− ¿Baek...Hyun?...
ChanYeol se encontraba consternado, pues no esperaba que su prometido, el chico que ansiaba conocerlo, se encontrara sumido en ataduras propias de los más fieros criminales.
Confundido ante tan extraño primer encuentro, se acercó rápidamente, retirando la seda que le privaba el habla.
− ¿CÓMO SE ATREVEN A HACERME ESTO?− exclamó el más bajo con enfado apenas se vio libre de la tela que le impedía el habla. Y el pelirojo casi reconsidero sobre las ventajas de aquella mordaza. − ¡Te exijo que me desates ahora!
−Lo lamento...− se disculpó un tanto aturdido aún. −...temo lastimarte si lo intento.
El más bajo, incrédulo, elevó una ceja. –mira, te lo pondré fácil para que lo entiendas, si valoras esos lindos ojitos que tienes vas a soltar estas amarras de inmediato.− amenazó con falsa calma.
Pero ChanYeol no se movió.
− ¡QUE ME SUELTES!− al notar que no conseguiría nada de seguir por ese camino, Baek soltó un profundo suspiro. −...por favor, ya me están doliendo las muñecas.
Su siguiente estrategia rindió frutos ya que el alto al oír su pesar, se levantó del suelo y lo desató con cuidado. Yeol pensó que quizás quedó literalmente congelado de la impresión, porque al aflojar los nudos nada se incendió.
−Gracias...− musitó el bajito friccionando sus muñecas.
− ¿Por qué te tenían así? ¿Quién lo hizo?− pregunto con curiosidad al ver al chico ya más calmado.
− ¿No es obvio? Porque no quería venir aquí− escupió su respuesta con frustración. – no quiero conocer a nadie, no me interesa quien sea ese heredero ni sus intenciones. Yo... oye ¿te encuentras... bien? − Baek detuvo su parlamento al instante en que notó el desánimo del chico que lo había liberado. − ¿no te vas a echar a llorar aquí... cierto?
−Es que... yo creí...− para Yeol, la declaración de Baek fueron como un baldazo de agua helada que apagaron cualquier luz esperanza. –...en realidad esperaba algo distinto.
− ¡oh! – exclamó cayendo en cuenta de quien se trataba. –Bueno, lamento no ser lo que sea que pensaste encontrar. Con el tiempo verás que es lo mejor que podría pasar...− dijo en un intento por animarlo mientras se ponía de pie, estirando sus músculos, adoloridos por la postura. −...pronto olvidarás que esto pasó y tus papis te encontrarán a alguien más apropiado. Siempre es así.
− Pero yo no quiero, porque no existe tal cosa... solo vine hasta aquí porque me prometieron que eras igual a mi...
− Entonces estas varado, eso tenemos en común...− respondió con una apesadumbrada sonrisa. –...pero a diferencia de ti, yo no quiero arreglarlo. No deseo terminar con mi soledad, nos llevamos bastante bien.
−Pero no lo entiendo, te sientes solo al igual que yo, sabrás que a veces se torna pesada y vacía al mismo tiempo ¿Por qué preferirías seguir así?− preguntó el alto mientras Baek inspeccionaba meticulosamente las salidas. − ¿qué haces?
− ¿Qué te parece que hago? Preparo mi huida.− soltó concentrado en su cometido.
− ¡Pero es de noche!- exclamó un tanto preocupado. − ¿no... no puedes esperar a mañana?
¿Y arriesgarme a que me atrapen? Ni de chiste... dime ¿Cuántos guardias nos "protegen"?- preguntó lo último haciendo ademanes con las manos.
Ninguno, pero... ¡o...oye! –Yeol se apresuró a detener al chico que estaba a punto de saltar por la ventana, en un acto impulsivo, sosteniendo su muñeca.
Al darse cuenta de que no tenía sus guantes puestos, el alto pasó del terror a lastimarlo a la sorpresa de no causar el mínimo efecto en la piel del rubio en escasos segundos. Reaccionando recién cuando Baek se liberó de su agarre en un brusco movimiento.
− ¿Qué diablos sucede contigo?− inquirió molesto por irrumpir en su escape.
− No... no te herí... −Sus ojos se humedecieron de la emoción, sin perder de vista las pálidas manos del chico, sin un ligero enrojecimiento siquiera.
BaekHyun sintió un nudo en el pecho cuando sus miradas se cruzaron en ese instante, los ojos de Yeol estaban fijos en él haciéndolo sentir extraño.
– ¿A qué te refieres...? no entiendo una palabra de lo que dices. –Estaba asustado... porque el alto venció con una mirada en donde los demás habían fallado tras mil y un intentos: romper aquel muro que armó para que nadie se acercara.
Su corazón empezó a latir con furia cuando el chico le sonrió con desbordante felicidad mientras dejaba caer cristalinas lágrimas de sus mejillas. – cuando estas cerca, soy inofensivo, tú... tú logras que se calme...
Cuando Yeol se aproximó más y quiso tocar su mejilla, fue ese acto el detonante de su huida. En ese momento, con la guardia baja, una sola caricia bastaría para romper todo.
Sin pensarlo dos veces, corrió tan rápido como sus piernas se lo permitían dejando atrás los terrenos de sus padres y así también, fuera de la protección de los pergaminos sagrados.
Cuando detuvo su marcha, se vio solo en medio de un espeso bosque. Un escalofrió recorrió su espalda al percibir que lo observaban. Sus latidos se aceleraron estrepitosamente al notar la multitud de ojos que brillaban cual estrellas a su alrededor.
Se trataban de demonios sin forma, seres de sombras en busca de cuerpos físicos para completarse. Jamás advirtieron a BaekHyun acerca de las amenazas escondidas bajo el manto nocturno ni le instruyeron sobre el uso de sus poderes.
Dejándolo indefenso.
Las sombras se abalanzaron contra el chico creando en el acto una inmensa cabeza canina abriendo sus fauces para devorarlo. Baek, quien había caído al suelo por la impresión cubrió su rostro por acto reflejo anticipando su final.
Pero abrió los ojos nuevamente cuando unos brazos lo rodearon. ChanYeol estaba frente a él, con el cuerpo envuelto en llamas.
Fuego que no lo lastimaba pero sí dispersaba a los demonios.
"Oh, sí lo quieres, me probaré a mí mismo ante ti.
Mi valor es para siempre.
En ti he encontrado mi lugar"
− ¿Estás bien?− preguntó a un muy consternado BaekHyun quien apenas fue capaz de asentir con la cabeza.
Los espíritus a su vez volvían a su anterior forma, rodeándolos como una jauría de perros hambrientos, amenazando con atacar nuevamente. Chan se interpuso entre ellos y su prometido, asestando ardorosos golpes a quien osaba acercarse.
Con el tiempo aquellos monstruos arremetían al tiempo obligándolo a encender su cuerpo entero.
Baek no sabía qué hacer, nunca antes había tenido necesidad de manifestar sus poderes ¿y cuál sería el caso de hacerlo? El inútil demonio que lo maldijo no le dio más que la capacidad de sobrevivir.
O eso pensaba él.
"No lo voy a evitar, entre más nos agrietemos y separemos
La claridad crece y me hago más completo"
No importaba cuantos demonios eran abatidos, solo aparecían más y más.
El rubio alcanzó a notar un hecho alarmante: mientras más energía liberaba el alto, en su piel se agrietaba como si el mismo fuego que lo envolvía también lo fuera consumiendo.
Detalle que no se escapó del conocimiento del alto, pero no temía por ello ya que formaba parte de su naturaleza.
−Baekie... Ahora que me he vuelto más impresionante, ¿dejarías que me quede a tu lado para siempre?
– Chan... Yeol... ¿Qué...?
Los ojos del rubio se llenaron de lágrimas, rompiendo en llanto cuando el descendiente del fénix le dedicó aquellas palabras. Ya que poco después, con una apacible sonrisa en un rostro adornado de finas rajaduras, el ave milenaria emergió rompiendo su cuerpo humano, expandiendo sus llamas por todo el bosque.
Estas alas de fuego dispersaron las almas malditas mas no lastimó al portador de la luz, en cambio, lo envolvió como una acogedora manta de protección.
Baek dio testimonio de las palabras de la anciana al sentir por primera vez el dolor de la perdida, al ver morir al único ser que lo quiso no por su don ni por su familia, sino por él mismo.
"Estoy completo, Incluso más perfecto.
Mientras todos bajan la guardia
Romperé todo"
Desolado, se arrastró hasta el lugar de su deceso: un cráter cubierto de cenizas. Grande fue su sorpresa cuando diviso entre estas una pequeña llama encendida. Baek se sentó sobre sus rodillas y, tras elevarse como si estuviera guidada por el viento, la mecha descansó en los brazos del chico tomando la forma de un pequeño bebé.
Fue cuando vio los ojos del infante, cuando tomó uno de sus dedos con sus pequeñas manos que lo entendió:
El nunca más estaría solo.
Los demonios que sobrevivieron al ataque del fénix se reagruparon en un último intento de devorar a Baek, pensando que sería una batalla ganada por la ausencia del más alto.
−Yo te protegeré ahora... ChanYeol~ah...– fiel a su naturaleza, el cuerpo entero del bajito se iluminó, brillando con tal intensidad que el sol mismo se vería opacado. Las ánimas no alcanzaron a huir y fueron destruidas por aquella energía.
Definitivamente, cumpliría su promesa.
***
−¡¡¡Baekhyunnie...!!! ¿Qué tanto haces? ¡Tengo hambre!
Pasados unos cuantos siglos de adaptación, más para Baek ya que era el único que aparentaba una edad constante, pareciera que lograron superar las peripecias del camino, llevando, dentro de lo que cabe, una vida normal.
ChanYeol repetía el ciclo de la vida una y otra vez, recuperando sus recuerdos al entrar en la pubertad mientras que para Baek, el tiempo se detuvo a los 23 años.
− ¿Tienes que fastidiar tan temprano? ¡Te he dicho mil veces que no me molestes mientras estoy trabajando!
– ¿y ese trabajo no puede esperar cinco minutos? – cuestionó abultando sus labios, valiéndose de su apariencia para doblegar la inflexible postura de su pareja.
– Nuestra seguridad no puede esperar ni cinco segundos Yeol, estoy cansado de que pases todas las noches defendiendo nuestra casa para que luego termines sobrepasando los límites...– lo regañó –...¿Cuántas veces has renacido este último siglo? Yo hasta perdí la cuenta.
El pelirrojo adoraba cuando Baek lo trataba como a un niño, claro, al verse como uno de 11 años era normal que eso generara confusión en el contrario. Pero le encantaba aún más cuando su frio temple se suavizaba cada vez que lo rodeaba entre sus brazos.
−Baekhyunnie... ¿vienes a desayunar conmigo?− insistió tras el abrazo, ignorando los reproches de su amado. Sonrió ante su victoria cuando oyó un suspiro condescendiente de parte del ahora mayor.
−Eres todo un caso Channie...− se quejó sonriendo por lo bajo al descansar el rostro en el huequito de su cuello. −...estás a una altura conveniente, no crezcas más.− pidió ganándose una risa de parte de su pareja.
−Hoy es el día.
−Lo sé...− respondió en un suspiro. – ¿estás seguro que se trata de él?
– soñé con ese niño, que tomaba mi mano mientras sonreía... tuviste el mismo sueño la siguiente noche. ¿Qué otra explicación podrías darle? Está destinado a ser nuestro, para protegerlo.
−JongIn, ese es su nombre ¿verdad? Me pregunto qué habilidades tendrá...– soltó un suspiro con solo pensar en el trabajo que llevaría criar a un pequeño con sangre sobrenatural, el primero de tantos que alojarían en el futuro. –...más te vale cuidarte esta vez, no pienso criar a dos niños...− advirtió al separarse. Limpiándose con un paño los restos de aceite de motor con los que se había manchado al trabajar.
−Lo prometo− afirmó ensanchando su sonrisa. –lo haré si te casas conmigo.
−Channie, ya nos casamos cinco veces.
−No en esta vida...
El rubio dejo suavizó sus expresiones y asintió
–Cuando seas mayor de edad. –Dicho esto, ambos se dirigieron a la puerta. Ya que el pequeño infante de tan solo seis años había llegado para cambiar sus vidas.
Luego de tanto pasar, podían darse el lujo de bromear con el tiempo ya que por más que transcurriera, creando y marchitando vidas... ellos seguirían brillando, el uno para el otro, en una danza sin final.
Al menos así sería hasta que el destino marcara otro compás.
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Y llegamos al final♥ ¿qué les pareció?
¿Qué les puedo decir? amo el género de fantasía, es lo que más me inspira*^*
Muchas gracias a EXOUniverseFanFics por dejarme ser parte de la dinámica, espero les haya gustado mi interpretación de Diamond^^ e infinitas gracias a jkvyam por la portada, esta preciosa♥
dedico este dulce final a Laquidoscopio mi linda beta ¿sabían que publicó una historia? "Quiero Morderte" el título llama ¿verdad que si? 7w7 pásense a leer*^*/ no se arrepentirán♥
buena tarde mis amores♥ l@s leo en los comentarios😘