"Querido Harry.
Espero y te encuentres bien, quiero comentarte en esta carta que nos haces mucha falta. Louis, él esta extraño, llega con golpes en su rostro y no es la primera vez que le veo algunos moretones en su cuerpo. Estoy preocupada, él me dice que es porque se ha caído o que es muy torpe. Cariño, regresa pronto y procura de venir con vida.
Con amor
Jay''
Este día estaba comenzando bien. El sol estaba radiante y leves gotitas caían desde el cielo. Louis había despertado hace ya una hora, sin embargo no había querido levantarse de la cama, hoy no iría a la escuela.
-¡Louis! Llegaras tarde amor.
La voz de su madre retumbo las cuatro paredes de su cuarto, muy estresante.
-Louis. Vamos, levántate -su madre ingresó al lugar y el menor rápidamente se cubrió con sus frazadas.
-No iré.
La joven mujer frunció su ceño, se le hacía muy raro que su pequeño hijo no quisiera ir al colegio, el jamás faltaba.
-¿Estas enfermo? ¿Te sientes bien? ¿Quieres que te traiga algo?
Tráeme a Harry, mamá.
-No. Hoy simplemente no iré, no tengo ánimos.
No tengo ánimos de aguantar a Tyler, Jair y sus amigos, no hoy, no más.
-Bien cariño, entonces nos vemos luego. Descansa.
La mujer aún se sentía algo confundida por eso, decidió restarle importancia.
Jay dejó un beso en la frente acaramelada del menor y se fue.
Louis rápidamente se levantó y se dirigió al baño.
Su reflejo era horrendo, tenía ojeras muy notorias, labios partidos por la cantidad de veces que se los había mordido y bueno, algunos que otros golpes que recibió en esa zona, prosiguió, sus ojos, aquellos que tenían ese brillo especial se habían ido junto con el rizado.
Oh, Harry, no había un día en el que Louis no lo extrañara. Ciertas veces colapsaba y lloraba, quería rasgar el mundo con sus manos con tal de tenerlo con él, lo necesitaba tanto.
Louis seguía con su mirada intacta sobre su reflejo, se preguntó: ¿Harry que me vio de bonito?
La inseguridad del menor era muy notoria. Harry siempre había estado con él cuando esos momento triste y repulsivos hacia el llegaban.
-Quisiera engordar un poco, estoy muy flaco -el menor tocó el espacio de su abdomen plano.
-Para mi eres perfecto de cualquier manera bebé -Harry acarició aquel abdomen ajeno- ¿Te imaginas un bebe nuestro?
-Si, también imagino como me veré, toda una pelota andante.
Harry sonrió, y abrazo a su pequeño novio, le encantaba escuchar esas ocurrentes cosas del menor, amaba cada pequeño pedacito de él. Un bebe sería muy bello, jodida perfección entre la mezcla de ambos.
Ahora el pequeño chico de ojos azules era un manojo de llantos incontrolables, yacía en un rincón del baño, abrazando con fuerzas sus piernas.
-Harry... Harry, te necesito por favor r-regresa -hipó con fuerza y limpió sus lágrimas.
Aquella burbuja se rompió cuando su celular sonó, Aquella melodía que antes amaba ahora simplemente le parecia un estorbo.
Sorbió su nariz caminando con cierta pesadez en su cuerpo, frunció su ceño al ver que era un número privado.
-¿Aló?
Lo único que Louis podía escuchar era una respiración algo aliviada del otro lado.
-¿Aló? -volvió a preguntar.
-Louis...
Los fanales de Louis se llenaron de lágrimas en segundos, lagrimas que en el instante se posaron en sus mejillas.
-H-Harry -hipó sintiéndose vulnerable ante aquel susurro profundo y suave.
-Bebé, ¿Cómo estas mi amor? No sabes lo mucho que te extraño, quisiera poder estar contigo y abrazarte en este momento -su voz ronca era como música para sus oídos.
-Oh, Harry. E-estoy bien, te extraño mucho. Te amo Harry, p-por favor regresa.
-Louis n...o te es...cu.ch -el sonido de la llamada finalizada se hizo presente.
Louis comenzó a llorar con fuerza. Tenía aun su celular en el oído, quería volver a escuchar de nuevo la voz de su amado chico de ojos verdes.
-¡No puede ser! -vociferó el menor lanzando el celular a la cama.
-Louis, ¿Qué sucede?
Ni penas la hermosa mujer entro, Louis se lanzó a abrazarla, se dedicó a llorar y a no quererla soltar jamás.
-Mamá -sollozó.
-¿Qué pasó? Cariño me preocupas -habló con suavidad acariciando los cabellos de su retoño.
-H-Harry...
Louis tenía una opresión muy grande en su pecho, muy alejado de eso sabía que tenía que ver con su mamá, oh, Johanna.
-E-Estoy asustado mamá. Por favor no me dejes nunca.
Hablemos un poco de lo dolida que estoy, pueden desahogarse si desean.
No puedo creerlo aun, ya no tengo lágrimas para esto, ya lloré lo suficiente y aun me sigue doliendo.
Jay, siempre en mi corazón.
Este capitulo especial, lamento si esta hecho al apuro o si no tienen ganas de leerlo, no lo se, no tengo palabras para nada.
Dedicaciones a mis bbs:
Xx