busca de Uranai Baba la hermana de su maestro, la adorable anciana le eligió uno de los mejore trajes exclusivos que recién habían acabado de llegar a la lujosa tienda.
Gracias señora, dijo el jovencito.
De nada muchacho, ese traje ¡te lo quedas¡ te lo regalo, me caíste muy bien dijo la mujer con una sonrisa.
Horas: "Mansión Ox"
Pase joven, decía una amable mujer haciendo a Gokú ingresar por primera vez dentro de la mansión.
Gokú observaba maravillado la gigantesca y hermosa casa, cuando un pensamiento se le vino a la mente.
-.Recuerdo.-
No es que no me caiga bien, no tengo nada contra ella pero creo que tarde o temprano tú terminaras sufriendo por haber puesto los ojos en ella amigo.
-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-
Creo que después de todo Yamcha tiene razón, pensaba el jovencito, cuando de repente vio bajar por las escaleras a una bella pelinegra que lucía bellísima con su vestido largo color azul.
Mi amor, dijo la jovencita corriendo hacia él a darle un beso.
Milk, estas bellísima, dijo el jovencito mirándola con ternura y dándole un dulce beso, olvidando por un momento sus diferencias sociales.
Nota:
Solo quiero aclarar que en esta historia Dieciocho no es hermana de Diecisiete.