Querida coleccionista de mundos:
Cuando llegue a tu apartamento aquella noche después de que cocinamos todo parecía diferente, al parecer habías limpiado, pude ver que no había libros en el suelo o en ningún lado que no fuesen los estantes, el lugar estaba limpio y decorado navidañamente, puse mi regalo junto al pequeño árbol de navidad y te seguí a la cocina donde sacabas todo para acomodarlo en la mesa, te veías diferente, usabas un vestido rojo, era suelto de la cadera para abajo y ajustado arriba, con lentejuelas en la parte superior, y tenias unos zapatos de plataforma rojos igual, pero mire tu pelo, estaba diferente, habías cambiado tu peinado, estaba liso, y vi que su largo real era hasta tu cintura, y descubrí su verdadero color; Miel, miel que causa sueños, miel que espanta peligros, miel que no trae nada mala, miel transparente y lleno de sentimientos.
Te ayude a poner la mesa, reímos y hablamos, felicitándonos por nuestra comida, una de las mejores navidades de mi vida.