—¿No querías usar la bañera? — me pregunto Telxínoe.
—S-si, pero...
Ella había tomado una forma humana, estaba con una toalla envuelta y sentada al filo de la bañera.
—¿Me podrás prestar algo de ropa? — pregunto.
—Claro...— salió del baño y fue a buscar en mi ropero, eligió la ropa más comoda que tenía. —¿Cómo es que...?
—¿Tengo piernas?
—Aja.
—Todas las sirenas pueden hacerlo, pero requiere algo de fuerza, espere a que mi herida cicatrizada para poder hacerlo, perdona si te cause algún problema.
—Uhm, ya fue... ¿Cómo se siente tener una cola?
—¿Te gustaría averiguarlo?
—Ah...— deje caer la mandíbula.
—Vamos. — luego de que se cambio me tomo de la mano y salimos corriendo de mi habitación. Rumbo hacia la playa. —Ayúdame a buscar un cofre.
—¿Cofre?
—Lo estaba trayendo conmigo, pero lo perdí al quedar inconsciente, sospecho que esta por aquí...
Continuamos buscando por toda la playa, hasta que me raspe el pie con algo puntiagudo, agache la mirada y vi algo de color dorado, empecé a cavar en la arena y saque un pequeño cofre.
—Lo encontraste...— exclamo Telxínoe.
—¿Qué contiene? — pregunte.
Ella al abrirlo había algunas cosas suyas y de allí saco una pequeña bolsa de tela blanca y de su interior una especie de cristales color verde agua.
—Comételo.
—Ah ¿Por qué?
—Comete este pequeño, entra al mar y regresa en unos diez minutos. — obedecí, al saborearlo tenia un dulce sabor, como si fuera un dulce.
—Uhm, vale...— me lo comi y luego empecé a caminar hacia el agua.
—¿Sabes nadar no?
—No tanto...
—Ups...
—¿Ups? ¿Cómo que Ups?
En eso una ola vino hacia mi y me hizo caer al piso. Pero cuando trate de levantarme sentia que no podía mover las piernas, al voltear la mirada hacia atrás vi que ya no las tenia, en su lugar habia una cola de sirena como la de Telxinoe.
—¡¿Qué?!
—¡Oye! Vete rápido alli viene personas.
—¡¿Por qué no me dijiste que esto iba a pasar?!
—Una pequeña venganza...— rio.
—Ya veras... cuando regrese.
Empoce a arrastrarme hacia el mar y en la siguiente ola que vino, me fui con ella, ingresando por completo al mar. Se me hacia muy difícil moverme, estaba hundiéndome por completo, por suerte no me estaba ahogando. En el fondo marino empece a arrastrarme, de seguro Telxinoe se estaría riendo si me viera como estoy ahora. Esa desgraciada...
Trate de nadar, pero despues de varios intentos sentia como me dolia la cadera. Algo estaba haciendo mal, no sabia cuanto tiempo había pasado, y tampoco con esta cola no podía subir a la superficie. Trate de darme la vuelta y regresar a la orilla de la playa, pero estaba desorientada, no sabia para que dirección debía de ir. Hasta que en eso senti que me estaba empezando a faltar el aire, el tiempo se me habia terminado.