Love in da storm (Harry & tu)...

By Medella14

104K 3.5K 132

Hola, la novela es adaptada, espero les agrade :3 More

Love in da storm (Harry & tu)
Capítulo 1:
Capítulo 2:
Capítulo 3:
Capítulo 4:
Capítulo 5:
Capítulo 6:
Capítulo 7:
Capítulo 8:
Aviso Importante:
Capítulo 9:
Capítulo 10:
Capítulo 11:
Capítulo 12:
Capítulo 13:
Capítulo 14:
Capítulo 15:
Capítulo 16:
Capítulo 17:
Capítulo 18:
Capítulo 19:
Capítulo 21:
Capítulo 22:
Capítulo 23:
Capítulo 24:
Capítulo 25:
Capítulo 26:
Adaptación terminada!
Capítulo 27:
Capítulo 28:
Capítulo 29:
Capítulo 30:
Capítulo 31:
Capítulo 32:
Capítulo 33:
Capítulo 34:
Capítulo 35:
Capítulo 36:
Capítulo 37:
Capítulo 38:
Capítulo 39:
Capítulo 40:
Final:
Epílogo:

Capítulo 20:

2.1K 80 2
By Medella14

Maratón 12/14

No sé cuánto habré dormido, pero una fría brisa se coló por entremedio de la cama y golpeó de pleno en mi rostro. Me desperté un poco desorientado, y mi sorpresa fue enorme cuando vi que _______ no estaba en la cama. Me quité la pierna de Niall de encima y me senté rápido asustado por haber despertado sin ella a mi lado

-Estoy aquí –me giré hacia su voz y la vi sentada junto a la ventana, con una vela a su lado y unos papeles en su mano –no podía dormir.

Lo admito, me sentí más que culpable cuando me dijo eso.

Tomé una manta entre mis manos y me cubrí con ella; el frío a estas horas de la noche se colaba por los huesos. Me acerqué cautelosamente hacia a ella, temía que me frenara y me devolviera a la cama. Pero afortunadamente, no me dijo nada más, siguió con su vista fija en las cartas que leía.

-Qué haces… es tarde, por qué no vuelves a la cama? –y algo que no me esperaba en lo absoluto sucedió.

Una lágrima rebelde se escapó de su hermoso ojo izquierdo. Me asusté, me quedé paralizado ante lo que mis ojos veían. Por qué… qué había dicho, nada malo que yo recordara. Como fuera, verla llora me derrumbaba

-No… no llores, por favor. ¿Qué-qué hice? –se rió, pero era una risa sin ganas…

-No hiciste nada Styles. Mi mundo dejó de girar en torno a ti hace siete meses atrás –auch.

Volteó a verme ante mi repentino silencio; esta vez una sincera risa brotó de su pecho, me resultaba extraño verla sonreír cuando otra lágrima corría por su mejilla. Tuve un raro impulso de correr hacia ella para borrar ese dolor de su rostro, pero me quedé ahí, como una estatua. No entendía por qué últimamente mi cuerpo no reaccionaba como yo quería que lo hiciera.

-Lloro por esto, animal –me extendió una de las cartas con una sonrisa en su rostro, supongo que mi expresión le causaba gracia. Al ver que no me movía, soltó otra risita que me hizo temblar, pero de esa exquisita manera en que lo hacía antes cuando ______ se reía de mis *****; temblaba porque el mundo cobraba sentido al verla sonreír, y me asustaba esa sensación.

La extrañaba tanto, que estaba a punto de volverme loco por volver a verla reír así; ansiaba con desesperación que todas sus risas volvieran a ser mías.

El sonido de su voz era suave, armonioso. Y su rostro se iluminaba cuando lo hacía. Es lo más hermoso que he visto en mi vida…

-Toma, ya no te voy a morder –las palabras que utilizaba me desconcertaban un poco, pero me agrada que por fin vuelva a hablar conmigo.

-Qué son? –logré decir finalmente y me sentí como un estúpido. Una sonrisa irónica se dibujó en su rostro para que una corriente eléctrica encogiera mis hombros sin que ella se diera cuenta

-Son zanahorias… por qué me preguntas Harry, son cartas de casi doscientos años atrás. Pat las encontró y me las dio. Toma… lee una –me acerqué medio tambaleándome hacia ella. Su actitud hacia mi me mareaba un poco.

Estiré mi mano y tomé el papel que su hermosa mano me ofrecía. Aprovechando la ocasión, volví a atrapar sus dedos entre los míos, ella se tensó y levanté mi vista para encontrarme con su asustada mirada. Carraspeó un poco antes de soltar delicadamente mi mano.

-Léela –aparté mi mirada de ella y la concentré en el trozo de papel

Septiembre, 1828

Venezia, Italia

Se entumece mi cuerpo al no poder rodearla con él. Se me acaba el aliento por no ser capaz de tenerla a mi lado. Pero la vida es vil y el destino cruel; nuestro cuerpos llevan años separados, pero mi alma aún estaba junto a la suya.

Pero ya no. Tal vez cuando lea esta carta ya cargue en sus brazos a su pequeño bebé, la honra de su despreciable marido. Juré nunca olvidarla, y tenga por seguro que no lo haré, pero entiendo lo que me dice, nuestro amor ha de acabar. Ahora el suyo es de otra persona; yo me enfocaré en los negocios, en viajar por Europa y en recordar aquellas noches en que se escapó a mis brazos para ser solamente mía; me rehúso a compartirla con alguien más que no sea su hijo… por eso renuncio mi hermosa, no por dejar de amarla. Eso jamás.

En la vida no conocerá a alguien que ame tanto como la amo a usted. Espero me perdone el atrevimiento de esta carta, pero tenía que decirle adiós de alguna manera, rompiendo con el sueño que tantas veces añoré: su mano, su mejilla, sus ojos de lucero.

Sepa usted que esta carta la hice con el dolor en un puño, mi respiración ha dejado de ser acompasada. De solo recordar su suave y tibio cuerpo… que ya no es mío.

No puedo devolverle mi corazón porque se lo ha dejado usted, y sé que a pesar de los miles de kilómetros, usted sabrá cuidar de él. Tal vez, con lo años… vuelva y sea capaz de pedírselo, pero ahora no tengo el valor suficiente.

Adiós. Santiago

-Wow –sí que la amaba. Lo primero que hice fue volver mí vista hacia ________, yo no sería capaz de decirle adiós, aunque me aborrezca y no me quiera en su vida. La amo tanto como éste tipo amaba a su amada.

Estaba contemplándola cuando me alcanzó otra carta

5 de Agosto, 1833

Le he dicho que por favor se aleje de Antonio y que no haga ese tipo de comentarios cerca de él. El pequeño no deja de preguntarme cuando volveremos a visitarlo para que pueda jugar con sus barcos, ya no sé que excusas inventarle a David para que me deje salir a solas con el niño.

Creo que esto se vuelve peligroso, tal vez deberíamos dejar de vernos por un tiempo. Por favor, mi alma también se desmorona cuando no lo veo, pero de tan solo pensar lo que David puede llegar a hacer si se entera… me llena de temor por mi pequeño hijo. Por favor, se lo pido yo… aléjese un tiempo, sólo un tiempo para que pueda pensar.

7 de Agosto, 1833

No me pida imposibles mí querida Agatha, alejarme de usted sería como dejar de respirar… un suicidio con todas sus letras. Y yo soy un hombre racional, usted lo sabe. Sólo seré más cauteloso con lo que digo y con nuestras visitas, pero que me pida dejar de verla… es como pedirle al sol que deje de brillar.

Noviembre, 1837

En mi vida he temido más. Pesadillas me atormentan por las noches, y lo merezco… eso y mucho más. Deshonré a mi familia, engañe a mi esposo; y ahora cargo con la culpa No he podido decirle esto a la cara porque David se ha enterado primero y prohibió mis salidas.

Santiago, estoy embaraza otra vez. Desde que lo vi a usted, no he vuelto a tocar a mi marido. Sé que merece saberlo, pero no sé dónde estará para cuando reciba esta carta, sé que su padre lo ha enviado nuevamente al extranjero para cumplir con sus obligaciones, por eso le digo con tranquilidad pues sé que no vendrá… Por favor, no me olvide.

-Uf… esto es como para ponerlo en una película.

-Mira ésta, ¿no te parece algo familiar?

Le entregué mi corazón, ¿Y así es como me lo devuelve?, hecho jirones por su engaño. Sé que no tengo derecho porque soy una mujer casada, pero toda mi vida supo que mi alma, mi corazón y mi cuerpo le pertenecían a usted por completo. Yo cuide del suyo, lo abracé cuando tenía frío, lo cuide cuando su alma sangraba, y ahora mi alma ya no existe, porque usted se ha encargado de desvanecerla.

Esta vez... no le pido por favor, le exijo que deje de escribirme, que me olvide para siempre, porque eso será lo que yo haré. He perdido al hombre que más he amado en mi vida, mi amante, mi confidente, la razón por la que seguía en pie con la esperanza de que el destino fuera capaz de juntarnos nuevamente, pero como una vez usted dijo, el destino es cruel, y se ha encargado de matar este amor.

Porque eso es lo que usted ha hecho, me ha matado con su engaño.

No soy una mujer cobarde y tengo valores, por eso... me veo en la olbigación de decirle que ha tenido una hermosa hija. La he llamado Florencia, pero sepa usted... que su padre siempre será David.

-Y Santiago no le escribió más?

-Le mandó miles de cartas, pero no encontré ninguna respuesta de ella… -se produjo un silencio que no pude descifrar… algo en el ambiente se había condensado, pero no era ni tenso ni incómodo… era como algo estuviera flotando entre nosotros dos –no lloraba solo por las cartas -Lo sé -lo sé?! ¿Era todo lo que iba a decir?, me dieron ganas de pegarme con un bat en la cabeza por lo ***** que estaba siendo, pero no podía ni siquiera ser capaz de mirarla directo a los ojos. Lo que fuese que había en el ambiente unos momentos atrás, se rompió.

Pude oír cómo se acomodaba para ponerse de pie. La miré rápidamente por temor a que se fuera y no volviera más

-¿Dónde vas?

-A China a dormir un poco, estoy cansada. Tú me agotas –se puso de pie primero estirando un pie y luego el otro. Soltó un gran suspiro cuando se acercó a la cama, pensé que se voltearía para decirme algo, pero se detuvo a ella misma y apagó su vela. Ya en la oscuridad avancé a tientas, pero pude sentir que ella no se movía.

-¿Por qué? –su voz apartaba un tono cansado, agotado, falto de emoción. Pero su pregunta me desconcertó más que cualquier otra cosa en todo el día. No entendía.

-¿Por qué, qué?

-¿Porque te aburriste de mí? – sus palabras cayeron como un balde de agua fría sobre mí, haciendo que me encogiera tanto por dentro como por fuera. Lo que soltó en un susurro no me lo esperaba

-No-no, yo… no, no sé. Es… yo –Maldición, ¡por qué no podía articular una oración!

Tenía claro lo que quería decirle, pero mi cuerpo estaba tan tenso que no me dejo escupir palabra alguna que tuviese sentido.

No me respondió nada, se subió a la cama y no fui capaz de ver su expresión. Hubiera preferido mil veces que me gritara, que me pateara, que me escupiera si quisiera, cualquier cosa menos que se quedara callada, que era signo de que se había aburrido, que el tema la agotaba… y no, yo quería volver con ella, arroparla entre mis brazos y amarla con todo esto que tengo adentro, no sé… no sé qué hacer con todo esto. Duele.

Mi alma está… despedazada también, como esos amantes del siglo XIX que no podían amarse en paz.

Luego de quedarme un rato ahí de pie tratando de calmar mis temblores, me acurruqué a un rincón de la cama, y me sorprendí cuando me di cuenta que el cuerpo que descansaba plácidamente al lado mío era el de Niall y no el de mi ________.

Parpadee en la oscuridad… de seguro se había acomodado entre él y Zayn, no sé cómo, pero lo hizo.

-Buenas noches Harry –se produjo un corto silencio en el que no fui capaz de articular sonido alguno -¿Sabes?, no quería una gran explicación, sólo saber por qué –y luego de oír eso, sentí cómo la cama se movía porque de seguro ella se había acomodado, dando por acabada la conversación… o el monólogo, cómo fuera.

Yo hice lo mismo, lo mejor sería cerrar un poco mis ojos y aclarar el desastre que tenía por cabeza. Pero un segundo antes de cerrar mis ojos, mis labios articularon un ‘te amo’ que no tuvo sonido alguno.

Continue Reading

You'll Also Like

297K 29K 46
[LIBRO 1] No respires cerca de él. No lo mires a los ojos. No le preguntes por su collar. No busques las razones. Es él, la imagen de la perfección m...
226K 23.4K 20
Luego de la gran era de creación de inteligencia artificial, y el primer hombre artificial, las investigaciones e inventos de los científicos de la S...
15.6M 631K 34
Una chica crea un grupo en Whatsapp para conversar con sus amigos, misteriosamente ella sale del grupo una noche, y se mete un "Desconocido" al grupo...