–¿Hoy puede venir mi amiga Dhay a la casa?–pregunto con su linda y aguda voz mientras entraba a mi habitación.
Aquella linda niña de ojos agrandes y mejillas regordetas no entendía el hecho de tocar antes de entrar a alguna habitación, pero aun así lograba derretirme el corazón.
–No sé, Kathy ¿mamá te dio permiso?–respondí viendo a mi pequeña hermana por el espejo retrovisor
–Me dijo que te preguntara a ti y que si podías cuidarnos a las dos, Dhay podía ir a la casa
Suspiré con un poco de pesadez, mis padres no estaban muy seguido en casa, siempre salían debido a su trabajo, pero sobre todo en la época de vacaciones de verano. Se iban muy temprano y regresaban muy tarde por la noche, yo me quedaba con mi hermana todo el día , no me molestaba cuidar a mi hermana pequeña, pero a veces deseaba que ellos pudieran estar presentes como se supone que debía ser.
Sonreí levemente antes de hablar nuevamente.
–bueno, supongo que no hay problema, si quieres podemos pasar por ella e ir a tomar un helado después
Admito que desde que mi hermana nació, hace ocho años, me ha gustado consentirla un poco y pasar tiempo con ella.
Tal y como le prometí, fuimos por su amiga Dhay. Ambas niñas son muy diferentes, mientras mi hermana es más habladora y extrovertida, su amiga es callada y quien normalmente sigue las ideas de Kathy, ambas tienen la misma edad y están en la misma escuela así que no fue difícil que congeniaran muy bien, a tal grado de que casi siempre una iba a la casa de la otra por la confianza que había por parte de ambas madres.
Dhay es una niña con una de las sonrisas más lindas que había visto y además de eso, tenía un par de pecas sobre las mejillas había visto en un par de ocasiones a sus padres y podía asegurar que se parecía mucho a su mamá, por otro lado, mi hermana tiene dos hoyuelos muy característicos de mi padre, yo no tuve la dicha de tenerlos, pero si obtuve el color castaño de mi cabello por parte de él, mientras Kathy tenía el cabello color oscuro de mi madre.
Mi hermana y Dhay pasaron casi todo el día jugando, el parque parecía ser muy pequeño para ellas que corrían de un lado a otro. Cuando me di cuenta que se les comenzaba a pegar el cabello al rostro debido al sudor decidí que era hora de ir a casa para refrescarse un poco, además la madre de Dhay no tardaría mucho en ir a buscarla a mi casa.
–niñas, ¿quieren un poco de pastel?–pregunte mientras abría la puerta para que pudieran pasar.
–¿fue cumpleaños de alguien?–pregunto Dhay después de cerrar la puerta
–el mío–respondí tomándola de la mano al igual que mi hermana para caminar a la cocina–fue hace un par de días y sabía que debía de guarda un poco para ti–sonreí al escuchar la risa de las niñas
Con una toalla húmeda limpie el rostro de ambas y les pedí que se sentaran en la mesa para así poder sacar del frigorífico lo que sobro de mi pastel. El numero veinte que estaba pintado sobre el glaseado era solo una mancha rosa.
–¿Minju?–Levante la mirada al escuchar a una de las niñas llamándome
–¿Que sucede Dhay?
–¿Me podrías dar un pedazo extra de pastel? , A mi hermano le gusta mucho y quisiera llevarle un poco–explico con algo de timidez.
–¿Tienes un hermano, Dhay?–pregunté sorprendida
–Bueno, en realidad tengo tres, dos son mayores, pero hay uno que es más pequeño que yo
Mire con extrañes a Dhay, no sabía que tenía tres hermanos, siempre había pensado que era hija única. Tenía dos años conociéndola y nunca había mencionado tener hermanos, supongo que mi madre omitió ese pequeño detalle, porque estoy segura que ella sabe algo al respecto y sin duda le preguntare en cuanto vuelva.
Estábamos viendo una película de barbie en la sala cuando escuche el timbre de la casa y me levante de mi lugar, rápidamente.
Esperaba ver a la madre de Dhay, ya casi eran las ocho y esa hora había sido la acordada, pero al abrir la puerta me encontré con un chico de mirada dura y algo inexpresiva. El hombre es de un atractivo indudable, su cabello era negro y estaba perfectamente arreglado, vestía pantalones negros con una playera roja y una chaqueta de cuero sobre esta. Me miraba fijamente, supongo que de la misma manera que yo hacía con él.
Estaba por preguntar quién era cuando una voz me interrumpió.
–¿Jay?–Hablo Dhay colocándose a mi lado junto con mi hermana.
–¿Quién más iba a ser, enana? , date prisa que tengo que ir a verme con los chicos–sin decir más dio la vuelta y caminó hasta su auto.
–Espera–el tal a Jay se detuvo y solo volteo un poco su cabeza–¿tú quién eres?
–No creo que eso sea de tu incumbencia, muñeca–sonrió arrogante y siguió su camino hasta su auto
–Es mi hermano, Jay–me dijo Dhay al notar mi confusión
–¿segura?–no entendía como es que una niña tan adorable podía ser hermana de un hombre tan arrogante como él. Ya me había llevado una primera impresión no muy agradable de aquel sujeto y sería difícil que la cambiara.
–sí, es solo que está en su personalidad fastidiosa–respondió elevando los hombros para restarle importancia
Al parecer lo atractivo es lo único que tiene a su favor ese hombre.
–Parece un chico malo–habló mi hermana Kathy
–Yo prefiero a mi otro hermano, Hoseok. El es más dulce y le gusta mucho el pastel como a mí, pero mi hermanito hobi juega conmigo y es muy gracioso–explico brevemente–gracias por dejarme quedarme en la tarde con ustedes Minju
La niña se despidió de mi hermana y de mi con un abrazo para después correr al auto donde se encontraba su hermano que apenas había conocido y que sin duda no me había agradado para nada.
–Oye kath, ¿tú sabías que Dhay tenía hermanos?–le pregunte a mi hermana poniendo play a la película que estábamos viendo
–Si, ella me ha hablado de sus hermanos, solo una vez llegue a ver a uno creo que era Hoseok y es muy parecido a Jay– respondió mi hermana sin despegar la mirada del televisor
Tengo que admitir que me quede intrigada por Jay, parecía un chico difícil de tratar, me intimido un poco y eso que lo vi solo por unos segundos. No quise darle más vueltas al asunto, aunque me fuera difícil.