Había pasado una semana y no había hablado absolutamente con nadie. Mi madre no había dado señales de vida, lo cual era lo mejor porque escuchar sus reproches no era algo que me gustaría, nunca lo había hecho y nunca lo haría.
James por su parte tampoco había aparecido y si era inteligente, y teniendo en cuenta como lo deje, no creería que lo volviera a ver.
Esta semana había servido para quererme a mí misma como hace mucho no lo había hecho. Me había dado largos baños con esponja. Había salido de compras. Estaba comiendo mejor que en años. Y hacia lo que quería. Nunca había sabido lo que era eso hasta este momento.
A parte de no hacer nada, lo cual estaba bien teniendo en cuenta mi vida, había estado mandando algunas hojas de vida porque aunque quería relajarme, también necesitaba un trabajo, el dinero no iba a durar para siempre.
Ese día amaneció claro, brillante, decidí salir a dar un paseo. Caminar un rato, tomar aire fresco y recibir un poco de sol.
Cuando volví a casa me sentía tremendamente bien así que tome unas cuantas cosas de la nevera y empecé a cocinar. No era una experta en ese ámbito pero me defendía lo suficiente para hacerme un buen almuerzo.
Estaba cortando las verduras cuando empezó a sonar mi celular. Ojala no fuera mamá, por favor. Aun así me acerque al teléfono, era un número desconocido y de otra ciudad por lo que pude ver. Era raro pero al estar enviando hojas de vida totalmente normal.
- Hola.
- Buenas tardes, la señorita Verónica Márquez, por favor.
- Ella habla.
- La estamos llamando de Floos Publicidad ¿Envió su hoja de vida esta semana?
- Si claro.
- Estuvimos revisando su hoja de vida y su portafolio y nos gustó mucho, nos parece perfecto para lo que estamos buscando - era una chica y tenia voz amable.
- Muchas gracias - respondí dudando un poco, los halagos no se me daban bien.
- Pero por lo que vi, usted vive en Dorian.
- Si.
- La empresa queda en Fernandino, te lo digo porque si las cosas salen bien te tocaría trasladarte hasta aquí ¿Habría algún problema?
- Uh...
- Sé que es una decisión tremendamente difícil de hacer de un momento a otro. Por eso me gustaría que viniera a una entrevista, la idea es mostrarle la empresa y charlar un poco, para que tanto como nosotros como usted, podamos tomar una decisión ¿Qué le parece?
- Bueno, pues... - no sabía que decir sinceramente, me encontraba anonadada en ese momento - ¿Cuál es su nombre perdón?
- Oh perdón, mi nombre es Mónica, soy la encargada del personal.
- Bueno Mónica, es una gran oferta para considerar. Creo que si podría viajar, son 4 horas en auto pero en este momento no es como si estuviera haciendo demasiado – me reí, no sé si era lo más correcta pero la situación era un poco rara.
- Ok – rió también – que día sería bueno para usted ¿el lunes es muy pronto?... Lo siento, pero es que estamos un poco presionados porque nos falta una persona, entre más pronto mejor.
- Está bien, el lunes será.
- Le mando la dirección y la información pertinente por correo electrónico para que este pendiente y pregunte por mí en recepción una vez se encuentre aquí, Mónica Salcedo.
- Listo, nos vemos el lunes entonces.
- Hasta el lunes.
Busque un poco sobre Floos justo después de colgar el teléfono. Era una empresa independiente, que le apostaba a la irreverencia y a elementos fuera de lo considerado "normal" en la publicidad. No entendí como les había llamado la atención mi hoja de vida teniendo en cuenta en la empresa en la que había trabajado.
Pero se veía un ambiente totalmente diferente a lo que estaba acostumbrada y eso era exactamente lo que estaba buscando. Además Mónica había sido muy amable conmigo y eso decía mucho de la empresa.
El fin de semana prepare todo para salir temprano de mi casa el lunes. Tenía la reunión a las 2 de la tarde, pero prefería salir con tiempo para que no pasara nada que pudiera lamentar, el destino a veces podía jugarte malas pasadas.
No era muy amante de los viajes por carretera a decir verdad, pero no había otra cosa que hacer. Prefería tener mi auto conmigo mientras iba a la entrevista, siempre era necesario tener un medio de transporte.
El lunes cuando me levante tenía ya todo listo, lo único que necesitaba era bañarme y arreglarme decentemente.
Escogí un pantalón negro entallado, una blusa azul con chaqueta encima y unos botines negros que me daban suerte y me hacían ver bien. Esperaba que todo esto no se arrugara mucho en el viaje y que el clima no cambiara demasiado conforma iba pasando el camino.
Comí mi desayuno y partí. Había hecho revisar el auto el fin de semana para el viaje y estaba en perfectas condiciones. Esperaba no tener ningún inconveniente en la carretera.
Me tomo un poco menos de 4 horas, algunas paradas en la carretera para comprar agua y comida, y llenar el tanque, algunas lluvias aisladas, y todo mi autocontrol para no caer desmayada en mi auto mientras manejaba.
No conocía muy bien a decir verdad la ciudad, creo que mi GPS iba a tener que llevar a cabo el papel de guía. Tome un almuerzo rápido en un Mc Donald's y utilice su baño para acicalarme después de 4 horas en el auto. Cepille mis dientes, me volví a maquillar, tome una gran respiración y salí de ahí.
Cuando llegue a la dirección que me indico Mónica por correo no me esperaba para nada el edificio que me recibió.