"Creo que me voy a enfermar", gimió Normani mientras se sostenía el estómago, saliendo tambaleándose del pequeño carro.
El resto de las chicas bajaron y vomitaron. Camila había abrazado a Lauren todo el tiempo cuando el paseo se puso patas arriba. Sin embargo, a Lauren no le importó, pensó que era lindo.
"Mira, no fue tan malo", dijo Lauren mientras abrazaba a Camila, quien aún temblaba por el juego. "Sigues viva".
Camila miró a Lauren y gimió, "Fue horrible".
Lauren se rió entre dientes, "¿A qué juego quieres ir después?" Lauren se volvió hacia el resto de las chicas y captó su atención.
"No quiero ir a ningún juego", dijo Camila. "Quiero hacer algo en esas cabinas de allí", Camila señaló hacia su izquierda donde se instalaron los minijuegos.
"¿Podemos ir contigo si quieres?", Dijo Dinah.
"No, ustedes pueden seguir adelante, yo puedo ir sola", respondió Camila, encogiéndose de hombros.
"Um...no", Lauren negó con la cabeza, agarrando la mano de Camila. "Puedo ir contigo mientras las chicas se pueden ir a otro juego", sugirió Lauren y Dinah, Normani y Ally estuvieron de acuerdo.
"Está bien, supongo que eso funciona", asintió Camila, mirando a Ally. "Ally, eres la más responsable, así que recuerda llamarme cuando estén listas".
"¡Oye!", Dinah hizo un puchero. "Soy responsable también...un poco".
"Tiene razón, Dinah", coincidió Normani.
"Sí, claro", Ally rió disimuladamente a Dinah antes de despedirse de Camila y Lauren. "Diviértanse chicas".
Camila le devolvió el gesto mientras conducía a Lauren a través del parque y hacia una cabina de juegos. Dentro había una pared llena de globos, algunos eran pequeños y otros grandes.
"¡Hola, bienvenidos al Balloon Pop!", Dijo el entusiasta trabajador, entregándonos a Lauren y a mí tres dardos. "Ahora, les he dado a cada una tres dardos. Cuando cuente hasta tres intentaran explotar tantos globos como puedan. Los globos grandes valen 2 puntos y los más pequeños valen 4".
Camila y Lauren asintieron, mientras el trabajador comenzaba a contar. Una vez que terminó de contar, Lauren inmediatamente arrojó un dardo, reventando un gran globo amarillo. Camila jadeó, "¿Cómo?".
Camila lanzó una y golpeó el globo, pero no explotó. En este punto, Lauren tenía un dardo mientras Camila tenía dos. Lauren lanzó un dardo otra vez y acertó otro gran globo. Camila resopló y arrojó sus dardos sin objetivo. Ni siquiera tocó los globos.
"¿Cómo eres tan buena en esto?", Camila levantó las manos en el aire y refunfuñó.
"Supongo que soy buena con mis manos", Lauren le guiñó un ojo y le dio un ligero codazo en el brazo a Camila. Por otro lado, el trabajador entendió completamente el chiste y sus ojos se abrieron.
"B-Buen trabajo, ¿te gustaría jugar de nuevo?", Tartamudeó el joven, recogiendo los dardos en el suelo.
"No, gracias", dijo Lauren. "vamos Camz".
Lauren caminó hacia otra cabina, poniendo sus brazos sobre el hombro de Camila. Este fue llamado "El Día de la Marmota". Encima del stand había gigantes osos de peluche que a Camila impresionó.
"Bebe, quiero que ese de ahí", Camila se asombró y saltó para señalar a un unicornio esponjoso gigante.
"Dios mío, eso es enorme", jadeó Lauren, mirando hacia el animal de peluche, tocándose el pelo.
"¿Buscan algo?", Una voz vino detrás de Camila, casi sorprendiéndola. Se dio la vuelta y apareció un chico de su edad con cabello negro y ojos azules.
"No, pero vende este unicornio o algo así?", le preguntó Camila al chico que estaba mirando a Camila de arriba abajo.
"Sus ojos están justo aquí, amigo", Lauren chasqueó los dedos en la cara del chico, uniéndose a su conversación. Camila regañó a Lauren, disculpándose con el chico frente a ella.
"Es...um...15 dólares", el chico tartamudeó por sus palabras.
"15 malditos dólares " se quejó Camila, vacilante sacando su billetera, pero Lauren la detuvo y en su lugar sacó la de ella.
"Puedo pagarlo, bebé", Lauren sonrió y sacó quince dólares de su billetera.
"No, Lauren, lo tengo", se resistió Camila y trató de sacar su billetera de nuevo, pero Lauren ya le había dado el dinero al joven. El chico rápidamente tomó el dinero, intimidado por la mirada maligna de Lauren y agarró al unicornio esponjoso del estante de arriba. Lo colocó en los brazos de Camila mientras ella chillaba, lo abrazo de inmediato, pero era casi más grande que ella. Lauren se rió de lo adorable que se veía y tomó una foto rápida.
"¡Es tan esponjoso que me voy a morir!", Se rió Camila mientras continuaba apretando el animal. "Pero en serio, no tienes que hacer eso, Lo".
Lauren besó profundamente a Camila, "Cualquier cosa para ti, Camz".
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