-algo terrible se aproxima, eso no puede interferir en lo que he estado planeando- una voz en la oscuridad se escuchaba resonante y solitaria, en un lugar profundo como el mas hondo abismo marino, y el sonido de un agua tranquila meciéndose acompañado de un leve goteo, esa voz volvía a hablar de nuevo
-creo que es hora de aparecer y de reunir a los demás...-
-a los demás?- pregunto otra voz misteriosa donde solo había oscuridad y goteo- oh... dios ampare en su paz a esas pobres almas
-no hay dios aquí...- dijo la primer voz, lúgubre pero calmada- aquí solo estamos nosotros... abandonados en este lugar.... este limbo... condenados a repetir esta misma historia una y otra vez...-
-entonces que sera diferente esta vez?- pregunto la segunda voz, primero hubo silencio y después la primer voz contesto
-porque volveremos, después de casi 200 años... volveremos...-
-ahora mismo?-
-no...- la primer voz se mantuvo silenciosa un momento- sera... cuando sea necesario...-
esa misma noche y casi a la par con aquellas voces en una oscuridad una alegre merceline volvía alegremente camino a casa, sonriente recordando lo bello que fue pasar un momento tan cálido con clint, ella no sabia exactamente el porque del beso, porque lo hizo, lo ultimo que paso después de eso fue que clint y ella charlaron el tiempo que les quedaba, fue algo bello y... pero había algo extraño, merceline se detuvo frente a su casa ahí estaba el auto de la amiga de su madre, la señora elizabeth estaba en su casa lo cual era raro porque ella usualmente suele irse temprano, ya eran las 7 de la tarde esto no era normal, merceline sin darle mucha importancia entro la verdad era que no importaban mucho algunas cosas casi nada, pues todo era de maravilla tras lo ocurrido hace poco.
apenas abrió la puerta el lugar en su casa estaba diferente, escuchaba la risa de su madre que se le escuchaba feliz, la risa de elizabeth a la par y... una tercera risa, era la risa de un hombre... era acaso su padre?? no... no sonaba como la risa de su padre esta era una risa calmada y joven, la de un hombre joven... entonces que era?
en la casa había el olor de un café recién hecho merceline entro cerrando la puerta
-ha llegado- dijo su madre, mientras merceline algo confusa avanzo y llego a la sala, en ella estaban sentadas su madre y elizabeth con tazas de café y justo a lado de elizabeth estaba un chico, de cabello oscuro, ojos claros, alto y algo delgado,
-merceline que bien que has llegado- dijo su madre con una sonrisa que era algo rara en ella para merceline
-gracias madre...- dijo merceline siendo cortes, volvió su mirada a elizabeth- hola eli- saludo merceline, ella solía llamar así a la amiga de su madre quien devolvió el saludo
-merceline- dijo rubí- déjame presentarte a maurice, el es el hijo de elizabeth- el chico se puso de pie y camino hacia merceline
-hola, es un gusto- maurice saludo de beso en la mejilla a merceline, algo completamente normal pero merceline se sintió algo extraña pues aun sentía la esencia de clint en sus labios y era raro esa muestra....
-el gusto es mio- respondió merceline algo confundida.... su respuesta era mas como la de un robot.