Advertencia: Los personajes de Candy Candy son propiedad de Misuki e Igarashi, usados en este fic sin fines de lucro.
Historia Ficticia. Todos los personajes nuevos son de exclusiva invención de esta autora.
Capítulo XVI
Navidad sin ti y contigo ( parte 1)
Los meses pasaron con rapidez, acercándose a pasos agigantados, la navidad.
La vida en invierno es difícil, y en un hospital además es agotador y estresante.
Candy seguía interna en la escuela de enfermeras como estudiante, con la diferencia de que hacía prácticas que su profesión le exigía en el Hospital San José al lado de la escuela de enfermeras. Tanto ella como sus compañeras se dedicaban a suministrar los medicamentos, cambiar sábanas, pasear a los pacientes, sabían dar los primeros auxilios, y manejar vendajes, inyecciones, etc.
Todo el hospital se preparaba para navidad, en el pabellón infantil, que es donde estaba Candy, adornaron el lugar junto a los niños que podían ayudar, y cantaban villancicos para entretenerse. Las enfermeras mas humanitarias se unieron en la idea de conseguir regalos para los niños que pasarían el día de navidad internos. Candy aprovechó esa instancia, para solicitar a Stear, Archie, Patty y la abuela Martha, que los ayudaran con algunos regalos para los niños, todo esto ella lo hiso procurando que nadie se diera cuenta de que contaba con familia y amigos de recursos, menos que ella era una Andrew, aunque no lo ocultaba, tampoco lo andaba divulgando.
Candy, se llevó una gran sorpresa, al ver llegar dos días antes de la navidad a George buscándola, la directora le dio permiso de hablar con él ya que conocía la situación de Candy, se habían vuelto muy cercanas, desde que ayudó a la "pequeña traviesa" con las cartas a y de su novio.
--¡Señor George, pero que sorpresa!, no esperaba verlo por aquí hasta la próxima semana-- saludó Candy, ya que George se encargaba de llevarle correspondencia y dinero todos los fines de mes, desde el día en que se vieron en el Hogar de Pony. Desde que Candy se sintió realmente querida por "su padre", había decidió aceptar lo que él quisiera darle, incluyendo dinero y regalos. El dinero lo tenía en una cuenta de ahorro y lo tomaba solo para emergencias y ayudas al hogar de Pony.
--Señorita Candy, lo que me obligó a venir antes, fue su padre...
--¿Él está aquí?-- preguntó ansiosa
--No señorita, pero le envió esto-- pasándole una gran caja
--Y esto ¿qué es?
--No lo sé, la caja llegó con una carta para usted y una para mí, porque él quiere que usted pase la navidad en Lakewood junto a toda la familia
--Pero la tía abuela no va a estar de acuerdo con eso señor George
--No se preocupe por eso, el mismo señor Williams llamó a la señora Elroy para decirle que usted estará presente en la fiesta familiar
--¡Eso hiso!-- exclamó la pecosa
--Si señorita, el está haciendo todo lo posible por llegar antes de navidad, pero está teniendo algunos problemas con los viajes en esta temporada, él quiere que usted lo conozca, aunque lo más probable es que no llegue, aún está en Europa
--¿Él quiere que lo conozca?, pero que digo, si en sus cartas siempre me lo ha dicho
--Si, señorita. El día 24 a temprana hora pasará a recogerla un coche, para llevarla con su familia.
--Gracias señor George
--No hay de qué señorita Candy, estoy para servirla, como hija del señor Williams, usted es tan importante para mí como lo es él.
Despidiéndose George, Candy llevó las cosas que le trajo el administrador de su padre hasta su cuarto, y siguió trabajando. Cuando terminó su turno, Candy corrió a su habitación para leer la carta que le había enviado su padre, después de asearse se puso cómoda, y recostándose en su cama comenzó a leer
Querida Candy
He hecho todo lo posible por estar contigo esta navidad, pero desgraciadamente no puedo llegar por más que lo quiera. George debe hacerte llegar una caja y acordar contigo los detalles de la fiesta de navidad, tienes que ir a Lakewood con la familia. En la caja está todo lo que necesitas.
Candy, se todas las cosas que debes estar pensando, pero te prometo que nadie te pasará a llevar, hablé con la tía Elroy, y entendió que tu eres mi hija, no pondrá peros a tu llegada.
También estarán presentes Stear y Archie, ellos sabrán cuidar de ti en todo momento, se que con ellos tienes muy buena relación.
Hija, porque eso eres para mí en estos momentos, cuando nos encontremos entenderás muchas cosas, y espero me sigas considerando igual a como lo demuestras en tus cartas.
Hasta muy pronto pequeña
Williams A. Andrew
Al terminar de leer la carta, se dispuso a abrir la caja
--Dice mi padre que aquí estará lo necesario para navidad-- y abriendo la caja, exclamó-- ¡Oh! Pero que es esto
En la caja venía un muy elegante traje de chiffon rosa degradado, zapatos, accesorios a juego, un abrigo y manguitos de piel, además en una cajita más pequeña venían joyas para lucir con el vestido, tanto un adorno para el cabello, y un fino collar de diamantes que hacía juego con los aretes, todo muy lujoso y delicado.
Candy no podía creer lo que veían sus ojos, ella no acostumbraba a vestir así, pero tenía claro que algún día tenía que comenzar a hacerlo siendo hija del banquero más importante de todo Chicago. Con todo esto en su cabeza, acomodó las cosas muy bien en la caja nuevamente y lo guardó entre sus pertenencias, hasta el día de la fiesta.
Al otro día, Candy muy temprano en la mañana, recibió carta de Terry, que le comunicaba la imposibilidad de pasar la navidad con ella. Las palabras de su novio la entristecieron en gran manera, pero trató de superar el mal momento, pensando en que ese día tenía que trabajar, puso todo su empeño en hacerlo bien aunque un poco apenada por lo de Terry, pero siempre trataba de estar de muy buen ánimo para sus pequeños pacientes.
Un poco más lejos, días antes de la navidad, en la ciudad de Nueva York, un joven estudiante de arte dramático, sentado en la orilla del escenario del teatro, conversaba en su hora de descanso con su amiga y compañera de estudios Karen
--¿Qué vas a hacer para navidad?
--Saqué pasajes a florida, allá está mi familia y me pidieron ir a casa para estas fiestas de fin de año... y tú, supongo que viajarás a Chicago
--Eso pretendo, pero no estoy muy seguro, también está mi madre y no quiero dejarla sola, pero Candy tampoco tiene compañía-- decía Terry desconociendo que su pecosa ya tendría planes
--Si yo fuera tú...
--Algo que no eres-- fue interrumpida por su amigo
--Ya lo sé pero escucha... yo iría a Chicago, lo digo porque tu mamá por lo menos tiene a Claire y sus compañeros en el teatro en que trabaja, ella no está sola, en cambio Candy...
--Tienes razón, veré como soluciono todo esto
Tan concentrados estaban en su conversación que no se dieron cuenta que eran escuchados por los oídos de una rubia de pelo liso, que quería estropear los planes de Terry de salir de la ciudad. Fueron afortunados de que no tuviera cabeza para relacionar la conversación sobre la madre de Terry.
Susana había perseguido a Terry hasta el cansancio, como las moscas a la miel, recibiendo de vuelta solo rechazos, pero con lo caprichosa que era, cada vez que el actor le aclaraba que la quería lejos de él, se sentía más atraída y se decía que no debía bajar los brazos en su intento de conquistarlo.
Karen, nunca dejaba solo a su amigo, sospechaba que Susana algo haría para poder atraparlo, y se convenció de que tenía razón cuando Sussy conoció de la existencia de Candy.
Pasó que en medio de un ensayo donde se preparaban para dar examen, a Terry le llegó carta de su novia, y quién le hiso el favor de llevársela fue la rubia desabrida y pegajosa de Susana.
--Terius-- lo llamó
--Dime Susana, para que soy útil
--Te llegó correspondencia-- le dijo mostrando el sobre-- y yo...
--¿Porqué la tienes tú?-- dijo queriendo arrebatarle la carta de las manos apenas reconoció el sobre
--Yo solo hice el favor de traerla Terry-- dijo entregando la carta a su destinatario
--Terius, Susana, mi nombre es Terius-- dijo el joven ya cansado de la desfachatez de Susana, y tomó la carta
--Sí ya entendí-- dijo la pelo lacio-- y ¿quién te escribe desde Chicago Terius?-- osó preguntar la muy fresca
--¡Eso a ti no te importa!-- dijo Terry con enfado, pero como si no le hablaran a ella, continuó
--Además huele a perfume barato, de muy mala calidad
--¿Quién te crees para juzgar...?-- ya Terry perdiendo los estribos
--¡Susana ya basta!-- interrumpió Karen, que veía a su amigo hecho una furia por las impertinencias de Susana
--Y que te metes tú, crees que no sé qué quieres quedártelo
--¡Qué te pasa chiquilla mimada!-- dijo Karen empujando a Susana-- a mi no me vienes con tus cuentos y malas interpretaciones
Terry al ver lo que sucedía entre las dos mujeres, previniendo una fuerte pelea, meditó rápidamente la situación, y decidió que si le decía de Candy a Susana, esta última entendería y se retiraría con dignidad. Cuan equivocado estaba...
--Karen, Susana ya deténganse, yo te explicaré de quién es la carta-- esto último lo dijo mirando a Susana (o gusana como muchas la nombran)
--No tienes nada que explicarle a esta... esta...a esta arrastrada-- escupió Karen
--Déjalo hablar, si él quiere explicarme yo lo escucharé-- dijo Susana como si le debieran una explicación
--Está bien, está bien-- dijo Terry, afirmando a Karen que ya se le iba encima a la pegajosa
--Te voy a explicar Susana una sola vez y espero dejes de acosarme-- Susana lo que menos quería era estar lejos de Terry, pero por saber de qué se trataba, hasta lo prometió
--Si tú me lo pides Terius...lo haré, te lo prometo-- dijo la muy mentirosa
--Esta carta con olor a perfume barato como lo llamaste, es de la mujer más hermosa que alguna vez hayas visto
--¡Ahhh! Es de tú madre-- fue la deducción de Susanita
--¡No!... es de mi novia-- finalizó Terry
A Susana parecía que se le escapaba el aire, conocía a Terry desde hace meses y nunca, nunca sospechó que tuviera novia, ella creía que su rival era Karen, y como la veía de tu a tu, estaban a un mismo nivel de cercanía del actor, creía que la colorina era el gran obstáculo en su camino a conquistar el corazón de Terry, conclusión a la que había llegado al ver la cercanía y complicidad que existía entre los jóvenes... pero una novia... eso cambiaba las cosas, la balanza se inclinaba en su contra... aunque si somos sinceros, nunca estuvo a su favor.
--Tu...novia...-- logró decir
--Si, mi novia. Es por eso que te pido de la mejor manera que ya no te acerques a mí, a menos que sea absolutamente necesario
--Pero yo puedo ser tu amiga-- insistía
--No necesita más amigas que a mí-- intervino Karen, y Terry no pudo ocultar una sonrisa divertida
--Pero yo lo quiero escuchar de él-- seguía Susana
--Susana-- llamó su atención Terry-- No necesito más amigas.
A la Susana pegajosa, no le quedó otra más que entender, y bajando su cabeza en clara señal de derrota, tuvo que dar la vuelta y regresar por donde vino. Prometiéndose que había perdido una batalla, en ningún caso la guerra.
Pero ese no fue el único berrinche de la rubia actriz. Otro día Susanita volvió a hacerle una escena a Terry.
Claire había ido a dejar correspondencia para Archie, ya que seguían comunicándose en espera de que el joven terminara su noviazgo, cosa que había tomado ya mucho tiempo, cuando vio entrar a Terry con el mismo propósito, dejar una carta, pero para Candy. Se saludaron con cordialidad. Después de volver de las mini vacaciones en el Hogar de Pony, Terry comenzó a frecuentar la casa de su madre junto con Karen, y la amistad entre ellos se fortaleció. Al ver Terry como era que Claire trataba a su madre, la veía como a una hermana, eso hacía que también existiera un grado de confianza entre ellos.
Terry invitó a Claire a tomar un refrigerio y ella aceptó gustosa un chocolate caliente, no importando si el día era frio o cálido, siempre lo tomaba. Estando en la cafetería, muy concentrados en la conversación que sostenían, Terry no notó el momento en que Susana se hiso presente en el lugar sino hasta que oyó la voz de la chica decir
--¿Así que esta es tú novia Terry?-- gritó la loca descolocando a Terry y asustando a Claire que no sabía que estaba pasando
--De que hablas Susana-- dice Terry al momento de levantarse de su silla
--De que si ésta-- dijo con desprecio mirando a Claire-- es tu novia, la del perfume barato...¡por ella es que no me miras Terry!-- dijo la arrastrada
--¡Cállate Susana!-- gritó Terry
--No, no me callo, quiero ver que tiene de especial esta mujercita-- recordemos que Claire era más bien menudita
--Tiene de especial todo de lo que tu careces-- dijo Terry ya colmado con la actitud de Susana-- Tiene que es una dama, tiene que es una muy buena actriz, tiene que no anda haciendo el ridículo gratuitamente, y tiene que ella no es mi novia y tú la has insultado en forma escandalosa y en un lugar público.
Susana después de las palabras de Terry ya no supo que decir, se había equivocado, pero si él tenía tiempo para salir con otras mujeres, bien podría hacerlo con ella, se decía la mente de pajarito, en ese momento unos hombres enviados por el dueño de la cafetería sacaron a Susana a la calle prohibiéndole siquiera asomarse por ahí.
--Mil disculpas caballero, nunca nos había pasado algo como esto, somos un local decente-- se desasía en escusas es señor
--Ustedes no tienen la culpa, no tiene porque disculparse-- dijo un Terry algo más calmado
Claire estaba muda. No sabía que decir, cuando Terry le dice
--Se llama Susana Marlow, y desde que llegué a Stratford, no ha dejado de acosarme, hace unos días se enteró de que la existencia de Candy y todo ha ido de mal en peor
--¿Y Candy sabe de ella?-- cuestionó la francesita
--No he querido decirle, para qué, ella no está aquí, Susana no le puede hacer nada
--Estás equivocado Terry, una mujer con la actitud de ella puede llegar a ser muy peligrosa
Después de dejar a Claire en casa de Eleanor, Terry se fue a su departamento y escribió inmediatamente a Candy acerca de Susana, siguiendo el acertado consejo de Claire.
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Llegó el día 24 de diciembre, un elegante coche recogía a una muy nerviosa enfermera en el Hospital San José, para llevarla hasta Lakewood, junto a su familia.
Candy no sabía que esperar de todo esto. Su padre adoptivo le había asegurado que todo saldría bien, que la tía Elroy no se portaría descortés con ella, que Stear y Archie estarían ahí. Pero Candy pensaba que también vería a Elisa y Neal, y de esos dos no esperaría nada bueno nunca.
Apenas llegó a la mansión, salieron a recibirla sus queridos primos Stear y Archie, junto a varios de los sirvientes que la ayudaron con sus pertenencias, y entre ellos su amiga Dorothy quien le dijo sería su doncella personal durante su estadía en el lugar.
Adentro la recibió una tía abuela algo cambiada, si bien la saludó con educación, su cara reflejaba todo el rencor y lo poco cómoda que se sentía con Candy en la casa
--Buenos días tía abuela-- saludó Candy
--Buenos días Candice, llegas temprano, te esperábamos para después de almuerzo-- dijo con cara de pocos amigos
--No tía-- intervino Stear-- está usted equivocada, George dijo que Candy llegaría a temprana hora para que dispusiera como ella estimara conveniente
--No me acuerdo haber pedido tu opinión Alistair-- dijo con reproche
--No hay cuidado tía abuela, yo me retiraré a mi habitación, no pretendo cambiar nada de lo que usted ha preparado para navidad-- dijo Candy
--Claro, tú no tienes experiencia en este tipo de menesteres, esto es de damas, no lo enseñan en una escuela de enfermería-- escupió la vetusta mujer
--¡Tía!-- exclamaron los Cornwell
--Bien, me retiro a mi habitación-- dijo sin prestar atención a sus sobrinos nietos-- Juliana-- llamó a su doncella-- que suban el desayuno a mi recámara, de repente no me siento bien-- y se fue
--Lo sentimos Candy-- dijo Archie-- ella sabe que tiene que portarse correctamente contigo, el tío abuelo se lo dijo directamente por teléfono
--La hubieras visto-- dice Stear-- nunca la tía abuela estuvo más enojada, ni siquiera aceptó la visita de Elisa, que se la pasa metida aquí
--Si Candy-- continuaron-- el tío abuelo quiere que te tratemos como lo que eres, su hija. Para nosotros no será difícil, siempre te hemos considerado parte de la familia, siempre has sido nuestra prima-- finalizó el primo inventor
--Yo no quería venir, sabía que sería un problema
--Ningún problema señorita Candy-- dijo George saliendo del despacho
--Señor George, usted aquí
--Si señorita Candy, estoy aquí para servirle en todo lo que necesite
--Gracias señor George, entiendo que el deseo de mi padre es que esté aquí, pero sigo sin entender el porqué o para qué, yo no soy bienvenida-- le parecía extraño llamar padre al hombre que la adoptó y que todavía no conocía en persona, pero sus cartas hablaban mucho de él y de a poco se fue acostumbrando a llamarlo así
--Señorita Candy, deje que le explique, pasemos al despacho
--¿Pueden los chicos venir conmigo?
--Por supuesto, si así usted lo dispone...
--Entonces vamos
Candy había notado que el señor George, había cambiado su forma de tratarla. Siempre había sido cortés y educado, cuidándola y acompañándola cuando era necesario, pero ahora la trataba como si fuera ella la señora de la casa.
--Estoy confundida-- dijo al entrar al despacho, tomando asiento, en un sillón muy cómodo cerca de la ventana
--Ahora aclararemos todas sus dudas
--¿Qué hago hoy aquí?-- Candy comenzó a cuestionar
--Va a asistir a la fiesta de navidad, que todos los años celebra la familia Andrew, como anfitriona
--¡Qué!, pero la tía...
--La señora Elroy, como le dije cuando la visité en la escuela de enfermeras-- comenzó a explicar George-- sabe muy bien cómo dirigirse a usted de ahora en adelante. Cuando usted se encuentre en la casa, será dueña y señora, y cuando se ausente por largos períodos, será la señora Elroy quien tomará su lugar provisoriamente, hasta que usted regrese o hasta que llegue el señor William, su padre
--No entiendo-- dice una Candy muy confundida
--Candy-- dice Stear-- ¿no te has dado cuenta de lo que significa ser la hija del tío abuelo?
--Bueno... yo
--Eres dueña y señora como te decía George, de todo lo que es de él-- dijo Archie con una sonrisa de aprobación hacia su prima
Y Candy dimensionando lo que eso significaba dijo
--Entonces ahora...yo
--Sí Candy, eres la representante del tío abuelo en su ausencia
--Pero ese papel lo cumple la tía abuela-- seguía de terca
--Cumplía señorita Candy, ahora es usted quién tiene ese rol. Recuerde que usted ya fue presentada ante la alta sociedad de Chicago hace años atrás, antes de viajar a Inglaterra (George no quiso mencionar que fue el día de la cacería del zorro en que Anthony perdió la vida), ese día todos fueron consientes de que el señor Williams Andrew tenía una hija. La señora Elroy cumplirá ese papel cuando usted esté ausente-- terminó diciendo George
--¡Oh! Creo que necesito un vaso de agua-- dijo la pecosa casi sin voz, y muy pálida, Archie le sirvió un vaso con el preciado líquido-- necesito descansar....pensar...
--Llamaré a Dorothy-- dice George y sale
--Candy, no te asustes, tú podrás con esto, y tienes todo nuestro apoyo, el de Patty y la abuela Martha, y no olvides a Terry, él nunca te dejará sola-- dice Stear
--Sí Candy-- secundó Archie
Ya instalada en su habitación, que era el mismo cuarto que usaba cuando vivía allí, Candy pensaba en lo que estaba sucediendo, y trataba de ordenar sus ideas
--¡Oh! Terry, si estuvieras aquí me sentiría con mucha más fuerza de enfrentar esto. Si estuvieras aquí-- pensaba la pecosa
Dorothy le había hecho saber a Candy que a la cena de navidad asistirían varias personas que no eran familia, como los Britter, Patty y su abuela Martha, y otros invitados que ella no conocía, y que también estarían los Leagan, Stear y Archie...-- Entonces seremos más de quince personas-- decía Candy
--Mas o menos, pidieron preparar la cena para veinte comensales-- dice Dorothy mientras la ayuda a arreglarse para el almuerzo. Candy había escogido un vestido de media tarde, abrigadito para esos días fríos, tenía un closet lleno de hermosos vestidos, y accesorios que "su padre", había enviado para ella desde París.
--Bien-- suspiró Candy-- estoy lista, bajemos
Dorothy la acompañó hasta el inicio de las escaleras, dándole ánimo, y palabras de aliento que la pecosa agradecía.
Al pié de la escalera, estaba esperándola Stear, para acompañarla hasta la mesa, ya que nadie se podía sentar hasta que ella estuviera presente. Una vez acomodados en sus lugares, entendió que ocupaba el puesto de más alta categoría, a la derecha de Candy estaba la tía abuela y a su izquierda Stear y Archie.
La tía abuela tuvo que hacer de tripas corazón para soportar esa "humillación", que según ella Williams la estaba haciendo pasar. Imponerle a Candy era algo que la anciana no estaba dispuesta a tolerar, pero...
--Tía abuela-- decía la voz al otro lado del teléfono-- no quiero tener que repetírselo, Candice ahora es mi hija y quiero que la trate como tal. Creo haber sido muy claro en la carta que le hice llegar
--Pero Williams, tú no me puedes pedir eso...
--No se lo estoy pidiendo tía... se lo exijo
--¡Qué!, tú exigiéndome-- decía una Elroy roja de furia
--Tía-- hablaba Williams en un tono conciliador-- recuerde que ahora que he estado en Escocia, tomé en mis manos todo el control como cabeza de familia, y la documentación de Candice White Andrew, ya fue presentada al clan, y aceptada por unanimidad
--Eso no significa nada para mi Williams...
--Tía, sé que no voy a poder estar presente para navidad, por eso le pido haga el esfuerzo, de aceptar a Candy, ya que ella desde hace un mes es mi hija en total legalidad
--No puedo aceptarlo...
--Lo siento tía, de ahora en más la tendrá que respetar. George le entregará una carta donde envío instrucciones para la fiesta de navidad, espero la respete
--No puedo...
--Me despido tía. Buenas noches
Esa fue la conversación que la tía sostuvo con Williams, días antes de navidad. Ahí quedó la tía abuela de pié junto al aparato telefónico, cuando este fue colgado por su interlocutor
---Bueno Candice-- dice la tía abuela dirigiéndose a la muchacha-- ¿qué vamos a almorzar?
--Yo, pensé que usted... -- dijo Candy media tartamudeando
--No se preocupe tía abuela-- dijo Stear-- el tío abuelo envió una cantidad de instrucciones para los almuerzos y cenas hasta que Candy se regrese a la ciudad
--Entonces-- dijo Candy dirigiéndose a la servidumbre-- pueden servir, por favor
Y la tía abuela aparte del almuerzo tuvo que tragarse todas las palabras soeces que había practicado para humillar a Candy mientras estuviera en la mansión.
Continuará
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