James respiró profundamente, mientras el silbato sonó y los jugadores comenzaron a lanzar y quitar la quaffle. Dave Facini, otro cazador de Griffyndor, le lanzó la pelota al chico, para que éste saliera con toda velocidad hacia el aro de Hufflepuff, seguido de sus jugadores.
Cuando estaba cerca del aro, vio una figura que se acercaba a toda velocidad. Pudo distinguir que era una budger, pero, antes que el agresivo balón llegara a ella, apareció Sirius, mandandolo muy lejos. Le sonrió levemente, mientras volaba a la otra punta para evitar que otro cazador de Gryffindor fuera golpeado. El azabache lanzó con fuerza la quaffle, logrando pasar entre los brazos del guardián.
-¡Los primeros diez puntos son para Gryffindor, de parte de su cazador, James Potter!- gritó a todo pulmón el narrador, para que luego se escuchara un biroteo de parte de los leones-.
El juego continúo, ambos equipos jugaban como nunca, ya que era el primer partido de la temporada y tenían que posicionarse bien. Hufflepuff no era un mal equipo, pero el de los leones era más feroz. Anna, Sirius y, especialmente, James eran conocidos por ser altamente competitivos, nunca estaban felices cuando perdían, su malhumor abrazaba a todos cuando eso pasaba. Cómo ellos decían, el quidditch no es para tomarse a la ligera.
El marcador iba 130, para los Gryffindor, a 120 para los tejones cuando apareció la dorada snitch. Ambos buscadores comenzaron a volar tras la pequeña pelota. Anna inclinaba su escoba, en busca de más velocidad, el buscador de Hufflepuff la imitó, iban cabeza a cabeza, estirando sus brazos lo más posible para atrapar la snitch. El que lo lograra, ganaría.
James observó como la snitch comenzaba a descender, rozando el suelo. Anna se inclinó, un poco más, para comenzar a tocar el objeto dorado. La chica, al ver que casi tenía en sus manos lo que buscaba y estaba cerca del suelo, saltó de la escoba, tomando por fin la snitch y cayendo con gran fuerza al piso. La tribuna de los leones explotó de aplausos, mientras sus jugadores festejaban eufóricamente.
-¡Gryffindor gana! 270 puntos a 120, los leones rojos se llevan el primer partido de la temporada.- gritó en narrador, mientras los estudiantes de dicha casa entraban al campo, para festejar junto a sus jugadores.
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-¿Qué hacemos?- sonrió el azabache viendo a la chica-.
-Primero esperemos a James y luego a esa fiesta de primera victoria.- planeó Anna, apoyándose contra la pared, esperando a su amigo.
-¡No tengo ganas de fiesta!- dijo, haciendo un pequeño berrinche logrando que Anna sonriera-.
-Espera, ¿tu no quieres fiesta?- la azabache se hizo la sorprendida, mientras Sirius la miraba con diversión- ¿Quién eres y qué hiciste con mi Sirius Orión Black? ¡Habla, maldito! ¡Quiero saber dónde se encuentra el princeso para salvarlo del malvado dragón!
El chico soltó una carcajada, para luego acercarse a ella, quedando solo a unos milímetros.
-¿Tu Sirius Orión Black?- dejó escapar una media sonrisa- Me gusta. No quiero fiesta hoy... me sería más divertido que vayamos a la casa de los gritos a estar juntos.
Anna rió, levantando una ceja. Entendía lo que había insinuado Sirius.
-Oye, no- se defendió el azabache- No quise decir eso. Bueno, a menos que tú quieras que haya dicho eso...- la chica negó, divertida- Bueno, tu te lo pierdes. Solo quería que estemos juntos, no tengo ganas de ir una fiesta, ahí no podremos hablar absolutamente nada. Solo quiero que hablemos, Anna. Bueno, y pasemos toda la noche juntos. Y dormir también, si te parece...
-Suena interesante- asintió Anna.- Esperemos a James y vamos.
El azabache sonrió, dándole un beso en la comisura de los labios, para después separarse, esperando que llegara su amigo.
Luego de unos minutos apareció James, su cabello estaba mojado y en su mano derecha tenía su escoba. Miró a sus amigos feliz, pues había obtenido la victoria y eso lo alegraba en totalidad.
-¿Por qué tardaste tanto, Bambi?- bufó Sirius, cruzándose de brazos.
-Tardé lo que tenía que tardar.
-Jimmy, eres más mujer que yo- rió Anna- Venga, es tarde para la fiesta.
-Sí, mejor vamos- asintió Cornamenta.
-Sobre eso, James... nosostros no vamos a la fiesta-. el nombrado miró al chico de ojos grises con el ceño fruncido -Iremos a la casa de los gritos, estaremos ahí toda la noche.
-Black, pones una mano sobre mi hermana y te corto los dos brazos y tu tercera pierna, ¿entendido?- el chico se había cruzado de brazos, mirando amenazadoramente a su mejor amigo.
Anna vio que Canuto estaba por responder, así que interrumpió antes que comenzaran a discutir.
-Dejalo en paz, James. Juro que no haré nada que no quiera- le dió un beso en la mejilla a su amigo, para después tomar del brazo a Sirius y alejarse antes que James tuviera posibilidad de replicar algo.
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Ambos entraron a tientas a la casa de los gritos, igual que siempre. La única diferencia es que ahora había algo de comida a un costado y que la cama lucía más limpia.
-Ya lo tenías planeado...- sonrió Anna.
-Entre nos, sabía que no me ibas a decir que no- hizo un ademán para que la chica se sentara en la cama, ella hizo caso, para que luego el hiciera lo mismo- Me gusta que hayas aceptado, así podemos pasar más tiempo juntos. Y conocernos.
-Pienso lo mismo- asintió, acostándose en la cama- ¿Cómo pretendes que nos conozcamos?
-Anna Jordan, ésta noche queda prohibido cualquier pregunta u oración que haga que alguno de los dos mal piense, ¿entendido?
La chica rió, pero asintió.
-Está bien. Entonces, ¿qué quieres saber de mí?
-Puesss- se acostó junto a ella, quedando de costado para poder verla-había pensado que sería más divertido si nos sacamos información con preguntas, tipo juego.
-Me gusta... ¡yo comienzo!- sonrió, mientras se ponía de costado, quedando frente a frente del azabache- Mmm, ¿alguna vez tuviste algo serio?
Canuto rió.
-Sí, con una chica de Hufflepuff, no te diré el nombre, pero terminé con ella al mes porque era muy molesta, andaba sobre mi todo el día, no aguanté y bueno, desde ahí juré que nunca más tendría nada serio. ¡Me toca!- hizo como si pensara un momento- ¿Cómo se llamó tu primer novio?
-Se llama Louis, fue como a los 9 años- rió- Terminamos porque no me quiso invitar de su chocolate.
-Woah, recuérdame siempre darte de mi chocolate- sonrió-.
-Espero que lo tengas en cuenta- le devolvió la sonrisa- Sirius, ¿cuál es tu sueño más grande?
El azabache lo pensó por unos minutos, sorprendido por la pregunta.
-Creo que mi sueño más grande es demostrarle a mis padres que soy distinto, que nunca haré lo que ellos planearon para mi, que soy así, rebelde, maleducado y totalmente Gryffindor. Ah, y obviamente eso incluye no aprender artes oscuras-la chica sonrió, para darle un pequeño beso, estaba feliz con esa respuesta-.
-¿Tienes algún hobbie secreto? Todos lo tienen, el mío es arreglar motocicleta muggles.
-Interesante- rió Anna- Pues, tengo dos, lanzamiento de cuchillos y pelea a puño limpio.
-¿Eso quiere decir que si yo intentara propasarme contigo me romperías la cara?
-Básicamente, o clavarte un cuchillo, depende- Sirius hizo una mueca- ¿Tu objeto favorito?
-Una motocicleta que encontramos con James en verano, la estamos construyendo juntos, falta poco para terminarla.
-Luego quiero un paseo en esa motocicleta, por favor.
-Juro que serás la primera después que la probemos con Jimmy- la chica sonrió simplemente- ¿Cuál es el objeto que más amas?
-Pues, una caja con muchos cuchillos, me lo regalaron unas amigas cuando tenía 12, es mi objeto más preciado.
-¿Tenías amigas antes de Hogwarts?- se burló, Anna le dió un pequeño golpe- Auch.
-Sí, tenía amigas- rodó los ojos- Varias. Sirius... ¿por qué no tienes relación con Regulus?
El chico la vio un momento a los ojos, pensando, totalmente sorprendido de esa pregunta. El nunca se había puesto a pensar en eso, simplemente la relación se deterioró desde que el entró a Gryffindor y tuvo su final cuando su hermano había quedado en Slytherin. Soltó un suspiro de cansancio, para luego comenzar a juguetear con el cabello de Anna.
-Realmente no lo sé, Ann. Simplemente dejamos de tener esa relación. Antes éramos buenos hermanos, no peleabamos, el era mi confidente, podía decirle lo que quisiera. Luego, cuando entré a Gryffindor sentí que el se había decepcionado, que esperaba que estuviera en Slytherin, igual que mis padres. Entonces me pasé todas las vacaciones tratando de evitarlo, no podía verlo sabiendo que estaba así. Pero cuando el entró a Slytherin yo estaba furioso, le dije de todo cuando terminó la selección, incluso...- tragó saliva ruidosamente- incluso que yo ya no tenía hermano. Ése año lo evité, el trataba de acercarse, pero lo humillaba. Luego me arrepentí, era tarde, Anna, el estaba más cerca de mis padres y no me veía como antes... siento tanto eso...
Anna le dió una pequeña sonrisa, mientras se acercaba a el, acostándose en su pecho, para que el luego de unos segundos la abrazara.
-¿Quieres que sigamos o lo dejamos aquí, Black?- susurró la chica luego de unos minutos.
-Sigamos, leoncita. Me toca a mí. Tengo una curiosidad de hace mucho, ¿de dónde conoces a mi prima Narcissa?
-Oh, ella es una vieja amiga. Éramos muy unidas antes, cuando yo venía a Inglaterra en vacaciones, siempre estábamos juntas, más otras dos amigas. Fue como mi hermana mayor. Luego, cuando mis padres decidieron ir totalmente a Francia, dejé de verla y la relación se deterioró. Igualmente, la sigo queriendo tanto como lo hacía en esos años.
-Vaya, no me lo hubiera imaginado- le sonrió.
-Hay muchas cosas que no conoces de mi, Black.- rió- ¿Qué es lo que más amas, Canuto?
-Eso no debo pensarlo, definitivamente mi amistad con Remus, Peter y, especialmente, con James.
-Sinceramente, eso me gusta tanto- le regaló una media sonrisa.
-Es algo totalmente cierto de mi, Ann. ¿Libro favorito?
-Fácil, El retrato de Dorian Gray. Amo ése libro. ¿Sabor de helado favorito?
-Chocolate y menta almendrada. ¿Cómo fue tu primera vez?
Anna hizo una mueca, no le gustaba recordar ése tipo de cosas. Se removió un poco, para soltar un suspiro, resignada.
-¿En necesario que sepas eso ahora, Sirius?- susurró la chica, incómoda- Es algo de lo que no me gusta hablar, me incómoda mucho.
-Ann, si no quieres no debes responderlo- le dió un beso en la frente, acariciando la espalda de la chica- Te toca, nena.
-Del 1 al 10, ¿cuánto aprecias a Los Merodeadores?
-10, más si se podría. Son todo para mí. ¿Cuál es tu sueño más grande?
-Mi sueño más grande es recorrer el mundo, sin límites, sin nadie que me obligue a quedarme en un solo lugar. Quiero ser libre- murmuró.
-Te entiendo... a veces quiero lo mismo-asintió Sirius.
-Algún día, Black. ¿Un beso o sexo?
-Oye, qué injusticia. Mira, es raro, con otras chicas prefiero sexo, ni siquiera las beso a veces. Pero mírame, estoy aquí, contigo, sin querer tener sexo. De otras chicas, prefiero el sexo. De ti, solo besos y bueno, que rías en mi oído.- la chica rió- No creas que te estoy mintiendo para que creas que soy tierno y te acuestes contigo, no, realmente es lo que siento.
-Te creo- sonrió, para acomodarse mejor en el pecho del chico, buscando más comodidad- Vas.
-¿Qué te gusta de mí?
-¿Físicamente? Tus ojos y tus labios. ¿Sentimentalmente? Que seas tan fiel con tus amigos y orgulloso
-Qué curioso- rió- siempre dices que odias que sea tan orgulloso.
-Es mentira- sonrió -¿Qué tipo de chicas te gustan?
-No te gustará ésa respuesta. Usualmente me gustan las fáciles, las que no quieren compromisos, que no es necesario que le diga "solo ésta noche" antes del sexo.
-¿Por qué no me sorprende?
-A pesar de eso, me gustas, Anna.- le sonrió, dándole un beso más prolongado que los anteriores- ¿Amas a tus padres?- dijo al separarse.
-Sí, en parte sí. Me dieron todo lo que quise, me amaron como nadie... aprendí a olvidar lo de los entrenamientos y eso. Pero sí, los amo. La última, ¿qué te gusta de mí?
-Definitivamente tu sonrisa, tu astucia y tu pasión por las cosas que amas- la chica sonrió, abrazando al chico- Va, terminamos y a dormir, es muy tarde, señorita. ¿Qué te gusta hacer con un chico?
-Mmm, es difícil, no tengo relación con los chicos, bah, no que dure tanto. Pero gusta, más que nada, charlar, besos, reír, reír mucho. Es unos de los placeres que más me encantan.- le sonrió levemente-.
-Mi querida Leeon, es hora de dormir- sonrió, acomodándose en la cama, sin dejar de abrazar a la chica.
-Oye, no, así no son mis reglas- rió, tomando el mentón del chico, besándolo profundamente, se separó luego de un momento, para darle un corto beso y acomodarse en la cama- Buenas noches, Black.
-Buenas noches, Jones.- le dió un beso en la frente, para luego dormir, al mismo tiempo que ella.