Se dicen muchas cosas sobre las personas que están hechas una para la otra.
Se cuentan historias sobre almas gemelas.
Se cree en aquel famoso "cuento" sobre el conector de personas... más conocido como: El Hilo rojo del Amor.
E incluso en mi trabajo existe una "leyenda" sobre eso.
Pero, jamás quise creer en ello...
Pensaba que era una gran pérdida de tiempo el estar con otra persona...
Pero un día...
-Oye Jackson
Me llamó mi jefe, Jae Bum
-¿Si~?
- Llevalo al chico de la mesa 7
Me dio un café servido extrañamente en una taza roja. Me resulto inusual, pues normalmente el café era servido en una impecable taza blanca.
-¿Qué es esto?
-El café del amor
Me dijo sonriendo y dio media vuelta.
-¡Jodete!-Le maldije pues sabia que se burlaba de mi usando la historia de la taza roja.
Aun molesto le llevé aquello al cliente de ojos penetrantes color negro y seguí con mi trabajo.
Al otro día. Mas especifico, el 12 de Septiembre...
Día martes...
Desperté con algo irregular en mi dedo meñique...
Un hilo de color rojo que al alejarse de mi vista se volvía negro.
¡¿Que rayos?!
-¿No me digas que aquel café...?
Negué con la cabeza dispersando aquella ridiculez.
Al tratar de desatar aquel nudo limpio, me percaté de que no podía tocar aquel hilo.
Podía verlo pero no tocarlo.
Hoy martes era día de trabajo como mesero en la cafetería.
Con cansancio me dirigí al baño para darme una ducha, seguía mirando con desconfianza aquella roja telaraña.
Ya resignado iba camino al trabajo.
Los clientes no eran muchos.
Todo iba normal y rutinario.
Pronto sentí un jalón en mi brazo.
-Hey~ ¿no piensas atenderme?
Me dijo un maleducado pelirrosa, aquel chico del café con taza roja.
-Lo siento, ¿Que vas a ordenar?
-Un café americano
Me dijo cambiando su actitud radicalmente, sonriendo y apoyando su barbilla en la palma de su mano.
Yo solo asentí con nerviosismo y entregué el pedido a un compañero.
Podía sentir su mirada en mi espalda mientras atendía a otras personas.
De reojo observaba lo mal que el moreno miraba a los chicos que "cariñosamente" me hablaban.
-Aquí tienes
Le dije extendiendo la taza con contenido oscuro.
El saco su mano que yacía escondida en su bolsillo y tomo el café con la misma.
-Ah, t-tú...
Él bebía aquel liquido amargo sin inmutarse por mi sorpresa.
-¿Qué?
Me preguntó con un tono que mostraba molestia y yo fruncí el ceño.
-Hmm no es nada
Di la vuelta para irme de ahí pero sentí su agarre en mi mano.
-Oye, oye~
-¿Sucede al-
Y sentí sus labios contra los míos, con el sabor amargo del café, sus manos grandes, una posaba en mi nuca y la otra acariciaba mi espalda.
-¿Realmente no ibas a decirme?
Me pregunto al separarnos con decepción en su mirada.
-¿Co-Como?
-Tu eres mi alma gemela, y no me lo dirías~ niño malo- reprocho- mi nombre es Kim Nam Joon
Dijo lo último sonriendo de lado y mostrándome su meñique donde yacía el otro extremo de mi hilo.
Tomo mi mano y entrelazo sus dedos con los míos, por un momento parecía que aquella linea roja se había ido.
-Están completamente unidos
Me dijo y un beso fugaz a mis labios no me dejo contestar.
-¿Cómo se llama mi media naranja?-Pregunto riendo ante lo que dijo
-Es... es que- dude un poco, pero NamJoon me miraba tan~ dulcemente-m-me...- carraspee al notar que mi voz seguía temblorosa- me llamo Jackson Wang
-Bien Jackson~ Te veo esta tarde, vendré a buscarte cuando termine tu turno...
Me "aviso" y se fue de ahí.
°
Por alguna extraña razón, el estar con él no me molestaba ni me incomodaba.
El lucía más feliz cuando estábamos juntos. Sonreía al pronunciar mi nombre dejando ver sus atractivos hoyuelos.
Y pasaron 3 años, los mejores de mi vida.
°
-Oye~
Me dijo después de una cena con sus padres.
-Cásate conmigo
-¿Me estas preguntando?
El negó con la cabeza y solo reí con diversión abrazándolo y dándole una afirmación a su petición.
-Me alegro, ¿Te invito un café?
Me pregunto y yo Sonreí.
-Acepto
Si, así de raro conocí a mi marido y padre de mis dos hijos adoptivos...
Por un café americano servido en taza roja.
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Lamento mala narración, faltas ortográficas y/o incoherencias.