Nota de la autora:
¡Buenas! Dicen que a lo mejor Marco vuelve a mediados de agosto ya a entrenar con el equipo. Ay dios, me encantaría. Solo espero que vaya todo bien para él :) Bueno, espero que os guste el capítulo y no olvidéis dejar vuestra opinión de este capítulo.
En la multimedia una foto en la que sale una declaración de Marco sobre Mario que me rompe el corazón y la canción "Home Alone" de Ansel Elgort que dice así: "El tiempo lo dijo todo, estuve varado en mi cabeza, por momentos había acabado pero luego me acostaba en mi cama y extrañaba tu sonrisa y extrañaba tu risa y extrañaba los recuerdos de nuestro pasado y extrañaba tu sonrisa y extrañaba tu risa, extrañaba los recuerdos de nuestro pasado. No quiero ir a casa solo, no quiero ir a casa solo. Al final de la noche cuando apago la luz y la mierda se esfuma no quiero ir a casa solo así que ábreme la puerta y encontremos una solución porque, cariño, tú eres el mundo, no seré tu contaminación. Y si lloras, secaré tus ojos, estaré a tu lado, te daré tiempo. Ambos sabemos que tengo espacio por ampliar, solo toma mi mano, cariño, nunca la soltaré".
Pero que bonitos son:
Neuer, Müller, Draxler, Durm, Mats, Bastian, Höwedes y Schürrle, mi grupo de amigos en la selección, se fueron a jugar al billar por lo que Mario y yo nos quedamos solos. En un principio ninguno de los dos dijo nada.
-Oye, Marco, lo siento.- Pronunció Mario después de un tiempo, pero no respondí y me marché. Quería que él supiera que yo estaba muy enfadado con él por lo que me había hecho. Me había roto el corazón y se había marchado al rival.
-Tal vez deberías escucharle.- Dijo Mats.
-Nunca, Mats. No voy a escuchar a alguien que me rompió el corazón y me trató como si fuese mierda.
-A veces cometemos errores y luego nos arrepentimos... Eso le ha pasado a Mario.
-Que se lo hubiera pensado antes.
Me eché un rato en la cama ignorando al mundo. Eso era lo que necesitaba en ese preciso momento.
-Bien, como quieras. Pero él sigue amándote aunque no quiera admitirlo. Sé reconocer cuando una persona te quiere y cuando no.
Las palabras de Mats me habían confundido, pero mi corazón estaba dolido y por el momento, no entraba en razones.
Narra Mario:
-Eh, Mats. ¿Qué tal fue con Marco?
-Está muy molesto, no sé cómo van a ir las cosas. Lo siento, Mario. A lo mejor con el paso del tiempo se le pasa.
-Eso espero...
La pena me invadió. Sabía que había fallado con Marco y me arrepentía de ello. Me merecía el trato que él me estaba dando.
-Bueno, pero no hablemos de cosas tristes. Seguro que tienes algo bueno que contar, Mats.- Dije intentando sonar feliz.
-¡Sí! Christina y yo estábamos planeando un gran viaje para las vacaciones de 2014, sí, las de después del Mundial. ¡Estamos muy emocionados!
Todo el mundo tenía noticias felices, menos yo. Que el amor de mi vida estaba enfadado conmigo justamente porque yo le había destrozado su corazón.
En el primer partido con la selección, Marco y yo fuimos titulares. En el campo al menos nos buscábamos porque ambos sabíamos nuestras grandes virtudes y nos conocíamos muy bien.
-¡GOOOOL!- Grité tras ver como el pase que yo le había dado a Marco se convertía en gol.
Fui el primero en ir a celebrar con él porque estaba más cerca y nos abrazamos. Sentir su contacto era tan bueno.
-Gracias por la asistencia, Mario.- Él acarició mi pelo como siempre hacía y me sonrió.
-No es nada, Marco. Buen gol.- Sonreí y le abracé de nuevo festejando el gol.
El partido acabó 1-0 y obtuvimos los tres puntos que nos ponía primeros en nuestro grupo y todo había sido gracias al gol de Marco.
-Veo que habéis celebrado juntos el gol de Marco.- Pronunció Bastian.
Estábamos ya en nuestra habitación casi a punto de dormir.
-Sí, ha sido genial. He visto al antiguo Marco en el campo de fútbol y especialmente cuando ha celebrado conmigo.
-Yo creo que después de lo de hoy va a estar más receptivo contigo.
-Eso espero, Bastian. Creo que le amo.
-Le amas y los más cercanos podemos verlo. Él se dará cuenta tarde o temprano.
-Ojalá sea temprano...
Narra Marco:
En el campo me sentí muy feliz al poder marcar y más sabiendo que la asistencia había sido de Mario. Él había venido a festejar conmigo el primero y le había recibido con los brazos abiertos, incluso, nos abrazamos. Eso se había sentido bien, no podía quejarme de que al menos en el campo nos seguíamos conociendo y tratando bien. Hay cosas que nunca cambian, esta era una de ellas.
-Te veo feliz, Marco.- Me guiñó un ojo Mats.
-Lo estoy.- Sonreí como un tonto.
-¿Por lo de hoy?- Rio Mats.
-Por el gol sí.
-También por algo más. Ha sido una celebración muy bonita, tienes que reconocerlo.
-Lo reconozco.
-Tal vez se merezca una oportunidad.- Mats intentaba convencerme.
-No, Mats. Me rompió el corazón.
-Y él está arrepentido.
-¿Pero quién te dice que no volverá a hacerlo?
Me tumbé en la cama cansando de tener la cabeza hecha un lío y todo por Mario. Había noches que no podía dormir porque estaba siempre pensando en él.
La mirada de Marco JAJAJAJAJA