Justin llegó a casa ansioso de contarle a su esposa acerca del negocio que habían logrado hacer en la empresa, estaba emocionado de lo que les esperaba y no podía resistir a que el día llegara.
Bajo del auto con rapidez, ni siquiera se molestó en guardarlo en el garaje, lo único que quería era entrar. Abrió la puerta principal, no había ningún ruido, las luces estaban apagadas y la estancia estaba sola.
-"¿Amor?" Llamó a Selena, pero nadie respondió. -"¿Estas en casa?" Aún sin respuesta. –"¡Eh recibido una estupenda noticia!"
Dejo su maletín junto a su saco en el perchero y camino por la planta baja, pero nada, todo estaba vacío.
Se alarmó cuando escucho en el segundo piso a alguien corriendo y una puerta azotándose. Subió veloz las escaleras preocupado de que alguien extraño estuviera en casa. Al llegar, notó que la puerta del baño estaba entreabierta y la luz encendida. Camino cauteloso hacia ella.
-"¡Selena!" Se asombró al encontrar a su esposa inclinada sobre el retrete.
Sujeto su cabello cuando descubrió que estaba vomitando esperando unos segundos a que pasara.
-"¿Está todo bien? ¿Algo te hizo mal?" La ayudo a reincorporarse. –"¿Ya has ido al médico?"
La chica ignoró todas sus preguntas, únicamente se dirigió al lavado para cepillar sus dientes. Justin la miraba con preocupación. Después de un rato Selena giró para quedar frente a su esposo.
-"Tranquilo, ya eh ido"
-"¿Qué te ha dicho?" Selena sonrió, le gustaba que se preocupara tanto por ella. –"¿Cómo puedes sonreír cuando acabas de devolver toda tu merienda?"
-"Cálmate, mi amor" No se calmó. –"¿Puedes traerme un jersey? Tengo un poco de frío"
Justin salió del baño para dirigirse a su habitación. Al entrar, lo vio. Sobre la cama había una prueba de embarazo junto a un chupete, los tomo entre sus manos tratando de acomodar sus ideas. Tardó unos segundos en reaccionar.
-"No lo creo" Murmuró.
-"Lose, yo tampoco lo creía"
Giro aun asombrado. Selena estaba apoyada sobre el marco de la puerta con una gran sonrisa en su rostro. Justin miró de nuevo la prueba que tenía en la mano y regreso la vista a la chica.
-"¿Seremos padres?" Preguntó con la voz temblorosa.
-"Seremos padres" Afirmó Selena.
Sonrió, los ojos se le cristalizaron y por un momento se sintió débil. Camino rápidamente hacia su esposa, antes de que ella pudiera reaccionar ya lo tenía aferrado a su cuerpo con la cara enterrada entre su cuello.
-"¿Cuánto tiempo tienes?" Se separó para mirarla a los ojos.
-"Dos meses"
Justin sonrió aún más, si eso era posible. Llevaban dos años casados y uno intentando quedar embarazados, pero no habían tenido éxito. El doctor les dijo que solo tenían que tener paciencia, pero parecía que no lo lograrían, hasta ahora.
-"¿Qué era lo que querías contarme?"
-"No, ya no importa, esta noticia es mucho mejor que cualquier otra"
-"Aun así quiero saberla" Insistió.
-"Es acerca del trato con Londres, firmamos un contrato por un año, pero tenemos que mudarnos a ese lugar. Le dije a Max que nosotros podíamos ir"
-"Suena estupendo"
-"No iremos" Dijo neutral. –"Haya llevaríamos una vida agitada, no podría atenderte como mereces y mucho menos ahora"
-"Es un cliente importante, no puedes dejar pasar esta oportunidad" Dijo exaltada. –"Puedes ir, no me pasará nada, ya vendrás cuando tengas tiempo, solo es por un año, cuando vuelvas estaremos juntos"
-"No, nada es más importante que mi familia"
-"Pero Justin..."
-"Pero nada, yo me quedó" La interrumpió antes de que pudiera continuar. –"Le diré a Max que envié a alguien más, no me alejaré de ti"
-"Piénsalo bien, han hecho demasiado para conseguir ese contrato"
-"No necesito pensarlo" Sujetó las mejillas de Selena. –"Te amo, y no voy a dejarte sola en esto" Se arrodilló frente a su esposa. –"Además, por nada me perdería el nacimiento de nuestro bebe" Acarició la piel bajo su blusa. –"A ti también te amo, y tampoco te abandonare" Dijo enternecido dejando un beso sobre el estómago de la chica.
*********************************************************************
Justin observaba atento el monitor frente a ellos mientras el doctor colocaba el gel sobre la piel de su esposa. Era el primer ultrasonido y tanto él como Selena estaban emocionados de ver a su progenitor. El doctor pasó el transductor y momentos después las imágenes pudieron ser observadas.
-"Aquí, justo aquí" Señalo el doctor en la pantalla. –"Este bulto es su bebe"
Las miradas de ambos eran de sorpresa. La imagen apenas era clara, pero ya con tres meses de embarazo se podía notar al individuo dentro del vientre de Selena.
-"Es muy pequeño, muy frágil" Murmuró Justin.
-"Tiene que ser pequeño, amor" Entrelazó su mano con la de su esposo. –"Es un bebe, nuestro bebe"
Justin giró la vista hacia Selena, quien tenía una enorme sonrisa sobre su rostro, él por su parte estaba muy sentimental con los ojos ya cristalizados.
-"Gracias" Le sujetó una mejilla. -"Gracias por él o ella, por darme la oportunidad de ser padre"
-"Amor, no lo hice yo sola"
-"Lose" La voz se le corto. –"Pero sin ti no hubiera sido posible" La besó.
***********************************************************************
Era emocionante para ambos saber que en pocos meses serían padres, pero estaban un tanto preocupados por lo que pasaría cuando tuvieran a su bebe en casa. Ya habían decorado la habitación que ocuparía el nuevo integrante de la familia, aunque aún faltaban algunos detalles.
Semanas después de su boda, habían decidido mudarse al lugar en donde todo comenzó, la antigua ciudad en donde pasaron toda su niñez y adolescencia, y que ahora era el sitio de su nuevo hogar. Justin se hacía cargo junto a Max de la empresa en esa zona, mientras que Logan se quedó con la antes administrada por el hermano menor. No fue difícil hallar la casa, quedaron fascinados con la segunda propiedad que visitaron y no esperaron demasiado para adquirirla. Era una casa grande, con dos pisos, un jardín frontal, una hermosa estancia en la parte de atrás, piscina y enormes ventanales que dejaban pasar gran cantidad de luz al interior de todas las habitaciones ¿Qué pasó con la cabaña? Era el lugar que más visitaban en sus días libres, quedando únicamente como casa de campo.
-"¿Qué tal si lo colocas ahí?" Selena señaló una esquina de la habitación.
Justin cargo el sillón hasta el sitio que su esposa le indico, justo como lo hizo las dos veces anteriores, pero a ella parecía no convencerle la ubicación de aquel mueble.
-"No...creo que tampoco es buen lugar" Reflexionó Selena. –"Se vería mucho mejor cerca de la cuna"
-"Amor, ya lo eh puesto ahí hace unos instantes"
-"Pero estaba demasiado cerca, tal vez estando más lejos se vea mucho mejor"
-"Estoy agotado" Reprochó Justin sentándose en el sillón que acababa de colocar. –"Eh estado toda la tarde moviendo muebles por toda la habitación"
-"Lose, pero quiero que todo este perfecto para nuestro bebe"
-"Amor, la habitación luce bastante bien, creó que estará contento con los resultados" Se levantó.
-"¿Enserio lo crees?" El chico asintió. –"De acuerdo, se quedara así"
-"¿Qué quieres hacer ahora? Tenemos cuatro horas antes de que lleguen tus padres" Sonrió insinuantemente.
-"No sé porque me preguntas cuando sabes la respuesta" Lo besó.
***********************************************************************
Justin despertó al instante de sentir a su esposa sentarse sobre la cama. Observó la hora, 3:47am era lo que marcaba. Se reincorporó para estar en la misma posición que Selena.
-"Sandía" Fue lo único que la chica dijo.
-"Son las cuatro de la madruga, mi amor" Dijo Justin un poco soñoliento. –"Te comprare sandia al amanecer"
-"Pero la quiero ahora"
Y como todas las noches anteriores, un puchero era suficiente para convencer a Justin de levantarse en la madrugada a buscar sandía por toda la ciudad. Diez minutos después ya estaban dentro del coche en busca de la tan deseada fruta.
-"No hay nada abierto, será imposible encontrar una sandía" Frenó Justin en el semáforo en rojo. –"Podemos esperar, ya solo faltan unos horas para el amanecer"
-"Es demasiado tiempo, quiero comerla ahora"
El gesto se repitió. Después de quince minutos y un puchero, Justin había logrado conseguir la fruta con éxito. Afortunadamente era la fruta favorita de Kendall, Justin solo tuvo que ir a su apartamento a conseguir un pedazo para su embarazada esposa.
-"Aquí esta, debes amarme más por esto, fue difícil despertar a Max y aún más difícil convencer a Kendall de que me diera la sandía" Dijo entrando al coche para entregarle su antojo a Selena.
-"Gracias, pero..."
-"¿Pero? Eh conseguido la sandía ¿Y tienes un pero?"
-"Ahora quiero pastel"
-"No puedes ser" Estrelló su frente contra el volante sabiendo la larga madrugada que le esperaba.
******************************************************************
La noche había caído y Justin estaba por terminar sus últimos deberes en la oficina. Ya estaba planeado que llevaría a su esposa a cenar, no lo hacía desde hace ocho meses que era el tiempo que llevaba de embarazada, pero creía que sería un gesto lindo después de todo el dolor que ha tenido que pasar al estar cargando a su hijo por tanto tiempo. Era casi la hora de irse cuando recibió una llamada.
-"Alfred"- No dio tiempo a que su chofer hablara, y si, aunque se mudaron de ciudad, Justin se encargó de llevar junto a él a sus más leales empleados, como Alfred. –"Ya estoy por salir, los espero en el restaurante"-
-"Su esposa no se encuentra en casa"- Avisó.
-"¿Cómo? Pero ella sabía de la reservación para esta noche"-
-"El de seguridad me dice que hace unos minutos un taxi la recogió"-
Justin quedó confundido, Selena sabía de la reservación para la cena, y él estaba seguro de habérselo recordado por la tarde durante su llamada. La preguntaba era, ¿A dónde pudo haber ido?
-"Gracias Alfred, puedes ir a casa"- Colgó.
"No de nuevo", pensó Justin al recordar los viejos días en donde planeaba sus costosas cenas con Ariana, cenas que ella olvidaba por estar con Nathan.
Observó el ramo de lilis que había pedido horas atrás, tomó el teléfono pensando lo que haría segundos después.
-"Daisy, necesito que canceles la reservación" Dijo desanimado viendo los papeles sobre su escritorio.
-"¿Cancelar? ¿Por qué la quieres cancelar?" Reconoció la voz al instante.
Levantó la vista contemplando a Selena en el umbral de la puerta con una enorme sonrisa y un vestido que la hacía lucir hermosa.
-"No Daisy, olvídalo" Colgó el teléfono poniéndose de pie frente a su escritorio. –"¿Qué estás haciendo aquí?" Preguntó a la chica.
-"Alguien me habló de un atractivo hombre de negocios en esta empresa" Dijo coqueta.
-"Es peligroso que andes sola por la ciudad montada en un taxi, él bebe puede nacer en cualquier momento" Justin estaba realmente angustiado.
-"Quería darte una sorpresa, no te enfades" Se acercó al chico de ojos marrones.
-"No me enfado, me preocupo que es distinto" La abrazó acercándola todo lo que su vientre le permitía.
-"De acuerdo, no lo hare más" Lo besó.
-"¿Así que un atractivo hombre de negocios?" Continuó el juego.
-"Si, pero no logro encontrar a Max por ningún lado" Justin solo rió por la broma de su esposa besándola aún más.
Después de una hora ya estaban en la mesa del restaurante. Era una terraza muy bien decorada, Justin se había encargado de reservar toda el área para ellos dos, y aunque para Selena los lujos no eran algo necesario, Justin pensaba que era lo mínimo que podía hacer para el amor de su vida.
-"Dame tu mano" Pidió Selena colocando la palma de Justin sobre su vientre.
Faltaba poco para el nacimiento de su primer hijo, de cual ya sabían el sexo, un niño, y aunque durante el proceso hubo algunas complicaciones, todas habían sido libradas y ahora estaban listos para cuando el momento llegara.
-"Es su piecito" Murmuró Justin sintiendo los ligeros golpes que su hijo daba.
Se inclinó colocando su oído contra el vientre, en seguido otro golpe sobre su mejilla. Selena observó a Justin quien no paraba se sonreír sorprendido por lo que sentía.
-"Estamos ansioso por conocerte" Habló con su bebé. –"Mami y yo prometemos cuidarte, incluso cuando seas un adolescente y solo quieras tenernos lejos de ti"
-"Le gusta tu voz"
-"¿Cómo lo sabes?"
-"Se ha calmado cuando comenzaste a hablar, como si estuviera escuchándote"
La vida de ambos en ese momento no podía ser más perfecta y alegre. Ahora estaban casados con la única persona que realmente han amado, eh iban a tener un hijo juntos. Cuando se conocieron nunca ni en sus más locos sueños creyeron que terminarían enamorados, pero no se arrepentían de nada, eran felices y estaban juntos, era lo que importaba.
************************************************************************
Eran cerca de las cuatro de la tarde cuando Justin recibió una llamada. Observó la pantalla de su celular, Kendall estaba intentando comunicarse con él. Dudo por un momento en responder, pero después de una discusión interna, lo hizo.
-"¿Qué sucede Kendall? Creí que estaba claro que en horas de tra..."-
-"Selena tiene contracciones"- Lo interrumpió. –"Vamos hacia el hospital, te veo ahí"-
-"¿Ella está bien?"- Se puso de pie inmediatamente tomando su saco para salir.
-"Dentro de lo normal"- Respondió Kendall acelerada. –"Apresúrate"- Colgó.
No espero ni un minuto para abandonar su oficina. La noticia había logrado agobiarlo y las emociones dentro de él no ayudaban demasiado.
-"Que tengan listo mi auto, ahora" Ordenó a Daisy que lo miro con confusión.
-"¿Está todo bien, licenciado?"
-"Él bebe ya viene" Dijo con emoción en la voz. –"Daisy, el auto por favor" Presionó el botón del ascensor esperando a que se abriera frente a él.
-"Ahora mismo" Tomo el teléfono para dar la orden. –"En hora buena, joven"
Y como lo ordenó, el auto ya estaba listo cuando llegó a la parte baja del edificio. Avanzó por la avenida principal a una velocidad que nunca antes había alcanzado con cuidado de no romper ninguna regla de tránsito. Al llegar al hospital, preguntó en recepción por la habitación de Selena y en pocos segundos ya estaba al lado de su esposa.
-"¿Cómo te sientes?" Le preguntó sentándose a la orilla de la camilla junto a ella.
-"¿Recuerdas la vez que me caí del columpio oxidado?" Justin asintió. –"Esto es diez mil veces peor"
Una contracción la hizo dar un sonoro gemido de dolor, Justin la miró con preocupación eh incluso un poco de culpa al no poder hacer nada para evitar que Selena sintiera esas fuertes contracciones.
-"No sé el motivo por el que estaban juntas, pero gracias por traerla" Dijo Justin directo a Kendall que esperaba sentada en uno de los sillones del costado.
-"Cosas de chicas" Se puso de pie. –"Voy a avisar al resto de su familia, los dejo solos" Kendall abandonó la habitación.
Justin volvió la mirada a Selena quien no paraba de soltar pequeños quejidos por el tormento que estaba sintiendo. Trato de distraerla y animarla, pero entre más tiempo pasaba lo dolores se volvían más intensos haciendo casi imposible resistirse a ellos.
-"Lamento esto" Le besó la mano. –"Sé que no ayuda de mucho pero, si pudiera hacerlo, haría que esos dolores estuvieran en mí y no en ti"
-"Amor, no soportarías tener más de tres contracciones sin llorar de dolor" Respondió Selena.
-"Pero no quiero verte sufrir"
-"Solo es temporal, ya llegará el momento de felicidad y alivio cuando tengamos a nuestro bebe en brazos" Sonrió.
-"¿Ya has pensando en el nombre?" Preguntó el chico.
-"Me gusta Emory"
En ese instante Justin recordó la primera vez que escucho aquel nombre, aquel niño de ojos grises del aeropuerto que logró cautivarlo con su mirada y la inocencia de sus palabras.
-"Justin" Lo sacó de sus pensamientos. –"Prométeme que pase lo que pase, siempre vas a cuidar de nuestro hijo"
-"Amor, nada pasara" La miro a los ojos tratando de convencerla de aquello.
-"Solo promételo"
-"Esta bien, te prometo ser el mejor padre para nuestro bebe, cuidarlo, educarlo y no dejar que nada ni nadie lo haga infeliz" Selena sonrió. –"Ahora tu prométeme que todo saldrá bien, que pasaremos por este parto juntos, y en unos días nuestro bebe estará en casa y nosotros disfrutando de su presencia"
Justo en el momento en que Selena planeaba responder, Max y Kendall entraron por la puerta, seguidos de los padres de la chica. Después de algunas horas de charla y seguidas contracciones que solo le provocaban dolor a Selena, la enfermera decidió que ya era hora de iniciar con el parto.
Llevaron a Selena por los pasillos hacia la habitación ya preparada para iniciar con el proceso. Justin se colocó la vestimenta adecuada para evitar cualquier infección y una vez listo entro junto a su esposa para esperar a oír el primer llanto de su pequeño bebe.
-"Bien, Selena" Habló el doctor ya en posición para recibir al individuo junto a otras dos enfermeras. –"Cuando te diga, comenzaras a pujar ¿De acuerdo?"
De inmediato Selena tomo la mano de Justin apretándola para así calmar un poco sus nervios. El chico de ojos marrones también estaba nervioso, pero en ese momento solo debía permanecer sereno para ser el apoyo de su esposa.
-"Ahora" Pidió el doctor.
Selena comenzó a pujar, su rostro mostró dolor de inmediato y Justin podía notarlo por la enorme fuerza que tenía al apretar su mano.
-"Lo estás haciendo bien" La alentó el médico.
Las venas de su cuello comenzaron a sobresaltarse por la cantidad de esfuerzo que estaba poniendo. El agarre con la mano de Justin cada vez era más fuerte, tanto que el chico llegó a pensar que en cualquier momento le quebraría los dedos, pero no se quejaba porque sabía que ese dolor no era nada comparado con lo que su esposa sentía en ese instante.
-"Respira" Dijo Justin retirándole un mechón de cabello de la cara.
-"Continua, Selena" Animó el doctor.
Ella continúo pujando. El sudor de su frente comenzó a deslizarse por el largo de su rostro, eh incluso algunas lágrimas que caían al instante.
-"No puedo hacerlo..." Dijo Selena con la voz agotada.
-"Vamos, mi amor" Le besó la mano por segunda vez en aquel día. –"Lo estás haciendo bien"
Tomo otra audible respiración y siguió pujando. El doctor le pedía que siguiera, pero los gritos desgarradores le hacían ver a Justin cuando estaba sufriendo ella.
-"Justin, no puedo...enserio no puedo"
-"Vamos, falta poco" La miro directo a los ojos. –"Puedes lograrlo, mi amor"
-"Por favor, no puedo hacerlo"
Justin ya con lágrimas en los ojos observó al doctor que seguía concentrado en su labor.
-"Es demasiado" Le dijo con la voz rota, realmente le dolía ver a Selena en ese estado.
-"Tienes que continuar, Selena" Le exigió. –"Tu bebe necesita salir, hazlo por él"
Justin observó de nuevo el rostro de su esposa el cual en cada momento mostraba más y más tortura. Otra lágrima junto a un grito salió de ella cuando intento pujar de nuevo.
-"¡No puede hacerlo!"
El chico se salió de control al ver cuánto estaba sufriendo ella, esto provocó que le alzara la voz al médico.
-"Ya casi lo logras" El doctor lo ignoró y continuó pidiéndole a Selena que siguiera pujando.
El medico entendía lo mucho que ella estaba sufriendo, pero no podía detenerse en ese momento cuando él bebe estaba a punto de salir.
Selena pujo por última vez con toda su fuerza. En un segundo se escuchó el llanto del bebe. Justin lo miró, era demasiado pequeño y frágil, pero estaba feliz de que al fin lograra salir. Volvió la vista a su mujer y en ese momento el electrocardiógrafo emitió un pitido, señalando que algo estaba mal.
-"Amor..." Selena comenzó a perder el conocimiento rápidamente.-"¿Qué está sucediendo?" Preguntó angustiado.
-"Tiene que salir ahora" El doctor intentó sacarlo de le habitación.
–"¡NO! ¡Amor mírame!" La tomó del rostro intentando llamar su atención, pero fui inútil. –"No puedes hacerme esto, ¡Amor, despierta!"
-"Por favor señor, retírese"
-"¡Resiste! ¡No puedes dejarme!" Comenzaron a retirarlo a la fuerza. –"¡Nuestro bebe te necesita! Yo te necesito" Lo sacaron.
Podía observar por la ventanilla de la puerta como las enfermeras colocaban a su hijo a un costado atendiendo de inmediato a Selena. Observó las mantas bajo ella, estaban llenas de sangre y sabía que no era normal.
–"¡SELENA!" Gritó ya estando en el pasillo, esto llamando la atención de las personas alrededor, incluyendo su familia. –"¡No, Selena por favor!" Rompió en llanto cayendo al suelo. –"¡MI AMOR!"
Max intentó reincorporarlo en cuanto llego a su lado, pero era imposible. Después de unos minutos el doctor salió informando que Selena había sufrido una hemorragia postparto y era necesario operarla de inmediato. Prepararon lo necesario y la llevaron al quirófano para iniciar con la operación. Lo único que les quedo a todos, fue esperar.
Las horas pasaron, dos para ser exactos y Selena aún seguía dentro. Justin no paraba de caminar de un lado a otro del pasillo ansioso de que el doctor saliera para darle noticias.
Durante ese periodo de tiempo, le informaron que su bebe ya estaba en la incubadora, así que de inmediato se digirió a esa área para ver su hijo.
-"Hola, pequeño" Dijo a través del cristal desde donde se podía ver al bebe durmiendo. -"Soy papi, y estoy feliz de al fin conocerte" Dijo con la voz tranquila, porque en ese momento ver a su bebe era lo único que lograba calmarlo.
Lo observó con detalle por más de dos minuto. Tenía el cabello castaño y una nariz bastante pequeña. Justin deseaba que abriera los ojos para ver si lucían como los de Selena, o tal vez a los de él. Tenía ambos manos en puño y por momentos hacia pucheros durante su siesta que le recordaban a ella. Siguió mirándolo recapitulando lo que horas atrás había prometido a Selena.
-"No te preocupes, saldremos de esto juntos" Colocó la palma de su mano sobre el cristal. En ese momento, el bebé sonrió, lo que igual dibujo una sonrisa en el rostro de Justin.
El doctor no tardó más tiempo en salir de la sala de operaciones. Justin quedó totalmente estupefacto con la noticia, todos los presentes lograron escuchar lo mismo y todos ellos quedaron concentrados en la sala de espera aun pasmados por el suceso, pero a Justin no le importo que todos estuvieran presentes. Caminó de vuelta por los pasillos hacia a las incubadoras, con los ojos cristalizados y la mirada decaída, no importándole ya nada; estando ahí, solo se quedó observando tiernamente a su bebe, y con todo el amor que ya le tenía desde el momento en que supo que existía, colocó nuevamente su mano sobre el cristal para sentirlo más cerca, y con toda la sinceridad, murmuró.
–"Estaremos bien, Emory"
------------------------------------------------
Uno más...