—¿planea ir a la Tierra, señor?
—sí, tengo que hablar con ______ pero trae a Vados contigo.
—por supuesto.
·••·
— ¿hablas de sacar a _______ de casa?. —Vegeta abrió los ojos sorprendió.—¿estás loca, Bura?
—No, ¡solo estoy emocionada!.— sonrió.— Mi Hermana está muy aburrida aquí y quiero que salga y se sienta bien.
—sabes que es peligroso. Puede pasarles cualquier cosa. No lo permitiré.
—pero, Papá ¡Quiero salir y llevar a mi hermana!
—Vegeta.. —Llamó Bulma desde la puerta.—¿Por qué no?. —Entró.— ______ ya está bien. Podrá cuidarse sola y sabes perfectamente que no estará sola. Bura ya es adulta y también tiene sus trucos para pelear.
—¡Es verdad!¡Soy fuerte también!
Él suspiró.—Creo que sí, pero si les pasa algo será culpa de ustedes.—sentenció.
—¡bien!.—ambas fueron hasta donde estaba ______, ignorando la advertencia que Vegeta iba a dar luego de eso.
Él bufó. Sabía que quizá las cosas saldrían mal.
Mientras tanto, Bulma y Bura iban a la habitación de _______, la cual estaba bastante sucia y llena de polvo.
—Lo lamento, ______.—Dijo Bulma.—En estos dos años no me he atrevido a entrar aquí.
—No hay problema.—Le regaló una leve sonrisa a su madre.—Esperaba que estuvieran aún mis armaduras y sí, están ahí.—Se acercó al closet y sacó una armadura desde adentro de una capsula.
—Oh, te dejamos para que te cambies.—Sonrió Bura y agarró a su madre para salir de ahí.
—No es necesario.—anunció la pelinegra.—Ya estoy lista.
En menos de un segundos, gracias a su magia, ya estaba cambiada.
Las peliazules sonrieron y la agarran para llevarla al primer piso. Ella, por alguna razón, estaba nerviosa y feliz. Bulma y Bura le hablaban de lo que iban a hacer aquel día, mientras que ella solamente asentía y sonreía porque no entendía del todo lo que ocurría.
—¿a dónde van?.—La voz de Trunks retumbó en los oídos de las mujeres, las cuales inmediatamente se detuvieron y se giraron.
—Llevaremos a _______ a dar una vuelta.—sonrió Bura.
·••·
—No puedo creer que haya perdido contra dos mujeres.— bufó.
—Eso significa que no tienes el valor para defender a tu propia hermana.— acusó Vegeta mientras entraba en la habitación.
—Muy gracioso, Papá.—bufó el peli-lila mientras que viraba los ojos y se cruzaba de brazos.
—Lo digo en serio, Trunks.—suspiró mientras que se sentaba a su lado.
—¿a qué te refieres, Papá?
—Me refiero a que si no puedes proteger a tu hermana de tu madre y de tu hermana, entonces ¿Qué harás en la batalla?
—¿Qué batalla?
—seguramente sabes que los Demonios volverán por tu hermana, ¿cierto?.—Trunks asintió preocupado. —Y cuando eso pase, ¿Qué harás? ¿dejarás que se la lleven otra vez?.—rápidamente se levantó al sentir el ki de Bills, Wiss y Vados llegando a la Tierra.
Trunks se quedó pensando en lo que dijo su padre.