-lira baja de una vez.-se escucharon los gritos de la condesa, el conde y su hija margot ya se encontraban en el lumbral de la puerta listos para partir pero faltaba lira.
La condesa estaba por estallar era la única noche que le pedía que este lista a tiempo, habían peleado en la tarde con su hija porque se negaba a ponerse el corsé alegando que no podía respirar y otra vez cuando se negaba a ponerse el vestido que había elegido.
Antes de que volviera a llamarla, la vio correr hacia ella bajando en dos en dos las escaleras, era toda un proeza que no se callera, la condesa se acomodó las arrugas inexistentes de su vestido verde agua que resaltaba su cabellera rubia que caía en cascadas. Evitando ver una posible caída de su hija, el hecho era que lira era demasiado torpe cuando se ponía los vestidos y era el motivo que prefiriera quedarse en la casa y casi nunca solía a las veladas del rey pero está noche era diferente. Lord thomas comenzaría su cortejo oficial antes de irse a la campaña militar dentro de tres dias. Para alivio de la condesa lira bajo las escalera sin caerse acomodando su cabello, su doncella le había hecho una corona de trenzas en su pelo dejando algunos risos resaltar sus rasgos y no le incomodara demasiado lo cual agradecía. La condesa estaba orgullosa de sus hijas, todas eran únicas y bellas. Lira no era la esepcion pero si dejaba demasiado que desear su comportamiento no muy propio de una joven. Dos de sus hijas estaban casadas y aún quedaban dos, necesitaba casarlas para que pudieran disfrutar sus vidas antes que algo malo pasara.
-estas hermosa no te toques el peinado lo arruinaras.-se acerco la condesa para emprender la marcha al palacio.
Cuando la carroza se detuvo en la entrada del palacio, el conde bajo primero una vez que habrieron las puertas, ayudando a descender a su esposa y hizo lo mismo con sus hijas. El conde dio su brazo a la condesa para emprender la marcha al salón de baile, margot y lira los siguieron.
-puede ser que te comportes y no averguences a thomas.-le susurro margot a su hermana, lira no le contesto y soltó un suspiro. Esa noche hiba a ser eterna y apenas podía respirar con el odioso corsé y encima tener que soportar los arranques de su hermana.
Lira no entendía como lord thomas se había fijado en ella teniendo a margot como mejor opción para ser marqueza era como su madre de ojos azules y piel de porcelana con sus Risos que le hacían sofisticada. Ella no encajaba en ese mundo y dudaba ser la esposa que el esperaba pero tenia que callar sus dudas, ya nada podía hacer para cambiar su futuro.
Una vez que las puertas del gran salón se habrieron caminaron para bajar las escaleras, mientras los anunciaban, pese al retraso que habían tenido el rey no se encontraba en la sala aun para alivio del conde.
Hola como están lees dejo el vestido de lira para la ocasion. Nos leeremos pronto besos no olviden sus votos.