Me armo de valor para no temblar y camino firme sobre las blancas baldosas del lugar minimalista y me sitúo frente a su escritorio.
-Jane Miller...- dice en tono bajo, un escalofrío corre por mi espina dorsal al escucharlo mencionar mi nombre. La sombra de una sonrisa se asoma por su bello rostro y sé con claridad que está disfrutando como me hace sentir.
-Permíteme presentarme con propiedad, nuestra primera impresión no fue la mejor.- él tiende su mano con largos dedos hacia mi.
-Soy Zayn Malik.- estiro mi mano luego de nombrarme y tomó la suya, él con un firme apretón de manos hace que me sienta inferior, como nena pequeña. Retiro mi mano y me dispongo a observarlo. Su cabello es oscuro, casi negro, hermosos ojos color miel, labios carnosos y algo moreno... La perfección humana.
-¿Quieres sentarte? Hay varios temas que me gustaría discutir contigo. -Dice poniéndose de pie, tomando mi muñeca y arrastrándome hasta la mesa, empujando una silla para ponerla a mi disposición, « ¿Quien dice que este hombre quiere meterte su polla y follarte hasta perder el conocimiento? ¡Nadie!» mi subconsciente dice con histeria. Veo a Zayn desaparecer de mi lado, comienzo a sentirme más tranquila. Me dispongo a observar los coloridos peces que nadan con tranquilidad en el enorme acuario que se encuentra a un lado de la mesa.
-Son hermosos, ¿no?- dice a mi lado, MUY a mi lado, sobresaltándome por su repentina presencia. Suspiro y asiento algo anonadada por la cantidad de peces que habitan en aquel acuario.
-¿Gustas un trago?- «¡Alcohol!» mi subconsciente grita con una mueca de repugnancia.
Niego inmediatamente ante aquella oferta. Zayn me mira alzando una ceja pero no dice nada. Camina hasta llegar a una silla unos pasos lejos de la mía y toma asiento.
-Bien Jane... Cada juego tiene sus reglas, por eso he pedido reunirme contigo, nosotros discutiremos las reglas que yo impongo y que tú debes obedecer.
Zayn alarga un documento hacia mí, lo tomo entre mis manos y leo detenidamente las palabras ennegrecidas y mayúsculas: "Código de la sumisa. Normas de obediencia a seguir..."
•La sometida deberá obedecer sin objeciones las reglas de su amo.
•La sometida aceptará cada actividad sexual, sin argumentar donde y cuando.
•Se someterá a él y a obedecer sus órdenes solamente.
•La sometida sólo se limitará a hacer su trabajo, no tiene derecho a juzgar u opinar sobre las decisiones que sean tomadas, incluyendo las decisiones es que giren a su entorno.
•Se someterá a un ayuno para mantener su cuerpo en forma. También hará ejercicio tres veces por semana con un entrenador propio.
•La sometida deberá descansar como mínimo siete horas diarias.
•Visitará el salón de belleza escogido por su propietario y se someterá a cualquier tratamiento si el amo lo encuentra oportuno. •Deberá ir limpia y depilada en todo momento.
•Estará sometida a un tratamiento psicológico y ginecólogo sin reservas u objeciones.
•No saldrá de la vivienda si no es necesario, de ocurrir lo contrario será acompañada por un guardia de seguridad, en todo momento.
•Por seguridad de ambos, al igual que el amo, esta deberá someterse a pruebas de transmisión sexual, por protección.
Alcé la mirada, Zayn me observaba como si estuviese esperando una reacción de mi parte. Sólo me dediqué a mantener mi rostro impasible, no le demostraría que me incomodan sus órdenes por más que quiera.
-¿Algo en lo que estés en desacuerdo?- preguntó él. «Todo está a la perfección, no tienes idea de cuánto quiero que entierres tu polla en mis adentros.» Mi subconsciente dice con deje de sarcasmo.
-Uh, todo está bien.- digo en un suave murmuro alzando la mirada hasta que se encontró con aquel par de ojos mieles. Sus ojos recorrieron mi cuerpo y un escalofrío se produjo en mi cuerpo, era una de esas miradas que te desnudaban y te hacían sentir como la presa de un feroz león. Zayn sonríe levemente.
-Me gusta tu actitud, Miller.- dice sacando de su empaque la cena y colocándola frente a mi.- Es para ti. Come- ordenó. - ¿A qué se debe?- preguntó sentándose frente a mí.
-Reglas son reglas, Sr. Malik. De que me sirve oponerme a sus normas si al fin y al cabo tendré que obedecerle.- él sonríe, ahora enseñando la perfecta hilera de dientes blancos.
- Son muy sabias tus palabras, Jane. Una mujer inteligente.- dice negando con la cabeza.- Me divertiré mucho contigo...- dice sonriendo y sin darme cuenta me encuentro a mi misma con el ceño fruncido.
-¿Qué esperas para comer?- pregunta él, me ruborizo y destapo mi cena, tomó el primer bocado del rico salmón servido con finura sobre aquel plato blanco de cerámica. Zayn me observa mientras como, en la espera de que le mencione algo, no soporto estar en estos momentos incómodos en los que lo sabes que decir o que mencionar por miedo a lo que pueda decir tu acompañante.
-Es-Esta rico.- murmuro.
Zayn se pone de pie y rodea la mesa, deteniéndose en el espaldar de mi asiento. Mi cuerpo se tensa al momento, el miedo me invade y mi apetito desaparece. Sus manos acarician mis hombros desnudos y los recorre hasta llegar a mi cuello, para esto, mi cuerpo está congelado y no puedo moverme. Zayn tira levemente del cabello que tengo pinchado contra mi espalda y el respaldo de la silla y agradezco enormemente el hecho que lo haya alisado después de tomar aquel rico baño de espumas.
-Adoro el color de tu cabello,- lo acarició y tiró con poca fuerza de él.- es fuerte y saludable, pero es demasiado largo, no le da vida a tu rostro.- no está pensando en...- Lo cortaré.
-¡No!- dije de inmediato. No me había percatado de que estoy apretando mis dientes y estoy agarrando con fuerza ambos apoyos laterales para los brazos de la silla en la que me encuentro. No quiero que corten mi cabello, es lo que me caracteriza. Zayn se pone de cuclillas a mi lado y ladea su cabeza mirándome con una expresión impasible. Entonces lo recuerdo. "Visitará el salón de belleza escogido por su propietario y se someterá a cualquier tratamiento si el amo lo encuentra oportuno."
Tomo una bocanada de aire, no debo oponerme si las cosas no me gustan, evitaré muchos malentendidos, aunque no me agrade la idea debo hacerlo.
-Lo siento. Sé que es mi deber y no debo oponerme, Sr. Malik.- murmuro antes de notarlo sonreír levemente.
-Por favor, llámame Zayn, no es usual que me llames por mi apellido con la estrecha relación que lleváremos.- se inclina y su nariz rosa mi cuello. Me pongo alerta nuevamente, no me gusta su cercanía.
-¿Por qué tan nerviosa, Jane?- él sonríe acercándose aún más a mi.- Usualmente me las follo sobre mi escritorio, después de la cena...;- y me da una mirada moja bragas.- Pero esta vez aguardaré, se dice que es necesario esperar para obtener lo mejor.- deja un beso mojado en mi cuello.- No me arriesgaré. El que espera puede y alcanza lo que quiere. Entonces yo obtendré lo mejor de ti.- susurra en mi oído. Mi piel se eriza en respuesta y siento que la habitación se convierte en un horno, hace calor, mis manos están completamente sudorosas y mi corazón a mil. La tensión sexual está en el aire, el Sr.Malik se aparta de mí y soy consciente de que mi postura en la silla es indecente, lo que hice como acto reflejo a la atrevida aproximación que él tomó conmigo. «Uff, tuviste suerte.» Mi subconsciente habla y no puedo estar más de acuerdo con ella.
La puerta del despacho queda abierta revelando a aquella chica de mirada aterradora; Annabel. Su mirada oscura conecta con la mía, la mujer me mira con furia, y estoy segura que si atentan contra mi vida esta noche ella sería la primera en la lista de sospechosos. ¿Pero, por qué? Aparto la mirada de esta e intento ignorar su persistencia, tarareo una canción y mis ojos se pierden en el mundo marino que está a un lado en la mesa.
- Te dije que no quería interrupciones.- la voz de Zayn suena fría cuando se dirige a la chica, ella mantiene un rostro impasible.
-Está esperando en línea Alejandro Blackstone.- ella lo corta casi de inmediato, Zayn parece pensarlo un segundo y luego asiente.
-Dile que me comunicaré con el mañana a primera hora. ¿Qué tenemos para mañana?- Annabel abre una agenda antes de contestar:
- Tiene una reunión con el Sr. Ethan Reeve a las nueve de la mañana para cerrar el negocio de la vigilancia en su empresa. Prometió una entrevista para la revista "More" para las dos de la tarde.
-Mierda...- masculló entre dientes.- La puta prensa, lo había olvidado... Está bien, te encargo la llamada al Sr. Blackstone. Es hora de irnos.- ¡¿Qué?! ¿Irnos? ¿Ahora? Estoy muy cómoda aquí. Podría descansar toda la noche y el resto de mi vida aquí con tal de no estar con él en aquella torre de marfil.
Zayn tomó algunos documentos y sus ojos se posaron en mi. Estaba atada a la silla en la que estaba sentada, no podía moverme, solo estoy segura de que los latidos de mi corazón eran notorios y sobresalían de mi pecho. Bombeaba a todo galope.
-¿Te quedarás ahí?- dice Zayn. Me pongo de pie, mis piernas temblorosas se mueven suavemente hasta llegar a su lado y salir de la oficina, muerdo mi labio y siento mis dientes castañetear sobre él. Nos metimos al elevador luego de despedirnos de Annabel, la mujer aún seguía sin darme buena espina, no le agrado, lo sé. Las puertas del elevador se cerraron, mi pie chocaba incansable contra el suelo y mis uñas se apodaron de mi brazo, frotándolo con algo de fuerza incansablemente. Miraba el medidor de pisos, 14...13...12... No veía la hora de salir de aquí.
-Deja de hacerlo.- lo escuché murmurar.
-¿Qué?- le hecho una mirada rápida. Zayn tomó mi mano y la detuvo, luego agarró mi brazo y lo observó detenidamente.
-Ya está hinchado.- acarició con la yema de los dedos las abultadas marcas que había hecho como acto reflejo de nerviosismo en mi brazo. Luego su toque subió a aquella cicatriz que había hecho hace dos años atrás en un momento de desesperación. Un ceño fruncido se produjo de inmediato en el rostro de Zayn pero este no dijo nada. Aparté mi brazo de su mirada penetrante y lo oculté tras mi espalda. Como si pudiese esconder lo que acaba de ver. Las puertas del elevador se abrieron y caminamos por el estacionamiento hasta llegar a un Jaguar XJ color negro. Me subí al auto cerrando la puerta detrás de mí, Zayn puso en marcha el auto y creo que fue el viaje más corto de mi vida, supuse que mi nerviosismo hizo que los minutos pasarán con más velocidad. Zayn estacionó el auto en aquel lugar subterráneo. Subimos al elevador, Zayn oprimió aquel código indescifrable y este se cerró, comenzando a ascender. Zayn se acercó a mí y colocó sus manos en ambas mejillas, di un pequeño salto en mi sitio, sus dos pulgares tiraron de mi labio inferior. No me había percatado de que lo estaba mordiendo.
-No te haré daño. Sé que estas nerviosa y el labio esta bueno, doy fe de ello pero no tienes idea de cómo me pones haciendo eso. Deja de mordértelo si no quieres que te folle contra la pared.- ¡Madre Santa! Me quedé congelada en mi sitio y evité morderme el labio en lo que quedaba de ascender. Las puertas se abrieron, y entramos a la residencia, estaba vacía, no había señales de Colbie por ninguna parte.
-Toma asiento.- ordenó entrando a la cocina. Tomó asiento en una de las sillas altas de la barra y veo a Zayn rebuscar entre las gavetas hasta dar con lo que buscaba. Prepara un vaso con agua y me lo tiende junto con una pastilla rosada.
-¿Para qué es?- pregunté de inmediato.
-Solo tómala.- la coloqué en mi boca rápidamente y la tragué con ayuda del agua. Zayn sonrió levemente.
-Dentro de diez minutos arreglaremos tu situación, me facilitará las cosas. Iré a tomar un baño.- avisó y luego se marchó. Soy una situación, supongo que las chicas anteriores a mi también llegaron a serlo en algún momento. ¿Cuántas fueron? Mi subconsciente se encoge de hombros y continúa leyendo su libro. Camino a mi habitación y me despojo de mi vestimenta, Zayn está tomando un baño, yo debería hacer lo mismo, supongo que me servirá para relajarme.
Echo un chorrito de gel con olor a fresas sobre la palma de mi mano y la froto sobre mi cuerpo y de pronto mi corazón se acelera levemente y mi zona íntima comienza calentase. Ahora sólo quiero terminar mi ducha y... ¡Espera Jane! ¡¿Que estas pensando?! ¡¿Que diablos esta pasando?! Entonces recuerdo sus palabras y como se acercó a mí en su despacho y un escalofrío corre por mi espina dorsal, un calor interno se disparó por mi cuerpo entero y mi zona íntima arde en llamas. El rastro de miedo se esfumó y se convirtió en deseo. Ahora sólo quiero que me haga suya aunque me cueste aceptarlo. Y para esto me encuentro fuera de la ducha tomando el cerrojo de la puerta. ¡¿Qué putas?! Pasó las manos por mi cabello y me miró en el espejo.
-¡Jane, tranquilízate!- me digo al espejo. "Facilitara las cosas, diez minutos..." Es un efecto de la pastilla. Inflo mis mejillas, boto el aire contenido y me dispongo a salir a la habitación.
Sentí mi corazón latir fuerte contra mi pecho y mi centro calentarse aún más. Está en mi habitación, tumbado en mi cama solo con unos finos bóxers cubriendo su cuerpo.
-Demuéstrame lo obediente que eres, Jane. Comencemos con lo básico.
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Holi!! 💕
Espero que estén bien chicas, esto es un aviso. El próximo capítulo tendrá contenido sexual, es bastante (muy) erótico y no me gustaría que tuviesen traumas psicológicos, así que si no eres apta para leerlo, te pediré que no lo hagas.
Besos Xx