Narra Vegetta.
Y ahí venía, Willy, estaba subiendo los escalones, cuando de repente lo vi tropezarse, me levanté de mi asiento para ver si se encontraba bien.
-Que sucede tío que has brincado de tu lugar, te pasa algo, me preguntó Luzu, quien ya habia vuelto a su asiento.
-No, nada!
-Es que actúas muy raro desde hace rato!
-Que dices! raro yo, para nada exclamé con demasiada actitud, es que quiero estirar las piernas por eso me he levantado, tú sabes lo largas que son estas conferencias.
-¿Estás seguro?, es que ahora que me acuerdo desde que vimos a este chaval Frank, empezaste a actuar extraño, acaso él te gusta preguntó sonriendo y levantando una ceja.
-Pero que dices chaval, si lo acabo de conocer además él no es mi tipo.
-Buenooo como te vi platicando con él mientras gravaba y por tu extraño comportamiento, mami Luzu tenía que preguntar.
-No tío, que va! ya te he dicho que no es mi tipo, cuando me guste alguien tú serás el primero en saberlo vale.
Relajate Samuel me repetía mentalmente una y otra vez, pero no podía, las manos me habían empezado a sudar, pensé en salir caminando por el extremo contrario pero no podía hacer eso, que excusa le diría a Luzu, que de la nada me había empezado a doler el estómago o algo más, no se lo creería, pero porqué me sentía tan nervioso, que yo no soy así, si de algo estaba seguro es de la confianza y seguridad que tengo y reflejo en mi, pero al ver a Willy, eso se derrumbaba, que es lo que este chico provocaba en mi que hacía sentirme desarmado, ni le he dicho un simple "hola", y soy un manojo de nervios y de remate no me dejan de sudar las manos, me sentía hecho un desastre emocional, que haría cuando él viniese, que le diría? No quiero que piense que soy un tonto y mucho menos que sienta mis manos sudorosas, que va pensar de mi.
Y ahí estaba él, de pie frente a mi.