Luz y Oscuridad

By Gloom_

9.1K 833 265

A veces tardamos en crecer, y otras las circunstancias nos obligan a crecer de golpe. A veces creemos que som... More

NOTA AUTORA
Personajes
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Epílogo
Despedida
REDES SOCIALES

Capítulo 22

155 15 5
By Gloom_

SHANA

Rendida. Entre los brazos de Eliot, de la misma persona que días atrás ni siquiera quería tener delante. Había dejado que todo el peso que mi padre había ido colocando sobre mi espalda me hundiera, cuando estaba tratando de quitarlo poco a poco. Todo se había juntado, el chico del sótano, el jefe, Eliot, mi padre, mi verdadero padre. Todo se estaba convirtiendo en un nudo del que no podía escapar, un nudo que seguía ahí, cada vez que volvía a despertar más prieto, ahogándome.

Era todo tan pesado y cansino que ya no quería tan siquiera sentirme triste. Por mucho que intentaba pensar en otra cosa no podía sacarme de la cabeza que debía volver al instituto, sólo unas horas me separaban de volver a verle la cara a aquel hombre. A quien podía hundirme en el momento en el que él lo quisiera.

Volví a casa después de todo lo ocurrido, ya había sido suficiente, preparé la cena y no pronuncié ni una palabra en todo lo que transcurrió de noche. Puse la alarma para la misma hora que la última vez que me habían hecho levantarme para asistir allí y me tapé con las sábanas hasta que me quedé sin aire y tuve que volver a salir.

A las 6:30 AM ya estaba duchada, vestida y maquillada de forma que no se me reconociera mucho. Nada abundante tampoco, para no llamar la atención. De ropa escogí unos vaqueros con un jersey y unas botas negras, además del abrigo.

Subí a la furgoneta con la misma expresión que se había fijado en mi cara la tarde anterior y pasé todo el camino escuchando palabras del jefe y mirando el día nublado que se iba a quedar. Puse todos mis esfuerzos en pensar en el futuro, pero seguía pesando demasiado todo lo que me encadenaba al pasado.

Bajé de la furgoneta y sólo me despedí, asintiendo con la cabeza para que el jefe supiese que lo había entendido todo; ''No saldrá tan mal'', ''Con el tiempo te acostumbrarás'', ''Procura no hablar con quién te cause malestar'', ''No vuelvas a huir así, en caso de que quieras escapar de ahí, llámame, nos pones en peligro tanto a ti como a mí''.

Bla bla bla, las mismas palabras de siempre, esperanzadoras, precavidas, repetitivas.

A estas alturas sabía perfectamente lo que tenía que hacer.

Avancé hasta la entrada del instituto y aspiré todo el aire que fui capaz para mantener mi pulso relajado. Entré por la puerta principal volviendo a examinarlo todo como el primer día, me dirigí a mi aula para no tener que abrirme espacio minutos después entre la multitud de chicos y chicas, recibiendo miradas que ahora mismo sólo me producían asco.

Casualmente la puerta estaba abierta, así que entré y busqué el mismo sitio apartado que me había asignado a mí misma. Coloqué mis cosas y miré por la ventana. Ya empezaban a caer las primeras gotas del día.

El timbre sonó estridente y los murmullos y pasos comenzaron a llenar los pasillos. Esperé a que apareciera de nuevo el profesor, el cual no podía ver como mi padre, sino como un desconocido que podría haber estado en cualquier otra parte del mundo, y no justo en esa. Mi corazón se aceleraba cada vez que escuchaba a alguien acercarse,  cuando una persona atravesaba la puerta, esos segundos justo antes de que puedas verle hacían que dejara de respirar inconscientemente, creando un estado de nerviosismo extremo dentro de mí.

Una vez que ya entraron todos los alumnos sabía de sobra que el próximo en atravesar esa puerta sería él, así que intenté relajarme, pensar en cualquier otra cosa antes de que me diese un ataque de pánico. Minutos después entró sonriente y no pude evitar mirarlo de arriba abajo. Me sentía pálida. Nos saludó y nos mandó sacar los libros. No hizo contacto visual conmigo, lo que me pareció extraño pero que agradecí. La clase siguió con normalidad, aunque yo no podía evitar estar desconcentrada, era imposible pensar en Matemáticas teniendo a mi verdadero padre delante de mí. Sus rasgos, tan presentes en mí, ahora lo veía.

Cuando tocó el timbre me apresuré para salir de primera, pero un ''Shana'' hizo que tuviera que dar la vuelta nada más pasar el marco de la puerta. Me acerqué a su mesa y mantuve la mirada fija en la taza a modo de lapicero que había sobre ella.

-Qué?

-Quiero que hables conmigo. Quiero ayudarte, saber por qué has huido. Nadie se va a enterar. Por favor, déjame hacer algo por ti, porque por tu madre no pude...

-No necesito ayuda. Sólo quiero que te mantengas alejado, como has hecho todos estos años. Y que no abras la boca, porque entonces no me volveréis a ver el pelo-. Mantuve mi voz lo más firme posible. No podía confiar en él. Porqué iba a hacerlo si hasta ahora que no nos habíamos encontrado, no supe nada de su existencia?

-Respeto tu decisión, Linda, pero no fue mi culpa la decisión que tomó tu madre. Yo quise en todo momento permanecer a su lado,  su familia quiso alejarla de mí. Sólo quiero colaborar, te daré dinero, o un hogar, lo que quieras.

-No me llames Linda, mi nombre es Shana. Entiende que no puedes aparecer en mi vida de repente y querer hacer como que nada ha pasado. Yo tengo mis planes y van seguir como estaban, así que por favor, mantente alejado. No compliques más la situación, hazlo por mí si es que de verdad te importo-. Me di la vuelta y no dijo nada más. Me dirigí a la siguiente clase e intenté despejar mi mente y concentrarme. Un peso se soltó de mis piernas y sentí que caminaba con más decisión, necesitaba decirle aquellas palabras, necesitaba que no todo se complicase más.

Durante el recreo me senté en un banco, mirando las nubes. Sorprendentemente tenía unas ganas enormes de fumar, por lo que se me vino Eliot a la cabeza. Una chica un poco más bajita que yo, de pelo largo y moreno y ojos miel, se sentó a mi lado.

-Hola! Soy Nathaly, pero puedes llamarme Nath.

-Hola, soy Shana-. No dirigí mi mirada hacia ella, porque podría reconocerme.

-Mi madre me dijo que una chica nueva vendría al instituto, me dijo que le pareciste buena chica y que podríamos ser amigas, así que no me lo he pensado dos veces y aquí estoy. Quizás estoy pareciendo ridícula...-. Qué clase de persona pretende ser amiga de otra de un día para el otro?! Que chica tan rara...

-Sí, un poco...- La chica se levantó y se fue. Me sentí mal por ella, no tenía la culpa de que mi vida fuese una mierda. Además, quizás podríamos llevarnos bien...

-Oye, que era broma! - Se dio la vuelta al escuchar mis palabras y se volvió a sentar en el banco no muy segura.

-Estás en mi clase, te sientas al fondo verdad? De dónde vienes?-. Demasiadas preguntas a las que tendría que responder con mentiras.

-Vengo de Europa. Y sí, me siento al final de la clase.

-Vaya, Europa! Siempre quise ir allí de viaje! La verdad es que uno de mis mayores sueños es viajar a un montón de lugares. Supongo que eso está bien, descubrir sitios y capturar imágenes de ellos, es algo que me gusta. Poca gente lo entiende-. Se quedó pensativa unos segundos y automáticamente salieron cuatro palabras que no quería por mi boca.

-Te gusta la fotografía?-. En realidad no quería entablar una amistad con ella, es decir, sí, me gustaría poder llevarme bien con alguien para no ser la rara, pero no hasta el punto de conocerse en lo personal, emociones y etcétera...

-Me encanta la fotografía! Todas las tardes salgo a pasear y a hacer fotos. Siempre intento ir por lugares diferentes, excepto por el bosque Yellowstone, dicen que es peligroso, por lo tanto no suelo andar cerca de allí, aunque me parece muy intrigante...

-Ah... está bien, a mí también me gusta-. Por mi bien esperaba no tener que mentirle con ''dónde'' era mi casa, porque entonces eso sí levantaría sospechas.

-Sí? Podríamos quedar hoy por la tarde si no tienes nada que hacer para dar un paseo y hacer fotos por un lugar que conozco. Así te enseño unos pocos sitios del pueblo donde seguro que todavía no has estado. No vives muy lejos no? Podría pasar por tu casa a buscarte-. Maldita sea.

-Eh... bueno, creo que esta tarde va a llover, podríamos dejarlo para mañana y eso. Y podemos comer juntas.

-Genial! Pues quedamos para mañana!-. Se levantó y se fue dando saltos cual niña tonta. Acababa de invitarla a comer, era lo que menos quería hacer porque eso implicaba mantener una conversación. Vaya, pero no tenía otra forma de evitar decirle que vivo lejos, precisamente donde dicen que es ''peligroso'' estar. Quizás la gente aún no sabía lo horrible o peligroso que podía llegar a ser algo o alguien, aunque lo tengas justo en tu propia casa. Un sabor amargo recorrió mi boca al venirse la imagen de mi padre, o más bien, padrastro a la cabeza, e intenté evadirla lo antes posible. El timbre sonó y tuve que volver a clase. Justo antes de entrar una voz muy familiar me llamó desde la puerta de entrada. Me di la vuelta y lo vi. Cómo me había encontrado?! Mi cara volvió a ponerse pálida.

(Nathaly)

Continue Reading

You'll Also Like

6.3M 603K 53
[PRIMER LIBRO] Victoria Massey es trasladada al internado Fennoith tras intentar envenenar a su padrastro con matarratas. Después de la muerte de Ad...
135M 8.7M 65
Recién llegada a la elitista universidad Tagus, Jude Derry descubre que ahí todo gira alrededor de las fiestas, los chismes, los ligues y sobre todo...
1.9M 167K 67
Trilogía bestia {02} Fantasía y Romance. "El amor puede ser felicidad o destrucción. " Primer libro: En los ojos de la bestia. Cuenta dedicada a la...
2.8M 245K 36
Zoe y Axel son polos opuestos y, a la vez, muy similares. A él le encantan las matemáticas; ella las odia. Él es reflexivo; ella le da muy pocas vuel...