_______.
-¡Oh Dios! Que feo dolor de cabeza.-Chillé al encontrar a Robert, el rió al igual que yo.
-Eso no es una excusa para completar las tareas.-Habló y bufé. Debia estudiar para un maldito examen y completar varias tareas. Gracias a Robert. Tiró el libro de geometria en su cama y lo fulminé, odiaba estudiar y mas con Robert, el te obligaba a leer varias veces y siempre te forzaba la mente con preguntas sin sentido.
-Mis padres vendran mañana.-Murmuré, los odiaba, odiaba su maldito orgullo y su manera de refregar el dinero en la cara de los demas.
-Diles que te quedaras unos dias en mi casa.-Dijo y lo miré. Eso seria una gran idea.
-¡Gran idea!.-Chillé chocando los cinco.-Ellos hablaran con tus padres, recuerda, son sobreprotectores.-Bufé.
Miré a Robert que estaba concentrado leyendo la tarea, se mordió el labio inferior desifrando el problema. Sexy, realmente sexy. Dejó de morderse el labio y lentamente se puso de un color mas oscuro del rosado, Oh Dios.
-¿Que?-Habló, estaba embobada viendo cada movimiento de ellos. Pasó su mano al frente de mis ojos y reaccione.
-Nada, nada.-Dije nerviosa, el asintió y siguio escribiendo. Ya habia terminado y tenia mucha hambre.
Moví el lapiz alrededor de mis dedos, y luego lo llevé a mi boca, mordiendo la madera. Ya comeria el lapiz si no pedia comida.
-Tengo hambre.-Chillé como niña pequeña, Robert rió y me hizo señal de que fuera a la cocina, abrí la puerta y bajé las escaleras. Escuché como la puerta se abrió y cerró, dejando ver a Luke. Me miró y me sonrió como un tonto. Lo ignore y camine hacia la cocina.
-¿Quien te dio permiso para urgar mi comida?-Habló, y me di vuelta para quedarme frente a frente con el. Me puse nerviosa, con el solo hecho de lo cerca que estaba.
-Robert.-Hablé y el negó con la cabeza.
-Nadie toca mi comida sin mi permiso.-¿Estaba bromeando o que le pasaba?
-¿Me dejas comer?-Pregunté.
-Si, pero no comida.-Alzó una ceja con picardia, agh... maldito.
-Yo quiero comida.-Exigí, aunque mis piernas estuvieran temblando al igual que mis manos estaban sudando, y mis nervios estaban peor, podia matarlo aunque sea con un poco de comida.
-Pero esto tambien es comestible.-Habló con un tono picardio. Dio un paso al frente y yo uno hacia atras, manteniendo la distancia de nuestros cuerpos.
-Pero yo quiero COMIDA.-Dije mientras repetia de sus pasos adelantes. El se dió cuenta y solo solto una pequeña carcajada.
-Eres una mal pensada.-Dijo, ¿como queria que no piense mal si el provocaba que lo pensara así? Maldito y sexy bipolar.
Se acercó mas a mí y esta vez no pude retroceder la maldita pared estaba allí. Hizo una sonrisa picara y se mordió el labio inferior. Oh Dios, matame ahora. Mi corazon latió mas rapido mientras los recuerdos de el haciendome daño llegaban a mi mente. Negué y reí, me miró confuso. Y lo empujé, no dejaria que lo hiciera otra vez. Corrí hasta la nevera y saqué una barra de chocolate. Luke tomó la barra de chocolate en un extremo y lo atrajo hacia el, y yo hice lo mismo.
-¡Ya dejame comer!-Chille y el negó tirandolo hacia el. Y asi me atrajo a el.-Mio.-Pronuncié, miré sus ojos y luego baje mi vista a sus labios. Luke soltó el chocolate agarrando mis manos y pegandome mas a el. Recorde que queria vengarme, aunque los nervios me mataran. Tomé la punta del empaque del chocolate con mis dientes y lo tiré, rompiendolo. Mire de reojo a Luke que miraba atentamente. Lleve el chocolate a mi boca y le di un mordisco victoriosa.
-Es mio.-Hablé al fin y Luke alzó una ceja, mostrando una media sonrisa. Me soltó y subio las escaleras. Vaya venganza.