— ¿Mi voz?
—No se trata de eso. Solo recuerda: Violet, Obedience, Ignore, Clean and Enough.
— ¿Significan algo?
—Para mí si ... —dijo Josh— y muy pronto para ti también. Solo observa.
Seguían en la fiesta, la música ruidosa ya había dejado de ser molesta, y con todos dando vueltas por el lugar agradecieron hacer descubierto una mesa vacía al final de la pista de baile. Ocupaban un pequeño comodín alejado del área de proyección. Tyler tenía el aspecto tan delicado que Josh se las había ingeniado para inventarse algo ahí mismo, no es como si fuera tan rápido de superar lo que había sucedido antes tampoco. En su mente aún estaban frescas las escenas que compartía con el menor, y ahora solos, están parecían cobrar protagonismo como si debiera hacerlo.
Josh había aprendido a deletrear en morse ayudando en una guardería cuando tenía catorce, las asistentas fueron muy generosas en impartirle un cursito extra los fines de semana, el abecedario para ser preciso, y algo que jamás olvidó, crear su propio lenguaje morse. En realidad creía que duraría en ese lugar, cómo podría imaginarse que semanas más tarde papá chocaría el auto del abuelo, y le tocaría a él servirle de botones el resto del año. El caso es que aprendió un par de trucos para mejorar su lenguaje, algo innecesario que no creyó aplicar jamás, claro, hasta hoy.
Con el vaso rojo, ya vacío en manos, se apresuró en colocarlo de boca contra el vidrio de la mesa. Un par de bocadillos cayeron sobre su hombro, alguien había comenzado una riña a la distancia y muchas cosas empezaron a ir y venir por sobre sus cabezas.
—¿Qué haces, Josh?
—Veras... —comenzó. La mirada curiosa de Tyler le daba valor. —Presta atención niño.
Dijo: "Dos golpes en seco (sobre la base del vaso) y una palmada es "V"
Tyler lo observó con una sonrisa —¿Es broma?
Siguió: " Un golpe en seco y dos palmadas a cada lado del vaso es "O"
Esta vez utilizó ambas manos siguiendo las mismas indicaciones.
"Tres golpes sobre el vaso es "I" y dos golpes a la mesa sin que caiga el vaso es "C"
Tyler miraba atento el vaso y a Josh, intercalando, si era una broma era rara.
Josh se detuvo, sosteniéndole la mirada muy fijamente.
"Un golpe seco sobre la base hasta acabar con el es "E".
Cuando el vaso quedo reducido a un botón de plástico, Tyler se quedo totalmente confundido, su rostro evidenciaba muchas preguntas y mas que eso una cómica interrogante.
— Josh, no entiendo.
La música había bajado a un ritmo casi ausente, sobre la mesa apoyando su rostro contra sí, se encontró observando detenidamente el vasito machucado.
—Inténtalo —dijo Josh.
Lo vio tomar otro vaso del suelo, uno exactamente igual, Josh lo puso sobre la mesa y lo aproximó a él. Derrotado, lo tomó.
—¿"O" eran dos palmadas, verdad?
Sus intentos eran vagos, dio un par de golpecitos sobre el vaso y en uno casi lo tira contra Josh.
— Te falta práctica, lo dominarás.
Podría equivocarse pero creyó ver una sonrisa en el rostro del mas chico cuando sus dedos se rozaron y lo alejó con rapidez.
—¿Qué significa? ¿Qué tiene que ver todo esto con el favor?
Ahora sí hacía las preguntas correctas.
—Es simple, solo necesito un favor por cada palabra. Cuando toque los tambores (hizo girar al vacito como un balón de baloncesto) harás el favor.
Tyler se quedó callado. ¿Qué?
—Y eso será todo ¿te pareció infantil?
Tenía miedo de responder, pero optó por encogerse de hombros, qué mas podría parecer aquel espectáculo medio ocultista. Josh también se encogió un poco y acercó el vaso hacía su lugar.
— Es mas peligroso que eso.
Yo obtendré tu voz
Tyler se lo estaba pensando, tardaba mucho en decirlo aunque ya había decidido subirse al barco, solo quería mantenerse en silenció para seguir observando a Josh. Pero este, temiendo que el menor no aceptará, opto por el plab b.
—Tyler... —deslizó por debajo de la mesa una mano —Nadie quiere descubrir que eres sensible al tacto ¿verdad? —rozó su pierna subiendo por su muslo.
Con una expresión asombrada, Tyler acepto.
Josh solo quería favores más que otra cosa. Necesitaba tener el ojo en muchos lugares al mismo tiempo. Hacer que el niño hiciera pequeñas tareas que él debía cumplir, pero para eso necesitaba que confíe. Que confíe de verdad. El empleo estaba en juego, si Sor Ronda descubría a Tyler podando el césped o trampeando algún pasillo, enviaría a Josh devuelva a la calle. Estaba confiando en él, aunque no lo notara. Estaba pidiendo su ayuda. Y de alguna forma sentía que necesitaba tenerlo cerca
***
La primera tarea llegó dos días después. Tyler había madrugado para una prueba de matemática, y al llegar al instituto su aspecto era deplorable; párpados caídos y las piernas arrastrándolo tras de sí. Intentaba subir los escalones, entre dormido y confundido cuando a él aconteció Ryan, quién iba envuelto en una bufanda con la nariz tan roja que parecía brillarle como lucesilla de Navidad.
–No haz dormido nada, Ty.
Ryan había vuelto a llamarle así de cariño, y al menor eso lo animaba.
–Sino apruebo hoy, hay posibilidades de que no consiga enviar una carta a la universidad, y lo sabes.
–Y tú sabes que cualquier universidad aceptaría una carta tuya.
Ya un poco más animado dejó que el mas alto lo rodeara de un brazo a través de los pasillos.
–No se como puedes creer que te ira mal. El maestro te idólatra.
Eso no ayudaba, solo estaba sintiéndose inseguro nuevamente. –Con los malhumorados no se sabe. –comentó
Con el rostro fruncido Ryan, abrió la puerta en par. –Contigo sí.
El sonido del reloj estaba martillando la tranquilidad de todos en el aula. Las gomas salían desprendidas cada que tiraban de ellas, tensaban el ambiente, irrumpían en la concentración. Entre estos Tyler, quién estaba sentado junto a la ventana del fondo, mordisqueaba suspirando la goma de su lápiz.
Fácil
Muy fácil
Demasiado fácil
Se había rehusado a siquiera empezar por el primer ejercicio. La hoja dateaba su nombre completo, la fecha y el número de la práctica. Más le resultaba imposible creer que vendrían los ejercicios de la primera hoja, cuando él se había aprendido los últimos, los que se hallaban a unas veinte páginas después.
Orgulloso, camino hacia el maestro y pidió permiso para ausentarse por unos minutos. Con la seguridad que su hoja descansaba bajo un barra de goma, salió tranquilo del aula.
No habría caminado mucho hasta que oyó un pequeño tamborileo provenir de algún lugar, lo ignoró. Continuo vagando por los pasillos, pensado en las obligaciones que tendría está semana, era una semana cargada. El dolor en sus párpados regresó.
Otra vez ese sonido
Siguió caminando
Otra vez
Entonces, se detuvo.
Camino hacia el aula de fotografía, noto que de ahí venia el sonido. El maestro encargado de formar un equipo de periodismo jamás llegó a impartir sus clases, el aula había quedado abandonada desde entonces, en búsqueda de un nuevo cabecilla.
Retrocedió.
Otra vez el sonido
Suficiente. Tyler tomó el mango oxidado de la puerta y tiro de él. Uno, dos, tres intentos, nada. Nadie habría abierto esa puerta en años, estaba seguro de eso. Mientras espiaba por la ventana, se deslizo un sobre bajo la puerta.
Mierda
La puerta se abrió dejando al descubierto un rostro igual de trasnochado que el suyo, pero entusiasmado, uno que ya empezar a reconocer bien. Lo saludo con más entusiasmo que l podría jamas.
–Es tu primera tarea –dijo Josh. Y dejo una escoba junto a su hombro. –Que te diviertas.
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Sí, las letras son para lo que están pensando.
Si, forman "VOICE"
Si, aquí empieza a cobrar sentido el titulo.