Capítulo 3: "Papá"
El mismo día en que Once y ____ desaparecieron.
Narra ____
— _____...—Me tiraban del brazo, solté un quejido.— Hermana...
Una fuerte tos me invadió, sentí que de tanto toser me saldría sangre, mis ojos los sentí húmedos al ya controlarme.
— ¿Dónde estamos?— Pregunté, abrí mis ojos y observé detenidamente el lugar.— El Otro lado...
— Sí.
Nos levantamos y agarré de la mano a Ce.
— Tengo miedo.— Dijo ella, pasamos por un pasillo.
— Estoy contigo, Ce.— Sonreí débilmente, pero a decir verdad también tengo miedo...— ¿Mike?
— ¿Mike?— Llamó ce, nos empezamos a desesperar, íbamos un poco más rápido.
— ¿¡Mike?!— Llamamos pero no escuchamos nada.
— ¿Dustin? ¿Lucas?— Exclamé pero nada, no había respuesta.— ¿¡Steve?!
Escuchamos voces, fuimos al lugar proveniente de las voces, era un pequeño portal en una pared, nos agachamos y vimos unas linternas. Nos pusimos para un lado, quizás nos puedan ver...escuchamos que se iban.
Me duele todo el cuerpo nunca usé este poder y ahora...me duele tanto, que quisiera solo tirarme y dormir por muchas horas.
Puse mi mano derecha en dirección al pequeño portal, estiré mi brazo lo más que pude, luego lo saqué, había una cosa viscosa en mi mano.
— Agrandar portal.—Dijo Ce, asentí.— Yo lo haré.
— Pero...—Me vio seriamente, estiró su brazo y empezó a usar sus poderes haciendo que el portal se agrandé, empezó a salir sangre por el orificio de su nariz.
— ¿Estás bien?—Pregunté al verla tan débil.
— Sí.— Respondió mientras se limpiaba la sangre con su manga.
— Primero yo.— Dije, si es que se empezaba a marear la podría agarrar del otro lado.
Empecé a meterme al portal, salí rompiendo la última capa del portal, caí al suelo, vi que Ce empezaba a salir, así que me paré y esperé a que saliera.
La atrapé cuando salió del portal.
— Gracias...—Respondió, asentí y Ce se reincorporó.
Vimos la sangre de seguro de los trabajadores del Laboratorio, caminamos por los pasillos, agarré la mano de Ce, no me importaba que estuvieran pegajosas, necesito tenerla a mi lado.
Estamos bien.-Dije al ver que Ce quería llorar.- Vamos a la casa de Mike, está más cerca.
— Sí.— Respondió. Caminamos con dificultad nos dolía absolutamente todo, sentía que estaba cargando una piedra enorme en mi espalda.
Seguimos caminando, pero vimos algo que nos alarmó, eran unos autos de la policía.
— Vamos con cuidado...—Susurré, asintió fuimos a ver por la ventana.
— Lo que ellas te contaron no era verdad.
Escuchamos que una mujer le hablaba a Mike.
— Ellas son peligrosas, _____ esa niña es una mentirosa, te hará daño con tal de salvarse a ella misma, dinos donde están, si no lo haces estás poniendo en riesgo a ti y a toda tu familia...— Nuestras miradas conectaron con las de Mike.
No pude evitar soltar lágrimas, quizás no pueda verlo por un largo tiempo...
Se dieron cuenta que Mike no les escuchaba, se dieron cuenta que estábamos ahí.
— Vamos.— Ce jaló mi brazo.— Irnos.
— Sí, vamos.— Dije, salimos corriendo en dirección al bosque, pensé en un momento en ir a mi casa pero seguro estaba llena de policías como en la de Mike.
Nos escondimos en el bosque, mi corazón latía rápido y los nervios aumentaban.
Cerré los ojos, queriendo aparecer en mi casa a salvo, no que nos estuvieran buscando.
— Todo está bien...—Susurró Ce, me agarró la mano, sonreí, y ella apoyó su cabeza en mi hombro.
Esa noche, dormimos ahí juntas esperando que no nos encontrarán, abrigándonos entre nosotras.
— ¿Qué es Halloween?—Preguntó Ce.
Deje de ordenar mis cosas y me di media vuelta para responderle.
— Es una festividad, es el único día del año en que puedes vestirte de lo que tu quieras como vampiros, zombies, lo que sea.— Dije emocionada.
— ¿Fantasma?-Preguntó, asentí. Agarró la sábana de su cama.
— Fantasma.—Dije, cada una garró su sábana y con una tijera hicimos dos agujeros en cada sábana.
Era lo único que podíamos hacer de disfraz en todo caso, no me podía quejar.
— Lista.— Dijo Once, me puse el mío encima.
Salimos de nuestra habitación, fuimos a ver a Hopper quien estaba haciendo el desayuno nos acercamos sin hacer ruido.
El volteó sorprendido tanto que casi bota el desayuno.
— Dios santo...—Susurró al vernos.
— Fantasma.— Dijimos al unísono Ce y yo.
— Sí, ya lo noté.— Dijo sin prestarnos atención, mientras servía el desayuno.
— Halloween.— Dije.
— Si lo es, pero ahora es el desayuno.—Contestó, haciendo que frunza el ceño.
— No nos verían.— Continuó Ce, seguíamos a Hopper, quién ponía los platos en la mesa.
— ¿Quién no las vería?
— Los malos.— Contesté.
— Dulce o truco.— Dijimos al unísono.
— ¿Quieren ir a pedir dulces?— Por fin, entendió.
— Conocen las reglas.— Fruncí el ceño.
— Sí.— Contestó Ce, sabiendo lo que diría sobre las reglas.
— Sí, y ya saben las respuestas.— Dijo agarrando a Ce de los hombros.
— No nos verían.— Dije levantando un poco la voz.
— No me interesa, si salen a la calle, fantasmas o no es un riesgo—- Dijo, levanté mi brazo, el cual agarró.— Nada de poderes.
— No los iba a usar, iba a decir que siempre he salido para hallowen, quería mostrarle a Ce lo que se hace en estas fiestas y...
Vi que no funcionaba mis palabras, por lo que solo me encogí de hombros, no se podía ver mi semblante triste por el "disfraz".
— Y siguiendo al tema, eso es arriesgado y no nos arriesgamos, ¿Oyeron? Ellos son estúpidos y...
— No somos estúpidos.— Contestamos, Hopper soltó mi brazo.
— Ahora quítense eso y siéntense, la comida se enfría.— Nos quitamos el "disfraz", nos sentamos, estaba molesta, quiero romper algo.
Hopper suspiró viendo que no probaríamos bocado ni hablaríamos con él.
— A ver que les parece, si salgo temprano del trabajo, compró un montón de dulces.— Dijo, me gusta la idea.— Y nos sentamos a engordar mientras vemos películas de terror, ¿Qué les parece ese acuerdo?
— ¿Acuerdo?— Preguntó Ce, le ensené varias cosas pero obviamente no todas.
— A-c-u-e-r-d-o.— Deletreó.— Acuerdo, será la palabra del día.
— Significa que ambos consiguen lo que quieren son medio felices.— Dijo, miré a Ce, ella me miró a mí, asentí por mi estaba un poco bien...Ce me miró con esa mirada di a entender que estaba también de acuerdo.
— A las cinco uno cinco.— Dijo Ce.
— A las cinco y quince, sí claro.
— ¿Lo prometes?— Preguntamos al unísono.
— Sí, lo prometo.— Contestó.
— Medio felices.— Dijimos, estiró su brazo derecho, revolvió el cabello de Ce y luego el mío.
— Y saben que me da miedo cuando hablan al mismo tiempo.—Dijo bromeando.
Ce puso miel en sus waffles y luego me lo pasó a mí.
— Papá...—Me corregí.
¿Qué es lo qué dije?
— ¿Qué dijiste?— Preguntó Hopper.— ¿Me dijiste papá?
— N-No.— Dije avergonzada.
— Está bien, fue un error, tranquila.— Me sonrío, sonreí aún con vergüenza.
Luego de que Hopper terminará de desayunar se fue, dejándome a solas Con Ce.
— Él no es papá.—Dijo Ce.
— Lo sé, tanto tiempo con él, me confundí.— Contesté.
Era un sentimiento extraño dentro mío al decirle así, pero no como si hubiera hecho algo malo...
— Extrañas a los demás.— Dijo. Asentí, sentí que mi garganta me dolía.
— Extraño a Mike, a Steve, a Will, a Dustin, a Lucas, a mis papás...—Dije, Ce me rodeó con sus brazos.
Me acarició el cabello.
Los extrañaba demasiado, me sentía incluso culpable por Steve, pienso como está o si nuestros padres se hayan ido contra él.
— ¿Te arrepientes de venir conmigo?— Preguntó Ce, la miré con el ceño fruncido.
— Claro que no, jamás.— Dije, le acaricié la mejilla con dulzura.— Siempre juntas, ¿recuerdas?
— Promesa.
Charlamos un poco, cosa que logró calmarme.
Prendimos la televisión pero no había nada que nos llamará la atención.
— ¿Seguimos con el entrenamiento?— Pregunté.
— ¿Segura?—Asentí, nos paramos y nos pusimos al medio de la sala.
Durante este tiempo, Ce me "entrenó" sobre como usar mis poderes, a escondidas de Hopper, claro.
Solo sé como atraer las cosas, localizar a las personas aún no, para eso necesitamos una piscina inflable y eso no tenemos.
— Cierra las ventanas—- Dijo, cerré las ventanas con algo de fuerza.— Aplasta la lata.— Señaló la lata que dejó Hopper ayer.
Vi la lata que estaba sobre la mesa, me concentré lo más que pude y la aplasté, seguimos un rato hasta que no pude más.
— Suficiente por hoy.— Dije, me limpié la sangre con mi manga de mi chaqueta.
La observé y luego a mí, riendo y Ce me miró confundida por reírme de la nada.
— No se, cual es la manía de Hopper de vestirnos iguales.— Dije, Ce río.— Quizá así es más económico.
— ¿Televisión?— Preguntó, asentí.
En verdad, no hay muchas cosas que podamos hacer aquí.
Estamos viendo una telenovela romántica, Ce quería verla.
— Soy así por ti.
No quería ver, normalmente estaría jugando con los chicos, haciendo postres...
— ¿Por mí?— Preguntó Ce, señalándose así misma, reí.
— Las personas se van a escandalizar.— Repitió Ce, lo que dijo la actriz.
Escuchamos ruidos, fuimos a ver y era una ardilla...
Flash Back
Mis brazos los sentía congelados, al igual que mi rostro, trataba de caminar lo mejor que podía.
Tosí, siempre fui delicada en salud, en invierno siempre me enfermó.
— Comida.— Dijo Ce, vi que mató a una ardilla...es eso o morirnos de hambre.
Hice una fogata, tuve suerte ese día tenía un encendedor en el bolsillo de mi pantalón.
Ce lo puso en un palo y se puso a cocinarlo, luego puso a la otra, quizás hoy es nuestro día de suerte, encontramos otra.
—Toma.— Me dio la ardilla ya cocinada.
— Gracias.— Susurré mi voz sonaba rasposa.
Comí un poco, pero empecé a toser por el dolor de garganta.
Escuchamos el crujido de una rama al romperse, volteamos al instante.
— Hola, no las voy a lastimar.— Dijo un hombre, tenía en la mano un arma, se acercaba lentamente.— ¿Cómo se llaman? ¿Qué hacen aquí en el bosque?
Ce con sus poderes hizo levitar a la ardilla que aún estaba en llamas, el hombre se sorprendió y ni vio venir que Ce le tirará la ardilla en la cara.
— Rápido.— Dijo, me agarró la mano y me levantó de un tirón.
Fuimos hacia el hombre, mire como Ce le quitaba el abrigo y el gorro, me los extendió.
— Úsalo tú.— Dije, negó.
— Estás enferma.— Dijo, me saqué mi chaqueta y se la di.— Aunque sea irás un poco más abrigada.
— Está bien.— Se puso mi chaqueta y yo me puse el abrigo del hombre, Ce agarró el gorro del hombre y se lo puso.
Corrimos sin mirar atrás, agarradas de las manos.
Fin del Flash Back
Se que Ce también recordó sobre aquella vez porque cerró la cortina.
— Haré la comida.— Dije, asintió.
— Oye, no te alejes de tu hermano.—Dijo mamá. Asentí.— Y si tienes un mal presentimiento o sientes algo, dile que te lleve a casa.
— Sí, adiós.— Sonreí, nos dirigimos a la puerta.
— Vamos, pequeño.— Dijo Jonathan.
Salimos y entramos al auto.
— No entiendo que le ve.— Dijo Jonathan, estábamos cerca.
— ¿A quién?— Pregunté confundido.
— A Bob.
— Al menos no me trata diferente.- Dije, miré por la ventana y vi algo que me hizo doler un poco el pecho.
Era un afiche pegado en un poste, decía "Desaparecida" y abajo estaba la foto de ______.
Dejé de mirar por la ventana.
— No puedo ir por dulces solo, que aburrido.— Dije con fastidio.
— ¿Crees que soy aburrido?— Preguntó Jonathan.
—No, pero no es como que Nancy fuera a cuidar a Mike.
— ¡Will, hola!— Dijo Dustin al ver nuestro auto, Jonathan estacionó.
— Oye, escucha.— Dijo Jonathan.— Si te dejo ir solo...¿Prometes quedarte en el vecindario?
— ¡Sí, claro!— Acepté contento.
— Te quiero en la casa de Mike a las nueve.— Dijo.
— ¿Nueve...y media?— Pregunté.
— Nueve.— Dijo con diversión.— ¿Trato?
- Trato hecho.- Acepté y cerramos el trato.
Salí del auto, Jonathan me presto la videocámara.
- Y protéjanse los cuellos.- Dijo repitiendo lo que dijo Bob.
Fui con los chicos, quienes se alegraron al verme.
— ¡Will!— Dijo Mike.
— Que bueno que llegaste.— Dijo Lucas.
— Si vuelven a darnos Three Musketeers me mato.— Lucas sonaba enojado.
— ¿Qué tienen de malo esos chocolates?— Preguntó Dustin.
— Son malísimos.— Respondió Lucas.
— Sí, a nadie les gusta.— Continuó Mike.
— Sí, tienen puro Nougat.- Dije.
— ¿Puro Nougat?, para mí es de los mejores tres.— Dijo Dustin.
Escuchaba como discutían del dulce, que si era bueno o malo.
Gritamos al ver como una persona con máscara saltaba frente nuestro.
— Ay, dios... hubieran visto sus caras.— Dijo sacándose la máscara, era Max.— ¿Y tú? Así gritas, suenas como niñita.— Dijo mirándome y dándose la vuelta riendo.— Oigan, vienen ¿o no? Hay que ir a Loch Nora, es donde están los ricos.— Dijo para luego irse caminando.
— ¡Sí!— Gritaron Lucas y Dustin y siguiéndola, los seguí.
Suspiré, todo sería distinto si ____ estuviera estado con nosotros acá.