Emma
Una vez que los amigos de Regina se habían ido le pedí que se subiera al auto mientras hablaba un momento con Neal.
-Emma, ten cuidado con lo que haces o dices.
-Esta todo bien Neal solo quiere que llegue bien a su casa.
-No voy discutir ahora sobre tus verdaderas intenciones, solo ten cuidado.
-Ve a buscar el auto antes de que se haga más tarde.
-Como sea.
Lo vi alejarse y subí al Mercedes de Regina en silencio, esperamos unos segundos a Neal ya que nuestro auto se encontraba bastante alejado, en ese momento aproveche para pedirle la dirección de su casa y la escribí en mí GPS segundos más tarde Neal comenzó hace señas de luces detrás de nosotras, arranqué el auto y me abrí camino al centro de la ciudad. Me quedé perdida en mis pensamientos un buen rato, sabía que Regina no tenía la culpa de nada y Neal tenía razón ella no sabía a quién se parece y de cómo me afectaba la situación pero no podía evitar la irritación que me provocaba saber que estaba casada y que aún así me había buscado durante tres semanas después de haberlo conocido en una fiesta. Seguimos el viaje en silencio un buen rato no sabía cuánto tiempo iba a soportar la incomodidad, vivía más lejos de lo que creía desde el bar a su casa teníamos casi cuarenta minutos de viaje. Suspiré y seguí concentrada en la ruta tenía miedo de mirarla, no sabía qué decir actúe de manera impulsiva y no tenía ninguna excusa para mí comportamiento inapropiado después de un rato me habló en voz baja pero no logré entender lo que decía así que le pedí que me lo repitiera una vez más.
-Gracias, por llevarme.
-No hay problema.
-No tenías porque hacerlo.
-Claro que si, no estás en condiciones de manejar y tus amigos no se veían con intenciones de evitar que lo hicieras.
No pude evitar contestarle de mala manera el hecho de pensar que iba a volverse sola a su casa en su estado me volvía loca. Está de más decir que se puso a la defensiva por mi comentario pero estaba en todo su derecho de hacerlo yo simplemente era una desconocida.
-No tienes idea de lo que hablas.
-Claro que si, estaba ahí y vi como te dejaban ir sin más.
-Kathryn no iba hacerlo es mi amiga y se preocupa por mi.
-Si tu lo dices.
Contesté irónicamente sin poder evitarlo, dos segundos después me estaba arrepintiendo de mis palabras. La miré de reojo, estaba roja de la ira y sumado a la cantidad de alcohol que tenía en sus venas provoque que su lengua se aflojara.
-¿Que pasa contigo? ¿ni siquiera me conoces y ya crees saber lo que es mejor para mí?
-No estoy diciendo que es lo mejor para ti.
-Entonces por qué actúas así apareces de la nada echando a mis amigos y llevándome sin permiso.
-Yo no oí quejas ni alguna negación porque lo hiciera además acabas de agradecerme porque te estoy llevando ¿Quien te entiende?
Gruño molesta y se cruzó de brazos girando el rostro hacia la ventanilla. Creí que la discusión había terminado pero comenzó hablar de nuevo.
-No eres quien para decirme lo que debo hacer.
-Lo sé y no fue mi intención solo me preocupe. No soportaría que algo malo te suceda.
Eso último fue un pensamiento que se me salio, maldecí internamente por lo idiota que había sido. Regina se giró rápido y me clavó la mirada.
-¿Porque?
Me alcé de hombros quitándole importancia, era mejor que mantuviera la boca cerrada como había dicho Neal. Bufó y volvió su mirada a la ventana otra vez fruncí el ceño ante su reacción algo me dijo que no estaba enfadada solo por mi intromisión.
-¿Qué quieres de mí Emma?
-¿Que?
-¿Qué quieres de mí? No me conoces en absoluto y actúas de una manera sobreprotectora como si te perteneciera y no solo eso la otra noche me dijiste algo que estoy segura que tuvo una doble intención.Luego mandas a Mery Margaret a que me invite almorzar porque no tienes las agallas suficientes para hacerlo tu misma y para colmo cuando me ves sales corriendo del lugar.
-¿Disculpa? La que debía estar preguntando eso soy yo, nos conocimos en el café un día y esa misma noche en la fiesta no paraste ni un segundo de coquetear conmigo de una manera extraña debo agregar y con respecto a la otra noche te pusiste celosa de Graham, no me mires así sabes bien que tú comentario sarcástico fueron celos pero resulta ser que estás casada, la que no entiende nada de lo que está pasando aquí soy yo porque además de todo esto Neal me dijo que estuviste yendo al café durante tres semanas seguidas buscandome.
-Nunca le dije que te estaba buscando.
-Lo dio por hecho. Dime Regina ¿fuiste a buscarme al café esas tres semanas si o no?
-Si.
-Pero estás casada.
No supo qué decirme y se quedó en silencio, lo más extraño de todo fue que ni se inmutó cuando nombre a sus esposo parecía como si no lo tuviera en cuenta pero era imposible quien se olvidaría que está casada.
-Es complicado pero esto no tiene nada que ver con Robín.
-¿Como puedes decir eso?
-Emma escucha mi matrimonio es una mentira pero no es momento para explicarte nada de eso lo único que me importa en este momento es que me estás volviendo jamás me sentí de esta forma con nadie pero desde que te conocí mi mundo está patas arriba no se que me pasa, no se que hacer pero no puedo evitar sentirme así cuando estoy contigo o cuando no lo estoy porque desde que te conocí no puedo dejar de pensar en ti y me está quemando la cabeza.
Estaba muy frustrada y no paraba de mover las manos cuando hablaba. No supe qué decir, acababa de decir que sentía cosas por mi y yo no estaba preparada para oírlo, volví a fijar la mirada en la carretera tratando de controlar mis emociones.
- No trates de ignorarme se que a ti te pasa lo mismo lo veo en tu forma de mirarme.
Maldije internamente por supuesto que lo había notado si cada vez que la veía me quedaba mirándola como un cachorro enamorado apreté la mandíbula y seguí mirando al frente pero no lograba concentrarme en el camino.
-No te conozco lo sé pero aún así todas mis paredes se caen con solo verte. ¿Sabes porque esta noche estuve en ese bar?
-No.
-Por ti necesitaba dejar de pensarte por un momento, después de ver en la forma que te fuiste cuando Robín llegó al café me sentí morir, me sentía culpable y no entiendo porque si ni siquiera nos hemos besado como para sentirme culpable porque me viste con el.
Estaba más confundida que nunca no podía seguir manejando mientras me decía todas estas cosas sin pensarlo dos veces me hice aun lado del camino parando el motor y me voltee a verla.
-¿Quieres besarme?
-¿En serio Emma? ¿Después de todo lo que te dijo te quedaste solo con eso? ¿Que pasa contigo, la humanidad te volvió más idiota o que?- pensé.
No se cuando pasó pero de un momento a otro tenía sus labios sobre los míos supongo que mi pregunta sonó más como una invitación que un simple cuestionamiento por supuesto no me resistí lo deseaba tanto o incluso más que ella.
Fue un poco brusco al principio sentí su frustración descargada en ese beso después de un momento nos separamos y me miró a los ojos con temor se quedó esperando con miedo mi reacción por lo que acababa de pasar cuando reaccione la tomé suavemente de la nuca y la traje hacia a mi otra vez. El segundo beso fue más suave quería que se sintiera segura y demostrarle que no había nada que temer con mi lengua roce su labio inferior pidiendo permiso para entrar en su boca separó un poco los labios y pude acceder a ella, su lengua rozó la mía con delicadeza al sentir su sabor me volví loca era algo imposible pero su boca se sentía igual a la de ella incluso después de todo el alcohol que había consumido todavía sabía a manzanas, deliciosas y jugosas manzanas presione más su cuerpo contra el mío y profundice el beso tanto que el aire comenzó a sentirse sumamente pesado no se como ni en qué momento pero terminó sentada sobre mis piernas instintivamente lleve mis manos debajo de su blusa, necesitaba sentir su piel la situación, se sentía tan bien tenerla en mis brazos. Un golpe en el vidrio nos hizo volver a la realidad corte el beso rápido y me voltee a ver hacía la ventanilla, Neal parado con los brazos cruzados y un gesto de enfado al verlo Regina se ocultó en mi cuello evitando hacer contacto con él, se aferró a mi cintura avergonzada y decidí evitar que sufriera la humillación de tener que ver a Neal a la cara así que le hice señas a mi sobrino de que me esperara un momento me dijo algo que no logré entender y se fue detrás del auto.
-Ya se fue.
-Oh Dios santo.
Se incorporó y me miró a los ojos su rostro estaba todo colorado. No se si era la vergüenza o por el beso acalorado que hacía minutos antes habíamos compartido.
-Tranquila hablaré con Neal y vuelvo en un momento.
-Emma yo…
Corrí un mechón rebelde de su rostro y se lo coloque detrás de la oreja.
- Lo hablaremos luego ahora debo tratar con Neal.
-Gracias.
Volvió a su asiento y baje, me acomode un poco la ropa y me acerque a Neal que estaba esperando de brazos cruzados apoyado sobre la parrilla del Camaro, metí las manos en los bolsillos y me detuve frente a él no sabía que decir lo miré apenada porque la situación se me había ido de las manos literalmente.
-¿Emma qué carajos?
-Yo… no sé qué decir.
-Las perdí en la ruta me preocupe de que algo hubiera ocurrido y resulta que estaban… no puedo ni terminar la frase.
-Lo siento mucho no me di cuenta que comencé acelerar estábamos discutiendo y tuve que parar el auto antes de chocar contra algo.
-¿Y cuál es tu excusa de la situación que acabo de ver?
Me rasque la nuca, no había excusa solo que no pude evitarlo necesitaba besarla, sentirla y que me haya dicho todas esas cosas me hicieron perder el sentido.
-No hay excusa… perdí el control.
-Se que al principio quise que esto ocurriera tal vez de alguna forma retorcida el destino te estaba hablando y por eso la puso en tu camino pero está casada no es correcto lo acaba de pasar.
-Lo sé, pero no pude evitarlo.
-Será mejor que yo la llevé a su casa.
-No, está muy avergonzada porque nos sorprendiste la llevaré yo prometo controlarme.
-No creo que sea conveniente.
-Neal confía en mí, por favor.
-Bien pero que sea rápido ya son casi las tres de la madrugada y David estará preocupado por no tener noticias nuestras.
-Si, no te preocupes la dejaremos en su casa y luego nos vamos.
Asintió a regañadientes y subió al Camaro, cuando volví al auto la encontré completamente dormida no intente despertarla porque si lo hacía la promesa que le había hecho a mi sobrino se iría al demonio. Me había perdido mirándola que no que estaba tardando demasiado, Neal comenzó hacer señas de luces para que arrancara el auto, antes de volver a a la ruta lo mire por el retrovisor y continuamos. Un par de minutos después llegamos a su casa me pareció cómico que Regina se hubiera sorprendió por nuestra casa cuando ella misma vivía en una mansión. Al llegar a la entrada vi las luces de la casa encendidas así que me detuve en la vereda no sabía si era bueno o malo encontrar despierto a su esposo.
Neal se bajó y golpeó la ventanilla otra vez.
-Creo que su esposo está despierto veo movimientos por la casa.
-Ve tu no se si pueda enfrentarlo sin romperle la cara.
-Emma…
-¿Quieres arriesgarte?
-Eres imposible.
Giro los ojos con molestia y se abrió camino a la entrada, la puerta se abrió unos segundos después de que Neal golpeara, el castaño se asomó con una sonrisa en la cara pero cuando vio el Mercedes de Regina salió preocupado de camino al auto mi sobrino le explicó que la trajimos para evitar que algo le pasara ya que no se encontraba en condiciones para manejar. Nos agradeció varias veces por lo que habíamos hecho yo simplemente no dije nada solo me quede observando como la despertaba. Regina abrió los ojos y lo primero que hizo fue buscar con la mirada a alguien al verme sonrió feliz pero cuando noto que su esposo estaba a su lado su cara se transformó se incorporó como pudo y salió del auto con ayuda del castaño.
-Gracias por traerme.
-No hay nada que agradecer, era lo correcto no podíamos dejarte ir sola.
-Aun así gracias.
Ambos asentimos y los dejamos ir, subimos al Camaro y antes de arrancar me quedé viéndola entrar en los brazos de él. Un nudo se formó en mi garganta y salí a toda velocidad por la calle, si lo de esa tarde me había dolido después de probar sus labios era inexplicable lo que sentí en ese momento.
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Regina
Esa mañana una luz cegadora me despertó de repente parecía que tenía una lámpara de mil voltios frente a mis ojos. Mi cabeza estaba a punto de estallar, me que sentía morir y sabía exactamente por qué era, la noche anterior había salido con Kath y Fred y siempre que salía con ellos terminaba de esa manera. Me acosté de costado y mire el reloj que estaba en la mesa de luz, eran las diez de la mañana volví a girarme y suspiré alegre estaba aliviada porque había tenido la brillante idea de tomarme el día libre por lo que había ocurrido la tarde anterior. Me quedé viendo el techo tratando de recordar lo que había ocurrido, si bien era normal terminar de esa forma cuando salía con Kath algo en mi interior me decía que había algo más que sólo un par de copas extra.
Flashback
Llamé a Robín para avisarle que cenaría con Kathryn y su esposo, me respondió de inmediato diciendo que él tendría un largo rato más en la oficina ya que las cosas no habían salido tan bien como creía con el contrato que esa tarde su padre había firmado. Guarde el celular y me dirigí al bar de siempre, cuando llegué Kath y Fred ya estaban sentados en una mesa charlando animadamente con una cerveza cada uno en cuanto los vi sabía que la noche no terminaría bien pero necesitaba más que nunca una buena copa de vino me acerqué a ellos con una sonrisa y Kath se levantó para abrazarme hacía casi dos meses que no nos veíamos, el trabajo nuevo me mantenía muy ocupada y me era imposible verla. Fred también sé levantó y me dio un beso en la mejilla antes de dejarme su lugar junto a mi amiga me senté a su lado y un mozo se acercó a tomarnos la orden, sin mirar la carta pedí una copa de vino y una hamburguesa con queso. Fred y Kath amaban ese lugar decían que servían las mejores hamburguesas del mundo, la verdad es que la comida chatarra no era lo mío pero de vez en cuando me daba un permitido. Luego de tomar las órdenes el mozo se alejó con una sonrisa.
-Bien amiga, dime qué anda pasando.
-¿Porque tiene que pasar algo?
No hacía falta hacerme la desentendida, Kath sabía muy bien que algo me estaba pasando me conocía mejor que mi madre.
-Quieres jugar hacerte la tonta o vamos al grano directamente para poder disfrutar la noche.
Suspiré aunque era mi amiga y la adoraba con todo mi ser, su brutalidad para decirme las cosas me seguía molestando un poco. Fred se río y hablo para sacarme del momento incómodo.
-Que tal si disfrutamos de la noche igual hace tiempo que no vemos a Regina si algo nos quiere contar lo hará en su momento.
Kath lo fulminó con la mirada pero finalmente accedió y nos pusimos hablar de cosas banales. Llegó la comida y les conté sobre cómo iban las cosas en mi vida desde que había asumido la dirección en el hospital, no me había dado cuenta que nombre a Emma más de una vez desde que les conté sobre la fiesta de bienvenida.
-Espera, espera. ¿Quien es esa tal Emma?
-La cuñada de la doctora White. ¿porque?
-¿Y ya la conocías? Antes de ir a esa fiesta.
-No, la conocí el día de la fiesta ¿porque?
Se miraron un momento y ambos voltearon a mi con una ceja levantada, fue un tanto extraño y aterrador pero cuando comenzaron a reír me desconcertaron por completo.
-¿Qué es tan gracioso?
-Oh Cariño estás loca por ella.
Casi escupo todo el vino en sus caras, comencé a toser sin parar y Fred palmeo mi espalda un par de veces para calmarme.
-¿Que? Claro que no, que dices Katheryn. ¿estas loca o que?
-Tranquila no es para tanto.
-Si Regina no tienes porque mentirnos somos nosotros sabemos todo sobre Robín.
-Pero no, no es así
Kath me clavó la mirada con ese gesto insolente que solía poner cuando me quería hacer hablar de cosas que no le incumben pero no había nada por hacer ya me habían descubierto, largué un bufido y tomé un trago de vino.
-Bien, es verdad me gusta pero no se que me pasa yo no soy así y ni siquiera la conozco.
Tome de un trago lo que quedaba del vino, llame a la camarera para pedir otra copa pero Fred se adelantó sin que pudiera decir nada.
-Mejor que sea una botella creo que esta noche es para largo.
-Queremos saber todo de ella.
-No se nada de ella. Sólo nos vimos un par de veces.
-¿Como que un par de veces?
-En la fiesta, después en el hospital y hoy al mediodía pero eso no salió tan bien.
-Bueno cuéntanos todo y no escatimes detalle.
Les conté cómo nos conocimos, la noche del hospital y como me quiso agradecer por haberla llevado pero que el momento se arruinó porque Robín llegó y me beso frente a ella. La verdad no sabía porque había hablado tanto sobre el tema si ni siquiera yo tenía en claro que me pasaba pero supongo que después de una sexta copa de vino las cosas empiezan a salir por sí solas.
-Wow Regina la tipa también está colada por ti.
-Fred no seas ordinario pero mi esposo tiene razón Regina esa chica también siente algo por ti.
-¿De qué diablos hablan? No nos conocemos es imposible que sienta algo por mi.
-Bueno tal vez sólo sea atracción sexual.
-Pero no lo sabrás si no te arriesgas.
-No puedo hacerlo ya sabe que estoy casada y no creo que le agrade la idea ya les conté su reacción al verme con Robín.
-Pero explícale cuál es su situación.
-Es verdad tal vez lo entienda.
-¿Están locos? Ni siquiera yo comprendo la situación con Robín.
Esa no era una forma de vida para cualquiera. No quería hacerle eso a Emma parecía haber sufrido mucho en su pasado y no tenía intenciones de meterla en esa locura porque aunque hubiera querido separarme de Robin no era una opción no al menos hasta que mi madre desapareciera del mapa y eso era imposible. Emma se merecía algo mejor de lo que yo podía ofrecer.
-Esta bien tienes razón es una situación complicada pero tienes que entender nuestro entusiasmo desde que te conozco y eso es toda la vida jamás te he visto ilusionada por alguien te recuerdo que por ese motivo aceptaste el arreglo con Robín.
-Lo se y es por eso que me asusta todo este asunto jamás sentí nada por nadie hasta llegué a pensar que era alguien sin sentimientos y de un momento a otro conozco a Emma y mi mundo está dado vuelta no se que hacer.
Seguía tomando sin darme cuenta cuando baje la copa me sentí bastante mareada pero no le di importancia y seguí tomando. Les pedí cambiar de tema no quería pensar mucho más en ella al final comprendieron y comenzaron a contarme sobre ellos, Fred por su parte había conseguido el puesto de director en la escuela que tanto quería y Kath por su lado había logrado hacer la venta de una propiedad muy importante ese mes por eso tomaron mi llamado como excusa para salir a festejar nuestros últimos logros profesionales. Mi celular sonó y era un mensaje de Robin diciendo que recién estaba llegando a la casa y que al no ver mi auto quería asegurarse de que estaba bien cuando ví la hora me levanté de inmediato mareandome y me volví a sentar, hacía casi cuatro horas que nos encontrábamos ahí charlando y tomando debía volver a casa se suponía que estaba con licencia por salud y me encontraba ebria en un bar a las dos de la mañana. Los chicos entendieron cuando les expliqué la situación y pedimos la cuenta. Kath no me dejó pagar nada usando la excusa de que Emma no era la única rubia que podía invitarme una comida. Salimos del lugar riendo por lo que Katheryn había dicho no podía casi ni caminar estaba tan mareada que había olvidado mi saco en la silla, Fred se ofreció a buscarlo y volvió a entrar.
-Gina déjanos llevarte por favor no estás en condiciones de manejar.
-Tranquila Kath de verdad estoy bien.
-No, no lo estás no puedes ni caminar y el que vayas pensando en la rubia tampoco te va a ayudar.
Me reí por su comentario era una idiota. Fred llegó a nuestro encuentro y se abrazó a Kath mientras nos acercamos al auto.
-¿Gina estás segura de poder manejar?
-Claro no ez la primera vez que lo hago.
Qué hablará como ebria no me iba ayudar pero me pare firme y puse mi mejor cara de sobria o eso creía.
-Fred y yo podemos llevarte.
-No voy a dejar mi auto aquí.
-Déjala amor está bien es Regina ella puede.
Kathryn estaba a punto de protestar cuando de la nada apareció la rubia que tanto me comía la cabeza me quedé en shock.
- ¿Qué hace aquí o Dios y estoy ebria?- pensé.
No quería que me viera en estas condiciones. No logré decir más nada que su nombre, me apoye en el auto como pude mientras Kath y Fred se volvieron a verla con mi misma expresión de sorpresa.
-Regina.
Estaba a punto de decir algo cuando Neal apareció detrás de ella.
-¿Hola Regina como estas?
Parecía asustado, no entendí porque pero tampoco entendía mucho que estaba pasando en ese momento.
-Hola Neal.
-¿Estas bien? ?Necesitas que te llevemos?
¿Tanto se notaba mi borrachera? Trate de fingir un poco mi estado y me negué ante su invitación.
Kath carraspeó para llamar mi atención.
-Oh lo siento les presento a Kathryn Midas y su esposo Frederick, son mis amigos.
-Un gusto.
Neal fue sumamente educado y los saludo pero Emma se quedó callada y clavó su mirada en mi.Después de un momento bastante incómodo hablo.
-¿Estás segura? No creo que estés en condiciones de manejar.
Quien diablos se creía para decirme que hacer. Maldije internamente si su mirada no me afectara tanto la hubiera mandado a volar en cuanto me dijo esas palabras.
-Es lo que yo le digo pero no quiere dejar su auto aquí.
Sin apartar su mirada de mi le habló sin ningún tipo de respeto a Kath y Fred. Neal frunció el ceño molesto.
-Pueden irse mi sobrino y yo nos encargaremos de que llegue a salvo a su casa.
-Parecía una broma pero no, de verdad había de echado a mis amigos. Si que era decidida cuando quería algo. ¿Acaso eso significaba que me quería a mi? Regina estás muy ebria concentrate.-
Mire a kath y Fred qué me sonrieron alentando a que me vaya con ella entonces sin más acepté su idea y me despedí de ellos. Kath por lo bajo me pidió que le contara todos los detalles cuando llegara a casa, se fueron y me quedé sola con Neal y Emma, ella le dijo que nos iríamos juntas en mi auto y que el nos debía seguir con el suyo subí al auto y no porque ella me indico si no porque no me podía mantener parada como pude me acomode en el asiento del acompañante y ellos se quedaron un momento hablando afuera,m cuando Emma subió me pidió la dirección de mi casa para colocarla en el GPS. De primer momento el viaje fue en silencio hasta que intente agradecerle lo que estaba haciendo pero la maldita rubia parecía estar de mal humor porque fue totalmente fuera de lugar las cosas que me dijo y eso provocó que me enfadara y terminamos discutiendo. Estoy segura de que dije cosas que no tenían sentido pero creo que en ese momento con toda la cantidad de alcohol que había consumido si lo tenían, lo peor de todo fue que termine confesando lo que siento por ella en algún momento de la discusión se estacionó en la banquina y me preguntó si la quería besar o eso creo la verdad no me importó cuál era la realidad del momento solo se que me lancé a sus labios y ella me respondió por supuesto que fue el peor beso que pude dar en mi vida estaba tan frustrada y tan ebria que fui bruta al besarla. Cuando nos separamos en busca de aire comprendí la gravedad de lo que había hecho por suerte ella no lo tomo mal y volvió a besarme pero con un completa dulzura que me hizo perder la razón además su sabor era delicioso tenía una mezcla perfecta entre vainilla, canela y miel. No se en que momento paso pero la temperatura de la situación había subido demasiado y terminé sentada sobre sus piernas Emma llevó sus manos debajo de mi camisa y cuando estaba a punto de tocar uno mis pechos alguien golpeó el vidrio del auto, nos alejamos rápido y oculte mi rostro en su cuello me sentí sumamente avergonzada de que alguien nos pudiera ver en esa situación pero me perdí en el olor de su piel y no me importó nada de lo que estaba ocurriendo. No tardó mucho en deshacerse de quién haya sido el entrometido, alce la vista y cuando la mire a la cara me pareció ver lo mas hermoso del mundo, sus mejillas estaban rosas y tenía los labios hinchados por los besos que nos habíamos dado tenía muchísimas ganas de volver a besarla pero cuando me dijo que debía hablar con Neal me quise morir, había olvidado que él nos estaba siguiendo. Quise decir algo pero no dejo que terminara, me acarició el rostro provocando que me sintiera segura. Me acomode en el asiento otra vez y la vi salir volví la mirada hacia la ventanilla, la cabeza me daba vueltas y no sabía si era por el alcohol o los besos que me había dado. No estoy segura en qué momento perdí la consciencia pero cuando abrí los ojos me encontré con ella y sonreí hasta que vi a Robin a mi lado me incorpore en el asiento y el me ayudó a salir del auto, sentí que el momento fue por demás incómodo aunque el resto no pareció inmutarse, les agradecí lo que habían hecho por mí y nos despedimos. Robin me llevó camino a la casa entre sus brazos porque no podía dar ni un paso recto, no había comprendido la gravedad de la situación hasta que cerró la puerta de la mansión detrás de nosotros en ese momento me sentí vacía otra vez y mucho peor que antes, ya no tenía excusas para buscar un culpable de mi mal estar, la culpa era solo mía, la había besado y la deje sola mientras yo me iba con Robin frente a sus narices.
Fin del flashback.
Me cubrí el rostro con la almohada, no podía creer lo que había pasado. Definitivamente era una Idiota al fin tuve las agallas para besarla y decirle lo que sentía y lo había hecho completamente ebria, no solo me bastó con eso sino que también me fui con Robin sin decirle nada. Me levanté y me preparé para ir a buscarla, esperaba que estuviera en la cafetería ese día teníamos que hablar sobre lo que había pasado no podía quedar las cosas así tenía que explicarle la situación, lo de Robin, mi vida, todo.