Cartas Que Vuelan.

XXXVI

Nos dañan, inconscientemente, incondicionalmente, no sé como, pero lo hacen. Desprecian la palabra amor, y por decirlo de una forma, carecen de principios y se olvidan por completo del significado del dolor.
Drásticamente, dicen te quiero sin saber que es ser querido, regalan un beso, sin entender que es un hormigueo en la espalda, pronuncian la palabra mi vida y nunca han tenido ninguna propia y escupen te odios sin saber que es un puñal por la espalda.
Sinceramente, nacemos, reímos, nos enamoramos, nos casamos y nos morimos. Y a sin se reproduce constantemente, pero pocos entienden que entre cada período de tiempo,también  lloramos, sufrimos, y nos recriminamos sin encontrar una fin.
Y más de una vez, nos obligamos a entender que la palabra te quiero es una forma sencilla de decir, te voy ha hacer llorar, te voy ha hacer odiarte a ti misma y sí sencillamente te voy ha consumir lentamente para después tratarte como un simple pasatiempo.
Así que yo ya he dejado los cuentos para otros, porque está niña se ha cansado de escuchar una misma historia.