Dylan
-Llevamos tres putas horas esperando, ¿y me estás diciendo que me tranquilice?- le grita una vez mas Aria a la enfermera. La pobre mujer ya no sabe donde meterse, Aria la encuentra en todos lados.
-Cariño, ven aquí- le digo y ella como si fuera una niña pequeña viene hacia mi poniendo morritos. Cuando está delante mía la abrazo y beso su cabeza.- Tranquila, seguro que Ían está bien.
-No, no lo está, Dy. Algo le pasa, lo presiento, son cosas de hermanos
-¿La compenetración entre mellizos y gemelos es real?- pregunto alzando una ceja
-Completamente- sonríe ella. Vuelve su vista a las puertas por las que hace tres horas han llevado a Ían y se separa de mi corriendo hacia ellas.
-¡John! ¿Cómo está?-. Así es, Jonh está aquí encargándose de Ían. Si tan solo ellos supieran el porque siempre está cerca de ellos...
-Creo que es mejor que hablemos en otro lugar- me hace un gesto para que me acerque y lo seguimos por un pasillo hasta que nos paramos delante de una puerta, la 43.
-¿Por qué no me habéis dicho que Ían está enfermo?- ¿qué?
-¿Está enfermo?- decimos Aria y yo a la vez lo que hace que Jonh ponga una sonrisa de inocente.
-¿No lo sabíais?- pregunta a lo que negamos con la cabeza.- Pues que os cuente él y después hablamos- dice para después irse dejándonos allí.
-Está enfermo, es que sabía que algo estaba pasando, te lo dije Dylan, te lo dije maldita sea- dice de mal humor. ¿Y ahora qué le pasa? Si hace un momento estaba lo que se denomina bien para ser ella.
-Tranquila, cariño- intento poner mi mano en su hombro pero no me deja porque se aparta
-No me toques- dice brusca y se cruza de brazos un momento para después abrir la puerta número 43 y entrar dejándome confundido. ¿Pero qué le pasa? Entro detrás de ella y cierro la puerta.
-¿Por qué no me has dicho que estás enfermo y cual es esa enfermedad?- pregunta enfadada. Está tan enfadada que creo que podría matar a alguien
-Yo...- intenta decir Dylan pero no le deja.
-Y no intentes poner una estúpida excusa- le grita.- ¿No sabes que no puedo vivir sin ti?- le vuele a decir pero ahora se acerca a él para abrazarlo. Ían me mira y yo niego con la cabeza diciéndole que no se lo que le pasa, él asiente y la abraza de vuelta.- Ahora, ¿me dices que te pasa?- dice una vez que se ha separado de él.
-Hace un tiempo, me empecé a sentir mal, me costaba respirar y todo eso, nunca me había desmayado, eso solo ha sido porque no he comido nada hoy. Asma, tengo asma, Aria. ¿Te das cuenta de lo que significa eso?- pregunta mirándola con los ojos tristes.
-Ían...- se acerca a él y le acaricia el pelo- Eso no te puede impedir cumplir tu sueño...
-Claro que si, sabes que no me aceptarán en ningún equipo si no estoy completamente sano- le interrumpe Ían enfadado. Lo que pasa es que Ían tenía una entrevista a final de año para entrar en un equipo de fútbol y con asma no puede jugar. Una hora después le dan el alta a Ían y lo llevamos a su piso. Después volvemos a nuestra casa.
Aria hoy está bastante bipolar. No se lo que le pasa. En un momento está bien y al siguiente está enfadada o triste. Pongo mi mirada en ella, está en la cocina tomándose un vaso de zumo.
-Cariño- digo acercándome a ella. Ella me mira con una sonrisa.- ¿Te pasa algo hoy?- le pregunto delicadamente, quizás al preguntarle salte y se enfade y me deje, y después me suicido porque no tengo nada en la vida que merezca la pena, ¿por qué tiene que ser bipolar esta novia mía? Ella sigue con su mirada en mi, deja el vaso sobre la mesa y suspira.
-No lo se, no se si me pasa algo, y si me pasa algo, no se el que. Dylan, ¿me estoy volviendo loca?- me acerco a ella y la abrazo.
-Mas de lo que ya estás imposible- le digo de broma y me da un golpe en el brazo
-Credo che sia incinta - dice en un idioma que creo que es francés.
-¿Qué has dicho?- pregunto poniéndome a su altura
-Sono affamato - dice otra vez pero no se si es algo diferente. La miro con una ceja alzada y ella sonríe- Que tengo hambre, Dy
-Hoy hago yo la cena- beso su frente y ella asiente para después irse a la sala.
Saco todo lo que necesito y empiezo a preparar una pizza. Sería mas divertido si Aria estuviera aquí ayudándome. Así que voy a la sala para buscarla pero la encuentro tumbada en el sofá durmiendo. Sonrío y vuelvo a la cocina para preparar la pizza y llamo a los gemelos para invitarlos a cenar, quizás eso alegre un poco a Aria.
Llevamos dos días comprometidos y ya han pasado tantas cosas. Espero que el universo juegue a nuestro favor porque si no, va a perder el partido, no pienso perderla.
45 minutos después meto la pizza en el horno al mismo tiempo que suena el timbre. Voy a la sala y Aria sigue durmiendo, así que paso a abrir la puerta
-¡HO...- no les dejo terminar ya que les tapo la boca
-Aria está durmiendo, pasad- digo en voz baja, ellos asienten y pasan. Después de cerrar la puerta me acerco a Aria y la cojo en brazos para llevarla a la habitación, la dejo en la cama y vuelvo a la sala donde están los gemelos.
-¿Está enferma?- pregunta Finn alzando una ceja.
-No, no creo, no se, hoy a estado demasiado rara. En un momento está bien y al segundo está enfadada o triste. No se lo que pasa, quizás no ha dormido bien y después está lo de Ían que lo hemos llevado al hospital porque se desmayó por no comer, además de que nos enteramos de que tiene asma y no lo van a coger en ningún equipo- digo rápido y sin respirar por lo que al acabar cojo una bocanada de aire para no morirme.
-¿Ha estado así de bipolar desde hace tiempo?- pregunta ahora Jack. Antes de contestar lo pienso.
-Hace unos días que le pasa eso, ya es de antes pero ahora es mas intenso que antes, no se si me entiendes
-Perfectamente- dice para después quedarse callado pensando en algo.
-Seguro que solo es el estrés de volver a estar aquí después de tanto tiempo- dice Finn, a lo que yo asiento.
Media hora después la pizza está lista por lo que voy a despertar a Aria. Al entrar en la habitación sigue durmiendo, será dormilona. Me acerco a ella y le acaricio el pelo.
-Aria, cariño, despierta...- le digo suavemente y ella abre los ojos y sonríe.
-5 minutos mas- dice con voz adormilada
-Venga, vaga, levanta. Hay una sorpresa para ti en la cocina-. Aria abre un ojo y me mira
-¿Una sorpresa?- asiento- Pues que espere- dice para volver a cerrar el ojo y yo me río. Como no se levanta la cojo sobre mi hombro.
-¡Dylan! Déjame dormir- no le hago caso y salgo de la ahí, mientras la escucho maldecir y cagarse en todo lo que se menea. Llego a la cocina donde están Finn y Jack y la dejo en el suelo. Como está mirando hacia mi aún no los ha visto.- Dylan, yo quería dormir- dice como una niña pequeña. La cojo por los hombros y la giro dejando que vea a los gemelos- ¡Pizza!- dice feliz y se sienta en la mesa- Y hola chicos- les sonríe.
-Hola, Aria- dicen a la vez con una sonrisa también. Me siento al lado de Aria y comemos la pizza entre risas. Después nos vamos a la sala donde nos quedamos hablando y contando anécdotas.
-¿Os acordáis cuando Finn le entró a aquella discoteca disfrazado de hamburguesa?- dice Aria riéndo- Fue una de las mejores noches de mi vida, os lo juro
-No soy subnormal, soy una hamburguesa bien caliente- dice Jack imitándolo haciendo que todos estallemos en carcajadas.
-Voy a por mas bebidas- dice Aria y se levanta para ir a la cocina.
-Te acompaño- dice Jack y se va detrás de ella. Dejándonos a nosotros solos.
-Estoy orgulloso de ti, Dylan- lo miro con una ceja alzada.- Has conseguido a una de las mejores personas del mundo, no hagas ninguna estupidez para perderla o hacerle daño, tiene cuatro hermanos que daríamos la vida por ella- dice Finn con una sonrisa y desafiándome con la mirada.
-Créeme eso es lo que menos quiero, perderla es lo primero en mi lista de cosas que no quiero que pasen nunca- digo con una sonrisa. Él coge su vaso de Coca-cola y lo levanta, y yo lo imito haciendo así un brindis silencioso.