Miraba los papeles sobre la mesa, agarró el ajeno y por primera vez los empezó a comparar propiamente. El mayor le miraba atento y pronto se dirigió a la mesada que había detrás y recorría toda la sala. En el medio tenía una isla que era donde Kihyun estaba leyendo las listas.
— ¿Café, té? — consultó el otro mientras se ponía la cafetera y el menor alzó la vista y se sonrojó.
— Café... puedo hablarte normal por ahora, ¿no? — las palabras hicieron que el moreno se ría y se disponga a preparar la infusión.
— Lo dices como si ya hubieses aceptado todo. Sí, puedes relajarte. Luego hablaremos de las zonas neutrales. — el peli rosa asintió y siguió mirando la planilla. Agradecía que 'momificación' y cosas con heces y orinas no estuviese en ninguna de ambas listas. Le miró de reojo y antes de que trajera su taza se mordió el labio.
— Me sorprende que odies el sexo telefónico y el voyeurismo. Pensé que eran cosas habituales, hasta lo más normal de la lista. — Kihyun le vio pestañear y al final le alargaron la taza de café y el mas chico la sujetó con ambas manos, mirándole algo sonrojado, ¿lo había molestado? Hablar de la lista estaba entre sus principales vergüenzas horribles y quería romper la tensión.
— No me gusta compartir y tampoco me gusta si no tengo las cosas en frente. Por otro lado, tu marcaste demasiados casilleros y siento que intentaste copiar mi lista lo mejor posible para complacerme, no tienes experiencia en ninguna tampoco. Quiero que sepas que esto no es un chiste y que no, no me complace. Márcalas otra vez. — Hyunwoo parecía realmente molesto al respecto y el rostro de Kihyun era ilegible. Él no se había copiado, la había leído sí, pero no copiado. Se mordió los labios una y otra vez y la releyó. No había nada que modificar o quizá todo, pero no iba a hacerlo.
— Está bien así. Yo no me copié. — la mirada del mayor se oscureció y se acercó un poco más, apoyó el dedo cerca de una de las lineas.
— ¿Piercings? Créeme no entiendo por qué está marcado. — sus palabras hicieron que el chico se remueva a todos lados, pero se mantuvo en silencio. Luego sintió una mano en su nuca y estiró el cuerpo instintivamente, regocijándose de placer con la simple caricia. El moreno le miró deseoso, quería romperle cada coraza y sacarle cada prenda de ropa ahí mismo. Saber que la lista estaba rellenada según su imaginación le ponía bastante, el pene del mayor hormigueaba en su pantalón haciéndole fricción por querer descubrirle de principio a fin.
— Sobre el ejercicio. Solo lo bajaré a dos veces por semana si lo haces media hora más. Verás que es necesario o no aguantaras nada. Y créeme que no me va a gustar que no aguantes. ¿Alguna otra queja? — Kihyun estaba embobado mirando al moreno, cerrando los ojos como si estuviera a punto de dormirse por la caricia. Había nacido para que lo mimaran como a un bebé.
— Mmmgh... N-no me gusta no poder comer chocolate cuando yo quiera. Me estreso mucho en los exámenes. — le miraba y sus pupilas estaban dilatadas y sus labios entre abiertos. Hyunwoo estaba de acuerdo con sus genitales que nunca había visto a alguien tan precioso, le costaba hasta negarse a sus pedidos.
— Cuando lleguen los exámenes nos ocuparemos de eso, mientras tanto quiero que te amoldes a lo que digo porque si no estás correcto en vitaminas tampoco aguantarás. ¿Algo más? — le acarició la oreja y alzó las manos por los cabellos rosas, recorriéndolos con cariño y calma. Las manos del menor se agarraron a su remera y se enterraron para acercarlo un poquito más.
— No... creo, ¿cuándo hablas de aguantar significa que eres muy bruto? ¿Mi período de prueba cuánto es? ¿Puedes no atarme hasta que confíe en que no me dejarás en tu sótano toda la vida? — dejó salir un jadeo suave, aún en ese estado había tiempo para bromas y el mayor se rió por la ocurrencia, aceptándola algo dudoso. Estaba bien, era nuevo, no podía pretender más.
— Una pregunta a la vez, Kihyun. Solo soy lo suficientemente duro. El período de prueba es hasta mañana a las veintidós. Y no lo haré, no te ataré a menos que me lo pidas y lo harás. — le besó la mejilla y Kihyun jadeó otra vez y buscó sus labios, necesitaba besarlo. Cuando vio que el chico se retiró sus ojos se aguaron, frustración en estado puro.
— Nada de besos por ahora. Si mañana a la noche sigues queriendo entonces sí. — le acarició las mejillas y Kihyun persiguió esas manos hasta que estaban demasiado lejos. Alzó la vista y se quejo sonoramente, volviendo al café sin decir nada.
Qué rayos me pasa con esas manos del demonio. Quiero que me mimen todo el puto día.
Kihyun tomó una galletita que le ofreció el mayor y le escuchó atentamente a lo que seguía.
— Por ahora tu zona es toda la cocina. Lo que significa que puedes decir lo que quieras aquí. Las palabras de seguridad son colores como el semáforo, rojo para que me detenga por completo, amarillo para que sea más suave. No te las tomes a la ligera. Cada vez que uses alguna me alejarás de ti. ¿Leíste los instructivos? — Kihyun le miraba atentamente y no paró de masticarse los labios en ningún momento. Estaba nervioso, asintió a la pregunta y se levantó del lugar, acercándose para agarrarle la mano y ponérsela en la cabeza. Era su zona al fin y al cabo y él realmente quería mimos. Hyunwoo le miró y alzó las cejas.
— Me gusta que me acaricies, ¿puedes seguir? — el mayor se quedó quieto un segundo y asintió, masajeando su nuca en lo que le acercaba, levantándole por la cintura para sentarlo en sus piernas y seguir con el trabajo.
— Quiero que te desnudes para mi. Necesito verificar algo. — el peli rosa le miró asombrado, sin duda no estaba convencido. Al final se levantó, sabía que se podía negar pero no quería enojarlo tan rápido. Se paró a un costado y se saco las zapatillas primero, luego los calcetines y bufando empezó a quitarse la remera. Era flaco, no había músculos por ninguna parte y claramente empezaba a avergonzarse.
— Alza la vista. — Hyunwoo le miró severo y Kihyun hizo caso, pero con los ojos llorosos. Llegó hasta los bóxers y su rostro parecía estar por explotar.
— Buen chico, lo estas haciendo bien, no tengas vergüenza. — los ojos del morocho estaban concentrados, examinándole de lejos, Kihyun no sabía qué estaba mirando, pero lo hacía sentir miserable y él nunca en toda su vida se consideró feo. Tenía un bonito rostro, estaba segurísimo de ello. Se retiró la ropa interior de una vez y automáticamente escondió el rostro entre las manos.
— Kihyun, te dije que alzaras la vista. Es tu cocina, pero debes hacer caso igual. — el susodicho bajó las manos y le miró enojado, tenía las lágrimas en el borde de los ojos. Hyunwoo se levantó y le observó un poco mas. Acercó los dedos a sus muñecas y las levantó, dejándole los brazos sobre su cabeza. Sus ojos iban recorriéndole.
No. No. No puedes excitarme con esto solo. Me niego. Oh. Tu... Llegas a pararte y te voy a odiar.
Se apretó las piernas con fuerzas, le hablaba a su entrepierna como si tuviese vida propia. El morocho suspiró y puso un pie entre los ajenos, los pateó a los lados con cuidado de no lastimarle, solo separándole. Kihyun gimió y enseguida buscó bajar las manos.
— Quieto. No te portes mal. Solo déjame apreciarte. — efectivamente empezó a temblar como una hoja. Hyunwoo pasaba las manos por su pecho y le dejó las muñecas solas para que las mantuviese arriba por sus propios medios. Realmente parecía buscar algo. Le observó debajo de los brazos y luego le giró, mirando toda su espalda. Kihyun ya estaba medio erecto y sus ojos habían soltado unas cuantas lágrimas antes de siquiera notarlo. Peor fue cuando las yemas del chico se pasaron por cerca de su entrepierna, corroborando la textura o algo raro, no le dio importancia en absoluto a su pene medio despierto por atención.
— Esta bien, vístete. — volvió a sentarse como si nada y Kihyun pensó en putearlo en varios idiomas. Se puso las ropas toscamente y muy enojado. Le escuchó reír y levantó la mirada como el pequeño demonio que era, solo que ahora se veía hermoso con sus lágrimas a flote.
— No te quejes tanto. Deberías estar contento que tu piel es hermosa, no tienes marcas y no tienes pelos que me estorben. Solo los de las piernas. — el más chico quizo tirarle la taza de café en la cabeza, pero decidió que era mejor sentirle las manos y se acercó para volver a acomodarse y ser acariciado. Al menos no le reprocharon al respecto.
— Eres un poco caprichoso. — susurró y con la mano libre apuntó a las reglas otra vez.
— Lee todo otra vez y concéntrate en si tienes dudas. Déjame pararme pequeño. — Kihyun le miró alzando las cejas y negó. No quería que se levante. Hyunwoo alzó las cejas también y le pasó el pulgar por la garganta.
— Levántate cariño. Si me haces levantarte tus nalgas se arrepentirán. — el chico gimió al instante de escucharle y se levantó tembloroso. Le vio apuntar otra vez las cosas e irse por un caminito diciendo un 'ya vuelvo' bastante fluido.
Bien. Concentración entonces. ¿Qué hago aquí y quien me convenció?
Pronto se viene lo bueno (?) ya saben como me gusta limonear 🤧🤧🤧💦💦💦🍋🍋🍋🍋
Me avisan que tal ⚡️🔥☄️💥