Fue un largo viaje, fueron recibidos en la base por los saldados del ejercito que le pertenecía a Francia.
Colocaron su armamento en un lugar en el que les fuera de fácil acceso, debían estar preparados para cualquier ataque.
-¿Te encuentras mejor, Gabriel?
-Si, no puedo negar que las marcas duelen, pero no hay de que preocuparse...
-Si necesitas algo, no dudes en pedir mi ayuda... -Angela tomó lentamente la mano de Gabriel, la cual estaba completamente vendada.
Pasaban los días en las instalaciones, de manera tranquila, tal parecía que Talon aún no se recuperaba de la caída de algunos de sus comandantes más importantes.
Ana caminaba por los pasillos, el sonido de sus pisadas rebotaba en las paredes, haciendo eco.
-Tengo un mal precentimiento... -tomó su francotirador y subió hasta una de las torres de la base.
Apuntó buscando en el campo, ahí estaba, la francotiradora estrella de Talon, Widowmaker se encontraba apuntando hacia la oficina de Jack, pero sin disparar, como si estuviera esperando a que algo sucediera.
Ana no dudó ni un segundo en apuntarle directo en la cabeza, la tenía fijada en menos de dos segundos.
Para cuando pasaba su mano en el gatillo dispuesta a disparar, Amelie cambió de objetivo, volteando rápidamente hacia la comandante. Esto le desconsertó, pero no le impidió disparar.
Por desgracia, su tiro certero falló, lo cual le dió tiempo a Widowmaker de disparar, dando justo en la mira de Ana, atravesandola, para luego, penetrar por completo el ojo derecho de la comandante.
Gritó agonisante de dolor, el sonido dejó alarmados a los agentes que se encontraban en el interior de las instalaciones, pero para cuando fueron en la ayuda de Ana, Amelie había desaparecido, con una sonrisa fría en su rostro.
-¡La llevaré a la zona de cirujías! -gritaba Angela, preocupada.
Mientras Angela llevaba a Ana hacia el quirófano, Reinhardt levantaba el francotirador de Ana de aquel charco de sangre que ella misma había dejado, completamente roto en la mira.
-Esa cobarde... -decía con enojo en la voz.
-Reinhardt... No ganarás nada de esta forma -decía Mei, intentando reconfortarle.
-Yo pude haberla protegido...
-¡Basta! Si te lamentas las cosas solo empeoraran... Angela la curará, confia en ella.
Reinhardt miró con tristeza el arma, lo tomó y se retiro de la torre.
Feliz año nuevo atrasado :'v me tardé en actualizar, lo sé, pero ultimamente eh estado muy ocupada, perdonen :'v
¡Gracias por leer! <3