Me before you

By ritsuka10

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En este momento hay más de seis mil cuatrocientos millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y... More

Capitulo 1: Photograph
Capitulo 2: Why so lonely
Capitulo 3: Fix you
Capitulo 4: In pieces
Capitulo 5: What more I can say
Capitulo 6: Hasta que te conocí
Capitulo 7: El destino
Capitulo 8: Siempre en mi mente
Capitulo 9: Hurts
Capitulo 11: Holla
Capitulo 12: Off road
Capitulo 13: I've got under my skin
Capitulo 14: Stay with me
Capitulo 15: Human
Capitulo 16: I have nothing
Capitulo 17: Find me
Capitulo 18: Walk
Capitulo 19: All of me
Capitulo 20: Blind

Capitulo 10: To build a home

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By ritsuka10


Los ojos de HimChan no dejaban de vigilar de cerca los movimientos del chico frente a él, almorzaban tranquilamente en un local de comida tradicional coreana  detecto un inusual comportamiento en el menor, se mantenía callado por largos periodos, sumamente extraño en su personalidad,  sabía la causa raíz de su actitud un día antes le envió mensajes explicando la situación que vivía en sus clases, estaba harto, cansado de enfocar su mente en una carrera donde no sentía la mínima atracción deseaba emprender otra pero su padre se lo prohibía, bueno él como buen hijo deseaba cumplir el capricho de su progenitor, el cual era hacerse cargo del pequeño taller mecánico de la Familia.

—Si tan harto estás de esa carrera simplemente déjala.—Fueron las palabras que escaparon de su mente para colarse por sus labios entre abiertos.— Sé que es importante para ti recompensar el esfuerzo de tu padre pero hay muchas vías para hacerlo.—El menor detuvo sus movimientos para levantar la vista.— No puedes esconder detrás de una máscara tu verdadera forma, tu sonrisa es forzada, tu felicidad una ilusión que solo mantendrá contentos a otros pero no a ti,  es tu vida.

—Es fácil para ti decirlo quizá tus padres nunca se opusieron a tus deseos, el dinero dicen que no crea la felicidad pero lamentablemente es factor importante para darle forma. —Contesto dejando su plato vacío sabía que Him no era culpable pero estaba cansado de oír siempre lo mismo, "persigue tus sueños", "haz lo que amas", de cierta manera odiaba a los idealistas aunque él fuera uno.— Mi padre ha invertido tanto dinero con que cara le salgo ahora que quiero cambiar de carrera cuando voy en los semestres finales, fue mi error y debo afrontarlo para ti es sencillo porque vienes de una Familia donde el dinero no es problema.

Esa última frase hirió el orgullo del rubio, que equivocado estaba pero JongUp no sabía su fatídica historia, no conocía su pasado por ello no lo culpaba por haberlo insultado, terminaron de comer en silencio le agobiaba verlo tan apagado, de cierta manera alcanzaba a comprender su estado, a veces ser libre es tan difícil, nos limita nuestra mente, cuerpo, sociedad o perjuicios, reglas de como actuar, qué creer, como pensar, JongUp era un buen hijo solo deseaba lo que todos deberían hacer, honrar el trabajo arduo de sus padres, porque aquellos que no lo hacen  no merecen ser llamados "buenas" personas, los humanos antes de respetar a otros individuos deben aprender agradecer y pedir disculpas a los seres que les dieron la vida, quienes procuraron un hogar, quizá no lleno de lujos pero sin duda fue su mayor esfuerzo, ese era el caso del menor de los Moon, no se creía con el derecho de arrancar un sueño cuando su padre le dio toco aquello dentro de sus posibilidades.

—Mis padres me corrieron de casa cuando se enteraron que era gay, no sin antes haberme obligado ir a varios retiros espirituales para quitarme esa terrible "enfermedad", no fue una adolescencia dulce.—HimChan confesó estacionando el auto una cuadra antes de la entrada de la Universidad. .— Juro que rogaba todas las noches por no tener esos pensamientos, no amar a mi mejor amigo, lasa personas me decían que ser homosexual era una decisión propia, no se nacía con tal desviación yo deseaba con toda el alma no tener ese tipo de sentimientos pero con el tiempo aprendí que no era una cuestión personal era solo una forma distinta de amar.—Rasgo la superficie del volante sin girar su rostro, manteniendo la vista al frente. —Es solo un gusto, una preferencia como aquellos que les gusta el blanco y a otros el negro, no estaba enfermo, eso les dije a mis padres ellos me dieron la espalda sino estaba dispuesto a "curarme" los tenía que dejar, no tenía lugar a donde ir, ni cómo sobrevivir fue entonces que YongGuk me rescato.— Emitió una mediana sonrisa recargando su mejilla sobre la parte alta del volante.— Él era un niño rico que no le importaba regalar su dinero para salvar a su mejor amigo, a esa edad no sabía que estudiar solo quería pasar el resto de mi vida a su lado para pagar todo el apoyo que me brindo cuando más lo necesite, él es un sanador, siente gran empatía por personas rotas, incompletas, nunca entendí su manía, su terrible atracción por ese tipo de gente, como yo o YoungJae, o JunHong.— Se giró para observar la pasmada mirada de su compañero.—A diferencia de nosotros tú no estas roto pero quiero ayudarte, busco salvar a una persona ayudarle a cumplir su sueño no para que me lo agradezcas simplemente porque quiero verte feliz.

—¿Qué quieres decir? .—le cuestionó intrigado nunca  pensó que el mayor hubiese pasado por ese amarga época, lucia tan seguro de su mismo, independiente, inquebrantable imaginarlo débil era imposible.— No lo hagas, no quiero lastima.

Negó con la cabeza, HimChan estiro sus brazos para guardarlo en su pecho siempre se pregunto porque Bang o YoungJae ayudaban sin importar el resultado, demostrando una sonrisa cuando no tenían ganas de hacerlo, saludar amablemente, ayudar a un desconocido, acciones tan devaluadas en un sociedad egoísta,  en ese instante lo comprendió, en ese segundo que la idea cruzó por su mente,  él no podía cambiar el mundo ni siquiera hacer feliz a la gente que rodeaba pero sí podía cambiar el mundo de una persona a quien creía especial, es verdad quizá somos partículas tan pequeñas que nuestra existencia no tenga influencia a otras pero quizá, solo quizá nuestras palabras, gestos, sonrisas, actos ayudan a alguien, a un desconocido, a una familiar, a un amigo, esta en nosotros hacer un cambio, un positivo hubo un par de veces en el pasado que descubrió un pensamiento extraño durante su vida personajes aparecieron y desaparecieron sin importarle su destino pero hubo dos, una compañera de Universidad y un compañero en su primer trabajo ninguno de los compartieron tiempo y espacio pero ambos se desvanecieron de similares formas, decidieron cortar su tiempo terrenal, cortaron sus lazos para volar hacia otro plano desde ese instante se pregunto si él hubiese cruzado palabra con esa chica que terminó con su novio, le hubiera regalado palabras de ánimos para superar tanto dolor quizá ella no hubiese abandonado a su amada madre, si él le hubiese hecho plática a su compañero sobre los tópicos que compartían, ambos quizá hubieran ido juntos al concierto de Flow, no hubiese leído un post en Facebook sobre su deceso, cerró los ojos por un segundo el hubiera no existe, por lo tanto es una fantasía pero continuaba sintiendo remordimientos, porque no hizo nada se quedó como un espectador mudo, silencioso, el caso de Up no era tan extremo pero no quería continuar con un papel sin diálogo.

—Pagaré tu carrera si tu padre se molesta le daré el dinero que ha gastado en ti.— Habló seriamente apretando al menor.— No te equivoques Up, no me gusta ayudar a la gente pero creo es justo darle la mano a alguien que la necesita y aprecio, gano lo suficiente para pagar tus gastos, entiendo que no quieras enfrentar a tu padre pero simplemente no puedes andar por el camino que él te trazo, yo olvidé que deseaba ser me dedique a ser Director de TS, no lo odio, he aprendido amar mi trabajo pero en lo más profundo de mi ser sé que no era mi ideal volverme un hombre de negocios, mi personalidad no le interesa no tener el empleo soñado pero hay personas como tú, seres con alas propias que se les acaba el oxigeno sino se les da la libertad que necesitan.—Lo sujeto por la barbilla.— No quiero que tu sonrisa desaparezca, solo hay ángeles a los que no se les debe encerrar en una prisión, piensa en mi propuesta.

—HimChan ¿porqué eres tan extraño?  me ofreces la solución de mis problemas en bandeja de plata, es como el resumen de esos doramas tan clichés, tan parecidos, la chica pobre tonta y estúpida encuentra un millonario, malvado sin corazón se enamoran y todo es felicidad.— Cerró los ojos dejándose llevar por el aroma de su perfume.— Buscaré una solución para el problema que tengo, y tomaré en cuenta tu ofrecimiento, odio ser dependiente de alguien pero no soy tan arrogante para no aceptar ayuda.—Descanso en esos brazos, simplemente era feliz de esa forma.— No me hagas un niño caprichoso como Bang lo esta haciendo con Jun, no soy igual a él, .—El mayor asintió acariciando eses cabello con suma cuidado.—Ahora me queda claro que estas enamorado de mi, lo sé soy irresistible. —Soltó una pequeña risa el menor, HimChan se removió amenazando con librarlo del agarre.—No, por mi esta bien, se siente genial ser cuidado por ti por unos minutos más hazme codicioso.

El mayor se mantuvo en su sitio quería ser alguien distinto, buscar ser una lampara para un viajero que cruce por su camino, nos creemos grises, figuras sin forma pero hay veces que tal ves alguien lea nuestros pensamientos y descubran que no están solos, aprendan de nuestros errores, alcancen a dibujar su mundo gracias a nuestra ayuda, HimChan quería volverse en alguien como Up, como Jae, o Bang agentes que sanan almas, alivian dolor y por lo tanto limpian sus heridas.

Un rubio devoraba los labios de un pelinegro recostado en la cama, se encontraba montado en su regazo  con las manos acariciando su grueso cuello, mientras el mayor posaba sus dedos en sus caderas la falta de aire los separo, sus miradas se conectaron y una sonrisa se asomo por sus labios, JunHong arrincono su rostro en el arco del cuello continuaban sumergidos en su propia burbuja ignorando las voces del exterior que golpeaban en la puerta de la habitación, un puchero se formo en su blanco rostro del menor que pesadamente se movía sin deseos de cambiar de posición.

—¿no puedes negarte a ir a la empresa?.—Le pregunto haciéndose un ovillo en su regazo.— Se supone que solo irías a las reuniones bimestrales.

—El escándalo de ese artista caprichoso es bastante peligroso para la reputación de la empresa debo ir arreglarlo personalmente.—Le contesto tomándolo por la barbilla para obligarlo a mirarlo de frente.— Créeme no estoy feliz de dejarte pero me necesitan para solucionar el problema.— Beso  la comisura de sus labios.— Luces hermoso esta mañana tus mejillas están rojas. —El menor trato de ocultar su sonrojo ¿Porqué se comportaba de forma tan infantil? .—Eres adorable.—Le dio una pequeña nalgada indicando que bajará.—Tengo que cambiarme.

El rubio asintió saltando fuera de la cama no sin antes darle un beso en la mejilla salió de la habitación con el abdomen cargado de bichos revoloteando, había sido tan rápido, tan visceral la confesión aun dudaba que sus alucinaciones fueran reales, el amor es un sentimiento extraño, un golpe de frente que te deja noqueado pierdes el control de la brújula interna por ello no detectas los detalles que te rodean, te encierras en una caja de colores luminosos quedando ciego, cuando Jun se dirigía al primer piso para verificar que la comida estuviera servida se topo con Nam, le regalo una enorme sonrisa ahora eran Familia, el pelinegro mayor le contesto con la misma euforia.

—Deberías dejar de ser enfermero de mi hermano.— Le comentó posando su brazo sobre sus hombros.— Odia que lo traten como enfermo.—Le explicó enamorado por esa brillante mirada, fue entonces que malinterpretado aquellos gestos.— Escuche que mi hermano irá a la oficina ¿qué te parece ir a pasear en la lacha por el lago? .—Le invitó emocionado.— Estoy seguro que estas harto de estar encerrado en estas paredes, mi hermano tiene prohibidas muchas cosas.— El rubio asintió, no se aburría a lado de Guk pero no quería pasar el día extrañándolo así que distraerse era la mejor de las opciones.— Tus mejillas están rojas ¿Te pongo nervioso?

El menor negó bajando la mirada su rostro continuaba emocionado por la ronda de pasionales besos intercambiados con el CEO por la emoción de sentirse vivo, amado, libre, al llegar al comedor descubrieron que un pelirrojo ya terminaba de darle los últimos toques saludo enérgicamente al menor.

—Se comporta como el dueño de la casa.—Le susurró Nam al oído con doble sentido en su comentario.—Bueno creo no tardará en serlo, lleva bastante tiempo con mi hermano.

—Buenos días luces radiante JunHong.—Menciono el pelirrojo, una noche anterior había ido a ver a Guk para saber sobre su estado y por la abertura de la puerta descubrió al rubio besándose con el CEO, situación que le pareció maravillosa.—Hola YongGuk,siento que no podrás comer hoy en casa, Him me acaba de llamar porque logro agendar una cita con el director de la televisora, se verás en un restaurant para almorzar y conversar de ciertos temas.

—Si, sé lo que debo hacer.— Habló el dueño de TS a las espaldas de Nam y Jun que se giraron.—Vamos es tarde.—El hombre con el semblante serio, dirigió la vista a su hermano.—Espero sepas comportarte.—Llevó la vista ahora a su tesoro.—Nos vemos en la tarde.

El rubio asintió mirando fijamente la partida de su amante y amigo, una ligera ráfaga de aire escapo de sus pulmones simulando un suspiro se giro para volver la vista al comedor donde caminó para tomar asiento, disfruto de los platillos claro que le molestaba no almorzar con su pareja pero ahora que lo notaba tan animado no podía restringirlo, ni limitar sus ansias por volver a trabajar, tenía miedo, pavor de ser humillado pero sin duda disfrutaba de su trabajo como CEO, YongNam también tomó su sitio en el comedor pero esta vez suplantó el espacio destinado a su hermano menor, ambos habitantes del lugar comieron tranquilamente compartiendo sus experiencias con la patineta, sus aspiraciones a descubrir más técnicas, el mayor queda fascinado por cada uno de los gestos dibujados en tan hermoso rostro, un hechizo se posaba sobre sus ojos cada vez que una sonrisa lo sorprendía, su voz era magia convertida en aire que saturaba sus pulmones.

—¿Qué te parece ir pasear por el lago para bajar la comida? —Le cuestionó el pelinegro saltando fuera de su silla.—Hay bastante brisa y puedo enseñarte kitesurf, mi hermano solía practicarlo así que debe tener el equipo.—Habló animado sujetando la mano del rubio.—Es momento de divertirte quizá estuviste aburrido pasando tiempo con un hombre tan amargado como Guk.

JunHong quiso oponerse a la ultima frase pero no solo deseaba conocer ese nuevo deporte sino que también quería escuchar más historia de su amante, saber de él antes de conocerlo, como era su forma de ver la vida en la adolescencia, su niñez aunque imaginaba al pequeño Bang destrozando los periódicos para guardar las noticas más importantes, se notaba que le gustaba verse inmiscuido en la política, en la forma que los gobiernos llevan el control de la sociedad y economía, se sonrojo al percatarse que él mismos había conocido a fondo a tan misterioso personaje por ello estuvo encantado de pasar tiempo de calidad con su cuñado formar lazos más fuertes con su Familia política .

—Es increíble nunca antes había practicado surf de este tipo.—Habló emocionado un rubio con el cabello mojado tomando asiento a la orilla de la lacha, el mayor maneja con calma.—¿Prácticas muchos deportes extremos?

—En el pasado lo hacia mucho pero hace tiempo que me enfocado en mi carrera profesional, soy Arquitecto.—Se presentó orgulloso deteniendo el vehículo acuático para sentarse y mirar al rubio.—Cuando Guk me visitaba en los Angeles solíamos ir a la playa a practicar algunos deportes, mi hermano era bueno pero el volverse hombre de negocios mermo su sed de aventura.— Nam estiró su mano para sostener la mojada del rubio, este se sonrojo por el atrevimiento.—Hace tres años fuimos a Canada a probar snowbording, fue un experiencia increíble, un viaje para no olvidar.

Jun torció los labios, Bang antes de la muerte de su hermana había perdido la movida en su piernas según eso fue lo que entendió la última vez que Guk le contó su historia trató de cuestionar pero el mayor pasó a otro tema por lo tanto en poco tiempo olvido la duda, continuaron vagando por el lago, nadando, disfrutando de ese esplendoroso día y hasta comieron algo de pizza a la atardecer debido a que el dueño de la casa no parecía llegar, ambos individuos vieron el atardecer en el puerto de madera sentados en la orilla contemplando las calmadas oleadas, Nam cada segundo que pasaba a lado de tan mágico se aseguraba que él era el indicado, lo adoraba, cada gesto, rasgo, pequeño detalle era maravilloso, algo en su interior le indicaba que sus sentimientos no era unilaterales ese jovencito se sonrojaba, se volvía nervioso al tenerlo cerca, lo escuchaba con calma, con tranquilidad, lucia fascinado cuando su voz se deslizaba por su garganta.

— Apenas llevamos dos días conociéndonos pero siento que puedo confiar en ti.—Susurró el menor mirando el horizonte, embelesado por el instante maravilloso.—¿hay alguien que te gusta?—Cuestionó bajando la mirada sus mejillas se tiñeron rojas, sus labios temblaron.—Yo me he dado cuenta que quiero a alguien que apenas conozco pero mi corazón late fuertemente cuando estoy a su lado, no tengo palabras para describir la emoción.

—Te comprendo, yo siento lo mismo.— Habló seriamente pasando su brazo por encima de aquellos hombros.—Creo que a veces el amor a primer vista es difícil pero el tiempo lo dice todo más si eres correspondido.—Lo sujeto por la barbilla para obligarlo a mirarlo a los ojos, sabía que iba rápido pero para el amor no había limites.—JunHong eres bastante guapo.—Acercó peligrosamente sus labios cegado por su propio orgullo.—Yo quiero confesarte algo...

El sonido de una voz gritando un nombre obligo al rubio a ponerse de pie, aquella acción por parte del mayor de los Bang lo había tomado por sorpresa trató de detenerlo, su cuerpo no respondió a la orden directa por ello agradecido que el sonido de esa voz lo despertará de esa extraña fantasía sus pies se movieron rápidamente para irse a encontrar con YongGuk, quien ya lo buscaba en el patio que daba al lago, el CEO al ver la ropa de su pareja apretó las manos volviéndolas un puño, alcanzó a ver por momentos el movimiento de su gemelo, no le gustaba la forma que actuaba deseaba correrlo pero tampoco quería ser obvio, sus celos en el pasado le acarrearon problemas con su prometida no quería cometer más errores cuando el rubio estuvo a su lado le dio la bolsa que llevaba en su regazo.

—Pensé que te gustaría mientras estaba en la empresa le pedía a mi secretaria ir por unos regalos para ti.—JunHong abrió el paquete y sacó la prendas ilusionado, era ropa de diseñador.—Creo conocer tu talla así que no hay problema pero si no te gusta podemos cambiarlos.—El menor brincaba de emoción, era como un niño pequeño abriendo regalos en plena navidad.—Si, anda ve a probaremos ahorita subo a ver como te quedan.—Le susurró sin palabras sabia lo que deseaba, el rubio corrió desesperado por el interior de la mansión, Bang se quedo quieto en su sitio esperando a su hermano.—No te le acerques demasiado.

—Ese es tu error hermanito, comprar amistades.—El mayor se quedó quieto a su lado dejando algunas cosas en el piso.—Puedes comprarle el mismo paraíso pero no borra lo que hiciste destruiste su vida, le arrebataste a su hermana y ni con todo el dinero del mundo lograrás conseguir su perdón.—Sus palabras tenían un tono malvado, cruel.—Solo pospones lo inevitable.—Una torcida mueca se dibujo en sus labios.—YongGuk estás roto.—Golpeo con los dedos la silla de ruedas.—Te lo digo porque te quiero, no te ilusiones con imposibles.

DaeHyun devoraba a un pelirrojo arrinconado en una de las esquinas de los pasillos del edificio, se encontraban en una zona poco transitada, oscuras donde miradas curiosas descubrieran sus rostros,  el pelirrojo devolvía los hambrientos ataques con un sonrisa aferrado a su cuello, olvidaba sus miedos, sus preocupaciones, sus penas, cuando el temor se posa sobre nuestros hombros consumimos un efecto embriagante que nos haga olvidar los problemas existenciales que nos rodean, es como esos tres minutos que duran nuestra canción favorita mientras en nuestra mente vamos inventando el video que más le ajuste, los preciosos segundos cuando olvidas, esa droga se apodera de tu mente, tu cerebro entra en un momento de instantánea pausa, las personas pierden su rostro, los eventos u validez, es cuando simplemente eres feliz sumergido en un implacable efecto de un veneno incoloro, invisible sustancia inyectada en tus venas, perversa obsesión, los humanos cuando somos débiles ante nuestros miedos solemos escondernos en esos pequeños efectos, algunos consumen una sustancia química y otros como YoungJae solo se encerraban en el efecto de un momento cegado por el deseo.

—Es tarde.—Susurró el menor posando sus manos por el abdomen bien definido de su amante.—Debes irte, no deben verte a mi lado.—Gimió aún adormecido por la euforia que le provocaba verse sujetado tan salvajemente.—DaeHyun por favor detente alguien puede vernos.—Le dijo entre suspiros notando como unas manos acariciaban su trasero.—No aquí, no en un lugar tan publico. ademas debo irme..

—¿Porqué? Sigo sin entender porque debemos escondernos, no decirle a nadie sobre nuestra relación.—Dijo en un suspiro sujetándolo del rostro, acercando sus labios para devorarlos.—Me gustas, te gusto, es normal comenzar a salir.—Habló embriagado por ese aroma a vainilla.—Lo entiendo, me lo haz explicado muchas veces.—Habló en tono serio al ver el rostro del menor..—Ahora que voy a debutar, seré un producto más en el marcado, debo vender una falsa vida que mis fans acepten.—Acercó sus labios.—Un precio demasiado alto que estoy dispuesto a pagar.




Nota: la parte de los dos conocidos que murieron de HimChan esta basado en eventos personales. 

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