Ethan observaba el balanceo del esbelto cuerpo de la misteriosa Angel con la pálida piel brillando intensamente en la iluminación ultravioleta. Su polla presionaba contra la cremallera con tanta fuerza. Sus dedos anhelaban trazar las líneas curvas de su espalda, sentir su piel lisa contra la suya. Había tantas cosas que podía hacerle en esa posición, todas diseñadas para maximizar su placer y entretener a la multitud.
Durante semanas, la había visto volverse totalmente atrevida,
Varias veces ella le había pillado, y podría haber jurado que el deseo y algo más había resplandecido en su mirada, la misma excitación que experimentaba cada vez que la pillaba mirándole.
Era una pena que no pudiera ver sus ojos luminosos justo. Los labios ligeramente separados y la piel enrojecida se completaban con una mirada de deseo que ni siquiera él podía negar. Con cada lento giro de sus caderas y el tirón de las esposas en sus muñecas, su boca se hizo agua y más sangre se agolpó en su ingle.
Lucía ardiente a la vista, cada hombre y algunas mujeres en el lugar la observaba con lujuria con pensamientos en sus cabezas de lo que les gustaría hacer con ella.
Mía.
Ella inclinó la cabeza hacia atrás, arqueando el cuello, y empujando sus senos hacia la multitud. Joder, la mujer lo tenía loco de deseo. En ese momento, deseaba estar detrás de ella, sentir entre sus piernas, y ver por sí mismo lo húmeda que se había puesto. Susurrar en su oído cómo anhelaba follarla.
Pero no lo haría, no antes de que suplicara.
¿Qué le atraía tanto de ella?
Había escuchado rumores sobre su edad, lo que le hacía sentir incómodo y había sido una de las principales razones por las que había evitado hablar con ella. Sus necesidades eran oscuras y, por sus experiencias pasadas, había aprendido que los inexpertos no eran propensos a satisfacerlas. Ahora, observándole ahí de pie atada y abierta, se preguntó si había sido demasiado apresurado en su evaluación.
Desde este punto de vista, ya no podía verla escondida detrás de su máscara. Ansiaba ver más de ella de esta manera, libre y desnuda, esperándole.
Lo pasaba mal cuando se trataba de Angel, la pequeña descarada secreta que calentaba a todo el mundo sin siquiera darse cuenta.
Will permanecía cerca del escenario, velando por ella muriéndose por conseguir un pedazo para sí mismo.
No había quién no la deseara en este club, así que ¿por qué la máscara? ¿Qué podría estar escondiendo que no podía ser revelado aquí?
Dark's fomentaba todo lo respecto a ser uno mismo, libre de ser quien necesitaras ser.
Pronto tendría que averiguarlo.