JungKook entreabrió los ojos al sentir como la luz pegaba sobre su rostro. Se movió un poco y enseguida tocó una pequeña espalda desnuda a su lado, por lo que la abrazó, creyendo que se trataba de su novio, pero al abrir los ojos, su ceño se frunció. El color de aquella piel era más canela que la de JiMin, su cabello castaño y además la espalda era más ancha.
Se levantó asustado y cuando el rostro contrario volteó a verlo somnoliento, su corazón latió con fuerza.
— ¿T-TaeHyung? ¿Q-qué está pasando?— miró ambos cuerpos, dándose cuenta de que los dos estaban completamente desnudos.
— ¿JungKook?— su ceño enseguida se frunció.
¿Dónde estaba y por qué el novio de su mejor amigo estaba con él?
— Ay no...— miró con pánico hacia un rincón de la habitación, recordando todo lo sucedido anoche.
— ¿Q-qué? ¿Por qué estamos desnudos?— preguntó asustado, pero el pelinegro no le respondió— ¡JungKook contéstame!
— ¡¿Qué crees qué pasó TaeHyung?! ¡Mierda!— se levantó y comenzó a cambiarse enseguida.
— N-no... no puede ser— se cubrió lo más que pudo.
— ¡Nos acostamos juntos en la noche! ¡¿Cómo pude?!
—¿Q-qué vamos hacer ahora?
— ¡Hay qué decirles!
— ¡N-no! ¡Si les decimos, van a odiarnos!
JungKook se sentó en el borde de la cama, ya cambiado, y sujetó su cabeza con fuerza.
— JiMin me va a odiar... ¿P-Por qué hice esto?— se levantó, aguantando las ganas de llorar— ¡Mierda!— tiró la lámpara que había en la pequeña mesa al suelo, asustando a TaeHyung.
— JungKook...
— Yo... tengo que irme, ahora— salió rápido de la habitación, ignorando los gritos del castaño.
Rápido pidió un taxi y luego de decirle la dirección, comenzó a sollozar.
¿Cómo pudo hacerle eso a su novio? Siempre le había sido fiel, y claro... ¿Por qué no serlo si él amaba a JiMin?
Sentirse una mierda en ese momento era poco.
🖤
Al llegar encontró a JiMin durmiendo mientras abrazaba una almohada.
Debía decirle todo.
— JiMin...— le llamó suavemente, aguantando las ganas de no llorar frente suyo.
El rubio abrió lentamente los ojitos hasta finalmente verle.
— ¿JungKook-ah? ¿Dónde estabas?— se reincorporó en la cama.— Me preocupaste mucho idiota... encima no respondías mis llamadas— hizo un adorable puchero, el cual solo le provocó más dolor al pelinegro.
— L-lo siento... y-yo...
— ¿Qué pasa Kookie? Estás muy pálido... ¿Te sientes enfermo?
JungKook lo miró a los ojos y la culpa lo atormentó aún más, no quería que su novio perdiera aquel brillo de sus ojos por su culpa. No podía.
— No... m-me siento bien. Perdona por no estar cuando llegaste... a la noche fui... fui a beber con TaeHyung y ambos... n-nos quedamos dormidos.
Mierda no... debía decirle antes de que sea demasiado tarde.
— ¿Con TaeTae? Es bueno que se estén haciendo más cercanos— sonrió y JungKook al verle, ya se dio cuenta que era demasiado tarde.
Ya las palabras no podrían salir de su boca al imaginar que aquella sonrisa se perdería.
— S-si... eso supongo.
— Ven, acuéstate un ratito más conmigo.
— Preferiría ir a bañarme... m-me siento algo sucio.
Era la verdad, aunque se sentía sucio dentro suyo.
— Okey... no hay problema, ve a bañarte tranquilo.
JungKook se quedó ahí quieto observándole.
— ¿Qué pasa? ¿Quieres que me bañe contigo?— levantó ambas cejas.
— N-no... tu sigue descansando.
— Malo...— se quejó antes de acomodarse nuevamente en la cama para seguir durmiendo.
JungKook se quedó observándole unos segundos más antes de dirigirse al baño. Allí comenzó a ducharse mientras las lágrimas caían por sus ojos.
No debía decirle ni una palabra de todo lo que había sucedido a JiMin.
Cuando salió de bañarse se sorprendió un poco al ver a su novio despierto.
— ¿Por qué no duermes un poco más?
— Ta haré una sopa para la resaca... mi mamá siempre le hacía a mi hermano menor.
— A ti jamás te hizo, ¿no?— miró la pequeña espalda del rubio con culpa mientras se sentaba.
— No... ya sabes como soy... nunca soporté el alcohol a diferencia de JiHyun... que siempre solía venir borracho a casa con tan solo quince años— suspiró.— Ahora por fin está haciendo rehabilitación.
JungKook le iba a responder hasta que su celular comenzó a sonar.
TaeHyung.
JungKook... tenemos que hablar
10:44 am
No hay nada de que hablar.
11:45 am
No seas idiota, sabes perfectamente qué hay que hablar.
No eres el único que está asustado con todo esto... ¿Si?
11:45 am
Está bien... hablaremos, pero no ahora.
11:47 am
— ¿Todo bien amor?— preguntó JiMin mientras dejaba un plato frente suyo.
— S-si... todo bien— sonrió falsamente mientras apagaba rápido el celular.
— ¿Seguro? ¿No te sientes mal ni nada por el estilo?— se agachó para quedar a su altura.
— No bebé... todo está bien.
Debía actuar con normalidad.
— Okey, como tú digas— sonrió antes de juntar sus labios con los del pelinegro, sin saber que aquello provocaba más dolor en JungKook... y sin saber que aquellos labios fueron tomados por su mejor amigo la noche anterior.
— Te amo JiMin.
Debía olvidarse de todo.
— Que cursi te pusiste de la nada— sonrió realmente muy feliz.— Yo también te amo tontito— juntó nuevamente sus labios con los del pelinegro, quien enseguida le respondió, tomando a JiMin de la cadera para que se levantara y se sentara encima suyo.
— Si alguna vez me llego a equivocar en algo, ¿me perdonarás?— preguntó sobre sus labios.
— ¿En algo cómo que?— respondió con otra pregunta mientras se acomodaba sobre los muslos del pelinegro.
— No lo sé... si te llego hacer algo malo y te lastimo mucho— respondió tranquilo, tratando de no hacer sospechar al contrario.
— Depende de tus intenciones. Si hiciste algo y veo que fue intencional y que estás arrepentido, entonces puede que si.
— Ya veo...
Debía olvidarse de absolutamente todo.
JiMin sonrió antes de volver a atacar sus labios.
El pelinegro se daba cuenta a través de ese beso que su novio estaba tan desesperado como él, aunque claro, ambas intenciones eran diferente, pero lastimosamente JungKook debía ir a trabajar en unos pocos minutos, por lo que aprovechó aquel poco tiempo que le quedaba para sentir a JiMin y quitarse todo el peso encima, lo cual era logrado al sentir los suaves y esponjosos labios del rubio contra los suyos.
Sujetó con más fuera la cintura del rubio y lo apegó más a su cuerpo, sintiendo como sus miembros se rozaban.
Al quedarse sin respiración, JiMin se alejó del pelinegro.
— Nosotros... necesitamos unas vacaciones— habló pausadamente.
— Si... tienes razón— sonrió sin ganas, por lo que le salió una mueca.
— Bueno, toma tu sopa rápido antes de que se enfríe— dijo e intentó levantarse, pero JungKook le detuvo.
— Quédate así... por favor.
— Pero necesitas comer Kookie.
— Comeré contigo así.
Necesitaba sentirlo aunque su corazón doliese más.
— Está bien— le sonrió y besó su mejilla.
JiMin no le merecía, él merecía a un ángel... como él lo era.
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Cuando termine el otro fic que tengo, lo cual no falta mucho, les juro que actualizaré más seguido este.