Era una noche preciosa para una tranquila caminata, pero ya habían llegado al corazón del bosque, por lo que todos los lobos estaban desnudándose ya, cómodamente trasmutando en grandes y terroríficos animales, comenzando la verdadera diversión para la manada. Por su parte Jimin no quería despojarse de su ropa, tenía mucho frío, se congelaría aun en su peluda forma.
-¿Qué pasa, acaso tenemos a un gatito remilgado?- Apareció en su campo de visión el cuerpo desnudo de Yugyeom, wow que incomodo, pensó el gatito mientras un escalofrió desagradable le sacudía la columna vertebral, no es que le incomodara la desnudez, pero igual.
Jimin carraspeo mientras se alejaba, volviendo al lado de Jungkook, que estaba desvistiéndose detrás de un árbol -Kookiee- Llamo dulcemente, con esa sonrisa que trataba de ser inocente -¿Necesitas ayuda?
-No- Contesto simple, terminando de sacarse los pantalones -¿La necesitas tú?- Miro al aun vestido omega, que se deslizo por el tronco, hasta dejarse a sí mismo atrapado entre la madera y el cuerpo del alfa.
-Si- Los suaves ronroneos le avisaron a Jungkook, que su gatito estaba buscando mimos -Necesito que me des calor- Susurro avergonzado, en las noches siempre se sentía más atrevido y quería un poco, no a quien engañaba, quería toda la atención de su Alfa.
-Eso puedo hacerlo- La sonrisa del lobo era depredadora, con todos sus colmillos desenfundados, provocando una húmeda incomodidad entre las piernas del gatito, que busco contener, mordiéndose los labios, el gemido de sorpresa al ver esa faceta de Jungkook. De repente estaba todo muy caliente entre los dos -Jimin, sabes que la luna esta en alto, lo que potencia todos mis bajos instintos, volviéndome caliente e irracional. Debí advertírtelo antes, pero no quería asustarte.
-No estoy asustado- Dijo casi sin aliento, porque no había en su cuerpo espacio para el miedo, cuando esa mirada empañada de lujuria llenaba todos sus rincones de caliente excitación.
-Estas temblando- Jimin le dio la razón, como su abundante lubricación podría describirse como orinarse del deseo.
-Tenía frío, hace un rato- Trato de formar una oración, en contra de su instinto que solo liberaba feromonas, buscando atraer al Alfa.
-Quieres que te deje mi chaqueta- Propuso más dulce, acariciando los adorables cachetes de su gatito.
Rio melodioso, sonrojándose mientras envolvía las manos ajenas con las propias -No necesito ropa- Afirmo coqueto, pasando de forma lenta su lengua en un camino húmedo sobre sus labios.
Jungkook imito al mismo tiempo aquella acción, hipnotizado por la sensualidad que estaba demostrando su minino, olía mucho más apetecible que cualquier pequeño animalillo que pudiera cazar -Entonces quitémosla- El minino ronroneo una afirmación, complacido al sentir las ardientes palmas recorriendo la piel desnuda de su abdomen.
Jimin repartió pequeños besos, por donde cayera, frotando su nariz en el proceso, a lo largo de la perfumada piel de su Alfa; deleitándose, pues era más intensa y dulce la fragancia natural que desprendían sus cuerpos, que contrastaba completamente con el bosque a su alrededor, porque ahora compartían un mismo aroma, una perfecta mezcla de ambos, ese vainilla que estaba en cada recuerdo de la vida de minino, haciéndolo sentir en su dulce hogar y el relajante olor de madera y vegetación que tanto relajaba al lobo.
Ambas bocas chocaron, creando una húmeda fricción, que paso en segundos, de un dulce reconocimiento a una feroz degustación, estaban tan ansiosos de repente, tan perdidos en el placer de sus labios que muy en contra de sus tímidas personalidades, no les importo el hecho de que detrás del árbol, contaban con audiencia.
-Chicos no se adelanten tanto al platillo principal- Interrumpió la gentil madre omega de Jungkook, provocando que el gatito se erizara y soltara un chillido bastante agudo, no era bueno para su joven corazón ser atrapados en una acción tan íntima que apenas estaba experimentando con su primer y único amante.
El lobo no se inmuto, brindándole apoyo a su omega, que se escondía totalmente avergonzado contra su pecho. Para Jimin eran nuevas todas las actividades que se llevaban a cabo en la noche de luna llena, como el apareamiento, que era bastante común, ya que la luna cuando estaba en su clímax nocturno, potenciaba por completo el llamado de la naturaleza sobre sus lobos, entrando en celo. Esta noche era especial, pues muchas jóvenes parejas enlazadas, buscarían agregar nuevos pequeños miembros a la manada.
-Jimin tenía frio, estaba calentándolo- El gatito no podía creer que lo hubiera dicho, estaba a punto de explotarle la cara. Mordió el hombro del Alfa, molesto por su atrevimiento pero este acostumbrado, pareció inmutable, molestando aún más al omega.
La loba, miro enternecida a la pareja pero igualmente preocupada, estos solo eran los primeros días, aún no había nada escrito -También pensé que era una noche bastante fría, para que Jimin no se enferme y disfrute la caza, le traje este pequeño abrigo para gatitos- Mostro un abrigo, pequeño, de color gris y dos felpudas orejas de lobo como adorno. El gato interno soltó un maullido lastimero.
-Muchas gracias- Por la vergüenza y la necesidad de quedar bien con su nueva familia, acepto la prenda. Si ser el único felino no llamaba la suficiente atención, el adorable traje sería como si un regordete ratón tuviera una nariz roja y brillante, fuera de lugar.
Apenas quedaron de nuevo solos en ese escondite, las palmas de Jungkook volvieron a moverse, desabrochando sin problemas los pantalones del gatito. Jimin maulló sorprendido, le excitaba de sobremanera que estuviera desnudándolo -Primero vamos a cazar, a media noche no sé si quieras volver a casa o hacerlo aquí en el bosque, puede sonar un poco sucio para tu primera noche de luna llena.
Al omega le parecía cómica toda la situación, el como el Alfa parecía totalmente excitado, con sus ojos lobunos brillando, pero no hablaba sucio o gruñía como cualquiera en su situación, seguía tan centrado -Puedo tomarlo todo de ti Jungkook, hasta esa parte salvaje, sé que jamás me lastimaras- El lobo volvió a besarlo, cuidando no perder el control.
-Cuidare bien de ti, purruminie
-¡Jungkook!- Exclamo en medio de risas el gatito, le avergonzaba mucho ese apodo pero si era especial para su Alfa, lo aceptaba -Ya, solo vamos a reunirnos con los demás, llamamos mucho la atención escondidos acá.
-No saldrás desnudo ante nadie, cambia para que pueda ponerte el abrigo- Jimin miró el abrigo con los ojos entrecerrados, ahora que lo veía mejor, era bastante lindo y peludito, no estaba mal.
-Solo lo usare porque sé que tendré frío- Jungkook asintió, cualquier excusa que engañara al omega, porque sabía que el minino adoraba las cosas tiernas, solo que las guardaba todas en su cuarto, dando una apariencia neutra.
La trasmutación fue lenta, era casi una experiencia nueva sentir el cambio en todo su cuerpo, encogiéndose, adquiriendo por completo su pelaje esponjoso -Miauuuuu- Se quejó alto y claro, sacudiendo todo su cuerpo, incomodo en esa piel. Todo era más grande y alto, se sentía vulnerable y asustado.
-Tranquilo gatito- Sintió las suaves caricias en su lomo, peinando sus erizados pelos, trasmitiéndole seguridad y amor -Tienes que acostumbrarte a tu forma animal, veras que tiene muchas ventajas y es divertido- Animó el Alfa, maravillado por la adorable bolita peluda que era su omega, ojos grandes de un vibrante azul y vivaces, al igual que su boquita y naricita tenían un suave rosado. No era tan pequeño, podría cazar bien, estaba seguro que con lo astuto que era el pequeño, lograría una jugosa presa.
Arreglo el abrigo y con un poco de resistencia se lo puso por completo, combinaba muy bien con el pelaje blanco manchado del minino, se veía tan adorable, por la luna, tendría un largo trabajo aquella noche cuidando de su omega.
Con más facilidad, Jungkook llamo a su lobo que estaba más acostumbrado a salir para la caza o juego; trasmutando en un imponente lobo de buen porte, con un pelaje brillante y gris, a juego al traje del gato. Jimin pensaba mientras examinaba al feroz depredador, que aquel lobo era realmente hermoso, más por aquellos ojos ámbar tan llamativos, literalmente se había vuelto a enamorar.
CONTINUARÁ