Aria
-Sicuro che non vuoi rimanerti? Puoi avere qui un lavoroso fisso (¿Seguro que no quieres quedarte? Puedes tener un trabajo fijo aquí)-, dice el señor Baglietto, mi jefe, bueno ahora ex-jefe.
-Securo, signore Baglietto
-Chiamami Demetreo, per favore (Llámame Demetreo, por favor)- dice sonriente
-Bene, Demetreo. È molto gentille della sua parte ma non posso accetarlo (Bien, Demetreo. Es muy amable de su parte pero no puedo aceptarlo)
-È un pena, è lei realmente buona in questo (Es una pena, es usted realmente buena en esto)
-Grazie mille, sign.... Demetreo
-Spero di girarti a vederti qualche giorno, Aria (Espero volver a verte algún día, Aria)- dice mientras pone una mano en mi hombro.
-Lo fará (Lo hará)- le sonrío.- Spero di tomare a vederlo io a lei anche (Espero volver a verlo yo a usted también) Arrivederci, Demetreo - digo antes de salir de su oficina y después de oír un 'adiós' de su parte.
Camino por los pasillos despidiéndome de todo el personal.
Algo que he aprendido de los italianos es que son muy cariñosos, en serio, las primeras semanas me asustaba por los abrazos repentinos.
Cuando llego al escritorio de Marcia esta salta de su su silla y corre a abrazarme. Ella es lo mas parecido a una mejor amiga que he tenido aquí.
-Aria, ti getto tanti di meno (Aria, te voy a echar tanto de menos)- se separa de mi y me sonríe- Ven a visitarme pronto, per favore - dice trabucándose un poco.
-Moito benne, Marcia - le sonrío.- Ti prometto che ti verró a visitare non appena possa (Te prometo que te vendré a visitar en cuanto pueda)- digo antes de volver a abrazarla
Cuando termino de despedirme de ella, salgo de las instalaciones y me voy a casa en mi coche.
Cuando llego le doy al botón del mando para que se abra da puerta así que tengo que esperar.
Miro a la entrada de la casa y en ella hay una chica pelirroja que parece que está buscando algo.
Veo como levanta sus brazos como si estuviera frustrada y se da la vuelta, y cuando ve el coche se marcha corriendo.
Agradezco que los cristales sean polarizados yo que esa chica era, ni mas ni menos, Allison y puedo asegurar que nos está buscando.
Meto el coche en el garaje y cierro la puerta de metal antes de bajar corriendo del coche y corro al interior de la casa.
Tengo que asegurarme de que Dylan está bien.
-¡¿Dylan?!- grito al entrar. Lo busco por el piso de abajo y no lo encuentro.-¡Dylan! -lo vuelvo a llamar mientras subo las escaleras. Voy directa a nuestra habitación y oigo el agua de la ducha.
-¿Dylan?- digo mientras subo las escaleras que llevan a la ducha.
-¿Aria?- lo escucho decir y suelto un suspiro mientras sonrío. Entro corriendo en la ducha y lo abrazo.- ¡Vaya!
- Dios- murmuro,- menos mal que estás bien- me separo un poco de él para mirarlo a los ojos.
-¿Por qué? ¿Qué ha pasado?- pregunta mientras empieza a besar mi cuello lo que hace que cierre los ojos.
-Después- suspiro cuando me muerde levemente.- Después te cuento- digo para después apartar su cabeza de mi cuello y atacar sus labios en un beso. Poco a poco me voy quedando sin ropa. Enrosco mis piernas al rededor de Dylan y él e apoya en la pared mientras disfrutamos del momento hasta que el orgasmo nos consume.
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Me pongo una camisa de Dylan mientras salgo de la habitación y me dirijo a la cocina donde está él, solo con unos boxers comiendo una manzana
-Y...¿Qué ha pasado?- pregunta apoyándose en la isla de la cocina. Suspiro y lo suelto.
-He visto a Allison en la entrada cuando he llegado
Dylan se queda mirando un punto fijo. No pestañea y hasta parece que no respira.
-Dylan- lo llamo pero sigue igual. -Dylan, ¿estás bien?- sigue sin contestar. -¡Dylan!- le doy una cachetada y sus ojos se dirigen a mi.
-Auch- se queja mientras se soba la mejilla. De un momento a otro las manos de Dylan están en mi cabeza.-¿Estás bien? ¿Te ha hecho algo esa... persona?
-No, no, estoy bien. Ni siquiera me ha visto, estaba en el coche- digo algo asustada por como ha reaccionado.
-¿Estás segura?- dice alzando la voz- ¡Responde!
-¡Si! ¡Estoy segura!- me aparto de él.- ¿Qué mierda te pasa?
-Yo, no... lo siento. Me pone nervioso que este cerca tuyo y no poder hacerle nada- dice.
-Mientes- doy un paso mas cerca de él.
-No estoy mintiendo- da un paso largo hacia mi. Por lo que ahora estamos a unos centímetros.
Estoy enfadada por como ha reaccionado.
-¡No es cierto!- le grito
-¡Si lo es!- grita él. Nos quedamos mirándonos a los ojos, ambos enfadados.- ¿Por qué tienes unos ojos tan jodidamente preciosos?
-No se. Dime tú por qué tienes unos labios tan besables
-No se. Pero voy a besarte- dice antes de besarme y yo, ya desenfadada, se lo sigo. Agarra mis piernas y me levanta para después sentarme e al isla de la cocina.
Cuando nuestros pulmones reclaman el oxígeno que tanto odio porque nos para los besos y a la vez amo por darnos la vida, nos separamos.
-Lo siento- le susurro- se que no me estás mintiendo pero actuaste de forma extraña.
-Lo se- suspira- y lo siento. Por actuar así. Te quiero mucho- le doy un beso suave.- Me encanta estar así contigo pero tenemos unos billetes que comprar- dice antes de separarse de mi e irse de la cocina.
Suspiro y lo sigo. Ahora está sentado en e sofá con el portátil en sus piernas, me siento a su lado y empezamos a planear el viaje.
Después de una hora decidimos que nos iríamos el viernes sin una fecha de vuelta.
Ya es oficial. Volveremos a Rockland el viernes.
Los días fueron pasando y entre despedirnos de nuestros amigos y hacer las maletas, llegó la noche del jueves.
No quiero que nuestra última noche aquí en mucho tiempo, nos la pasemos sin hacer nada. Así que después de pensarlo mucho se me ocurrió algo.
-Dylan. ¿Hacemos algo?- le pregunto con una inocente sonrisa.
-¿El qué?- alza una ceja.
-Vamos a la playa
-¿De noche?- asiento.-¿A cuál?
-Campo All'aia
-Bien. ¿A qué esperas para prepararte?- me sonríe y voy corriendo a vestirme. Me pongo este bikini:
Y sobre él, este vestido:
Cojo un bolso y echo en él toallas y ropa por si tenemos que cambiarnos. Dylan termina de hacer lo que se suponga que está haciendo y baja del baño.
-¿Listo?- pregunto y asiente, así que nos vamos de casa. Son las 9 así que llegaremos allí a las 10.
El camino hasta llegar nos lo pasamos cantando y riendo. Cuando llegamos Dylan aparca el coche y caminamos hasta llegar a la arena. Dejamos nuestras cosas sobre ella. En la playa no hay nadie por eso me gusta venir de noche, todo está tan tranquilo que no parece real.
Me saco el vestido y me acerco a la orilla donde rompen pequeñas olas. El sol aún no se ha ido del todo lo que hace que sea una imagen digna de Tumblr.
Pero, como es habitual, la tranquilidad no dura mucho conmigo. Dylan me coge en sus brazos como una princesa y camina metiéndose en el agua.
-Dylan para- digo divertida. Siempre hace lo mismo, camina hasta donde no doy pie y se ríe de mi por estar agarrada a él para no ahogarme. Odio que me lleve una cabeza.
-¿Por qué iba a hacer eso?- pregunta sonriente mientras sigue avanzando.
-Porque me amas- digo y se detiene. Suspiro aliviada y me suelto. Mala idea.
Cuando intento tocar el suelo me hundo porque no llego.
Cuando saco mi cabeza del agua Dylan se ríe a carcajadas mientras yo intento mantenerme a flote.
-¿Te ayudo?- asiento y me coge. Así que ahora soy un koala , un koala sexy abrazada a su cuerpo.- ¿Mejor?
-Si- sonrío mientras pongo mi cabeza en su cuello.- ¿Listo para mañana?
-Eso creo, ¿tú?- suspiro
-Eso creo- le doy un beso en el cuello y él nos mete debajo del agua para después besarme. Y cuando salimos a la superficie me sonríe de manera tan tierna que nunca podré olvidar esa sonrisa.