Apoyo mi cabeza sobre la almohada y siento a Darkxai acostarse detrás de mí cuando el colchón cede bajo su peso. El corazón me empieza a palpitar fuertemente contra las costillas cuando el pecho de mi compañero roza contra mi espalda.
Siento que estoy traicionando a Zayn solo por meterme en la misma cama con Darkxai. Y por supuesto, por tener estos pensamientos y deseos tan indecorosos sobre él.
Algo en Darkxai me atrae irrefrenablemente; no lo puedo negar. Sus labios, ligeramente gruesos, su mirada, penetrante y profunda, su pelo negro desordenado como por el viento, su tez ligeramente morena…todo en él es provocativo, seductor y perfecto. Su forma de actuar, aunque un poco extraña, es también demasiado seductora.
A su lado, Zayn, Ethan y todos los demás chicos que pueblan este mundo se hacen completamente normales, aburridos, tediosos…todos iguales. Darkxai tiene algo único.
Todos sus hermanos tienen el mismo halo de misterio, exótico y emocionante. Pero el de Darkxai además está sazonado con una sustancia que jamás había probado…Deseo.
Aunque esté saliendo con Zayn, deseo a Darkxai, lo intento evitar, intento ser de piedra cuando él se acerca a mí, lucho contra esta necesidad con todas mis fuerzas…pero cada vez soy más débil a su presencia.
Siento su aliento en mi nuca. Todo mi cuerpo se sacude por un delicioso estremecimiento. Me aferro con fuerza a la almohada y me alejo de él todo lo posible, pegándome contra la pared, quedando atrapado entre Darkxai y la pared.
En esa extraña e incómoda posición, cierro los ojos e intento dormir.
Pero él se acerca más a mí y me abraza por la cintura. Abro los ojos inmediatamente.
-¿Qué haces…Darkxai?
-Shh.-responde él con un suave resoplido contra el costado de mi cuello.
-Déjame.-le susurro, retorciéndome para escapar de su abrazo. Pero él no me suelta, sino que pasea sus manos por mi torso, primero por encima de la camiseta, luego por debajo.
Jadeo. Me giro para quedar frente a él y le empujo con fuerza por los hombros. Él solamente ríe ante mis esfuerzos por liberarme.
Sigue acariciando mi torso por debajo de la camiseta. Tira de ella hacia arriba y me la quita de un tirón. Me quedo horrorizado al sentirme tan expuesto y redoblo mis esfuerzos por soltarme.
-Darkxai, no quiero ser violado…
Suelta una corta carcajada mientras me mira a los ojos fijamente.
Su mirada…no es la misma de siempre…aunque últimamente está bastante rara, ahora sus irreales colores se ven más nítidos, más puros…más sobrenaturales. Y siento verdadero pánico ante su mirada cargada de lujuria.
Contemplo sus ojos durante una milésima de segundo, justo antes de que sus manos suban descaradamente. Coloca las manos a cada lado de mi torso, sobre la axila, y acaricia con los pulgares mis pezones.
Siento un latigazo de placer recorrer mi miembro y me sacudo.
-Agh…Darkxai…para…
-¿No te gusta esto?-susurra, con la voz distorsionada por el libido.
-No…no…agh…-siento como mis pezones comienzan a ponerse duros bajo su toque.
Cierro los ojos con fuerza, las mejillas me arden, mi mente me arde, mi erección, recibiendo más y más fogonazos de placer, me arde.
Cuando mis pezones están completamente erectos, comienza a torturarles, dándoles cortos toques arriba y abajo con la uña del índice. A cada toque, jadeo y me retuerzo.
-Darkxai…no me gusta…agh…que…que me toquen sin mi…consentimiento…para…-consigo decir a duras penas.
Vuelve a reírse por mi negativa.
-¿No? ¿Y quién te va a bajar…-introduce su mano bajo el pantalón y los bóxers y agarra mi erección con delicadeza. Me siento morir de placer cuando la empieza a acariciar.-…esto?
Comienza a acariciar con suavidad mi miembro con una mano, de arriba abajo, pasando la yema del dedo índice por la separación entre los testículos, describiendo círculos alrededor del agujerito en mi glande…con la otra mano, comienza a retorcer mis ya erectos pezones.
Siento que el placer me embota la mente, destruye cualquier pensamiento, elimina la imagen de Zayn de mi mente…olvido que en realidad yo me estaba negando a que Darkxai me tocase…
Me retuerzo en los brazos de mi compañero, entierro la cabeza en su hombro y gimo su nombre entrecortadamente, olvidando por completo que su hermano pequeño está durmiendo en el mismo dormitorio.
Siento mi pre-semen escurrirse de mi interior sobre la mano de Darkxai. Este me deja de tocar, mira sus dedos mojados y se los introduce en la boca.
-Qué rico.-comenta tras probarlos, juguetonamente.
Le miro y me siento morir de excitación. Siento su cálido y suave toque por todo mi cuerpo, la erección palpitante dentro del pijama, el deseo causando estragos en mi sistema nervioso…pidiéndome más, más, más. MÁS.
Me rindo.
-Darkxai…-jadeo antes de unir mis labios con los suyos apasionadamente. Introduzco los dedos en su pelo, atrayéndolo con fuerza hacia mí.
Me sitúo sobre él en la cama, colocando las rodillas a ambos lados de su cadera, ocasionando que nuestras erecciones se rocen al comenzar a moverme sensualmente sobre él.
-¿Ya no te niegas?-pregunta, mirándome con sus irreales ojos fijamente.
-No, joder, Darkxai…-susurro.
-¿Has comprendido por fin que soy mejor que Zayn?-pregunta, acariciándome los muslos.
-¡Sí, Darkxai!-respondo sin pensarlo. Sorprendentemente la conciencia no me reconcome…
Le quito la camiseta de un tirón y me aparto un momento de encima suya para bajarle los pantalones del pijama y el bóxer, liberando su erección.
La contemplo, enorme y erguida orgullosamente, durante un momento, antes de bajar mi rostro a su altura y besar la punta.
Gime; y su gemido me inflama. Le doy pequeños mordiscos al glande, arrancándole más roncos suspiros.
Me agarra de la parte de atrás del pelo.
-Abre la boca.-me dice.
Obedezco y de esa extraña forma, bajo de nuevo a su miembro y lo engullo con su ayuda. Sujetándome del cabello, va penetrando mi boca, lenta y cuidadosamente. Siento que me voy a ahogar con esa enorme vara de carne en mi boca, y siento una arcada cuando su falo choca contra mi campanilla. Jadeo; la sensación al principio es incómoda, pero al acostumbrarme y al oír los gemidos de Darkxai, es sustituida por unas enormes ganas de tomarla entera, de aumentar su placer.
Voy cogiendo confianza y empiezo a pasar la lengua alrededor de su erección mientras Darkxai me folla la boca, me atrevo a mordisquear su glande suavemente, a acariciarlo y masturbarlo con los labios…
-¡Ah…! Niel…para o me voy a ir en tu boca…agh…-Saca su erección de mi boca y me mira con las mejillas rojas y los ojos inundados de placer; una imagen muy hermosa, cabe decir.-Date la vuelta, Niel.
Le miro con los ojos muy abiertos. ¿Qué pretende?
-Voy…voy a follarte el trasero, ahora.
Sentí cómo se me caía el alma a los pies; pero también sentí como mi erección crecía considerablemente.
-¿Qué debo hacer?-pregunto, sintiéndome muy idiota.
Nunca he llevado el rol de pasivo; es más, jamás había tenido sexo con otro hombre. Soy virgen.
-Colócate de rodillas sobre el colchón y agárrate a la cabecera de la cama.
Obedezco, con todo el cuerpo temblando por la excitación sexual. Para entonces ya se me han pasado todos los remordimientos por estar haciendo “eso” con mi compañero. Y por supuesto, de Zayn ni me acuerdo…
Darkxai se coloca arrodillado detrás de mí y me baja los pantalones hasta la altura de las rodillas. Con la mano derecha me sujeta de la cadera, mientras que con la izquierda delinea la ranura entre mis nalgas, el círculo de músculos que forman mi virgen entrada…
Gimo y me retuerzo. La sensación de placer es tan intensa como casi insoportable.
De repente, aparta los dedos de mi entrada. Observo por encima de mi hombro cómo se los lleva a la boca, los lame uno por uno y sin aviso previo, introduce el índice en mi recto.
Grito sin poder evitarlo al notar la intrusión y contraigo el ano involuntariamente, apresando su dedo en mi interior. Lo siento moverse dentro y me siento morir, de placer, de dolor, de todo.
Para relajarme, Darkxai retoma las masturbaciones, y esa sensación se amplifica.
Esta vez, lo hace con ambas manos, a un ritmo casi frenético, deliciosamente insoportable. Echo la cabeza atrás, por las comisuras de los ojos me resbalan lágrimas de placer. Él provecha que tengo el cuello expuesto para morderlo y lamerlo.
Aprovecha también que mi entrada se dilata por el placer para introducir otro dedo más, de forma que ahora tengo dos dedos suyos en mi interior.
Los abre en forma de tijera, da vueltas con ellos en mi recto, tocando varios puntos dentro del mismo, arrancándome más y más gritos…
-Creo que ya estás suficientemente dilatado.-le oigo a mi espalda.-Voy a entrar…
Me agarra del costado y empuja contra él, al mismo tiempo que su erección me empala.
Suelto un grito desgarrador al sentirlo impactarse contra mi próstata.
Toda la excitación, todo el placer, todas las sensaciones sentidas anteriormente se acumulan en mi abdomen, se intensifican y explotan, en una explosión que abarca todas mis terminaciones nerviosas, me lleva directo al cielo…y…
…abro los ojos.
No estoy apoyado sobre el cabecero, Darkxai no está detrás de mí follándome salvajemente…
Todo ha sido un sueño.
Un sueño, joder, un sueño que, a juzgar por cómo se convulsiona mi cuerpo por los efectos de la descarga de placer sufrida hacía unos instantes y por como tengo mojada la parte de abajo del pantalón, me ha hecho terminar.
Ha sido el primer orgasmo de mi vida, y lo he sufrido dormido.
Y soñando…con Darkxai.
Este tiene los ojos abiertos de par en par y me mira sorprendido.
-¿Qué pasa?
Me sonrojo al máximo al mirarle.
-Nada.-respondo, rápidamente.-¿Por qué has despertado?
-Has gritado mi nombre…¿Necesitas algo?
Los calores se me suben al rostro. No me había conformado con tener un sueño húmedo con Darkxai, sino que además había gemido su nombre en sueños.
-Necesito ir al baño.-le digo, avergonzado.
-Te acompaño. No lo encontrarías tú solo en la oscuridad.-se ofrece.
Es lo último que querría, pienso mientras nos levantamos y salimos del cuarto en la penumbra y en silencio, para no despertar a Skyress (Si es que mi grito no lo despertó a él también).
Entro rápidamente al aseo, y le obligo a quedarse fuera.
Una vez de la puerta del baño hacia dentro, me dejo caer de rodillas al suelo y entierro la cara en la palma de las manos, mientras me meso el pelo desesperado.
¿Qué mierdas acaba de pasar?
Alguna vez he oído que uno sueña miedos, ilusiones y deseos que reprime estando despierto. ¿Tanto deseo yo a Darkxai como para tener sueños húmedos con él que me hiciesen alcanzar hasta el orgasmo, y encima con él a mi lado? ¿Dónde queda Zayn?
Me levanto el bajo de la camiseta del pijama y me miro el abdomen, cubierto por una pegajosa sustancia blanca. Agh…
Me desnudo completamente. Mis muslos también han quedado cubiertos de blanco esperma, igual que, por supuesto, mi entrepierna.
Entro en la ducha y pongo el agua fría. Ojalá Darkxai se haya vuelto al dormitorio y no me esté escuchando ducharme, ni ninguno de sus hermanos, porque resulta harto sospechoso que un chico se duche de madrugada.
El agua fría (helada salió) recorre mi cuerpo, aliviándome un poco. Mi cuerpo pierde algo de su terrible calor y lentamente la asquerosa sustancia que me cubre se va despegando.
Me apoyo sobre la pared de la ducha y vuelvo a rememorar el sueño. Recuerdo que yo al principio me resistía, me negaba al toque de Darkxai, pero finalmente me rendía a él, al deseo de mi compañero, a su seductor encanto…
¿Si eso sucediese en realidad…toda esa escena…me sometería tan fácil?
Termino de lavarme y retozo al armarito que hay debajo del lavabo, donde supongo que guardan las toallas.
Quiere el destino que resbale con el agua que he salpicado en mi ducha nocturna, que patine durante un momento y finalmente me estampe contra el suelo del cuarto de baño con un grito ahogado.
La puerta se abre casi inmediatamente.
-¿Niel?-exclama la voz de Darkxai.
Noto sus fuertes brazos sosteniendo los míos con delicadeza, ayudando a levantarme. Noto el cálido contacto de su piel contra la mía desnuda. Joder, joder, joder…
-¿Qué ha pasado? ¿Resbalaste?
-No, me tiré.-respondo sardónicamente y me froto las rodillas doloridas.
Sumamente incómodo por la mirada de mi compañero, me visto.
-¿Necesitas algo?
Molesto, me giro y le encaro.
-¿Qué te pasa?-le pregunto, mirándole a los ojos fijamente.
-¿A qué te refieres?
-¿Por qué siempre eres tan raro, Darkxai?-exploto sin poderme contener, estoy harto de sentirme así de confundido. Quiero por lo menos una explicación.
Me mira gravemente durante unos momentos, antes de tomarme del brazo y sacarme del baño.
-Sígueme.
Salimos juntos al porche de la casa perdida en mitad del bosque. Se sienta sobre las escaleras de entrada y me insta a mí tomándome del brazo de hacer lo mismo. Lo hago y nos sentamos los dos, uno al lado del otro.
-¿Qué querías decir con que siempre soy tan raro?-dice mirándome fijamente.
En su extraña mirada capto un nuevo brillo…un brillo peligroso.
-Pues…siempre te comportas raro; no eres como los demás. Tan pronto eres creído, borde, irresponsable como amable, respetuoso, servicial…y tienes…tienes un aura rara.-digo lo último de carrerilla, apartando la mirada de él.
-¿Un aura rara?
Asiento. Le miro por el rabillo del ojo y percibo en su mirada otro brillo más; de triunfo.
Se acerca a mí. Mucho. Me sonrojo y me intento apartar, pero él me lo impide sosteniéndome del brazo.
-¿Qué tipo de aura?-susurra.
Noto como el corazón empieza a martillearme contra las costillas y mi respiración se acelera.
-Un aura diferente…prohibida y peligrosa.-murmuro.
-¿Seductora?-pregunta descaradamente, rozándome el borde de la oreja con los labios. Me estremezco y de nuevo intento apartarme; de nuevo él me lo impide.-responde.-me obliga.
-Sí; también hay algo de eso.-admito de mala gana.
-¿Has comprendido por fin que soy mejor que Zayn?
Eso lo decía en mi sueño. Me recorre un enorme escalofrío al verle identificado y las palabras se me enredan en la garganta.
-¡¿Qué dices?!-exclamo.-Tú no me gustas nada, es más, yo…
Me atrae de la nuca para acallarme, enreda sus labios entre los míos mientras que con la mano detrás de mi cuello me mesa el pelo pasionalmente. Intento apartarme; pero de nuevo su superior fuerza hace constancia.
Sus labios…son extrañamente cálidos, muy calientes y suaves, su aliento fresco y aromático…noto de nuevo esa gigantesca atracción por él…y rememoro mi sueño.
-¡Déjame!-exclamo, apartándome.
Hago ademán de levantarme, pero una vez más me lo impide.
-Niel…-me coloca sobre su regazo.- ¿Cuándo comprenderás que yo soy el adecuado para ti?
Le miro con los ojos desorbitados. ¿Es ese el inicio de una confesión?
-Zayn es un tío como millones de tíos hay en el mundo.-continúa, con su mirada perdida en las profundidades de la mía.- Jamás podrá darte lo que yo puedo, y jamás te va a desear como te deseo yo.
Empiezo a sentirme acalorado.
-Te equivocas, yo…
-Y tú jamás lo vas a desear a él como me deseas a mí.-me interrumpe él.
Hago un nuevo intento frustrado de apartarme de él.
-¿Por qué lo pones tan complicado?-susurra, jugueteando con el lóbulo de mi oreja. Lo lame obscenamente antes de continuar.-¿No te sería más sencillo entregarte a mí y ya? ¿No sería más sencillo que te rindieras? Porque…vas a hacerlo tarde o temprano. Te prometo…te juro que serás mío.-comienza a pasear sus frescos y cálidos labios sobre la vena de mi cuello, causándome terribles y excitantes escalofríos, que por desgracia van a parar a mi entrepierna. Me retuerzo entre sus brazos.
-¡No! ¡Jamás! ¡Yo estoy enamorado de Zayn! ¡Jamás le haría algo como eso!
¿No acabas de hacerlo, al menos en sueños? Me pregunto para mis adentros.
-Lo harás, Niel. Yo no pienso rendirme. Y tú lo harás, tarde o temprano. Si sólo quieres alargar tu incertidumbre…allá tú.
Me suelta. Aprovecho la coyuntura para ponerme de pie y salir corriendo de allí. Entro de nuevo a la casa, completamente acalorado y con todas las palabras de Darkxai resonando en mi cabeza. Eso…todo eso…¿Qué significa?
“Te prometo…te juro que serás mío.”
“Zayn jamás te va a desear como te deseo yo.”
-¡Agh!-exclamo, entrando al dormitorio de Skyress y Darkxai, olvidando por completo que el hermanito pequeño estaría durmiendo.
Por suerte, Darkxai no acude al dormitorio en todo lo que resta de noche. Y yo no consigo conciliar el sueño hasta muy tarde, si es que llego a conciliarlo.
A la mañana siguiente, Kairin nos despierta a Skyress y a mí sobre las doce. Entra al cuarto, sube la persiana, enciende la luz y nos levanta. Comprueba que estoy sólo en la cama; pero no hace preguntas.
-El desayuno está listo.-me dice en cambio.
Asiento y le doy las gracias con un adormilado hilo de voz.
Skyress y yo nos vestimos. Le doy los buenos días, pero el chaval no me contesta. Skyress es el más maleducado y desagradable de todos los hermanos de Darkxai, un verdadero contraste con el resto de la familia, que es amable y servicial…tan amable y servicial que casi asusta. Me siento el epicentro de algo misterioso y peligroso que se cuece entre ellos…al principio pensaba que era mi paranoia, pero con el paso de los días y al ir conociendo más a Darkxai, me afianzo más sobre mi teoría.
Y la extraña confesión de anoche de Darkxai también es un factor en el “misterio de los hermanos Karat.” Con sus palabras, Darkxai parecía atraerme a lo oscuro de la noche, a una aventura de la que no habría marcha atrás…
Skyress y yo bajamos a desayunar a la vez. En la mesa de la cocina están ya tres de los hermanos mayores de Darkxai, Laos, Yack y Kairin. Este último está sirviendo el desayuno, al igual que ayer por la noche alega que ya ha comido.
Yack frunce el ceño cuando Kairin le sirve un plato de huevos revueltos y tostadas con mantequilla.
-¿No te gustan?-pregunto, sonriendo.
Me mira durante un fugaz instante antes de responder:
-No, no, me encantan…
-¿Dónde está Darkxai?-pregunta Syress, con el plato lleno de comida intacto delante sin tocarlo.
-¿Y Shun?-interviene Laos.
-Están arriba, supongo.-dice Kairin.-Luego bajarán a despedirse, Niel.-me sonríe.
Siento un inexplicable desasosiego abrirse paso en mis entrañas. ¿Por qué Darkxai no ha bajado a desayunar ni tampoco ha vuelto por la noche al dormitorio? ¿Estará enfadado conmigo? ¿O triste por mi negativa? Tal vez debería…no, no, hice lo correcto, dar falsas esperanzas nunca es la solución. Pero…de verdad que no quería perderle. Era mi amigo, y como tal le apreciaba.
Un amigo con el que tienes sueños eróticos, me recuerda mi amistosa conciencia.
-¿Qué tal está Shun?-pregunta Laos, bebiendo un sorbo de zumo de naranja.
-¿Shun? Pues bien, supongo.-responde Kairin, encogiéndose de hombros. Toma un periódico que está sobre el aparador y empieza a leer.
El desayuno transcurre sin nada más digno de mención. En cuanto termino, subo al dormitorio a recoger mis pertenencias. Las meto rápidamente en la mochila y hago la cama de Darkxai.
Suspirando, miro por la ventana la tranquilidad del bosque. Si todo pudiese ser tan feliz y calmado por siempre…
-¡No! ¡Y déjame!
Enarco una ceja. Esos gritos…son claramente de Skyress y vienen del piso de abajo.
Oigo pasos subir aceleradamente por la escalera. Es el propio Skyress quien abre la puerta, pega un portazo para cerrar la misma y se tumba sobre su cama.
-¿Ha…ha pasado algo?-me atrevo a preguntar.
Me echa una mirada de desdén y no responde. Saca su inseparable móvil en cambio y comienza a juguetear con él.
Salgo del dormitorio con la mochila a la espalda, dejando detrás a un malhumorado Skyress. En el pasillo está Shun, que viene hacia el dormitorio. Más que obvio que esos dos han discutido.
-Buenos días.-le saludo, presuroso.
-Buenos dí…-de repente, me mira fijamente a los ojos y se interrumpe. Sus orbes se desorbitan, en una mueca de sorpresa. Abre también la boca.
Me sonrojo. Su expresión es la típica que alguien pondría al sorprender a otra persona en algo vergonzoso.
-¿Qué…?-inquiero, incómodo.
-Darkxai…Darkxai y tú…anoche…-balbucea.
Se me cae el alma al suelo.
Si no fuese porque sé que es imposible, juraría que Shun es capaz de leer los pensamientos…y se ha enterado de mi sueño…