El día que Yuri tanto esperaba al fin había llegado, pero ahora se lamentaba el haber tomado tanto el día anterior.
Tenía un horrible dolor de cabeza y el llanto de Milo no ayudaba, se sentó en el sofá y miró a Otabek.
-Beka, buenos días- Dijo mientras se frotaba los ojos -Iré a ver a Milo-
Se levantó y subió a la habitación de su pequeño mientras su pareja despertaba.
Cuando bajo Milo ya estaba arreglado
-Buenos días Yura- La voz del kazajo provenía de la cocina, con duda el rubio se acercó y vio que había un desayuno muy bien elaborado en la mesa.
-¿Que celebramos?- Preguntó confundido, era raro ver dicha escena después de todo ambos trabajaban mucho.
-Que viajaremos a Rusia en unas horas y pronto conoceré a tú abuelo-
-Es lindo que quieras celebrar eso-
-Es lindo ver que te quedarás dormido viendo una de mis presentaciones-
-N, no digas tonterías-
-Te amo Yuri- Se acercó a él y lo abrazó -Te dije que me esforzaría-
-S, si, vamos a desayunar- Se separó del abrazó y cuando el kazajo se alejo tomo la manga de su playera -Y, yo también quiero esforzarme, por eso quiero que lleguemos con mi abuelo juntos-
-Yura- El moreno lo abrazó y beso su mejilla y las de su bebé.
-Vamos a desayunar- Dijo sonrojado, aunque no lo admitiera amaba que le dijera Yura.
Sentó a Milo y luego se sentó él, estaba nervioso, la escena era tan hogareña, Yuri sentía que al fin estaban siendo una familia.
Tras desayunar mientras le daba de comer a su bebé se levantó y empezó a recoger los platos -Sabes Otabek, tengo miedo-
-¿De que?- Preguntó mientras comenzaba a lavar los platos
-No quería decirte hasta que estuviéramos en el avión pero... Contacté a tus padres y pues, mm. Amm iremos a verlos- Respondió mientras limpiaba la mesita de Milo
-Mm- Respondió dándose vuelta y apoyándose contra el lava manos
-¿A que te refieres con mm?- Preguntó limpiando a Milo
-A mis padres no les gusta nada, son importantes en Kazajistán y la verdad no se si les agrade que este con un chico- Le Respondió nervioso
-Leí de ellos un poco en internet pero no me asustan ellos- Respondió acercándose
-¿Entonces?-
-Tu endemoniadamente sexy hermano Aibek- Bromeo y exagero un poco para molestarlo
-Yura...- Su voz fue casi un susurro, ellos no tenían una buena relación
-Otabek, ¿sabes por que no me preocupan tus padres?- El pelinegro lo miro dudoso -Cuando les hable creyeron que era una mujer y no les desmentí, iremos solo una semana así que creo que será fácil guardar el secreto, tengo muy buenos modales y podré con mi comportamiento-
-Yura, jamás te pediría eso- Se acercó al rubio y lo tomó de la cintura mientras este tenía en brazos a su hijo.
-Tu no me lo pediste, fue mi decisión. Tú te estas esforzando por mi y yo quiero hacer lo mismo por ti-
-Muy bien amor- Beso sus frentes y luego se paro derecho -No uses tacones, eres un poco más alto que yo y mis padres no lo verán demasiado bien-
-Esta bien, eso será un poco complicado. Bueno vamos porque tenemos que irnos de ya-
Después de esa conversación fueron por sus maletas, se arreglaron y salieron de la casa.
-¿No se te olvida nada Yura?-
-No, hice una lista antes, ropa abrigadora, los peluches de Milo, zapatos adecuados, bajos, celular, pasaporte, dinero, cepillo de dientes, de cabello, secadora, si lo tengo todo, incluso el presente de mi abuelo y el que le daré a tus padres y a tú hermano-
-¿A mi endemoniadamente sexy hermano?- Aunque lo decía jugando tenia miedo, su hermano siempre se las había arreglado para robarle a sus novias y novios.
-Jajaja, vamos amor, era juego. Yo solo te amo a ti- Él pelinegro sonrió pero en realidad no esta muy convencido con sus pensamientos, por un momento quiso decir "Ojalá digas eso después de que lo conozcas"
Una vez en el aeropuerto Yuri le marco a su abuelo, este los esperaría en el aeropuerto de Rusia. Hicieron todo el recorrido reglamentario y luego de unas horas subieron al avión.
-Milo se durmió, creo que haré lo mismo- Yuri se acomodó y recostó su cabeza en el hombro de Otabek, quien se sorprendió y sonrió por la acción del rubio.
El vuelo fue largo, cuando Milo despertó Yuri también y fue turno de que Otabek durmiera, luego de unas horas despertó con leves golpecitos de Milo y risitas por parte de Yuri.
-Linda forma de despertar a alguien- dijo el kazajo mientras parpadeaba para adaptarse a la luz
-Lo siento amor es que Milo quiere jugar contigo- Respondió con una sonrisa, el pelinegro no pudo evitar hacer notable su sorpresa
-¿Amor?- Su cara de duda a completaba su sorpresa
-Si, te dije que me esforzaría. Además es común ser melosos en público ¿No?, no estoy acostumbrado pero puedo intentarlo de vez en cuando-
-No tienes que esforzarte tanto, yo te amo como eres-
-¿Y tus padres lo harán?- Preguntó desviando la mirada mientras jugaba con las manitas de se pequeño
-¿Por qué te importa tanto?-
-Por que vamos a casarnos. . . En algún momento y me gustaría que todos estén ahí, incluyéndolos-
-Ellos te amarán como hago yo, aunque ellos se vean así de serios son todo lo contrario-
Durante el vuelo hablaron de muchas cosas y jugaron con Milo, el vuelo no fue especial era como cualquier otro evento que hayan tenido pero mientras más se acercaban a su destino ambos tenían un deseo de correr y gritar.
Yuri quería correr y abrazar a su abuelo mientras que Otabek por su lado quería escapar de él, no sabía que le diría y tenía miedo de decepcionar a Yuri.
*****
Yuri: Abuelo ya estamos llegando
Abuelo: Te estaré esperando
Yuri: Te quiero
Abuelo: Yo igual mi querido Yuratchka
******
El vuelo aterrizó y Yuri le dio a Milo a Otabek, realizaron todo el procedimiento y luego caminaron a la salida.
-¡Abueloo!!- Grito el ruso mientras corría a abrazar al nombrado
-Yuratchka- Dijo mientras extendía los brazos
NT: Espero les este gustando la historia, en total constará de 8 capítulos y 4 extras.
Comenzaré a escribir la siguiente parte en mi tiempo libre, no les prometo que terminando esta en seguida la publiqué por que tengo el proyecto de amolad pero si pienso publicar todos mis proyectos, que tengo en borrados. Me tienen para un rato :v