-No quiero dejarte ir-dije entre lágrimas
-No quiero que me dejes ir- dijo Mike.
Salimos a fuera ya que su padre lo obligaba a hacerlo.
Subió unas pocas cosas que le faltaban y se acercó a mi.
-Sabes que esto es muy difícil para mi-comenzó y mis lágrimas se asomaron nuevamente-Odio las despedidas-asentí-Sabes que... yo te amo, tanto, que siento que una parte de mi queda con vos-una lágrimas salió de su mejilla.
Esto era muy dramático, al estilo novela antigua. Pero dolía, dolía muchísimo.
-¿Cómo voy a saber de vos?-pregunté en casi un suspiro.
-Enviame cartas-asentí y se acercó a mis labios. -Te prometo que voy a volver-dijo y juntó mis labios con los suyos.
-Prometeme que no vas a permitir que nada te pase-pegué nuestras frentes.
-Lo prometo-dijo
Se acercó a Alice y a Parker.
-¡Oh Mike!-dijo Alice largando el llanto y abrazando a su hermano.
Parece ayer cuando estaba corriendo a Mike por la casa para que me devuelva mi sostén.
-Envíame una carta cuando nazca mi sobrina-Dijo Mike entre lágrimas.
-Lo haré.
-Amigo-se abrazó con Parker-Cuida a mi hermana-Parker asintió con los ojos llenos de lágrimas.
-Asthon-se acercó a él-Cuida a Alex, como si cuidaras tu propia vida-dijo-Se que la queres mucho, por eso confío en vos-Ash asintió y luego me sonrió de costado.
-Te amo Alex-dijo y subió al auto.
-¡MIKE!-grité llorando.
-El va a estar bien cariño-me apoyó mi madre.
-¡Una parte de mi vida se está llendo mamá!-dije en un tono alto. -Esto será imposible-corri a mi cuarto.
Sabía que esto cambiaría las cosas por completo, dejaría una marca por siempre.
Mike, el idiota de mi vecino, se transformó en el amor de mi vida y ahora lo estaba perdiendo.