Alec me sigue viendo esperando le respuesta.
- Me quedaré.
- ¿Lo harás?- pregunta emocionado.
- Si, pero por ahora no me pidas más.
Asiente.
Sacó el celular.
- ¿Qué haces?
Me río.
- Avisar que no llegaré.
- Ahh, entonces te dejó para que estés cómoda.
Se dirige de nuevo al pasillo por donde salio con la copas.
Supongo que debe de ser su cocina.
Marcó a la casa.
- Bueno- contesta Camila.
- Cami soy Sofia.
- ¡Sofia! ¿Qué pasó? ¿Estas bien?
Me río.
- En primera calmate estoy bien y en segunda ¿Zac?
Suspira.
Me volteó al ventanal.
- Me tenías preocupada, ya no vi a donde te fuiste- se calla un momentos - Zac esta cenando con Lisa.
- No estoy muy lejos, hazme un favor.
Se ríe.
- ¿Te quedarás con él?
- ¿Es muy obvio?
- No, pero empiezo a conocerte un poco.
Ay un silenció.
Nos empezamos a reír.
- Si tienes razón.
- ¿Ya se enteró?
- Si, pero no ha preguntado nada.
- ¿Y respecto a lo otro? ¿Se pudieron arreglar las cosas?
- Se podría decir que sí.
- Esperó que las cosas salgan bien.
- Yo espero lo mismo.
- Mañana iré a ver a unos amigos, me llevaré a los niños ¿no te importa?
- No claro que no.
- Bueno entonces nos vemos en un par de días.
- Esta bien diviertanse.
- Eso haremos, nos vemos.
- Adiós.
Me le quedó viendo al celular.
Creó que he encontrado a una verdadera amiga.
Volteó a ver el lugar.
Creó que es hora de enfrentarme a Alec.
Avanzó por el pasillo por el que se fue.
En efecto conduce a la cocina.
Hay una barra de desayunos.
Me siento ahí.
Alec esta de espalda cocinando algo.
El sonido de una melodiosa voz inunda todo el lugar.
Él mueve un poco las caderas al compás de la canción.
Se mueve bien.
Me muerdo el labio.
- No me veas de esa forma, trato de respetar tu palabra- dice risueño.
Me ruborizó.
Me atrapó comiendomelo con la mirada.
Me acercó a él.
- ¿Qué haces?
Sonríe.
- Nuestra cena ¿tienes hambre?
- Mucha- lo digo con un toque pervertido.
- Mmm... Sofia te gusta provocarme.
- ¿Yo?- pestañeo inocentemente.
- Si tú así que no tientes a la suerte.
Me río.
- Ok no haré nada.
Alzo las manos rendida.
- Te ayudó a poner la mesa.
Asiente.
- Ahí esta todo- dice.
Señala un mueble.
Me acercó y abro las puertas.
Saco los manteles y los utensilios necesarios.
Cuando término observó como quedó.
Alec rodea mi cintura con sus brazos.
- Ya está - dice en mi oído.
Me estremezco.
- S...si.
Calmate Sofia.
Me da un beso en el cuello.
- No sabes cuanto te he extrañado.
Ayy Dios.
Va subiendo asta mi oreja.
- Yo...
Jala el lóbulo con sus dientes.
Jadeo.
- Sólo hasta que tu me lo pidas.
Se separa.
¿Qué?
Volteó pero él ya esta en la cocina.
Esto es juego sucio.
Y yo también se jugar.
Entró a la cocina.
Él esta sirviendo la comida.
- Te ayudó.
Rozó su mano delicadamente.
Me ve dudoso.
- ¿Qué haces?
Sonrió.
- Ayudarte.
Me ve desconfiado.
Le ayudó a pasar la cosas a la mesa.
Cuando pasó cerca de él lo rozo en diferentes partes del cuerpo.
Pequeños roses inocentes.
- Ya basta- dice apartandose un poco cuando pasó.
- ¿De qué?
- Se lo que estas haciendo.
- Se llama ayudarte y de nada.
Me río.
Niega con la cabeza.
- Me pones las cosas difíciles.
- No he hecho nada.
Terminamos de poner la mesa y nos sentamos a comer.
Doy el primer bocado.
- Mmm.
- ¿Te gustó?
Asiento.
- Esta delicioso.
Pasa un rato.
Él esta pensativo.
- ¿Qué pasa?- le preguntó.
- ¿Me contarás de tu hijo?
Dejó la cuchara a medio camino de mi boca.
La bajo y la dejo en el plato.
- ¿Es necesario?
- Quisiera conocerte.
Me remuevo en la silla.
- Es complicado.
Agacho la mirada.
- Perdón.
Alzó la mirada.
- ¿Por qué?
- No quería incomodarte.
Muevo la cabeza.
- No es así, pero es difícil.
No dice nada.
Seguimos comiendo.
Me acabó mi plato y me paró a dejarlo al lavaplatos.
Cuando volteó chocó con Alec.
- Eres hermosa.
Acaricia mi pómulo.
Me inclino a su caricia.
Se acerca a mi y une nuestros labios.
Su beso es tierno.
Siento cada roce de su boca con la mía.
Pasa una mano por mi cabello y lo jala un poco.
Profundiza más el beso.
Me hago gelatina entres sus brazos.
Y creó que me gusta.
Nos vamos separando poco a poco.
- ¿Estas cansada?
Tomo aire.
- Si.
- Ven vamos a dormir.
- Ya nos estamos entendiendo.
Se ríe.
Me conduce por el pasillo hacía las escaleras.
Abre la puerta y me deja pasar.
Vaya vista.
Observó a mi al rededor.
Pensé que Alec ya se había ido pero esta atrás de mi.
Me volteó.
- Ehh... ¿Aquí dormire?
- Aquí dormiremos- aclara.
- ¿Dormiremos?
- Si, esta es mi habitación.
- Ahh- trató de enfocar mi atención en otra cosa- ¿y aquí has vivido siempre?
- No, mi casa esta en la ciudad.
- ¿Y esta?
- Me gusta el mar así que es donde me relajo.
Asiento.
La cama es grande con sabanas blancas.
El cuarto tiene un balcón que te extiende una maravillosa vista del océano.
Me quedó embelesada escuchando el sonido de las olas.
Me estiró.
Estoy agotada.
- ¿Entonces me quedaré contigo?
- Si.
- Pero no tengo ropa.
- Espera.
Abre una puerta y entra.
Regresa con una camisa en la manos.
- Toma no esta tan gruesa y así no pasaras calor.
- Gracias.
La tomó.
Se rasca la nuca.
- Si quieres te puedes cambiar en le baño.
- No aquí esta bien.
Recojo me cabello y me volteó.
- Me ayudas.
Desamarra el listón del vestido.
Cae a mis pies.
Le dije que yo podía seguir su juego.
Escucho que pasa saliva.
Me volteó.
Tengo puesto un bikini de color coral.
Le sonrió inocentemente.
- Voy a cambiarme.
Se dirige al closet.
Me río.
Me quito la parte de arriba y me pongo la camiseta de Alec.
Me queda a la mitad de los muslos.
Doblo mi ropa y la dejo en una silla.
Recorro el cuarto.
No hay nada personal aquí.
Ni fotografías y ni nada que indique que es suyo.
Alec sale sin camisa solo con un short.
Woo.
Desvío la mirada.
- Te queda mejor que a mi.
- ¿Qué?
- La camisa.
- Ahh.
Se acerca y se hecha en la cama.
Palmea a su lado.
Me subo y me acuesto cerca de él.
No sé que hacer.
Hace tanto que no estoy así con nadie.
Alec me atrae hacia él y me abraza.
Me da un beso en el pelo.
- Descansa.
Me acurrucó más y siento qué mis párpado me pesan.
Me relajó
Dejo que el sueño me absorba.
Mi hogar...
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Vengo tomando mi café.
Dios que rico!
Doy otro sorbo.
Mis manos se congelan.
No importa ya estoy cerca.
Mi cuerpo va entrando en calor.
De pronto no veo nada.
Un hombre...
Ojos azul celeste...
No...
Noo...
Nooo!!
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- ¡Nooo!
- ¡Sofia! ¡Despierta!
Me incorporo asustada.
¿Qué?
¿Donde estoy?
- Shhh todo esta bien todo esta bien.
Alec me abraza y yo me aferro a él.
Mi corazón late desbocado y estoy llena de sudor.
- ¿Qué? ¿Qué pasó?
- Estabas gritando.
- Yo... Él...
Volvió a ser tan real.
- Shh shh estas a salvo tranquila.
Me acaricia la espalda lentamente.
- Solo fue un sueño tranquila- me dice dulcemente.
- No no es un sueño.
Me mira confundido.
- ¿Qué?
- No es un sueño, es un recuerdo.
Pasó saliva.
Alec se tensa.
- ¿Qué te pasó?
Me siento y me recargó en la cabecera.
Rodeo mis piernas con mis brazos.
- Es...
Se me cierra la garganta por el miedo.
Él se acerca y se pone a mi lado.
Agarra mi mano.
- No tienes que decírmelo.
Le sonrió.
- Te lo debo- lo miro- quieres saber de Zac y tienes derecho al saberlo.
Me ve intrigado.
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Voy por el parque.
Llegaré a acostarme y dormir lo más que pueda.
Mañana tengo que despertarme temprano para entregar el reporte.
Por la vista periférica veo una sombra.
Volteo alarmada.
No es nada.
Estas imaginando cosas.
Cuando me volteó me quedo anclada a mi lugar.
Trato de retroceder pero no puedo.
La sombra se aleja del árbol.
Quiero correr.
Cuando volteo para huir me agarra del brazo bruscamente.
- ¿Qué quiere?
- Ahh hermosura contigo lo quiero todo- dice en mi oído.
Su aliento huele a tabaco y alcohol.
El miedo me congela.
- Su... Suelteme.
- Cuando tenga lo que quiero.
- N... Noo por favor le daré lo que quiera.
- Lo que quiero ya lo tengo entre mis manos.
Empieza a desgarrar mi ropa.
Empiezo a llorar.
- No no!!
Trato de forcejear.
Me da una cachetada.
- Tranquila te gustará.
- No no quiero suelteme.
Me deja caer al piso.
Me pego con una roca en la cabeza.
Maldición.
Se me niebla la vista unos momentos.
Hubiera querido que así fuera todo el tiempo.
Recuperó la vista.
Él me besa el cuello y baja a mis pechos por encima de la playera.
Lo trató de apartar de mi.
Desgarra mi blusa.
Que frío hace.
- No noo noo!
Grito pero nadie viene a ayudarme.
Alzó la pierna y le doy a mi objetivo.
Se retuerce a mi lado.
Me paró y salgo disparada hacia la casa de Susan.
No avanzo mucho cuando un brazo me regresa de golpe al suelo.
Veo negro.
La cabeza me duele.
Toco mi frente y veo sangre.
Maldición.
- Me lastimaste maldita zorra.
- Ya déjeme en paz.
Lloró.
- Vas a ver que hasta gritaras del lo bien que la vamos a pasar.
- ¡No yo no quiero alejese!
Las lágrimas me nublan la vista.
Dios no por favor no.
Se acerca a mi amenazante.
Alguien ayudeme.
Me recargo en los codos.
- ¡Ayudaaaaa!
Grito con todas mis fuerzas.
- Callate.
Me da un puñetazo en el pómulo.
Duele.
Abre mis piernas y se pone encima de mi.
Lo alejo pero pesa demasiado.
- No!
Lloró incontrolablemente.
- Ohh si.
Rasga mis pantalones...
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Sigo llorando abrazada a mis piernas.
El miedo regresa y envuelve todo a mi alrededor.
Cuanto dolor.
Siento la cama moverse.
Subo la vista y es Alec que se levanto de esta.
Va a la ventana.
Esta tenso lo sé.
Voltea y veo enojó.
- ¿Nadie te ayudó?
Niego con la cabeza.
- ¡Maldición!- grita.
Brincó.
Empieza a tirar los que tiene a su alrededor.
- Yo...
- ¡Como puede ser posible!
Me hago un ovillo en la cama.
Empiezo a llorar nuevamente pero con más ganas mientras escuchó como Alec tira todo.
Yo por eso no quiera decirle a nadie lo sucedido.
No quiero que me tengan lastima y mucho menos hacerles daño a los demás.
Sigo llorando cuando siento que me toma en sus brazos y me pone en su regazo.
- Shh.
Acaricia mi pelo.
- Yo por eso no le digo a nadie.
- Perdoname yo no sé como manejar algo así.
Lo abrazo y escondo mi cara en su cuello mientras sigo sollozando.
- No quiero que me tengas lástima.
Me alza la cara hacia él.
Tiene el ceño fruncido.
- No digas eso- dice serio- jamas te lo tendría, solo que no soporto que te haya pasado eso.
Me vuelvo a esconder en su cuello.
- Lo sé.
- ¿Qué pasó después?
- ¿Quieres seguir escuchando?- me sorprendo.
- Si, si me quieres contar.
Respiro su fragancia.
Me calmó poco a poco mientras me acaricia mi cabello.
Suspiró.
Él quiere saber.
- Desperté en el hospital, un señor me encontró mientras paseaba a su perro, estaba golpeada y con varias leciones internas.
Alec se tensa.
- Llamaron a casa de Susan, ella era mi mejor amiga en ese tiempo y vivía con ella, cuando llegaron yo no podía hablar.
Me sigue acariciando el cabello.
- No quise hablar ni comer, lo único que quería era morir, cada vez que cerraba los ojos veía a ese hombre.
Me estremezco.
Alec me aprieta más.
- Para cuando supe que estaba embarazada ya tenía 3 meses, no soportaba el hecho que lo que me hizo ese maldito dejara una huella.
- ¿Intentaste abortarlo?- me pregunta.
- Te seré sincera lo pensé.
Siento que se pone rígido.
- Pero cuando fui a hacerme los estudios me entregaron el primer ultrasonido, al verlo no puede ni siquiera pensar en hacerlo, era alguien que no tenia la culpa de lo que un enfermo podía llegar a hacer.
Siento que saca el aire retenido.
Lo dejó pasar.
- ¿Tus padres lo saben?
- No.
- ¿Por qué?
- Mi padre se hubiera vuelto loco al saber algo así y no quería que se metiera en problemas.
- ¿Entonces que le dijiste cuándo volviste?
- Al regresar solo les dije que estaba embarazada, obviamente me preguntaron por el padre pero me negué a decirlo.
- ¿Lo aceptaron?
- No tenían opción, aun qué si se molestaron pero me apoyaron- suspiró- cuando llegó Zac me di cuenta que todo había válido la pena y aun que sufrí mucho en su tiempo, no hubiera querido que las cosas fueran de otro modo.
- Se ve.
- No sabes cuanto lo amo.
Recarga su barbilla en mi cabeza.
- No puedo creerlo.
Levanto la mirada.
- ¿Qué?
- Todo por lo que viviste.
Encojo los hombros.
- Por nacer en una familia rica no te quita que sufras al contrarió.
- Gracias por contarme.
Paso la mano por su pecho.
- Tenía que hacerlo, estoy confiando en ti.
Le doy un beso en tu corazón.
Me recargo y me quedo dormida.
Tengo que intentarlo.
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Perdón perdón.
No tengo excusas 😥
Mañana subiré el siguiente capítulo.
Felicidades atrasadas a todas las mamis.
✒Vany 🌸