Últimamente tengo la continua sensación de estar perdiendo.
Horas de sueño. Paciencia. Alegría. Energía. Apetito. Interés. Motivación. Facultades. Cabello. Amistad. Amor. Ganas. Tiempo.
Todo lo que me rodea, todo lo que uno suele necesitar para mantenerse en pie día a día, se me escapa como agua entre los dedos.
Mi propia vida huye de mi sin que pueda hacer nada por pararla, sin que sea consciente de lo que ocurre a mi alrededor.
De repente un día me despierto y estoy en la mesa de la cocina, con el ordenador delante y dispuesta a escribir. Todo de vuelve oscuro y me encuentro saliendo del trabajo, cansada, con el pelo engrasado y un horrible olor a fritura en la ropa. Abro los ojos de nuevo y estoy sola en mi habitación, luchando conmigo misma para decidir entre escuchar música mirando el reflejo de las luces de los coches en el techo o ver una película mediocre, con la única finalidad de que la noche llegue lo antes posible para dormir de nuevo.
Para que las horas pasen de largo.
Para que mi vida siga sin mí.