Pues ya estoy aquí otra vez haha. Supongo que por la foto de arriba ya podéis intuir lo que ocurre en este capítulo...¡SPOILER! haha. La escena va a estar un poco detallada. No penséis que soy una guarra o algo, eh? Bueno pues no tengo nada más que decir, así que os dejo con el capítulo
PD. este capítulo va a estar contado TODO EL TIEMPO por Kate
POV Kate
Alexis se quedó durmiendo nada más sentarnos en el coche. Cuando llegamos a la casa, Martha y yo nos sentamos en el sofá y Castle preparaba la cena. La actriz me narraba todo sobre el secuestro mientras que Alexis seguía dormida y tapada con una manta con su cabeza apoyada en mi pecho y el resto de su cuerpo en mi regazo
-Yo fui a recoger a Alexis del colegio cuando el hombre apareció por detrás y me dijo que no gritase o me mataría a mí y a Alexis allí mismo. Recogí a la niña como me ordenó y subimos a un coche. Una vez dentro, nos durmió con cloroformo y cuando despertamos ya estabamos donde nos encontrásteis vosotros. Intenté desatarnos pero él era más fuerte y no podía. Nos dijo que el rescate era solo un anzuelo y que si no nos encontrábais al cabo de tres días...
-Uff, me alegro de que os encontrásemos a tiempo
-Sí, yo también- dijo riéndo
-¿Quién quiere cenar?- Rick tenía en las manos una bandeja con un humeante rollo de carne con tomate
-La verdad es que yo sí- dijo Martha levantándose del sofá
Yo me puse a despertar a Alexis para que también se sentase a cenar
-Alexis, cielo, despierta- le dije mientras le acariciaba la carita y la espalda- Venga, que tu padre ha hecho la cena
La niña comenzó a abrir los ojos poco a poco pero luego los volvió a cerrar. Yo me levanté con ella en brazos y se agarró a mi cuello aún un poco adormilada con su cabeza apoyada en mi hombro
-No tengo hambre- dijo con voz dulce pero a la vez ronca por haber estado durmiendo tanto tiempo
-Pues entonces te perderás el postre que he preparado especialmente para ti...- Rick apareció por detrás
Esto pareció espabilarla un poco y levantó la cabeza mirándonos a los dos
-La verdad es que sí que tengo un poco de hambre- dijo sonriéndo y enseñándo el hueco que había dejado una de sus paletas superiores y provocando nuestras risas
Alexis era una niña muy alegre y cariñosa. Cuando ocurrió lo del asesinato de Meredith yo solía pasar por la casa de Castle para ver si necesitaba ayuda con ella o simplemente para preguntarle cómo estaba él de ánimos. Algunas veces me pedía que yo acostáse a Alexis para que él pudiese escribir o darse una ducha. Eso hizo que cuando Castle comenzáse a trabajar con nosotros en la comisaría para documentarse, mi relación con Alexis fuese mucho más cercana. A veces la niña pasaba por comisaría cuando terminaba el colegio porque Castle quería darnos una sorpresa y no tenía con quien dejarla. Era un ángel
Nos sentámos a la mesa y comenzamos a cenar mientras hablábamos sobre otros temas que no fuesen el secuestro
-Y, ¿qué tal fue el colegio?- le preguntó Rick a su hija
-Muy bien ¿Cuándo voy a poder volver? Tengo ganas de ver a Emily
-No sé ¿Cuándo quieres volver tú?
-¡Mañana!- dijo la niña sonriente
-Entonces mañana
-¡Bien!
-Pero, ¿sabes lo que eso significa, no?
-No ¿Qué significa?
-Que te tienes que acostar pronto para ir al cole con energía y poder contarle un montón de cosas a Emily
-Vale
Continuámos hablando sobre la nueva obra de teatro que tenía Martha entre manos. Cuando terminamos de cenar, Alexis se tomó su postre. Una tortita con nubes y sirope de alce dibujando una cara en ella, como se lo había prometido su padre
-Bueno, yo me voy a ir yendo. Tengo que ensayar mis líneas- dijo Martha
-¿Quieres que te acompañe a tu apartamento, madre?
-No, cariño, no hace falta. Un beso familia- dijo ella mandándo un beso al aire y saliendo por la puerta con una bolsa de viaje en la mano
-Adiós- dijimos Rick y yo
-Adiós, abuela- dijo Alexis despidiéndose de ella agitando la mano
Cuando Martha salió por la puerta, Rick se dirigió a Alexis
-¿Ya te la has comido?
-Sip- dijo levantándo el plato vacío
-Pues lávate los dientes y a la cama, calabaza
-Voy- dijo Alexis subiendo las escaleras dando pequeños saltitos
-Si quieres ver un rato la tele o tomar algo mientras que yo acuesto a Alexis... Tú como en tu casa- me dijo Rick
-Gracias- le sonreí y me puse a recoger la mesa
-No no no, de eso nada. Ya lo haré yo cuando se duerma Alexis
-Pero puedo hacerlo yo
-No, me niego. Eres la invitada y no tienes que preocuparte de nada
Dicho esto, Castle subió para acostar a Alexis y yo me puse a recoger la mesa porque no quería darle más trabajo del que ya tenía con su hija. Cinco mintos más tarde, Castle bajaba las escaleras. La mesa estaba recogida y yo estaba fregando los platos
-Con que desobedeces mis órdenes ¿eh?- dijo mientras se acercaba a mí. Yo me reí
-No quería darte más trabajo
-Pues entonces no puedes negarte a una copa de vino
-Pero...- antes de que pudiera terminar la frase, él me interrumpió levantándo el dedo índice en el aire
-Ah, ah. No puedes negarte
-Vaaale...
Terminé de fregar mientras Castle preparaba las copas de vino. Nos sentamos en el sofá y comenzamos a charlar
-¿Y qué tal vais con el nuevo caso?
-Estancados. No hay ninguna pista que podamos seguir
-Estoy seguro de que lo resolveréis pronto
-¿Y eso?
-Porque el caso lo llevas tú y eres la mejor inspectora de policía de Nueva York
-Ya será para menos
-¿Bromeas?
-Yo nunca bromeo
-Venga ya. Beckett, eres la mejor en tu trabajo. Y cuantos más casos resolvemos juntos, más me reafirmo en ello
-Ya, bueno. Sin Espo y sin Ryan tampoco podría hacerlo
-Y yo soy prescindible ¿no?
-Tampoco he dicho eso
-Ya, pero no me has nombrado
-¿Te has picado?
-No
-Sí, te has picado. No me lo puedo creer- solté una carcajada porque la cara de Castle era todo un cuadro- Eres como un niño pequeño
Cuando me volví a girar hacia él, descubrí que me estaba mirándo y sonriéndo. Me ruboricé y aparté la mirada hacia mi copa de vino
-Me encanta cuando te ríes así. Aunque sea de mí
Yo me quedé sin habla. Volví a mirarle y vi como se acercaba a mí lentamente. Yo, sin saber porqué, también me acerqué a él hasta que nos separaban apenas unos centrímetros
Entonces él acarició mi mandíbula con la yemas de sus dedos. Se me erizó la piel con su roce. Acortó la distancia que nos separaban y nuestros labios se juntaron en un beso lento. Nuestras lenguas buscaban la del otro en aquel beso que pasó de ser profundo a ser salvaje y de necesidad, de demostrarnos lo mucho que nos necesitábamos el uno al otro
Mientras él me cogía de la mandíbula con una mano, yo enredaba mis dedos en los cortos pelos de su nuca. Nos separámos para coger aire y juntamos nuestras narices. Nos sonreímos. Él se levantó del sofá y me tendió la mano. Yo la cogí y me guió hasta su habitación
Cuando llegamos, cerré la puerta. Yo tenía la espalda apoyada en la ella y Rick comenzó a besarme deseperadamente. Comencé a deshacerme de su camisa mientra él desabrochaba los botones de la mía. Nuestras camisetas salieron disparadas por el aire y acabaron en el suelo. Nos volvimos a separar y yo acaricié sus labios
Caminamos torpemente hacia la cama donde él me tumbo suavemente. Comenzó a desabrochar el botón de mi pantalón y lo deslizó por mis piernas. Me mordí el labio inferior mientras él se quedaba a los pies de la cama mirándome. Yo me incorporé y me quedé sentada en la cama dispuesta a hacer lo mismo que él había hecho con mis pantalones, pero me frenó
-Tú acuéstate. Dejame a mí
Hice lo que me dijo y fue él quien se deshizo de sus pantalones. Se tumbó encima de mí y comenzamos a besarnos de nuevo. Metió una de sus manos por debajo de mi espalda y desabrochó mi sujetador. Lo tiró también al suelo y acarició mis pechos. Mi cuerpo se arqueó al sentir sus manos sobre mi piel desnuda y un pequeño gemido salió de mi boca. Yo bajé las manos hasta la goma de sus calzoncillos y los deslizé hasta acabar con ellos. Él hizo lo mismo con la única prenda que me quedaba. Estábamos los dos completamente desnudos
-Si no quieres...- me dijo
-Claro que quiero- le callé besándolo y él respodió al beso
Cuando los dos no pudimos más, intentamos acompasar nuestras respiraciones y nos tumbamos los dos bocarriba en la cama y con la sábana por encima. Yo apoyé mi cabeza en su pecho y él me rodeó con su brazo por la cintura
-Kate Beckett, eres mejor de lo que nunca me podría haber imaginado
-Tú tampoco has estado nada mal- dije mientras le besaba
-Me has dejado sin energía
-Tampoco ha sido para tanto. Seguro que tú tienes más experiencia que yo
-¿Que no ha sido para tanto? Dios Kate. Ha sido alucinante- me reí y él beso la punta de mi nariz- Y si esto ha sido sin mucha experiencia no me quiero imaginar cuando la tengas...
Nos quedamos dormidos en esa postura toda la noche hasta que a las 7.30 de la mañana el despertador sonó
-Buenos día, princesa
-Buenos días
-Creo que nos tenemos que levantar ya
-Puff, no quiero- dije acurrucándome sobre él-Tengo mucho sueño
-No me extraña, apenas hemos dormido
-Sí, bueno, al menos no hemos desaprovechado la noche- dije haciendo círculos alrededor de su pecho
-Estoy de acuerdo ¿Qué hora es por cierto?- me preguntó levantándo un poco su cabeza
-Las siete y media- dije volviéndo a apoyar mi cabeza en su pecho
-Tengo que preparar a Alexis para su vuelta al colegio
-Vale. Yo prepararé el desayuno
-Nos coordinamos bien, ¿eh?
-Sí- le dije sonriéndo
-Vamos a allá
Nos levantamos de la cama y nos reímos a la vez al encontrarnos a los dos desnudos en medio de la habitación
-Voy a darme una ducha
-¿Puedo acompañarte?- dijo poniendo cara de perrito abandonado
-Lo siento, perrito. No nos da tiempo- le dije mientras me encerraba en el baño
Cuando salí de la ducha Castle ya estaba vestido y esperando poder entrar al baño para peinarse. Se me quedó mirando con la boca abierta. No sabía por qué estaba así, hasta que me di cuenta de que solo llevaba la toalla enrollada al cuerpo
-Wuala
-¿Qué?
-Que hasta solo con una toalla estás impresionante
Me acerqué a él, coloqué mis manos alrededor de su cuello y le di un corto beso
-Recuerda, de momento no se puede enterar nadie de lo nuestro, ¿vale?
-Vale
-Genial- le di otro beso, pero esta vez más largo- Ve a despertar a tu hija y yo mientras me preparo para ir a comisaría. Nos vemos allí
-Estupendo, aunque me gustaría un segundo asalto- me quitó la toalla tirándola al suelo y me miró mordiéndose el labio inferior
-Ya habrá tiempo de eso...- me giré en dirección de vuelta al baño contoneando mis caderas para provocarle y noté su atenta mirada sobre mí
En comisaría
Cuando llegué a comisaría, vi a Ryan subido a la espalda de Espo mientras le gritaba
-Ey ey ey, ¿pero qué os pasa?
-¡Dice que me estoy metiendo en su vida! ¡Como si no tuviese cosas más interesantes de las que preocuparme!- dijo Espo enfadado
-Ryan, ¿qué pasa?
-Ha dicho que hago todo lo que Jenny quiere
-Tío, sabes que es verdad
-No lo es
-Sí lo es, sempre que te digo de tomar algo tu espuesta es: "Jenny a lo mejor tiene otros planes" "Jenny y yo vamos a salir a cenar" "Jenny, Jenny, Jenny..." ¿Qué pasa, que yo no existo o qué?- dijo con tono cabreado
-Retira eso ahora mismo
-¿Y si no quiero?- dijo Espo sacándo la lengua
-Basta ya, que no somos de parbulitos chicos ¿Habéis encontrado algo?
-Sí- dijo Espo mirando con mala cara y de reojo a Ryan- la víctima tenía una aventura con una tal- miró su libreta de apuntes- Kayla Clayton, y está de camino a comisaría
-Vale, gracias. Y no os peléeis más o tendré que pedir que os cambien de compañero
El timbre del ascensor sonó y apareció Castle con una agradable sonrisa
-¿Y esa sonrisa, tío?- le preguntó Espo
-Es que hoy una bonita chica ha amanecido hoy en mi cama- yo le miré preocupada y él me hizo entender que lo estaba haciendo aposta- Es Alexis, que ha tenido una pesadilla y se metió en mi cama- mintió
-Ahh...- miró extrañado Espo
-Parece que la amante ya ha llegado- dijo Ryan. Y efectivamente. Las puertas del ascensor se abrieron y salió una chica alta, delgada, castaña, con el pelo muy láceo y pija. Miraba todo a su alrededor como si fuese espantoso. Me dirigí hacia ella con Rick siguíendome y la acompañamos hasta la sala de reuniones, donde comenzé a hacerle las preguntas
-Gracias por venir, Señorita Clayton
-Lo que sea para resolver el asesinato de mi prometido
-¿Prometido?
-Sí, me pidió matrimonio hace dos semanas- dijo enseñando con una sonrisa un anillo con una piedra en el centro- Me dijo que iba a divorciarse de su mujer para estar conmigo ¿No le parece precioso?- dijo refiriéndose al anillo
-Sí, uhm, pero me temo que eso no es cierto. No dejó a su mujer
-Sí. Mire- sacó su teléfono y nos puso una grabación- Esto me lo mandó hace tres días cuando le pregunté si había pedido ya el divorcio
-Hola cielo
-Hola ¿Qué tal tu día?
-Bien. ¿Podemos hablar un momento?
-Sí, claro
-Verás... Quiero el divorcio
-¿¡Qué!? ¿¡Por qué!?
-Porque ya no siento lo mismo que el primer día
-Creía que estábamos bien, ¿¡ahora por qué!?
-Lo siento. Se acabó
Ahí se terminó la grabación y Kayla volvió a hablar
-¿Lo ve?
-Ya, pero eso no significa que hubiese pedido los papeles. De todas formas voy a necesitar una copia de la grabación
-Cuando quiera
-Siento hacerle esta pregunta pero, ¿dónde estuvo el lunes a las tres y media de la tarde?
-Estaba con dos amigas de compras. Pueden preguntar en todas las tiendas del centro comercial
-Por supuesto, gracias
-No hay de qué
Se levantó del sillón y salió de la comisaría. Castle y yo fuimos hacia la pizarra para apuntar la línea temporal de Kayla
-¿Crees que fue ella?- me preguntó Castle
-No, es muy pija como para ensuciarse las manos de sangre. Además, me apuesto lo que quieras que no está incluida en la herencia, con lo cual no gana nada asesinándolo
-Sí, oye ¿cuándo sales?
-Pues sobre las cinco ¿Por qué?
-Para saber si me acompañabas a recoger a Alexis. Es que cuando la llevaba esta mañana al colegio me ha preguntado si ibas a ir a recogerla. Y yo me tendría que ir ya- dijo mirando su reloj- Gina no para de presionarme para que termine el nuevo libro
-Sí, claro. Intentaré escaparme sobre las cinco menos quarto y nos vemos en su colegio
-O me puedo quedar y luego vamos los dos juntos...
-Sería sospechoso. Y acabas de decir que tienes que terminar el libro
-Pero es que no tengo inspiración, y no me apetece
-Vale. Pero tú sal a las cuatro y media y nos vemos en la cafetería de aquí al lado
-Vale- nos quedamos mirándonos muy cerca. Esperaba que nadie nos estuviese viendo. Tenía unas ganas enormes de besarle, pero nos teníamos que contener- Tengo unas ganas locas de besarte- me dijo mirando mis labios
-Sí, yo también- mi móvil sonó y eso hizo que nos separásemos. Era Lanie- Dime Lanie
-He encontrado algo en el cuerpo de la víctima ¿Puedes venir para que te lo enseñe?
-Sí claro, ahora vamos
-Ven tú sola, porfa, que creo que tenemos una conversación pendiente sobre el escritor
-Vale...
En la morgue
-Hola Lanie
-Hola cariño- dijo dándome dos besos
-Bueno, dime, ¿qué es lo que has encontrado?- le pregunté acercándome a la camilla donde estaba el cadáver para evitar su mirada curiosa y la conversación sobre Rick
-He encontrado unas marcas en el cuello, como de un anillo- me enseñó unas marcas en el lateral derecho de la víctima
-¿El asesino es una mujer?
-Podría ser, pero es poco probable ya que el anillo es más grueso que el de una mujer y tenía unas inscripciones grabadas con el nombre de Sergey Ivanov. Tu asesino es un matón ruso
-Y bastante fuerte para estrangularlo y dejar la marca de su nombre en el cuello de su víctima
-Bien. Ahora quiero que me hables del escritor
-Lanie no hay nada que hablar
-Oh, ya lo creo que sí ¿Te has lanzado ya? No puedes esperar mucho más o te lo quitarán. Además, podrías aprovechar que te alojas en su casa...
-Nos hemos besado- dije cortándola
-Por algo se empiza ¿Y algo más?- dijo levantándo la ceja y mirándome interrogativa
-Sí
-¿Sí qué?
-Nos hemos acostado y estamos empezando a salir
-¡Por fin! Me alegro por vosotros
-Pero no digas nada, de momento no queremos que lo sepa todo el mundo, por si algo sale mal...
-Pero chica, ¿¡qué va a salir mal si estáis hechos el uno para el otro!?
-Sólo por si acaso
-Vale, te lo prometo. No diré ni mu- dijo haciéndo un gesto como de cremallera encima de sus labios
-Gracias- le sonreí. La verdad es que tenía muchísima suerte de tener a Lanie
-Anda ven aquí- se acercó y nos fundimos en un fuerte abrazo
-Lanie, me haces daño
-Lo siento, la emoción del momento. Bueno, ¿y para cuándo los niños?
-¡Lanie!