IV
Hay una cosa que sin importar que tanto ego tengas dolerá: ser ignorado. Y Hoseok, como cualquier persona no es la excepción de esto.
—Uh...está bien —el muchacho no sabía dónde esconderse, porque Min lo miraba de forma fría y eso lo hacía temblar. Sonrió entristecido y salió lo más rápido que pudo del lugar.
Y recién ahí, cuando la puerta se cerró, Yoongi reaccionó. Porque la mirada fría sólo escondía la situación que pasaba dentro de él. Todo estaba en alerta, mini-Yoongis corrían gritando "peligro, esto es un simulacro": La alerta Hoseok había sido activada.
Y paso media hora en ese estado para realmente caer en cuenta de lo que hizo: lo ignoró. Le pido una cita a él, joder...
Y no respondió.
Esa noche sólo repitió la escena, los ojos algo rojos de Hoseok, incluso esa sonrisa que le regaló (temblorosa, a punto de caer. ¡¿Por qué sonrió?!).
Yoongi era un bastardo, dicho.