Narra Malú
Suplico a su oído que me haga el amor, tiene sus ojos cerrados, su cabeza pegada a la mía, lucha contra sí misma, tiene miedo de volver a caer, llevo mis labios despacio por su mejilla hasta quedar en la comisura de sus labios, hace unos pasos hacia atrás, me mira, me estudia, no desprendo mis ojos de los suyos, llevo mis manos a mi espalda hacia el cierre de mi vestido.
-Déjame a mí.- Dice y sonríe por fin.
Me observa como solo ella sabe hacerlo, removiéndome hasta el alma, se acerca y empezamos un baile de besos y delirios, sus labios me pueden por completo, ¡joder! Es que son los mejores besos del mundo. Me gira y baja el cierre de mi vestido mientras besa mi hombro, sus manos se aferran a mi cintura, deja que mi vestido caiga, me quita la ropa interior dejándome completamente desnuda, me gira nuevamente, se acuesta en la cama, con los codos apoyados y me mira mordiéndose el labio. Me ruborizo, estoy desnuda frente al ventanal.
-Eres perfecta, no quiero que seas invisible para mí.- Dice.
-No quiero serlo, no para ti.- Digo mientras me acerco.
Narra Vane
Nos besamos con locura, de nuevo me estoy perdiendo en sus labios, joder, es que ella tiene un poder en mi que nadie ha tenido, sus manos se cuelan bajo mi camiseta, me la quita, y hace desaparecer mis pantalones también. Estamos al borde de la cama, hago que se siente a horcadas sobre mí, acaricio su espalda, muerdo su hombro, todo en ella me puede, soy adicta a su cuerpo.
Me levanto, la llevo a la barandilla del ventanal, la siento ahí, la miro levantando una ceja y sonriendo con picardía.
-No puede ser normal contigo, ¿verdad?- Dice riendo.
-Normal es aburrido, bueno, si quieres no lo hacemos y ya.- Digo haciendo unos pasos hacia atrás.
-No, no, si no dije que no me guste, tu haz lo que te apetece, Martín.-
-¡A la orden capitana!- Grito, me arrodillo ante ella y la tomo de la cintura. -No, espera, capitana soy yo, tu...-
-Menos charla y más acción.- Interrumpe y me besa.
Llevo mis dedos a su intimidad mientras nuestros labios siguen desarmándose, jadea, muerde mi hombro, se exactamente como llevarla al delirio, beso su cuello, la pego mas a mi, llevo mis labios a sus pechos, se los muerdo, la vuelve loca, entrelaza su mano en mi cabello y suplica mas, bajo completamente a su intimidad y dejo que mis labios se unan al juego de delirios, estoy a punto de hacerla llegar al éxtasis, regreso a sus labios, la beso.
-Júrame que no vas a casaste con él.- Digo a su oído.
Mis manos arremeten con fuerzas en su intimidad, la vuelvo cada vez más loca.
-Júramelo.- Demando una vez más.
-Te lo juro.- Dice mientras araña mi espalda y llega al éxtasis.
Se abraza a mí mientras recupera la respiración, besa mi hombro, yo beso el suyo y acaricio su espalda. Nos quedamos así unos segundos.
-Te juro que no voy a casarme con él, ¿me oyes?- Dice segura haciendo que la mire. -Ahora, déjame mostrarte lo que es bueno.- Me mira con picardía y vuelve a besarme.
Narra Malú
-Oficialmente, soy tu fan, súper fan.- Digo recostándome en su pecho.
Ella se tienta y larga una de sus típicas carcajadas. Es de madrugada, no se cuantas veces hemos hecho el amor, estamos agotadas.
-Tenemos que regresar a Madrid hoy.- Dice Vane con su vista hacia la ventana. Se ha puesto sería, pensativa en realidad.
-¡A tu mega concierto en las Ventas! Por fin ha llegao el día, malagueña.- Digo besándola y tratando de animarla.
-Y a tu boda.- Sigue sería.
-Oye, mírame, no voy a casarme, te lo he jurado y lo vuelvo a hacer, ¡no voy a casarme!- Digo firme. -Voy a estar en Las Ventas, mirando tras bambalinas a mi sexy mujer.- Río.
-Eso espero, o no te daré mas sesiones de terapia.- Dice riendo al fin. -Aunque, no se si se hará el concierto.- Confiesa apenada.
-¿Qué? ¿De que hablas, Vane?-
Me explica todo lo acontecido, no lo puedo creer, su mirada transmite tristeza cuando piensa en que tal vez no logré hacer realidad ese sueño.
-Vane, no puedo creerlo. ¿Has venido conmigo, a pesar de esto?- Pregunto como puedo, tengo un nudo en la garganta.
-Tú eres más importante que mil conciertos.- Responde firme. -Además, tengo un batallón trabajando en ello.- Ríe.
-Ay no, espera ¿has dejado a las capullas y al resto del grupo encargado?-
-Sip, lo mas probable es que termine haciendo el show en una plaza de la ciudad.- Dice riendo.
-Oye, ¿y que haremos con Lucía?-
-¿Qué haremos de que?-
-Es nuestra hija, gorda.- Digo haciendo voz de peque.
-¿Nuestra?- Pregunta mirándome con picardía. -Mía, dirás.-
-Nuestra.- Remarco con voz de peque. -¿Has pensado en adoptarla?-
-Claro que sí, mil veces, la adoro, y Salo lo sabe, es solo que ha querido esperar un tiempo prudente, tal vez hasta notar que soy apta para cuidar una niña.- Ríe.
-¿Y lo eres?- Desafío.
-Te cuido a ti, ¿qué mas prueba que eso?-
-Oye, tonta.- Protesto y le doy un pequeño golpe.
-¿Ves que eres una niña? Oye, espera, ¿eso quiere decir que quieres adoptarla conmigo?- Pregunta sonriendo.
-Claro que sí. Te lo he dicho, es ¡nuestra hija! Tu hija, por lo tanto, mi hija.- Respondo segura.
-Arregla tu situación en Madrid y ya luego veremos, ¿vale?- Pregunta y me besa.
Narra Vane
Es hora de regresar a Madrid, nos despedimos de Lucía tras mil besos y abrazos, joder, cada vez cuesta más despedirme de ella, a Malú se le hace mucho mas difícil de lo que pensé, no puedo creer lo que se ha encariñado con la niña en tan poco tiempo. Sonrío, creo firmemente que es el destino que nos ha puesto a esta niña en el camino, porque el cariño que ambas sentimos hacía ella es sumamente especial.
-Vamos a regresar pronto ¿verdad?- Pregunta Malú mientras salimos, con lágrimas en los ojos.
-Te lo prometo, muy pronto.- Digo besando su frente.
Llegamos al coche, nos montamos y emprendemos viaje directo a casa de Nali, llegamos rápido, llamamos a la puerta, Nali nos atiende, tiene el móvil en mano, sonríe y nos da paso, Peca y Carmela vienen a nuestro encuentro, obviamente las llenamos de besos. Reímos al ver que el grupo entero está reunido.
-¡Vaya, que os sienta bien el amor!- Dice Pablo a los gritos.
-Vosotros nos tenéis nada que hacer ¿o que?- Pregunto tentando.
-Mira, illia, mientras vosotras estabais haciendo cochinadas por ahí, nosotros resolvíamos tu vida, malagueña.- Dice Pau.
-Prepárate amiga, vas a volcar las Ventas.- Dice Gaby.
-¿De verdad?- Pregunto sorprendida y emocionada.
-¡Eso, mi amor!- Grita Malú y se cuelga en mi cuello.
-¿Mi amor? ¡Ole! Esa me ha gustao.- Dice Francis aplaudiendo.
Veo que todos mueren de ganas por preguntar que ha pasado o que haremos, pero se mantienen en silencio, ahora no es el momento.
-Bueno, pues a la de ya, Vane, Pili, Francis, vámonos que tenemos mil cosas por hacer. ¡Es la noche de la capitana!- Grita Ana.
-Malú, ¿te quedas con nosotros hasta la hora de show?- Pregunta Pablo.
-Tengo un par de cosas que arreglar primero.- Responde mirándome. -Capullas, os necesito, ¿venís conmigo? Por favor.-
Las chicas asienten, cojo de la mano a Malú, hago seña al grupo pidiendo permiso y la llevo a la puerta. La tomo de ambas manos, miro al suelo, tomo aire.
-No me crees ¿verdad?- Pregunta.
-Lo voy a creer cuando te vea ahí. ¿Sabes que es lo más irónico? Mientras yo esté de concierto, tu te deberías estar casandote.- Digo tragando saliva. -Lo hicieron bien, cosa que no se le ocurra a Vanesa Martín ir a robar a la novia.-
-Ahí estaré, confía en mi.- Dice firme haciendo que la mire.
-Eso espero... esto ha sido lo último que he hecho por nosotras.- Digo quitándome mi alianza y dejándola en su mano. -Ahora todo está en tus manos.-