El día pasó demasiado largo para Harry, su padre se había encargado de llevarse de la casa todo lo que podía recordarle a Louis, Dániel aún no llegaba del campo.
Harry comenzaba a temer por la vida de Louis.
No lo entendía. No podía entender cómo es que su vida de había deshecho en tan poco tiempo, hace menos de 5 meses se encontraba feliz, muy feliz.
Luego llegó Louis. Que se podía definir como una enorme luz, una luz que lo mantenía vivo, pero sin embargo esa luz lo hacía darse cuenta de lo equivocado que estaba sobre su vida.
Todo era una gran mierda, siempre lo había sido.
No podía permitirle a su padre separarlo de Louis. Ahora que lo había encontrado no lo dejaría. Estaba decidido. Escaparía con Louis a toda costa.
Pasó toda la noche dando vueltas sobre su cama, intentando no torturarse con sus pensamientos acerca de como estaría Louis en esos momentos. Intentando olvidar, pero el simple hecho de intentar olvidar es recordar.
Se puso a pensar en cómo le haría, para el martes faltaban 5 días, no podía esperar tanto tiempo.
Necesitaba llevárselo ya mismo.
Se puso a planear un escape, y después de unos minutos ya se encontraba descansando.
El pequeño Harry había vivido los peores días de su vida en muy poco tiempo.
No era tan cínico como para preguntarse por qué le ocurrían esas cosas a él. Sabía que había hecho mal en el pasado.
¿Pero Louis?
¿Qué cosa mala podría hacer él? ¡Nada! Siempre fue educado, aún cuando lo tratarán de la mierda. Eso fue lo que pasó en esa guerra, no fue tanto las muertes, sino, el hecho de que les hayan arrebatado la oportunidad de vivir. Que les hayan quitado todas sus esperanzas, sólo por sus estúpidas ideas anti judíos.
La oportunidad de tener una vida, feliz y bonita, a lado de Harry.
La noche fue muy lenta, Harry simplemente no podía dormir. Pasó gran parte de ella llorando en silencio. Ya no le importaba perder toda su dignidad llorando. Se sentía bien al hacerlo, llorar era como su único recordatorio de que Louis existía.
A la mañana siguiente despertó con los ojos muy hinchados, haber pasado la noche llorando había provocado que apenas los pudiera abrir.
No podía quedarse en cama, tenía que salir de esa casa e ir a ver a Louis.
Se cambió de ropa rápidamente y bajó hacia la cocina para tomar un poco de agua. Su boca se encontraba muy seca.
Sofí se encontraba ahí dentro. Harry no había hablado con ella desde el día anterior.
Entró lentamente a la cocina e hicieron contacto visual, sin embargo no mencionó nada sobre lo ocurrido.
-Buenos días mi niño, ¿quieres jugo?- preguntó muy sería Sofí empinando la jarra hacia el vaso de Harry.
Harry solo asintió con la mirada.
Se podía percibir las ganas de Sofí por hablar con Harry, pero obviamente August ya se había encargado de que mantuviera su distancia.
-¿Dónde está mi padre?
-Ha ido al pueblo.
-Perfecto.
-Me ha ordenado que no te deje salir para nada.
-Lo siento, siento que mi papa te haya hecho vivir la situación de ayer, enserio que te quiero demasiado y no quiero que tengas problemas por mi culpa. -habló Harry sincero.
Sofí dejó la jarra sobre la barra de la cocina. -Lo sé mi niño, y yo siento más que estés pasando por esto. -hablo mientras acariciaba el cabello de Harry, que sólo inclinó la cabeza en busca de más.
Harry estaba muy vulnerable, así no fue necesario mucho para que comenzara a llorar de nuevo.
Sofí lo rodeó con sus brazos dándole consuelo.
No era posible que un joven de 16 años estuviera pasando por todo eso.
-Tranquilo mi niño...- comentó Sofí abrazándolo fuertemente.
Harry se aferró más a su cuerpo, en esos momentos lo único que necesitaba era alguien que le diera amor.
-Es que lo amo.- habló con el rostro escondido en el pecho de sofí.
-Lo sé mi niño, lo sé tranquilo.
-Lo amo sofí.- lloraba aún más.
Sofí seguía acariciando su cabello. –esta bien.
-Tengo que irme.- habló rápidamente Harry rompiendo el abrazo.
-No Harry, no puedes irte, tu padre se molestará demasiado. -habló muy preocupada.
-No importa Sofí. Lo necesito. Tengo la necesidad de verlo... Por favor Sofí. -rogó Harry mirándola a los ojos.
-No puedo mi niño, no quiero meterte en más problemas con tu papa.
-Por favor Sofí...- hablaba con la mirada cristalizada.
-Harry...
-¡Por favor! ¡Por favor te juro que no me tardo mucho! ¡Sólo quiero verlo y saber que está bien!
-Está bien mi niño, pero hazlo rápido, tu padre puede llegar en cualquier momento.
La mirada de Harry se llenó de brillo, rápidamente se limpió las lágrimas y corrió a la nevera para tomar lo primero que encontró y llevárselo a louis, seguramente tendría hambre.
Se aceró a sofí y le dio un beso en la frente.
-¡Gracias sofí! Volveré rápido.-habló saliendo corriendo de la cocina, por el patio trasero hacia el campo de concentración.
Corrió sin parar por el bosque, tenía que llegar rápidamente al campo.
Después de 10 minutos de correr lo más rápido posible llego hasta el.
-¡Necesito ver a Louis!- habló con el soldado que se encontraba en la puerta principal, él era el que siempre le ayudaba a que Louis viera a su familia.
-¡Harry!- habló el soldado observando a su alrededor, al parecer no quería que nadie lo viera por ahí. -¡No puedo hacer nada por ti! ¡Tu padre nos ha advertido que si seguíamos ayudándote nos mataría a todos! ¡Sin investigar quien era quien te ayudaba!
-¡Pero necesito verlo! ¡Sólo serán unos minutos!
-¡No Harry, es imposible! ¡Si alguien te ve por el campo avisarán rápidamente al general! ¡No me puedo arriesgar a tanto!
-¡Te juro que será muy poco tiempo!
El soldado se quedó unos segundos pensando. Veía a Harry tan preocupado que tenía que hacer algo para ayudarlo, él sabía lo mucho que se querían esos dos.
-Tengo una idea, y es lo único en lo que puedo ayudarte.....-susurró el soldado acercándose a Harry para explicarle.
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Harry se encontraba a las afueras del campo de concentración, muy cerca de la barda que impedía a la gente salir.
Esperaba muy ansioso a que Louis llegara, aunque tuviera que verlo así, podría hablar con él.
El soldado llegó con Louis después de unos minutos, que cuando vio a Harry una sonrisa enorme se formó en su rostro. Se acercó corriendo hacia él, pero la barda les impedía tocarse, estaba llena de púas y Harry no quería que Louis se lastimara.
-Hazlo rápido Harry, estaré en esa esquina cuidando que nadie venga. -habló el soldado muy nervioso.
Harry le agradeció con una sonrisa. El soldado de retiró.
-Amor...- habló Louis mirándolo muy triste.
-Ten.- comentó Harry lanzando por arriba de la barda una bolsa con comida. Louis la tomó y comenzó a comer desesperado.
A Harry le gustaba verlo comer, de hecho le gustaba verlo haciendo cualquier cosa.
-¿Como estas Lou?- comentó serió.
-Mal amor, mi mama...- dijo dejando la comida en el piso.
-Lo se Lou, pero no te preocupes, todo va a estar bien a partir de mañana...
-No lo sé Harry...
-No, mañana nos vamos. Él ya sabe todo.- comentó señalando al soldado.- Nos va a ayudar, él ya sabe qué hacer, te sacara a ti a tus hermanas de aquí, y yo los veo en el lago. -Harry hablaba demasiado rápido y frío.
-Quiero tocarte amor... Besarte... Quiero estar contigo.- comentó Louis refiriéndose a la barda que les impedía hacerlo.
-Lo sé Lou, yo también, pero mañana, mañana todo esto se acaba, ya sabes el plan, mañana nos vemos mi amor.
-Te amo Harry.
-yo también, tranquilo, todo va a estar bien.
Harry tenía que irse rápidamente, no podía perder el tiempo.
Mañana todo se acabaría.