Blake
—¡Maldito cabrón! —gritó Marco desde el suelo.
Esos idiotas de el otro colegio se creen mejores pero son más mediocres que nada. Creían que podrían vencernos esta vez. Nadie se mete con mis amigos. Así es, puede que cualquiera piense que por ser el más malo y popular me valdría un bledo pero no es así.
Ellos son como mis hermanos. Dylan West y Jake Stevens han estado conmigo desde que estabamos en la primaria. Somos inseparables. Éramos el grupo que siempre pasaba desapercibido hasta que nos hartamos de eso y decidimos cambiarlo todo.
Volví de mi ensoñación al ver al tipo levantarse rápidamente, ¿Acaso no se cansaba de perder?
Intentó darme un puñetazo en el rostro y lo esquivé al instante, siendo que estaba desconcentrado incrusté mi puño con fuerza en su estómago.
Cerró los ojos con fuerza y cayó de rodillas al suelo. Sonreí y mire a lado, Jake se había encargado del otro tipo mientras que Dylan le dio en la mandíbula al tipo haciéndolo caer al suelo sangrando.
Los chicos se acercaron a mí y nos colocamos los tres enfrente de el imbécil de Marco.
—Bueno idiota —reí con superioridad—, ahora que sabes quién manda........ ¡Largo de aquí y no vuelvas, escoria!
Los 3 idiotas salieron corriendo esquivando gente, ni siquiera noté cuando todos nos rodeaban.
Seguramente eramos el chisme del día, afuera de la escuela y peleandonos, muy normal en nosotros.
—Vámonos no entraré —comentó Dylan limpiando la sangre de sus nudillos.
—¡Que miran! —espeté enviándoles una mirada mortífera.
Todos se fueron casi volando y Jake habló...
—Yo no puedo —negó tocando su mandíbula—, tengo un proyecto en Literatura.
Pusé los ojos en blanco estresado, ¿Cómo era tan inteligente?
—Por supuesto "Señor Poesía" —se burló Dylan.
—¡Robinson! ¡Stevens! ¡West! —gritaron en la entrada y al voltear vimos al director—. ¡A mi oficina! ¡ahora!
Todos bufamos y seguimos a "Ted" a su oficina. Dejé de tenerle respeto cuando visité por segunda vez su oficina en primer año.
Al entrar se sentó en su escritorio y se restregó la frente irritado, nosotros nos sentamos en las 2 sillas enfrente de este y Jake atrás de nosotros.
—¿Como logran causar tantos problemas? —nos miró a todos.
—Talento natural "Ted"—reímos todos—, lo llevamos dentro.
Choque 5 con Dylan y el golpeó su silla.
—¡No es posible! —camino de un lado a otro—. ¡Es su tercera pelea este mes!
—No puede culparnos por ser tan geniales —Dylan habló prepotente.
Jake se quedaba callado, seguramente tenía miedo a perder su promedio. El era muy inteligente pero había 3 cerebritos que le ganaban. Su promedio era de 9.7 y le ganaban cada una por 1 décima, luego 2 y después 3.
—¡Estoy harto! —salió por la puerta dejándonos solos.
Soltamos el aire contenido en nuestros pulmones.
—¿Qué creen que haga ahora? —preguntó nervioso Jake.
—Nada. Tranquilizate "oxigenado" —que buen apodo para un rubio—, nunca nos pasa nada.
Y entonces "Ted" volvió a entrar, pero ahora estaba sonriendo de forma maliciosa.
—Saben algo —volvió a sonreír y me dio miedo—, ya han hecho bastante de las suyas sin recibir represalias.
—¿Y..? —bufó Dylan
—Finalmente encontré el castigo perfecto —se levantó y se acercó a un buró.
Abrió unos cuantos cajones y sacó nuestros expedientes. Nos los mostró y me sorprendí. Miles de reportes de mala conducta y problemas.
Y Jake no se salvaba, a pesar de tener un excelente promedio siempre se metía en problemas con nosotros. Nos mandamos miradas cómplices sin saber a qué se refería.
—¿Recuerdan que los condicioné en su última pelea? —nuevamente sonrió.
Todos asentimos y suspiró satisfecho.
—Pues ha llegado el límite —se recargó despreocupado en su escritorio—, serán expulsados.
—¿¡Qué!? —gritamos todos al unísono.
—Bueno puede que haga algo si cumplen el castigo que les dejaré —nos miró desafiante.
—Habla Ted —corté.
—Bueno pues esta es la cuestión —se acomodó los lentes—, usted y Dylan tienen calificaciones deplorables, el único que se libra en ese punto es Jake pero aún así deberá cumplir. Como sabrán hay regularización, pero a ustedes les importaría un pepino —perver modo-on—, así que ya lo decidí. Deben estar enterados que en el Instituto tenemos a 3 chicas de segundo año con un desempeño impresionante. Ustedes estarán bajo la enseñanza y tutela de estas 3 chicas. Cada uno estará con una y créanme que yo sé lo que es su estatus social, por ende, no podrán separarse de ellas hasta que sus notas suban.
—¡Pero mi promedio es ejemplar! —recriminó Jake.
—Eso lo sé. Pero tiene una muy mala conducta y siendo que son TAN amigos.....No te separarás de ella hasta que las notas de estos 2 suban.
—Tiene que estar de broma —dije fastidiado.
—Créeme que no —sonrió con superioridad—, siendo que son 3 y 3 les asignaré una pareja a cada quien.
Revisó una hoja y nos miró:
—Dylan West —balbuceó—, estarás con Myldred Marshall.
—Genial —rodó los ojos.
—Jake Stevens con Emily Watson —levantó un poco la vista sin despegar por completo los ojos del papel.
—¡Yupi! —dijo con expresión de asco.
Entonces su mirada se posó en mí y sonrió.
—Blake Robinson con Annie Wilder.
—¿Quién le asegura que estaremos con ellas? —habló con tono petulante Dylan.
—Ayyy muchacho —suspiró—, pues todo está cubierto. Ellas aparte de enseñarles, tendrán la obligación de reportarme si están con ellas. Si ustedes llegarán a faltar y su comportamiento sigue igual serán expulsados de forma definitiva.
—¡Ni siquiera las conocemos! —dije.
—De eso no hay problema —tomó el micrófono—, las llamaré para que las conozcan y nos pongamos de acuerdo...