Aviso
Si no entendéis este capítulo es porque estoy editando No Te Dejaré Ir por lo que este capítulo si tiene sentido siguiendo la nueva versión de la historia.
Narra Aria
-Ahora si, ¿me lo explicas?- le digo a Dylan esperando una respuesta afirmativa. Estamos en la mesa desayunando. Cuando me desperté Dylan no estaba en la cama así que me vine a la cocina y me lo encontré haciendo el desayuno.
-Si, pero antes de nada, quiero que sepas que esto no estaba planeado y que te amo mas que a nada.
-Me estás asustando, Dylan, dime que pasa- digo algo nerviosa.
-Soy un agente secreto- suelta al fin y creo que mi corazón ha dejado de latir. ¿Qué? ¿Cómo no me he enterado de eso?
-¿Qué?- digo en un susurro
-Mi misión era entrar en tu vida y protegerte de todo. Lexie también era agente secreto, solo que ella no debería aparecer en tu vida. Nuestros superiores murieron cuando yo empecé con esto, por lo que ella decidió que era hora de que estuviéramos juntos, pero era demasiado tarde. Yo ya me había pillado de ti y no había forma de cambiarlo- iba a seguir pero lo interrumpo.
-¿Me quieres decir que Lexie era aún tu novia cuando nos conocimos?- pregunto con un hilo de voz, tengo una opresión en el pecho que casi no me deja ni respirar.
-Era mi prometida.- Abro mucho mis ojos y me llevo una mano a la boca.- Déjame terminar. Yo pasé de ella y seguí contigo. Así que hizo todo lo que hizo para hacerte daño, en este caso, tu madre era tu punto débil. ¿Recuerdas el día en el que te subía a esa azotea?- pregunta a lo que yo asiento.- Estuve a nada de decirte lo que era, de contarte toda la verdad, pero tenía miedo, miedo de que me dejaras, igual que ahora mismo. Te dije que estuve en la mafia y es verdad, pero cuando lo dejé me cogieron para agente secreto por mis habilidades. Aria, estoy jodidamente enamorado de ti.
-¿Y Deborah?- pregunto masajeando mi sien, esto es tanto que hasta me duele la cabeza.
-Ella era mi compañera de misiones, pero para esta misión quise venir yo solo- responde sentándose a mi lado.
- ¿Tu familia lo sabe?- pregunto con miedo a que me diga que si y que presentármela fue parte del plan.
-No, ellos no saben nada-. Pongo mi mirada en él.- Nada de eso estaba en el plan, ni el viaje a Los Ángeles, ni las navidades juntos, ni irnos a Italia, ni nada de lo que vivimos juntos, ni enamorarme. Pensé que todo estaba bien, pero ahora me entero de que ellos están vivos. ¿Sabes lo que significa eso?- Niego con la cabeza- Que si me encuentran, me apartarán de tu lado para siempre y no podría soportarlo-. Yo tampoco, le quise decir pero las palabras no salieron de mi boca. Lo único que hago es levantarme de mi silla y acercarme a él para abrazarlo.
-Pudiste habérmelo dicho, Dylan, pudiste hacerlo aquella noche, no me habría ido y no te habría dejado, igual que ahora- digo con voz entrecortada.- Se que todo el mundo tiene sus cosas, yo tengo las mías y tú las tuyas.- Me separo de él y lo miro a los ojos.
Tengo tantas cosas que decir, tantas dudas en mi mente que no se, no se que hacer. ¿Y si todo esto es parte de un plan? Él dijo que no, pero, ¿y si eso es parte del plan también? No, no, no. Quítate esas ideas Aria, él no haría eso, no, no lo haría. Porque lo conozco, yo lo conozco, si, él es bueno. Llevo mis manos a mi cabeza agarrándome a mi pelo y tirando de él. Él es bueno, no me hará daño, Dylan no es malo, no estaría conmigo solo por una misión. Dylan lo dijo, esto no estaba en el plan, nada de esto.
Necesito a Ían.
-¿Puedes llamar a Ían?- pregunto y me voy de ahí sin esperar una respuesta, supongo que si lo llamará.
Y como dije, media hora después Ían está en mi habitación sentado a mi lado, escuchándome mientras me abraza como siempre lo ha hecho.
-¿Qué opinas?- le pregunto cuando ya le he contado todo. Él se queda callado un instante para después mirarme.
-Opino, que a parte de ser un hijo de puta por eso- sonrío por lo que dice.- No deberías dudar de él, sabes que te quiere, si todo fuera parte del famoso plan, te lo diría en el momento en el que lo dejaseis. Aria, él te quiere, lo se. No dejes que lo vuestro se acabe por algo del pasado- dice y se que tiene razón, toda la razón del mundo.
-Gracias, Ían, y no solo por esto, si no por todo lo que has hecho por mi en estos 23 años, de verdad, eres realmente lo mejor que me ha pasado en la vida- digo para abrazarlo mas fuerte.
-Gracias a ti por hacer de mi vida algo alegre y con color y no algo vacio. Te amo hermanita
-Y yo a ti.
-Ahora ve a por tu hombre- besa mi frente y me tira de la cama para después estallar en carcajadas.
-Muy gracioso- digo después de levantarme y salgo de la habitación para irme a la sala donde está Dylan durmiendo en el sofá. Voy corriendo y me tiro encima de él haciendo que abra los ojos de golpe.- Siento mucho haber actuado así- abre la boca para decir algo pero no le dejo- Sh. Te amo y eso nunca va a cambiar, nunca, nunca- Dylan sonríe haciendo una mueca
-Y yo a ti. Pero, cariño, si algún día quieres tener hijos, ayudaría mucho que sacaras tu rodilla de ahí.- Ups, muevo mi rodilla sacándola de donde está.- Esa no, la otra- Doble ups, muevo la otra rodilla y él suspira aliviado.- ¿Me perdonas?
-No tengo nada que perdonarte, Dy. Te amo y eso nada ni nadie lo va a cambiar.
-Cariño...- dice antes de abrazarme y apoyo mi cabeza en su pecho. No se en que momento me he vuelto tan cursi, pero él lo merece.
-No es por interrumpiros el momento pero...- escucho la voz de Ían y al momento un golpe en seco. Me levanto rápidamente y veo a Ían en el suelo con los ojos cerrados.
-Ían- lo llamo mientras me arrodillo a su lado- ¿Estás bien?- pregunto pero no recibo respuesta. Esto es malo, muy malo.- Dylan tenemos que llevarlo al hospital.