Sonrió a su compañero de trabajo coqueto, sabiendo que eso le podía causar problemas, pero estaba de buen humor para hacerlo así como disfrutaba del sonrojo de su compañera a su lado, ni siquiera le importaba coquetear a las dos personas en su mesa, escuchando los comentarios de que él era alguien bastante agradable fuera del trabajo y que debería de ir a comer con ellos más seguido. Él sólo sonrió sin decir que lo haría porque no acostumbraba a ir con sus compañeros de trabajo, prefería limitarse a lo laboral, pero su humor ese día fue muy bueno como aceptar ir con ellos cuando le dijeron que fuera a comer con ellos, sabiendo que lo hacían por cortesía, por eso no se sorprendieron cuando él aceptó.
—No soy tan agradable siempre —ni siquiera no estaba intentando ser modesto y mucho menos agradable —Hoy estoy de buen humor.
Hasta él estaba sorprendido de su buen humor, quizás porque luego de su última no che en Space sus amigos no aparecieron en su apartamento y tuvo tiempo para él, para pensar en su relación con Min Ho, en lo que haría con él si insistía en estar presente en su vida, aunque no había logrado mucho con el tema parecía que dejó de atormentar su mente, porque incluso rechazó la oferta de sus amigos para salir cuando estos lo llamaron, definitivamente él había necesitado tiempo sólo para él, para encontrarse a sí mismo luego de que su mundo se estremeciera desde que Min Ho decidió reaparecer en su vida, y querer permanecer en ella cuando él no tenía interés porque fuera de esa manera, pero eso era algo que el arquitecto no parecía entender.
—No lo creo Taemin —dijo su compañera dejando un suave golpe sobre su brazo.
—Hye Shin le puede confirmar que no soy agradable cuando no estoy de humor.
Su compañero se removió incómodo en su lugar luego de ese comentario, porque si minutos atrás se sintió bien por el coqueteo del chico ahora que hacía referencia a que lo rechazó ya no lo hacía, viendo sólo a un joven pretencioso en su mesa, como si los veinticuatro años de Taemin salieran a saludar, diciendo que él tenía una vida de diversión que seguro que Hye Shin que ya estaba entre los treinta y dos no podría, quizás no era muy mayor pero sí más entregado a una vida de responsabilidades como una persona de su edad, no tenía familia formada pero a él le gustaban las relaciones formales y comprendió que Taemin no era ese tipo de persona y de acuerdo a como lo había analizado luego de su rechazo era alguien que podía volverse en una persona detestable al estar ir a clubs y terminar con una persona diferente esas noches, cuando ni siquiera se podía mantener de pie por sí mismo debido al alcohol de su cuerpo, porque Hye Shin no se rindió con el rechazo, se volvió su acosador durante dos semanas que lo decepcionaron porque el Taemin del trabajo no era el mismo de su vida diaria, el hombre incluso podía decir que le daba pena de como el chico llevaba su vida.
—Tal vez, no lo sé —respondió, él podría tener pensamientos sobre la vida que llevaba, pero eso era tema de su compañero, un tema en el que no debía intervenir.
Taemin sonrió en su dirección por el gesto amable al no afirmar lo que él dijo, algo que era cierto, porque su rechazo no fue tan amable, o al menos él así lo veía porque pudo ser peor, pero también más suave cuando le dijo que no podía aceptarlo, no sólo dejarlo en la cafetería como si sus sentimientos no fueran importantes, quizás no lo eran para él pero si para la persona que los expresaba, aunque no iba a cambiar de opinión por haberlo rechazado.
—Yo no creo que Taemin no sea agradable, quizás es muy centrado en su trabajo, pero al menos cuando he tenido que trabajar con él lo ha sido.
A pelinegro le comenzaba a ser divertido como su compañera hablaba de él porque al parecer no comprendió que él como persona no era agradable, en el trabajo era alguien diferente, el tipo de persona que querrían trabajando, nada más, él no dejaba ver a su verdadero ser frente ellos, aquel que le gustaban la fiestas, el alcohol, quien odiaba despertar con el sol golpeando en sus ojos, ese era el Taemin que sólo podían ver sus amigos, quienes no lo juzgaban a pesar de eso, eran como su familia, una de verdad.
—No sabe de lo que habla, sólo... no soy tan agradable.
***
Después de llegar del trabajo y tomar una ducha se metió en la cocina para prepararse algo de comer, estaba cansado los días parecían ser más estresantes con respecto al proyecto que trabajaba, todo fuera más fácil si las personas que trabajaban con él fuesen lo suficientemente responsables como para que él no tuviese que estar detrás de ellos para ver si habían cumplido con lo que se les encargó, pero no podía hacer nada hasta que el proyecto terminase y él en su informe le dijera a su jefe lo malos empleados que eran, porque por políticas de la empresa para la que trabajaba todos los que iniciaban en un proyecto tenían que terminarlo, y de no ser así tendría que pagar una compensación de a la empresa o viceversa si la empresa era la que los sacaba, por eso sabía que aunque se quejara a esas alturas no lograría nada, manteniéndolo estresado.
Sacó el jugo de durazno de la refrigeradora y lo sirvió en un vaso mientras preparaba su cena, nada demasiado elaborado, sólo era arroz acompañado de carne y verduras, una comida típica de él si no terminaba comiendo comida precocinada que era mucho más común que lo preparó ese día. Estaba cansado por su trabajo ya que se podría decir que éste se volvía más difícil cuando era fuera de las oficinas en donde toda la responsabilidad caía sobre sus hombros, y la semana anterior no le importó pero desde ese día lunes quiso centrarse en un cien por ciento en su trabajo, todo para no pensar en que podía ir al apartamento de Taemin e intentar hablar con él, ya no como amigos como en el principio, sino de lo que estaba sucediendo entre ellos, de que si Yun Ho en verdad era su pareja actual y si fuese de esa manera cómo era posible de que le hubieses permitido pensar que ellos podían retomar lo que alguna vez tuvieron. Porque sí, Choi Min Ho pensó muy seriamente que podrían hacerlo, después de todo sus sentimientos nunca cambiaron con respecto al ilustrador, sólo estuvieron dormidos mientras éste estuvo ausente en su vida, pero ahora que reapareció lo quería con él y no como amigo, muy lejos de lo que dijo hace cuatro años, ya que él creía que funcionaban, siempre lo creyó, sin embargo tuvo que tomar la decisión de alejarse al creer que era lo correcto, aunque ahora viendo al chico que no le importaba terminar en la cama con alguien diferente comenzaba a dudarlo, quizás él no hizo lo mejor porque sentía que fue él quien lo orillo a hacerlo, antes Taemin no era así, quizás era intenso al amar, pero el arquitecto estaba seguro que nunca hubiese hecho lo que ahora sí.
Colocó la carne en la sartén y suspiró porque de verdad sentía que debía intentar acercarse a Taemin, hablar con él y dejar las cosas claras así tuviera que salir otra vez de su vida pero ahora de una forma diferente a antes, incluso creía que debía aclarar su verdadera razón de terminar la relación hace cuatro años, pero el problema era que no sabía cómo hacerlo, como acercarse sin que estuviese a la defensiva, tal vez debió tomar la oportunidad de la última vez que estuvo en su apartamento, antes de que llegase Yun Ho, pero por más que se lamentase no iba a hacer que el tiempo regresara para cambiar las cosas, ni las de tres días atrás, ni la de hace cuatro años, si quería arreglar todo o al menos intentarlo, debía enfrentarlo tal como estaba, con un Taemin del cual no sabía si lo quería o lo odiaba.
Acabó de cocinar y sirvió su comida sin ningún interés en ella pero aún así comenzó a comer observando a su alrededor con más detenimiento, su apartamento era amplio, tenía con dos habitaciones cada una con baño incluido y aparte un baño en el pasillo, también había la cocina, la sala de estar cada una de esas estancias era grande, sin embargo nunca se sintió solo ahí porque era como el recordatorio de que eso había logrado con su trabajo, pero ahora todo se veía excesivamente grande sólo para él, la razón quizás el haberse dado cuenta que nunca quiso a Taemin fuera de su vida y en esos cuatro años evitó pensar en él más de lo necesario, ¿para qué si había desaparecido de su vida y ellos no eran nada?
Sin siquiera comer ni la tercera parte de su plato la comida fue guardada en el refrigerador, aún sin tener claro lo que haría, tomó sus llaves y salió de su apartamento, él a diferencia de Taemin tenía amigos con los que muy pocas veces podía compartir momentos, quizás había esas pláticas profundas y existenciales, o en donde hablaban de la sociedad, pero estaba seguro que estos nunca aparecerían en su apartamento antes de que los llamase, todos demasiado ocupados en conseguir más en su vida como para poder tomarse un tiempo para ellos, porque estaban en la constante búsqueda de escalar un puesto más arriba en su trabajo, muchos de ellos eran personas de su edad que conoció gracias a sus padres y quizás esa fue la razón de que ahora se llamasen amigos, porque entre todas las personas mayores era con quienes mejor podía mantener una conversación sin que terminase en negocio, claro, eso antes de que cada uno obtuviera su trabajo. Sólo conservaba a un amigo de la universidad, alguien que quizás ni siquiera conoció por sí mismo sino por Taemin, el hombre estudiaba música y era quien siempre estaba dando las fiestas a las que él y el ilustrado solían asistir, su contacto con él también era reducido pero tal vez tenía momentos más sinceros que con sus otros amigos.
Cuando detuvo su auto en frente al edificio ya conocido dudó en bajar o no, pero si había algo que perder allí, debía afrontarlo antes de aferrarse más a él, porque poco a poco se estaba aferrando a la presencia de Taemin en su vida, si el hombre no le iba a dar la oportunidad de estar cerca de él era mejor dejar todo hasta ahí y cada uno continuar con su vida como lo hicieron durante esos cuatro años, era lo mejor, pero antes de que tomase la decisión de si continuaría a su alrededor o no primero tenía que hablar con él, porque Min Ho no desaparecería de la misma forma que lo hizo el ilustrador años atrás.
Llamó a la puerta todavía sin saber lo que diría, podría ser directo con el tema, pero al mismo tiempo no quería serlo, Taemin era alguien incierto para él, no sabía cómo reaccionaría ya tenía claro cuan cambiante él podía ser como el día que todo parecía estar bien hasta que lo echó del apartamento y se quedó con Yun Ho que hasta ahora tenía una respuesta de quién era en su vida porque después de tanto pensar al fin lo recordó haberlo visto en Space. Se sentía ansioso en el momento que escuchó la voz del ilustrador preguntar que quien era pero él no respondió ya que temía que no le abriese y a diferencia de antes no se llevó a escondidas la llave, notando incluso en su apartamento que la ropa que vestía ni siquiera le pertenecía a él, sino que era un poco pequeña para él que era más alto y tenía más masa muscular que Lee.
Cuando la puerta se abrió contuvo el aliento porque Taemin apareció con su ceño fruncido, viéndose molesto, pero no fue lo que llamó su atención sino que el ilustrador sólo estaba vistiendo un bóxer negro, mostrando su delgada figura, y no debería sorprenderle eso si desde el "reencuentro" lo había visto más de una vez desnudo, pero no fue tan sencillo para él apartar la mirada ahora que no había alcohol, ni adrenalina en su cuerpo, o un momento de en el que todo parecía estar bien, era darse cuenta que sólo estaban ahí uno frente al otro, siendo Taemin y Min Ho.
—Vete.
La voz de Taemin le hizo darse cuenta que lo miró por más tiempo del que hubiera deseado, también dejándole el sabor amargo de que esa palabra que le fue dicha parecía ser la única que el ilustrador tenía para él, ya que la puerta fue cerrada frente a él, pero alcanzó a reaccionar para impedirle que la cerrar por completo, Min Ho no estaba dispuesto a irse sin hablar, así tuviera que sacar a la fuerza a las palabras de pelinegro, ni siquiera notó en qué momento la determinación se instaló en él, pero ahí estaba.
—¡Maldición! —exclamó Taemin cuando notó la puerta fue bloqueada para no cerrarse y ni siquiera intentó luchar mucho con aquello ya que sabía que él no ganaría.
—Taemin...
—¿Qué quieres Choi?
—Quiero que hablemos.
—Yo no quiero hacerlo —habló despreocupado, encogiéndose de hombros como si de verdad la presencia de Min Ho no tuviese relevancia ahí, siguió hasta la cocina, tomando una rebanada de pan tostado con mermelada que habría comido si el arquitecto no lo hubiese interrumpido con su llegada.
—Yo creo que...
—Escucha —lo interrumpió Taemin mordiendo su tostada —no puedes aparecer como que nada pasó antes, y creo que tienes claro que lo que tuvimos no volverá —sabía que Min Ho quería hablar pero no se lo permitió —dijiste que seremos lo que yo quiera —rodeó la encimera para quedar frente al arquitecto —ya no soy el mismo Taemin de antes, me gusta el sexo sin compromiso porque me di cuenta que los sentimientos son una mierda. Si quieres algo de mí es lo que puedes obtener —se encogió de hombros —puedes pensarlo si quieres, si te voy a tener a mi alrededor no habrá nada más que sexo y si no te gusta la idea puedes irte, como dije, es todo lo que puedes obtener de mí.
Taemin rodeó otra vez la encimera ya que hasta él se sorprendió de sus palabras porque tan sólo minutos atrás no tenía definido si dejaría que Min Ho se quedase a su alrededor o insistiría que se fuera, porque eso creía que era lo mejor, que se alejara de él ya que dolía, sólo verlo y aferrar sus recuerdos del pasados con el presente hacía que doliese más de lo que imaginaba, tuvo suficiente con ese fin de semana para darse cuenta que aunque quisiera él quisiera que el arquitecto se quedara con él nada sería como antes, ya no eran los dos universitarios de hace cuatro años, y sin siquiera notarlo ya se habían lastimado lo suficiente, porque Taemin no pidió amarlo de la forma que lo hacía, así como tampoco quiso alejarse, pero fue la decisión de Min Ho que él tuvo que respetar, sin embargo no se iba a quedar a lo que le lastimaba, por eso lo mejor fue desaparecer, intentar olvidarlo aunque eso sólo lo cubrió con sus noches de sexo y alcohol.
Como muchas personas Taemin tuvo su inicio de nuevo y no fue necesario dejar la ciudad sino evitar todo lo que conocía y frecuentaba, haciendo nuevos amigos, consiguiendo un trabajo, todo hubiese sido un buen comienzo si él hubiera podido olvidar a Min Ho con eso, de verdad dejarlo de amar, pero ese era el problema, nunca dejó de hacerlo, sólo sus sentimientos estaban ocultos. El ilustrador hasta ese día no lograba comprender lo que llevó a su relación terminar, ni las insistencias del castaño por estar a su alrededor cuando en el pasado fue él quien lo alejó, porque ahora ya no estaban bajo la mentira de que eran amigos, los dos tenían claro que una amistad era imposible llevar para ellos.
—Entonces hagámoslo, tengamos una relación a base de sexo.
El ilustrador estaba sorprendido al escuchar eso, porque sabía que el castaño no era así, no era un hombre que podía mantener una relación a base de sexo sin compromiso alguno. Min Ho era alguien apasionado, alguien que iría a la cama con una personas con la habían sentimientos de por medio, no siempre era amor, pero había algo que lo llevaba a hacerlo, no sólo el arrebato de algo carnal y por eso podía entender que aquello no iba a terminar en nada bueno, pero fue él quien lo propuso y no se negaría ahora que recibía una respuesta que afirmaba que él tenía el control de lo que sucedería.
—Bien —respondió, bebiendo de su taza de chocolate que era parte de su cena.
—Sólo tengo algo que decir de esto —Taemin alzó las cejas mostrándose tan desinteresado como quería, aunque la realidad no era esa —la diferencia entre las personas que traes a tu apartamento sólo para follar y yo es que no me iré cuando el sexo termine.
Taemin sabía que esas no eran palabras de un cuestionamiento a que si podría quedarse, sino era algo que tenía que dar por hecho, reiterando su pensamiento que no sería sencillo y eso no terminaría bien.
Min Ho no lo pensó mucho, contrario a lo quería al ir al apartamento de Taemin nada estaba aclarado y ahora tenía un "compromiso" de sexo con el ilustrador, creyendo que si era lo que el pelinegro le podía ofrecer él lo aceptaría, lo tomaría por el momento porque él no se quedaría con eso, creía que podía obtener más que sólo estar entre las piernas del chico, quizás llegar a su corazón como lo hizo en el pasado, porque ese era su objetivo y si su inicio era el sexo haría eso hasta tener de regreso al Taemin de cuatro años atrás, aquel chico entregado al amor, quien sólo lo podía amar a él.