Gracias a Dios ninguna patrulla estaba cerca o pudo percatar mi alta velocidad, al llegar me bajé tropezándome, buscándola con la mirada algo desesperada, me metí en el mar de personas que ya estaban borrachas y drogadas bailando alocadamente. Di vueltas y vueltas sin lograr encontrarla, su teléfono parece que estaba muerto y nadie la había visto, cuando me percaté vi al imbécil de Alex con otra chica en sus brazos, me acerqué a él furiosa.
—¿¡Donde está!? —Lo empujé un poco llamando su atención.
—¿¡Pero que te pasa!? —Dándome un leve empujón también.
—¡Camila idiota! —Algunas personas ya estaban prestándonos más atención.
—¡No te conviene hacer un show aquí! —Lo mire incrédula.
—¿Como? ¿¡Y si lo hago que!? —Grité.
—¡Baja el tono! —Ya eramos el centro de atención en un círculo que ya se había formado.
—¡Si me lo dices tú me vale! ¡Poco hombre! —Rió irónicamente.
—No voy a ofenderte porque seas lesbiana y quieras algo con mi novia, créeme no me molesta lo considero algo sexy pensándolo bien. —Su tono de voz era algo desagradable. —Pero el día que hagan algo recuerden pasarme la invitación. —No aguanté y le di un golpe en su cara con todas mis fuerzas, haciéndolo retroceder unos pasos, miró lentamente la sangre en su mano que provenía de su labio.
—¡Esto si me molesta! —Me sujetó por mi chaqueta. —¿Te crees muy hombre? —Trataba de defenderme, pero mi mano me dolía creo que me la había lesionado. —¡Camila nunca se irá de mi lado! Yo soy el soporte monetario de su estúpido hermano y ella!
—Si claro, pero eso no se lo das de gratis. —Sujetándome un poco mas fuerte.
—Y, ¿Cuando las cosas en esta vida lo son? —Escupí su rostro, llevándolo al límite haciendo que me diera un puñetazo en mi cara, caí al piso, me dio varias patadas haciéndome gritar de dolor.
—¡Lauren! —Se oyó un grito viniendo de lejos, que después de segundos sentí que mi cuerpo fue sujetado por unos brazos, elevé mi cabeza un poco y era ella, sus ojos se veían desesperados al mirarme.
—Camila.. —Dije en un hilo de voz.
—Tranquila no digas nada, solo discúlpame. —Vi a otro chico levantarme y de allí perdí la razón.
A la mañana siguiente, mis ojos dolían, bueno a quien quiero mentirle todo mi cuerpo me pesaba, estaba en un sitio diferente que no era mi cuarto, al mover mi cabeza, miré que en mi mano estaba una venda que la envolvía, y toqué algunas curas en mi abdomen que dolían como el infierno también. Vi hacia la puerta y estaba Zoey.
—Por lo menos estas viva... —Me dijo acercándose hacia donde me encontraba. —¿Como te sientes? —No dije nada. —Resumo que mal.
—Y, ¿Camila? —Aun mi voz se escuchaba débil.
—Fue a dejar al pequeñín en casa de mi tíos por un tiempo, hasta que todo esto pase, ya debe estar por llegar. —Me quise levantar, pero fue inútil ya que volví a caer. —Hey hey, aun no puedes hacer esos movimientos bruscos.
—Zoey, lo menos que quiero causar es problemas —Negó.
—Es que tu no eres el problema, tu eres la solución a ellos —Me sonrió —Ya te traigo un poco de café.
Tardó unos cuantos minutos, para aparecer después con algunas tostadas, frutas y el café mencionado.
—Gracias... —Dije con algo de pena.
—No te preocupes tienes que recuperar fuerzas —Asentí —Ya le llamé a Letty, le dije que estabas conmigo, sé que estaba preocupada.
—Si, pude imaginarlo, después de lo de anoche no supe mas de mi teléfono. —Trataba de comer pero no podía dejar de pensar en que mi mano dolía demasiado.
—Creo que es un lesión mas grave de lo que imaginé, me iré en unos minutos al hospital si quieres vamos para que te revisen mejor. —Me comentó sujetándola delicadamente.
—¡Yo la llevaré! —Miramos hacia la puerta y era Camila, su cabello era un desastre y su semblante también, pero maldición aun así se veía hermosa.
—Camila creo que debes descansar un poco —Dijo Zoey.
—¡Lo sé! Y no te miento, estoy cansada pero aun no puedo dormir, se me hace increíble como mi propia mente juega conmigo. —Se abrazaron.
—Tengo que irme, las espero por allá! —Antes de retirarse se giró —Por cierto Camila cuando pase otra emergencia así, que espero que no, solo dímelo de una vez, estudié medicina puedo manejar cosas como éstas y mas esto que es un nivel bajo. —Le sonrió y se retiró.
—¿Como vas con eso? —Me preguntó acercándose lentamente.
—Es complicado, y aun más cuando mi cuerpo duele a rabiar. —Se sentó a mi lado.
—Déjame ayudar, estas aquí por mi después de todo. —Fruncí mi ceño.
—No pienses eso, fui yo la que se salió de control. —Me pasó la taza de café.
—Fue porque yo te llamé, si no, no fuera pasado nada. —Negué —Gracias por ir de todos modos.
—¿Por qué te comportas así? —Pregunté algo molesta.
—¿A que te refieres? —Dejo las cosas a un lado.
—Sabes a lo que me refiero, unos días atrás era todo amor y cariño, y hoy te comportas tan seca y sin emoción! —Alcé mi tono de voz, estaba muy molesta ya era suficiente.
—¿¡Pero es que no te estás viendo!? ¡Mira como te dejó! ¿Cuando vayas a casa que dirás? Que tu ojo morado, tu labio roto, y los golpes en tus costados, son por? —También estaba muy alterada.
—¡Sabes que haría cualquier cosa por ti! Y esto no es nada, algo se me ocurrirá! Camila sabes que me gustas! Pero esta situación no se va a volver a repetir! —Se levantó riendo irónicamente.
—¿Y como hago? Si no me dan trabajo, lo poco que puedo hacer no me alcanza para nada, tengo un hermano que mantener y mis propias necesidades!
—¡Pues tendrás que elegir! ¡Porque será cuando a ti te de la gana decir que es suficiente! Es que lo tienes que hacer ya. —Arreglaba su cabello con furia hacia atrás.
—¿¡Que te crees tu!? ¿La dueña de mi vida? Eres una recién llegada, lo que me pase te debe importar un carajo. —Me quedé en silencio cuando sus gritos hacia mi cesaron.
—No, no soy nadie.. —Dije despacio, tome una fuerte respiración, para tomar un gran impulso y poder levantarme, cuando lo hice, gemí un poco de dolor.
—Lauren cuidado, ¿Que estas haciendo? —Se acercó a mi.
—¡No me toques! —Dije fuerte —Te debe importar un carajo esto que me pasó, ¿No es así? —Como pude tomé mis cosas y salí, a paso lento muy lento, pero dando lo mejor de mi.
—No no no, no quiero que mal entiendas! ¡Por favor Lauren vuelve a la cama! —Zoey, quien aun no se había ido, me miró desde la cocina y solo asintió resignada.
—Gracias por todo Zoey. —Seguí caminando hasta abrir la puerta.
Bajé las escaleras, y sentía su presencia detrás de mi, necesitaba ratos largos para volver a recuperar el aliento era muy difícil caminar en estas condiciones.
—No seas terca, vuelve a casa.. —Me dijo con un tono de voz muy tierno.
—Eso hago.—Respondí indiferente.
—Lauren por favor. —Me sostuvo por el brazo haciéndome detener.
—Camila no es lo que tú o yo quiera, es lo que se dé con el momento o al tiempo. —Bajó su cabeza. —Yo no te pedía que te casaras conmigo de una vez. Pero mientras yo coloco todo de mi parte tu te alejas.
—Pero es que no es fácil. —Gruñí pesadamente.
—Ay no! No no no! No quiero que me vengas con estas ridículas cosas típicas de novela, que no es fácil, que es complicado, dame tiempo, etc! —Quería responder, sabía que quería decir algo, pero se lo impedía. —Mientras tú pides tiempo, alguien más lo aprovechará. —Me giré para continuar caminando.
—Solo si tu lo permites que lo aproveche.
—Yo no soy quien para detener lo que va a ser bueno para mí —Dije alto para que lograra escucharme, si, mis palabras fueron dolientes, pero yo no perdería mi amor propio por buscar el de Camila, la quería ayudar, pero si no lo permitía, es algo que se sale de mis manos.
(Camila)
Entré de nuevo a casa y quise contener mis lágrimas, no quería perderle, hace poco tenia sus suaves y carnosos labios sobre los míos y, ¿Ahora? Sus duras y verdaderas palabras. Miré como Zoey se sentaba a mi lado.
—A mi ni me mires. —Dijo negando mientras revisaba su bolso. —Es tu...
—Culpa lo sé.. —Comenté de mala gana.
—Tampoco me hables así. —Crucé mis brazos y desvíe mi mirada.
—Es que, por mas que quiera irme con Lauren, estar con ella, hacer que mis días sean mejores por ella.
—Entonces admites que te gusta no? —Me levante exaltada.
—Claro que me gusta! Zoey por Dios eso se me nota y hasta yo lo sé.
—Entonces, ¿Que es lo que te hace querer siempre echarte la culpa o hacerte la víctima? —Coloqué mis manos en mi cintura y caminé un poco por el lugar, pasaron unos minutos. —¿Camila? Estoy hablando contigo..
—Yo no la merezco Zoey, ella es como el premio mayor que yo jamás podía ganar por mis propios méritos, yo soy un desastre.
—Pero ella te quiere así Mila, y cuando es de esa manera vale más el amor, ya que está amando la parte que tu mas odias...
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