Salí de la sala de la asamblea y me acerqué al centro del claro, cerca de donde estaba la hoguera, estaba dispuesta a hacer el ritual sagrado para invocar a mi madre cuando mi brazalete comenzó a brillar y emitir un sonido fuerte y agudo, levanté mi brazo sin saber que hacer ni que garlopas era aquello entonces, la piedra de ágata azul que había incrustada en el brazalete emitió una potente luz que hizo que me cubriese los ojos. Ante aquel espectáculo muchos curiosos se habían acercado a ver que pasaba, entre los que podía reconocer a Chuck, Minho, Thomas, Gally y Newt.
Cuando dejé de cubrirme los ojos con el brazo contrario al que portaba el brazalete pude observar como la figura de un Eco holográfico a tamaño real me miraba muy enfadado.
-¿¡Dónde estás, inútil!? -gritó con rabia y preocupación.
-Estoy en... ¿Donde estoy exactamente? -pregunté a uno de los chicos de por ahí. Pero él negó con la cabeza encogiéndose de hombros- Estoy en alguna simulación del mundo mortal.
Sonreí hacia Eco que suspiró y me miró fijamente y de forma seria lo que me causó algo de miedo. Cuando Eco ponía esa cara significaban malas noticias.
-No estás en ninguna simulación (TN)_____... -se dio la vuelta alejándose un poco de lo que sería la cámara que nos estaba grabando y pateó una silla- ¡Se suponía que no la ibas a liar, joder!
-Eco... cálmate... -dije pero él solo se dio la vuelta y suspiró frustrado.
-¿Que me calme? ¿Como me pides tal cosa? Tú madre ha venido a ver como ibas progresando con las simulaciones y... -en ese momento, una manos con muy buena manicura empujaron a Eco haciéndolo salir del plano. Una preciosa mujer que no aparentaba más de veinticinco años ocupó el lugar de Eco.
-¡(TN)_____! ¡Ya estoy cansada! ¿¡No sabes hacer nada bien!? ¡Esta es la gota que colma el vaso! -suspiró profundamente intentando calmarse- Ya no sé que vamos a hacer contigo (Ta)_____, lo he intentado todo, eres la diosa de la belleza, la fertilidad y el amor...
-Creía que solo era la diosa de la belleza... -dije y ella me miró con mala cara.
-No me interrumpas cuando hablo -dijo muy seriamente- Como decía, eres la diosa de la belleza, la fertilidad y el amor... pero a pesar de eso ningún dios quiere casarse contigo porque eres torpe e inmadura -me reprochó- es por esto que no me dejas otra alternativa... hasta que no encuentres un esposo... donde quiera que estés, no podrás volver a casa.
La luz del brazalete se apagó y un silencio sepulcral inundó todo el claro, nadie hablaba, nadie se movía, todos me miraban con pena. No voy a salir corriendo como si fuera una simple mortal, tampoco voy a llorar. Me giré hacia Newt y me acerqué a él.
Suspiré profundamente y luego le sonreí como si nada hubiese pasado.
-¿Dónde decías que estaba la enfermería? -pregunté sin borrar la sonrisa.
El frunció un poco el ceño y agarró por los hombros.
-Oye, ¿estás segura de que no prefieres ir a descansar? Quiero decir... después de esa noticia...
-No, prefiero ponerme a trabajar cuanto antes además... -un grito desgarrador interrumpió nuestra conversación, todos nos giramos en la dirección de la que parecía haber venido el grito y vimos como un chico salía corriendo del matadero con el brazo lleno de sangre- parece que me necesitan.
Caminé pensativa en la dirección por la que se había ido aquel chico, con una herida de tal calibre no creo que haya ido a otro sitio que no sea la enfermería. Pensaba en lo que me había dicho mi madre... en realidad sería muy fácil... solo tendría que ir hacia cualquier chico y pedirle que se casara conmigo, estoy segura de que cualquiera aceptaría al instante. La dificultad de la tarea estaba en que me tenía que enamorar yo...
Llegué a la enfermería que, a pesar de estar llena de botiquines, estaba muy mal equipada y no disponía de las herramientas necesarias como para curar una lesión grave.
Vi como uno de los docs le limpiaba la herida al chico y le ponía varias vendas alrededor del brazo, cuando el chico lesionado estaba por salir lo paré, lo volví a tumbar en una de las camillas de allí y empecé a quitarle las vendas.
-¿Pero que haces? -preguntó el chico en cuestión.
-Mi trabajo -contesté secamente.
-"Tu trabajo" -dijo haciendo comillas con la otra mano- ya estaba hecho.
-Cállate -chasqueé mis dedos como hice la vez anterior y los pasé por su herida haciendo que desapareciese. El chico se levantó asombrado y salió de allí sin siquiera darme las gracias- Desagradecido...
-Te acostumbrarás -dijo una voz a mis espaldas.
-¿Newt? ¿Qué haces aquí? -me levanté de la silla junto a la camilla y me acerqué a él.
-Chicos, esperadme fuera -dijo el rubio a los docs.
-Newt, ¿Qué pasa? -pregunté algo extrañada.
-Tranquila muñeca -fruncí el ceño ante aquel apodo- no pasa nada, es solo que contigo en la enfermería basta para curar a toda el área. Alby va a asignarles un nuevo trabajo.
-Newt, no tenemos todo el día, ya ligarás más tarde -se burlaron al otro lado de la puerta.
-Bueno preciosa, me encantaría quedarme a charlar pero el deber me llama.
Me quedé mirándolo como si acabara de salirle una tercera cabeza. Ante el incómodo silencio que se formó en la habitación, Newt solo atinó a aclararse la garganta con nerviosismo y terminó saliendo de la cabaña.