Narra Ana
-Ya veras como estarán cotilleando ahora los chicos con eso de que salimos tomadas de las manos.- Dice Nali riendo.
Acabamos de montarnos a un auto que nos esperaba afuera del lugar donde estábamos.
-¿Todo te parece una broma? ¿De verdad?- Pregunto encabronada soltando su mano.
-Y tú ¿tienes que estar siempre amargada? Vamos a ver a tu madre, alégrate, guapa.- Dice entusiasta.
-No me digas guapa.- Digo borde.
-¿Por qué no? Eres guapa y quiero llamarte guapa, guapa.- Repite desafiante y sonríe.
Me cruzo de brazos y me giro mirando a la ventana, ella ríe y se pone a hablar con el chofer. Me sorprende ver como lo trata, es muy amable, afectiva, le pregunta por su familia, sus cosas, y se nota la confianza y el cariño que él siente por ella, la miro de reojo y sonrío.
-Llegamos, vente guapa.- Dice cediéndome la mano de nuevo, pero la esquivo. Se despide del chofer con un abrazo cariñoso.
-¿Avión privado?- Pregunto sorprendida al verlo.
-Claro, te dije que un amigo nos haría el favor.- Responde sonriente.
-¡Nali!- Grita un muchacho al verla.
-¡Manolo! ¡Manolo, mi Manolito!- Grita ella también corre y lo abraza. -Manolo, te presento a Ana, es a ella a quien tenemos que llevar a ver a su mami.-
-Vaya, placer guapa. Pues yo encantado, para mi Nali lo que sea.- Responde él contento.
Nali se adelanta, sube al avión, saluda a todos con dos besos, bromea con ellos, sigo sorprendiéndome de su trato. Manolo me acompaña y me indica un asiento.
-Me salvo la vida ¿sabes?- Dice al notar que seguía mirando a Nali.
-¿Perdón?- Pregunto saliendo de mis pensamientos.
-Nali.- Aclara. -Yo lo había perdido todo, era un don nadie, no tenía trabajo, ni dinero. Todos me dieron la espalda, menos ella. Fue a buscarme y me dijo "la vida siempre da segundas oportunidades, esta es la tuya, la tomas o la dejas".- Sonríe al recordar. -Desde ese día empecé a trabajar con ella, me enseñó todo lo que se y me ayudo en mis negocios. Y mira ahora.- Dice orgulloso.
Sonrío, vuelvo a mirar a Nali que cruza mirada conmigo, sonríe de lado y sigue hablando con la tripulación.
Narra Nali
-Te gusta, no te hagas.- Dice Carlos, uno de los tripulantes.
-Deja de decir tonterías, es una amiga. El problema es que es muy seria y me enloquece no poder hacerlo reír.- Digo tentada mirando a Ana.
-Sí claro, pues a mi me parece genial que hayas dejado al imbécil de Ismael y la tía es muy guapa.- Comenta Luciana, la azafata.
-Ay ya, se callan, me voy. Me llevo esto.- Señalo un par de vasos con whisky.
Llego a donde está Ana y me siento a su lado, le paso uno de los vasos, ella lo toma y dice gracias muy seria.
-Oye, puedes sonreír ¿sabes? Es gratis.- Digo dándole un pequeño empujón con el hombro.
-Y tú puedes callarte, es gratis.- Dice borde, toma el whisky, se acomoda bien en su lugar, se pone los cascos, un antifaz y duerme.
No puedo creer que sea tan borde, no lo supero, no entiendo lo que le he hecho, pero me enloquece no poder hacerla sonreír, hay algo en ella que me atrae y no se que es. Creo que se ha vuelto un desafío hacerla sonreír. Bebo un par de vasos más de whisky mientras llegamos a destino, una hora y media después.
-Despierta guapa, llegamos. Arriba, arriba.- Digo enérgica quitándole los antifaz.
-Pensé que estaba teniendo una pesadilla, pero no, estás aquí.- Dice seria levantándose.
Nos despedimos de todos, bajamos, es de madrugada por lo que tendremos que ir a un hotel que por suerte queda cerca. Hacemos apenas unos metros y nos sorprende una lluvia torrencial.
-¡Ostias! ¡Corre!- Grita Ana y lo hace rápido hasta llegar a un techo.
Narra Ana
-Alto, alto, alto, ¿correr donde, guapa? Si es solo lluvia.- Dice Nali despreocupada llegando tras de mi.
-Nos mojaremos hasta el alma, tía.- Grito.
-Y si nos mojamos, luego nos secamos.- Dice saliendo a la lluvia.
-¡Estas loca! ¡Te vas a enfermar!- Grito. Llueve cada vez más fuerte.
-¡No pasa nada, ya luego tu me cuidas, que te la das de enfermera!- Responde gritando también. -Anda, ven.-
-Ni loca y ni sueñes que voy a cuidarte, te enfermas y te jodes por tonta.- Sentencio.
Ella se pone a jugar, parece una niña pequeña, no deja de sorprenderme, sonrío levemente, se acerca mirando con malicia, yo la señalo en advertencia que no se acerque más, pero no hace caso, me toma de las manos y me lleva bajo la lluvia.
-¡Disfruta que la vida es una, joder!- Grita.
Envuelve mi cintura con uno de sus brazos y con su otra mano, toma la mía y empieza a bailar. No puedo creer tanta locura, comienzo a reír a carcajadas, ella me lleva de un lado al otro, da mini saltos, estoy sujetada a su hombro y a su mano, sigo su ritmo mientras reímos. Llueve cada vez mas fuerte, hace unos pasos hacia atrás, no se que pisa, pero resbala y mientras cae tira de mí por lo que caigo sobre ella.
-Auch. Eso dolió.- Grita y ríe.
-Estas loca. De verdad, muy, muy loca, tía.- Respondo riendo también.
-Pero te hice sonreír, así es que valió la pena.- Dice mirándome fijo.
Nos mantenemos la mirada, estamos a escasos centímetros, trago saliva, no se que me pasa, intento levantarme, pero ella no me deja, me sujeta de la cintura y lleva una de sus manos a mi cabeza, me acerca, y me besa. Me sorprende, pero no me resisto, me acompaso a su beso, me gusta, sube la intensidad y lo hago también, sus manos se cuelan bajo mi camiseta y acarician mi espalda, me provoca, me enciende.
-Wow.- Dice algo sorprendida mirándome luego de unos segundos, recuperando la respiración. -Vamos.-
Se levanta, me toma de la mano, y empezamos a correr. Hacemos unos pasos, se detiene y vuelve a besarme mientras la lluvia cae desmedidamente, me encanta. Llegamos al hotel, pide una habitación, la gente nos mira raro ya que estamos empapadas y no tenemos equipaje. Nali les habla unos minutos, ellos asienten sonrientes, le pasan una llave, nos despedimos y nos montamos en el elevador, apenas se cierran las puertas, ataco sus labios, esta vez soy yo quien hace a su antojo, la aprisiono contra la pared, sus labios me gustan, sus besos me encantan, no se que me pasa, no me importa perder los estribos. Entre besos y caricias, llegamos a la habitación.
-Que no puedo abrir la puerta, joder.- Protesta Nali con la llave en la mano.
-¿Eres dueña de una cadena de hoteles y no puedes abrir la puerta de una habitación? Te pasas.- Digo riendo y quitándole la llave.
Abro la puerta, ni siquiera entramos, vuelve a besarme, cuela sus manos bajo mi camiseta y vamos dando tumbos hasta llegar a la cama. Se deshace de mi ropa, yo me deshago de la suya, somos dos volcanes a punto de hacer erupción, y así lo hacemos, damos rienda suelta a una pasión tan desenfrenada como no había sentido antes.
Narra Nali
Me despierta el sonido de mi móvil, atiendo, es uno de los encargados de uno de los hoteles que me hace una consulta sobre no se que, no presto atención, le doy el nombre de con quien se puede comunicar y cuelgo. Me giro, Ana duerme a mi lado, su espalda desnuda y su cabello algo alborotado, sonrío al recordar lo que pasamos anoche, ha sido increíble, sin dudas, tiene algo que me gusta mucho.
Vuelve a sonar mi móvil, esta vez despierta a Ana, hago seña pidiendo disculpas y me levanto a atender. Ella se incorpora en la cama, sonríe y me mira con picardía, yo mantengo su mirada y sonrío también mientras hablo con mi empleado. Cuelgo y me acerco a saludarla.
-Buenos días, guapa.- Digo besándola.
-Buenos días tú.- Responde y vuelve a besarme.
-¿Sabes? Definitivamente eres más guapa cuando sonríes.- Digo sobre sus labios.
Ella tironea de mi camiseta hasta hacerme caer a su lado y nos volvemos a besar.
-Espera, espera, espera.- Dice interrumpiendo. -¿Con qué ropa iremos a ver a mis padres? La nuestra está llena de lodo.- Dice riendo.
-Todo solucionado, guapa, confía en mi. Ahora, dado que es muy, muy, muy temprano, podríamos hacer otra cosa para matar el tiempo¿no?- Digo y empiezo a desarmar su boca a besos para dar rienda suelta a la pasión una vez más.
Bueno, a pedido de vosotros, aquí está... espero que os disfrutéis ;)