-Te ves como si tuvieras diarrea, Hongbin. –Dijo Wonsik con cero delicadeza, y su amigo solo lo ignoró porque en verdad no le había puesto mucha atención, solo veía a la entrada del cine en espera de Sanghyuk. -¿Me escuchas?
-Sí. –Dijo automáticamente, y lo único que vio fue que llegaron sus tres mayores, y los ignoró un momento, faltaban cinco minutos para las cuatro de la tarde y su estómago empezaba a dolerle, tal vez estar en ayunas había sido mala idea, y la ropa que eligió era mala idea, y su peinado, y su todo.
-¿Nervioso? –Burló con encanto el moreno, codeando a su vecino.
-No, ¿por qué debería de estarlo? –Dramatizó con obviedad, demostrando lo nervioso que se encontraba, a punto del desmayo y ver que Wonsik lucía tan natural platicando con Jaehwan le daba más pánico, porque era el único de los cinco que lucía del carajo en todo aspecto. –Ay... No~.
Para Hongbin fue inevitable buscar golpearse contra algo cuando reconoció a Sanghyuk entrando al cine, con un suéter azul marino demasiado normal, un pantalón caqui que no le combinaba, y unos tenis verdes con negro que tampoco iban con la ropa... ¡AH! Y ya de cerca, apreció que abajo del suéter traía una camisa de botones azul, abotonado hasta el cuello... Su ropa era un terror para la moda, según murmuros de Hakyeon pero él mismo tampoco iba para nada arreglado así que podían presumirse de ser los dos menores con el peor gusto para ropa.
Lo que el pelinegro se negó a admitir fue que, en cuanto miró a su nuevo amigo llegar y acercarse, con tremenda timidez, como si no quisiera estar ahí, su alegría se sentía inmensa en su pecho, y su ropa terrible combinaba para él, y su cabello cobrizo lucía tan brillante, y su caminar era torpemente lindo, y todo, y todo... Y... No, no le gustaba, solo estaba alegrándose de que Hyuk fuera abierto ante la propuesta de poder hacer amigos, de que confiara, porque se encargaría que nadie más le hiciera daño en su vida.
-Hola. –Y el hola murió en la boca de Hongbin, porque no supo qué más decir por unos segundos. –Me alegra que hayas decidido venir.
-Hola... –Pero Hyuk podría desmayarse en ese momento, porque todos le estaban prestando demasiada atención. –Hola, Wonsik. –Saludó particularmente al pelirrojo en cuanto sus miradas se encontraron, pasando saliva.
-Hola, Sang.
-Ah... H... Hyuk, eh... Te presento con... -¿Con quién carajo? Cuando vio a los tres mayores, no supo ni sus nombres.
-Soy Hakyeon, vecino y mejor amigo de Binnie, lo conozco desde siempre. –La euforia del moreno hizo sonreír al menor, algo apenado y solo hizo un pequeño saludo con la mano al aire.
-Taekwoon... Mucho gusto.
-Igualmente. –Murmuró asintiendo con la cabeza, mirando luego a un rubio que sonreía sin dejar de verlo, desconociendo qué podía hacer en esa situación.
-Hola, soy Lee Jaehwan, curso tercer grado de universidad, me especializo en la carrera de robótica junto a mis dos compañeros aquí presentes. –Su formalidad al presentarse hizo que todos, sin excepción, lo miraran extrañado, más aún sus dos compañeros de clase.
-¿Qué carajo, Jae...? –Masculló Taekwoon.
-O dime Jyani, si gustas. –Rió, hablando ahora con naturalidad mientras tomaba la confianza de estrechar la mano derecha de Hyuk.
Las presentaciones fueron breves antes de decidir qué película mirarían, creando una batalla de, prácticamente, todos contra Taekwoon, quien no esperaba ir al cine a ver "COCO", y el debate prosiguió cuando cuestionaban la nacionalidad del filme; una vez que acordaron que mirarían la película mexicana animada, porque Jaehwan casi pidió hablar con el gerente defendiendo que ERA mexicana independientemente de que todos sabían que fue producida por Disney Pixar en Estados Unidos de Norteamérica, fueron el rubio y el pelirrojo quienes hicieron fila para comprar los boletos, Taekwoon y Hakyeon se adelantaron a comprar su propio combo de palomitas, quedando finalmente Hongbin y Sanghyuk en un limbo tranquilo, caminando sin prisa a formarse en la dulcería del cine debido al aún delicado estado del último.
-Lamento si son algo... Raros... A Hakyeon lo puedes ignorar todo lo que quieras, será alguien que conozco de toda mi vida, pero es capaz de decir mentiras mías solo para avergonzarme.
-A decir verdad parece que te conoce muy bien. –Burló sin querer, frunciendo sus labios para reprimirse una sonrisa. El pelinegro frunció ligeramente el ceño, pero no por lo escuchado, sino por ver a la pareja quienes tenían en frente, y acercó su pie izquierdo para darle un puntapié al moreno, quien había enlazado sus dedos con los de su novio, además de "jugar" con ligeros mordiscos falsos en uno de sus hombros.
-Compórtate, estás en público. –Le chistó a su amigo, quien puso un gesto ofendido y se aferró a Taekwoon, soltando su mano para meter la propia al bolsillo trasero del pantalón de su chico, creando vergüenza ajena en Hongbin.
-S-solo... Ignóralos, por favor.
-Se nota que se llevan muy bien. –Murmuró Hyuk, tratando de ignorar lo que acababa de ver frente a sí.
-Ah... Bueno, es que... E-ellos... Uh... -Cuando giró su cabeza para ver al contrario, se perdió en sus ojos y se sintió tan idiota porque olvidó qué iba a decir, tratando de enfocarse en las palabras. –Novio...
-¿Eh?
-Novios... Novios, son... S-s-son no-novios. –Contuvo el aliento antes de volver su vista al frente, apretando los dientes antes de comenzar a respirar como si le dolieran los pulmones al hacerlo.
-Ah... Claro.
De pronto se sintió tan idiota, y tan torpe, y tan inútil, y tan inservible... Ladeó un momento su mirada, volvió a apreciar el intenso color cobrizo de los cabellos del otro, luego bajó su vista a su suéter, su pantalón y esos tenis extraños, pasó saliva, frunció los labios y al avanzar hasta ser atendidos, reaccionó que no sabía qué iban a comprar; tardaron poco en decidir algo, cada quien pagó sus propias cosas a pesar que Hongbin se quedó con la sensación de que debía pagar lo de Hyuk, no lo hizo, porque no era una cita, era una salida con amigos y, como tales, cada quien pagaba lo suyo, pues en ese caso Wonsik terminaría quejándose de que le pagara las cosas también... Y pensar en él hizo que lo buscara con la mirada, dándose cuenta que estaba haciendo fila con Jaehwan en la dulcería del cine y que ambos se retaban por tal vez absolutamente nada, jugando un piedra-papel-y-tijeras... Y los envidió como nunca, porque quería lucir así de natural, fresco y despreocupado con Hyuk pero no podía, no sabía cómo, bueno, sí lo sabía, y era esa clase de mentalidad extraña de Wonsik sobre "ser amigos debe ser tu prioridad" pero no funcionaba así en la cabeza de Hongbin, porque tenía a Hakyeon de amigo y nunca sintió nada por él, tenía de amigo a Wonsik y tampoco le ponía nervioso, tenía otros pocos amigos y absolutamente nadie le hacía sentir tan torpe como Sanghyuk, y saberse que lo tenía a un lado y que mirarían una película juntos, maldita sea que lo hacía temblar. Pero solo era en plan de amigos, solo eso... Debía esforzarse para convencerse.
Aunque su esfuerzo fue en vano cuando tomaron asiento en las butacas que les correspondían. De izquierda a derecha, con la pantalla al frente, estaban Taekwoon, Hakyeon, Sanghyuk, Hongbin, Wonsik y Jaehwan... Sí, estaba atascado en medio, con el chico de risa preciosa a su izquierda, con los otros cuatro atentos a lo que fuera a suceder ahí en medio. Así que lo mejor que podía hacer era nada, solo ver la película e ignorar la emoción del rubio que subía su tono de voz en los momentos emocionantes de la película, porque hasta había olvidado sus propias palomitas sino hasta cuando iba a mediación de la película y ello fue gracias a Sanghyuk.
-¿Te sientes bien? No has comido nada. –Murmuró bajito, apretando sus propias rodillas con ambas manos.
-Ah, s-sí, es solo... La emoción. –Sonrió brevemente, y no sabía si era su imaginación pero cuando volteó a verlo, Hyuk estaba demasiado atento en su rostro, así que por inercia se llevó la zurda a la cara como si tratara de limpiarse. -¿Me manché de algo?
-No. –Negó con la cabeza, sonriendo apenas un poco antes de hundirse en su asiento portando todavía esa curvatura en sus labios.
Cuando Hyuk se apartó, Hongbin vio al moreno quien estaba totalmente atento a ellos dos, distinguió esa sonrisa burlona antes de llevarse algunas palomitas a la boca y acurrucarse con Taekwoon, quien le abrazó y le atrajo a su hombro. Tenía coraje consigo mismo porque admitía, muy en el fondo, que quería hacer lo mismo con Hyuk, pero no era correcto, y no estaban viendo una película infantil con planes de una cita o algo más, porque NO... No, solo estaba ahí porque querían ser buenos amigos, solo eso, pero claramente sus pulmones dictaban otra cosa al sentir que nuevamente se le iba el aire como aquella vez en la casa de Hyuk, por lo que se ganó una mirada extraña por quien se encontraba a su izquierda y una cómplice por parte del moreno... Eso era lo que le faltaba, que sus ataques lo delataran frente a la persona que más lo conocía.
-Vayamos por pizza. –Imploró Jaehwan una vez que salieron del cine y Taekwoon se unió a su petición, siendo seguidos por Wonsik quien moría de hambre y el refresco no le llenó. –O por pollo... O por algo rico de comer.
Y no hubo demasiada insistencia, les bastaba con cruzar la calle para ir al centro comercial y pasar algunas horas ahí entretenidos en alguna pizzería, y en las tiendas, perdiendo el tiempo como si la única preocupación de sus vidas fuera divertirse. El problema consistía en que eran hombres, estaban en sus 19s y 20s, y por lógica eran estúpidos, así que en vez de caminar una cuadra para tomar el puente peatonal, atravesaron la transitada calle corriendo... Bueno, cuatro de ellos lo hicieron, porque Hyuk no podía correr todavía y Hongbin comprendió su situación, decidiendo por acompañarlo hasta el puente, ganándose una mirada burlona de Taekwoon y Wonsik al otro lado de la extensa calle.
-No era necesario que me acompañaras. –Sonrió Hyuk algo avergonzado, subiendo los escalones con extrema calma.
-No pensaba dejarte solo, vienes con nosotros, es lo menos que puedo hacer.
-Gracias. –Trató de borrar la sonrisa de su boca. –Lamento si me estoy tardando, el doctor dijo...
-No te disculpes, entiendo que estés delicado de... -Y cuando volteó su mirada, se golpeó en la cabeza de manera mental porque lo que quería hacer era verlo a la cara, pero bajó la vista a la entrepierna ajena y por una mierda que eso estaba mal, alterándose por su idiotez. –Ah... N-no quise... Perdón. Agh~ lo siento, perdón. –Sintió el rostro ardiendo y quería lanzarse del puente cuando terminaron de subir las escaleras.
-Descuida. –Murmuró entre dientes, tratando de no ver al chico de lindo hoyuelos a la cara. –Bin... ¿Puedo preguntarte algo?
-Claro... Eh, ¿qué cosa?
-Uhm... Tal vez sea mi imaginación, pero ¿no te da envidia o celos que Jaehwan se esté llevando tan bien con Wonsik?
-Para nada. –Sonrió algo aliviado a esa pregunta. –Entiendo que se lleven bien por otros motivos diferentes a los míos. –Sí, en verdad estaba volviéndose idiota, porque hablaba de más, hacía cosas que no debía y se sentía de un modo que era incorrecto.
-¿O sea?
-Mmh... No, nada... Lo siento.
-... Bin... ¿De casualidad, Wonsik y Jaehwan también...? ¿Son novios?
-NO. –Abrió bastante los ojos al decir aquello, comprendiendo que había exagerado. –N-no lo son... No que yo sepa.
-Ya veo. –Continuaron el camino por el puente como si nadie les estuvieran esperando al otro lado del mismo, y antes de llegar a las escaleras para bajar, Sanghyuk pasó saliva, con el corazón latiéndole en la garganta. –De casualidad... ¿También te gustan los chicos?
Un nuevo ataque de nervios se manifestó en sus pulmones con esa pregunta, costándole severos segundos en procesar lo que le había sido preguntado, y otros tantos en saber qué mierda responder porque no encontraba un "sí" ni un "no" en su cabeza, más bien, como si las palabras de su vocabulario se hubieran ido junto al inexistente aire dentro de su cuerpo, terminando por reír nerviosamente.
-¿T-tú qué crees? –Preguntó finalmente, y sabía que eso no era una respuesta, pero estaba demasiado enfocado en bajar las escaleras sin morirse en el intento.
-No lo sé, por eso pregunté. –Y esa respuesta parecía honesta.
-Digamos que... ¿Más o menos?... N-no es como que me fije mucho en si la persona es hombre o mujer, cuando me gusta alguien, es por su manera de ser. –Y esa respuesta solo logró que Hyuk se sintiera inmensamente feliz, de ese tipo de felicidad que nunca en su vida había vivido.